The Baboon Show + Pubic Enemy + Bad Cop / Bad Cop, salvaje banquete punk-rockero


Sala Wagon, Madrid. Viernes, 22 de Marzo del 2025. 

Texto y fotografías: Fran Llorente. 

La banda sueca The Baboon Show volvió por sus fueros en la enésima gira por nuestro país en el último lustro. Parece que estos escandinavos le han tomado el gusto a la Piel de Toro y se dejan caer por estos pagos a la menor oportunidad. En esta ocasión teloneados por dos bandas femeninas de punk-rock que cuajaron sendas y voluntariosas actuaciones en una velada donde las sensaciones fuertes se vieron al final de la noche. 

Pubic Enemy y Bad Cop / Bad Cop, animosas teloneras de punk-rock académico 

Las madrileñas Pubic Enemy abrieron fuego para presentar su EP de lanzamiento “Bad Blood”. Punk-rock muy aseado y con letras en inglés. Alexandra a la voz y guitarra rítmica, Irene a la otra guitarra, Nidia al bajo y Giovanna a la batería, trataron de dar lo mejor de sí mismas en temas como “Old Lie”, “Outrofest”, “Skin Deep” y “Don´t Go”, sumando otro buen ramillete de tonadas: “One two”, “Bad Blood”, “Remember”, “Flying free”, sin olvidarnos de la homónima “Pubic Enemy”. Unas adalides entusiastas del punk-rock melódico, que tratan de exprimir la fórmula del éxito de bandas clásicas como Green Day, Offspring o Blink-182, en espera de futuras mieles que el destino les tenga preparado. Aunque ya se sabe el viejo aforismo (y la pequeña ‘maldición’) que acuñaron los hermanos Young, Bon Scott y compañía: “It`s a long way to the top, if you wanna rock’n’roll’ (hay un largo camino a lo más alto, si en verdad quieres rocanrolear…). Esperemos que no les afecte mucho y sean capaces de tirar pa’ lante en los próximos años. Y como diría Rubén Darío: ‘Juventud, divino tesoro’. Da la sensación que estas chicas pueden con todo.

Un grato aperitivo para abrir boca en espera de de las californianas Bad Cop /Bad Cop. El cuarteto de San Pedro, mostró parecidas tesituras musicales a las ya vistas con anterioridad en nuestras primeras anfitrionas. Alexandra Windsor a la voz y guitarra, más Stacey Dee en la segunda guitarra, Linh Le como entregada bajista y cantante ocasional, y Myra Gallarza a la batería completaron otro set voluntarista y lleno de energía a raudales. Con tres discos a sus espaldas, trataron de sintetizar un equilibrado repertorio, dejando interesantes tonadas como “Breastless” y “Pursuit of liberty”, ambas pertenecientes a su último trabajo “The Ride”(2020), antes de entregarse a la vorágine del punk a quemarropa de su anterior álbum “Warriors”(2017) en efusivas canciones como “Retrograde”, “I’m Done”, “Broken” o “Womanarquist”, con la que cerraron una función sobrada de ritmo y buen rollo por parte de unas féminas inasequibles al desaliento. 

The Baboon Show, en formato estelar 

Magnifica descarga del cuarteto sueco, con certeros latigazos de punk rock asilvestrado y pinceladas glam, sumando nuevos adeptos en formato mediano, en una abarrotada sala donde la temperatura se elevó unos grados respecto a la la fría y lluviosa noche que hacía en el exterior. Con punteras resonancias de los Dictators y AC/DC, bandas de cabecera para nuestros protagonistas, Tras sus incursiones en Madrid en los últimos tres años, ahora celebran su Gira 20 Aniversario. Con diez álbumes a sus espaldas y una sólida carrera de dos décadas, el cuarteto formado por Cecilia Boström a la voz, Frida Stahl al bajo y Nicolas Svensson a la batería, más el nuevo miembro Simon Dahlberg a la guitarra.

Como un tren desbocado camino del precipicio, se lanzaron desde el inicio a comerse la velada a mordiscos. Las primeras tonadas: “Have a party with me” y “God bless you all” mostraron el espíritu festivo que tratan de transmitir nuestros protagonistas en directo, sumando en esta ocasión una calidad de sonido bastante pobre, sobre todo al inicio del show, donde proyectaban un magma pelín sucio y bastante desigual, dependiendo también donde se ubicaran los espectadores. La dichosa moda de tocar en línea (sin amplificadores propios arriba del escenario) nos hurta del sonido crujiente de las guitarras desaforadas y obliga a los más sibaritas, como este humilde escriba, a trasladarse a los laterales (donde se ubican las torres de sonido) para gozar de un mayor caudal rocanrolero. 

Como un dragón que vomita fuego fueron escupiendo tonadas como “Forward in reverse”, “You got a problem without knowing it” más la fabulosa “It`s a sin”. A estas alturas el público empezó a desatarse en pogos muy encendidos, mientras Cecilia Boström, una verdadera fiera escénica, montaba el numerito lanzándose en picado al respetable (para ser llevada en volandas) y posteriormente subirse a la barra a interpretar “Rolling” y “Odd ball”, al tiempo que Simon Dahlberg se marcaba en consabido solo de guitarra como prólogo al nudo gordiano de la función, donde sonaron canciones tan espectaculares como “No afterglow”, “Walk my way” o la emblemática “Gold”. 

Presididos por una rutilante escenografía, muy colorida, pusieron toda la carne en el asador, mostrando belicosas tonadas como “Class war” o “Same old story” y algunas otras rolas como “The Shame” o “Holiday”, que recordaban mucho a los primigenios AC/DC y al espíritu irredento de Joan Jett & The Blackhearts. Sin duda, un camino intenso para contentar a la bullanguera parroquia, una tropa con ganas de farra salvaje (donde entre empujones y baile alocado se iban ‘triturando’ unos a otros), en un aquelarre bestial (y sudoroso) de rock’n’roll a la vieja usanza, en la antigua Sala Macumba

En resumen, una auténtica ‘merienda de negros’ (permítasenos la expresión) ávida de carnaza como “Me, myself and I”, “Lost you in a second” y “Tonight” que completaba el fogoso trasiego, donde no hubo tregua ni se hicieron prisioneros. El feroz recorrido tuvo su cenit con las ardientes “Playing with fire”, “Hurray” y “Radio Rebelde”. Fueron la guinda dorada a un show ‘babuino’ de muchos kilates. Con una sonrisa de oreja a oreja salimos de la sala, recordando que en el exterior nos esperaba una fría llovizna para calmar los ánimos y sosegar el cuerpo ante tan sulfurosas emociones.