Dean Wareham + Gazella y Big Search: Bailando sobre la historia


Sala Upload, Barcelona. Domingo, 20 de abril del 2025.

Por: Luís Vigara y Àlex Guimerà

Tradicionalmente, el Domingo de Resurrección coincide con la primera Luna Llena de la primavera. Y aunque, lógicamente, no esperábamos ver a Luna en la Sala Upload (ni tampoco a Galaxie 500), sí tuvimos el inmenso privilegio de reencontrarnos con Dean Wareham. De nuevo, el músico norteamericano ofreció una actuación sublime, esta vez repasando su discografía en solitario y rescatando algunas joyas de sus otros proyectos, en un concierto que puso de relieve su excelsa trayectoria artística.

Hora y media antes, los valencianos Gazella abrían la velada, subiendo puntuales a un escenario bañado de luces rojas. En ese ambiente, la portada de "Loveless" parecía cobrar vida. La banda ofreció un directo soberbio, recorriendo los temas de su álbum homónimo y presentando adelantos de su próximo trabajo, previsto para este 2025. "Espiral" y "Sol Menor" destacaron especialmente, demostrando que lo suyo es incendiar el aire con capas de distorsión emocionalmente precisas.

El fuego de Gazella encontró su contrapeso perfecto en Matthew Popieluch, de Big Search, que apareció con la única compañía de una Stratocaster. A pesar de su presencia delicada, construyó con ella entramados de notas cristalinas sobre los que su voz —a veces "dylaniana", a veces a punto de quebrarse, otras tan profunda como un susurro del subconsciente— tejió una actuación emocionante y honesta. Canciones como "Passing Through" o "Bouquet" resonaron con una intimidad abrumadora.

Pocos minutos después de las 21h, Dean Wareham apareció en escena con el aire de un genio distraído, como quien abre la puerta de su casa recién levantado o después de una noche en vela. Junto a él le acompañaban los músicos de la Dean Wareham & Band, que incluye el talento al bajo de su esposa Britta Phillips. Sin prisas pero sin pausa, el cuarteto inició un viaje musical donde cada canción se desplegó como una página de un pop-up book, sorprendiéndonos con cada nueva imagen sonora. Sonaron piezas de su último disco como “New World Julie”, “Dear Betty Baby”, “Mystery Guest” y “Yesterday Hero”, en versiones más frescas y vibrantes que sus ya destacables grabaciones de estudio.

"The Last Word" (del imprescindible “I Have Nothing to Say to the Mayor of L.A" de 2021) fue sencillamente apoteósica. Y aún no habíamos llegado a la mitad del concierto. La exquisita “Bourgeois Manqué” cerró la sección dedicada a su etapa en solitario, para dar paso a un segundo acto que muchos vivimos como un crescendo imparable.

Flowers” de Galaxie 500 fue recibida con entusiasmo, seguida del evocador medio tiempo “Temperature’s Rising”. Luego llegó “Friendly Advice” de Luna, celebrada entre vítores y móviles en alto. Le siguió “Blue Thunder”, otro himno de Galaxie 500, en el que el público intentó (sin demasiado éxito) alcanzar los registros celestiales de Dean. En “When Will You Come Home” alcanzamos un clímax absoluto, con un solo de guitarra que culminó en una nota sostenida y casi eterna, dejándonos sin aliento.

Ya en la recta final, “Fourth of July” cerró el set antes de los bises. Aunque los músicos apenas abandonaron el escenario para regalarnos los últimos acordes de la noche. Primero, con el infeccioso riff de “Strange” (otro imprescindible de Galaxie 500) y, como broche de oro, una vibrante versión de “Ceremony” de New Order/Joy Division, que desató una ovación inmediata desde las primeras notas.

Se atribuye a Frank Zappa la frase: “Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura”. Y tras estos minutos de magia, no sabemos muy bien qué más añadir. Pero si algo nos quedó claro, es que la noche del domingo bailamos —felizmente— sobre la arquitectura de la música de Dean Wareham. Su corazón, ese que late en cada una de sus canciones, sustituyó por unas horas al nuestro.