Myriam Swanson: “Con “Calígula” he mudado la piel”


Por: Javier González. 
Fotografías: Elías Bascuñana.

Myriam Swanson va sobrada de talento, lo lleva demostrando en diferentes proyectos corales desde hace lustros, como bien sabrán aquellas personas que habitualmente lean nuestra página, donde ya hemos tenido la oportunidad de entrevistarla alguna que otra vez para hablar de su labor al frente de Flamingo Tours

Confiesa que ha mudado la piel, pues de un tiempo a esta parte parece que algo hizo “click” en su cabeza, las piezas encajaron y decidió que era el momento exacto para romper con todo, dando un nuevo paso más en su interesante carrera. Tocaba reorientar el tiro y pasar a defender su nombre, rematando la jugada con la publicación semanas atrás de su debut en solitario con “Calígula”, donde a las ya habituales querencias retro a las que nos tenía acostumbrados añade pinceladas electrónicas arrastrando las melodías con suficiencia para sonar tan sensual y aguerrida como intimista y oscura, firmando una obra con la que promete dar mucho que hablar. 

Hechizados ante la fuerza que desprende este “Calígula”, nos pusimos en contacto con la buena de Myriam, quien mostró que tras semejante derroche de talento se encuentra una persona que derrocha fuerza vital y carisma, elementos con los que promete dejar huella sobre las tablas, tal y como podremos comprobar en el arranque de gira que tendrá lugar el próximo 29 de mayo en esa meca del rock madrileño que responde al nombre de sala El Sol

En primer lugar, queríamos felicitarte por la edición de “Calígula”, un trabajo que debemos calificar como de sorprendente, pese a que no nos pilla de nuevas la gran cantidad de pieles musicales en que puedes llegar a vestirte. ¿Qué sientes tras lanzar al mercado este álbum tan camaleónico? 

Myriam: ¡Gracias! Siento que he mudado la piel, pero de una forma distinta. Por primera vez me parece que lo que se ve es un sonido y un discurso que atraviesa todo lo que he hecho hasta ahora. Siempre me he sentido muy libre en la música. He jugado mucho, he hecho lo que me gusta. Este viaje ha sido muy intenso y hacia adentro, a ver qué encontraba y ha sido esto. Algo que siempre estuvo por otra parte y que tenía muchas ganas de salir. 

¿En qué momento y de qué forma comenzaste a trabajar las canciones que finalmente han dado vida al mismo? 

Myriam: En 2023 acabada la gira del tercer disco de Flamingo Tours pensé que estaba terminando un ciclo en todos los sentidos. Cumplíamos 10 años con la banda, no veía claro un cuarto disco, estaba en un momento de cambio personal y tuve ganas de parar y pensar. Ya me había pasado antes algo similar y supe que se venía algo gordo, así que paré. Martín García de Aurora & The Betrayers me llamó para una colaboración en su disco y nos encontramos en Toledo para grabar, empezamos a hablar de música y entendí que teníamos que hacer un disco juntos. Arranqué a escribir en noviembre y en diciembre comenzamos a maquetar. En enero de 2024 grabamos la primera parte del disco, lo estuvimos moviendo y vimos que podía molar, así que decidimos en septiembre grabar la otra mitad. Ese verano me fui de viaje y grabé un tema con un colega en Nueva York, en la oscuridad. También por esas fechas empecé a componer también con Riki Frouchtman, que se incorporó al proyecto, y en otoño grabamos el resto. Así que hubo todo tipo de forma y manera de escribir, componer y grabar. Brutal. 

“En estas canciones hay un sonido y un discurso que atraviesa todo lo que he hecho hasta ahora” 

Como decimos, es un trabajo que transita por un montón de sendas diversas. ¿Fuiste consciente desde el principio que se trataría de un disco tan heterodoxo y complejo? ¿Hasta qué punto fue algo buscado de manera inicial? 

Myriam: Soy heterodoxa y compleja, así que sí, pero no (risas). Lo único que fue buscado es profundizar en este cambio de piel y dejarse llevar por las canciones de manera orgánica y natural, con dirección, pero sin barreras. 

También sorprende el hecho de que sea es el primero que firmas, al menos de una forma tan evidente, bajo tu nombre de guerra, Myriam Swanson, después de haber estado al frente de otros proyectos bajo el denominador común de una innegable calidad artística. ¿Por qué precisamente este paso tan decisivo y en este momento? 

