Sala But, Madrid. Viernes, 7 de marzo del 2025.
Por: Begoña Serralvo.
Resumir sesenta y cinco años de carrera en hora y media de concierto no es fácil. Tampoco es necesario. Es viernes, marzo de 2025, y Los Sírex llegaron, llenaron y triunfaron. Hoy como ayer. Lo vivido en la sala But no fue solo un evento musical; era un testimonio del paso del tiempo, una celebración, la de uno de los grupos más icónicos del rock español. Teloneros de Los Beatles en su época dorada, el legado de Los Sirex no solo está en sus canciones, sino en la profunda huella en la historia del rock patrio.
La atmósfera era palpable: energía pura. No era el público de antaño en su mayoría, el de los años 60, pero sí el reflejo de quienes han vivido, seguido, y gozado con estos pioneros del rock. Los Sirex salieron al escenario con una fuerza que desmentía el paso de los años. Si bien algunos podrían haber esperado una nostalgia profunda, lo que encontraron fue una banda joven, una química indiscutible entre los miembros, y una energía que traspasaba los límites de las décadas.
Fue la noche de los himnos: "Si yo tuviera una escoba", o "Muchacha bonita", "El tren de la costa" o, "Que se mueran los feos", con la maravillosa e implicada Loles León, e incluso el "Resistiré " de El Dúo Dinámico con la fabulosa Nat Simons, entre otros temas. "Me encontré con Ramón (Arcusa) en un concierto nuestro en Galileo hace años y pidió que no dijera que estaba allí, fue lo primero que hice nada más salir al escenario", dice Leslie, frontman y ochenta años de chulería curtida en la Barceloneta.
Al Dual y Fernando Pardo de Sex Museum completaron la noche perfecta en la que el tiempo se hizo muy corto. Una reunión de amigos, la de ellos con el público , y la del público con ellos. Y el legado de esa noche aún perdura. Tanto como el de Los Sírex perdurará . Per molts anys.