Myriam:
Porque pienso que antes de mostrarme así tenía que saber lo que hacía, debía que estar segura de que ese sello iba a tener una continuidad fuerte y real. Tu propio nombre no es un proyecto que puedas dejar, así que cuando te montas en la nave tienes que estar preparada para ir a Saturno de verdad. 

“Martín García Duque ha aportado estilo y artesanía a las canciones” 

La producción ha recaído en un crack como Martín García Duque. ¿Qué ha aportado su amplio saber y buen hacer al resultado final de “Calígula”? ¿De qué forma habéis conseguido redondear todo el contenido para que pese a los diversos géneros que se tocan haya tanta coherencia? 

Myriam: Martín es un talentazo. Tiene claro lo que funciona y prefiere abarcar menos, pero con más claridad, así que, aunque parezca que hay mucha variedad, es todo bastante homogéneo. Hemos ido muy juntos, llegando a componer temas a cuatro manos; he escrito un texto para un tema suyo, o él ha arreglado un tema mí. Ha aportado estilo y artesanía de la buena. 

Por decirlo de alguna manera, vienes de unas sonoridades “retro” que siempre has tratado desde un enfoque más “clásico” y “orgánico”, sin embargo, ahora hay cortes donde la vena electrónica es innegable, por ejemplo, estoy pensando en la inicial “Free To Go”. ¿Cuántas ganas tenías de experimentar con ese tipo de sonoridades? ¿Hasta qué punto ha sido complicado incluirlas en “Calígula”? 

Myriam: Es totalmente cierto, pero también accidental porque nunca he tenido nada en contra de la electrónica cuando es orgánica y viene de la creación musical. “Free to Go” es un tema que Martín compuso expresamente para el disco y en el que escribí una historia loca de un rescate en helicóptero en la azotea de una cárcel de París. Es un tema que tiene funk clásico, así que no me parece muy lejano, pero tenía todas las ganas y creo que está dentrísimo de “Calígula”. 

Otra cosa muy llamativa es la combinación de castellano e inglés en las letras. ¿Debemos entenderlo como una puerta que se abre para un futuro disco en castellano exclusivamente? Normalmente dicen que el castellano es mucho más complicado a la hora de encajar una letra. ¿Ha sido así? ¿Qué beneficios y problemas le encuentras a cada idioma a la hora de expresarte musicalmente? 

Myriam: Empecé cantando en castellano y en mi etapa con Flamingo Tours he estado tonteando bastante con ello. Mis lenguas maternas son el castellano y el catalán. El inglés es mi segunda lengua y me entiendo bien con ella, así que hemos dejado que fluya, puedo hacer un disco íntegro en castellano seguro (risas). Estoy lista. (Más risas) 

Recuerdo que la última vez que hablamos fue con la edición de “Wild Beast from the South” de Flamingo Tours, donde comentamos que había canciones “oscuras y pantanosas”, una temática que trata de otras formas aparece sin ir más lejos en la canción titular, “Calígula”. ¿Podemos afirmar que da igual el envoltorio sonoro porque a Myriam Swanson le encanta seguir explorando la oscuridad del ser humano? 

Myriam: ¡¡¡¡¡ Eso es…correcto!!!!! 

¿Hasta qué punto estos textos miran hacia dentro de ti misma y al resto del mundo en busca de un proceso de liberación? 

Myriam: Hasta todos los puntos. Creo que lo que hay dentro de una es lo que tiene todo el mundo dentro. Por eso la verdad es tan importante, porque la gente sabe si es postureo, ante eso yo prefiero la locura total. Hablar de ficciones imposibles, o de realidades increíbles. No podría escribir algo que no fuera verdad o un peliculón. (Risas) 

Quizás no voy a arriesgar mucho al citar esta canción, pero debo confesar que me ha encantado “I Talk too Much”, un corte que a buen seguro tendrá un lugar preeminente en tus directos. ¿Cómo surgió este tema? 

Myriam: Esta canción la escribí a partir de un riff superbonito de Riki Frouchtman. Habla de que aprendí a entregarme demasiado a las personas porque sí, por miedo al abandono, al rechazo y para justificar eso hablo demasiado; demasiada verborrea que viene a decir, quiéreme, no me abandones, te daré todo lo que pueda, pero eso no mola porque crea deuda, entonces el otro se aleja. Ahora aprendo a dar sin crear esa deuda, sin salvar a nadie, salvándome a mí. Joder, qué profundidad, corta esto. (Risas) 

Otra composición que me parece una pasada retrofuturista es “You Like It Rough”, el ambiente conseguido es una absoluta locura, consiguiendo elevar el género a otra potencia. ¿Crees que puede ser la canción más llamativa del álbum para el público? 

Myriam: Desde luego a mí esta canción me flipa. Es un tema de Martín, le puse una letra y el estribillo del final. Habla de sexo loco y tiene un punto de humor que siempre sale. Es una guarrería de canción. Extrema y perfecta porque el garaje me encanta y creo que es bailabilísimo. También es una de mis preferidas. 

Y a la vez te quería confesar que personalmente hay dos cortes, quizás más orgánicos y con un tempo más lento, que son mis favoritos de toda la colección, estoy hablando de “En la Oscuridad” y “Mano de Santo”, dos auténticos bombazos. ¿Son las canciones más personales de toda la colección? 

Myriam: Puede ser. “En la oscuridad” es una canción que hice sola, en la oscuridad de una casa de campo, en medio de una noche clara de luciérnagas y grillos con luna. Pensaba en la juventud desnuda, en correr bajo la lluvia y amarse. También en cómo era cuando no había apego raro, cuando el querer estar era relajado y simple, como una noche adolescente de verano. Es un lugar al que siempre hay que volver cuando te pierdes. Lo grabé y produje con Ander Agudo en verano en su casa de Brooklyn. Magia. “Mano de Santo” es un tema que hice con Riki y habla de cuando al crecer te das cuenta de que hay que distanciarse de las cosas cuando no funcionan para que no te rompan. Por eso, el frío, que para mí es aún algo muy desconocido, es mano de santo. Los sintes de Martín y el tratamiento de la voz me parecen deliciosos.

“Falta programación de salas y apoyo a la cultura de base para que los músicos puedan dedicarse a crear y no solo a sobrevivir” 

Myriam, provienes de la prolífica cantera catalana, un lugar que es cuna de un montón de nombres míticos de diversas escenas, entre ellas la del rock y otras músicas de raíz que es donde personalmente te englobaría. ¿Qué crees que falta a nivel general para que todas esas propuestas tengan la repercusión mediática que por calidad merecen? 

Myriam: Muchas gracias por el honor. Creo que falta programación de salas y apoyo a la cultura de base para que esta gente pueda no solamente sobrevivir que es casi imposible, sino crear. Tener tiempo de girar y de sacar discos para que no se conviertan en mero entretenimiento. Al final todo es una cuestión de dinero y está claro que los locales no lo tenemos. Entonces sin apoyo de los festivales, los promotores, las salas y las instituciones, simplemente no lo lograremos. Es así. Pero calidad hay para todos los gustos. “La democratización de las redes sociales es una falacia IG” 

Por otra parte, sabemos que todas estas músicas son de garito y tienen en el underground su hábitat natural. ¿Crees que, dada la deriva actual de la música, donde hay que generar contenidos en redes y estrenar canción una vez al mes, es el “underground” uno de los pocos reductos de libertad creativa que quedan? 

Myriam: Si, pero el precio es desorbitado, penal, neoliberal. Haces lo que quieres, pero nadie se entera. La democratización de las redes sociales es una falacia IG, es como una tragaperras, si no echas monedas nada funciona. Hay que tener mucha paciencia en esta vida.

¿Cuál será la banda que te acompañará en directo y qué planes tienes de gira? 

Myriam: Martín García a las teclas, Riki Frouchtman a la guitarra, Paco Cerezo al bajo y Charly Sardá a la batería, un auténtico “dream team”. Presentamos el 29 de mayo en El Sol en Madrid y luego estaremos en Valencia, Zaragoza, Bilbo, Donosti, Vitoria, Logroño, Soria. También iremos a Galicia en agosto y en La Mercè en septiembre en Barcelona. En otoño habrá más salas, ya en el sur, y algún festival más. De momento, terminamos el 29 de noviembre en el Estraperlo, todo poco a poco, pero con cariño. Iremos anunciando. 

Cuando hablemos dentro de unos meses con “Calígula” ya rodado. ¿Qué te gustaría poder contarme de este debut tan apasionante y de su relación con el público? 

Myriam: Que ha gustado, que lo han bailado, que hemos hecho temas nuevos, que estamos en un montón de festis y que ya tenemos apoyo para trabajar en el disco nuevo. Todo eso. 

Mil gracias Myriam, eres una mujer de gran talento y todo un amor de artista a la hora de entrevistar. A poco que haya justicia, lo vas a petar. 

Myriam: Gracias de corazón… una entrevista macanuda.