Por: Nuria Pastor Navarro.
Se está derritiendo el hielo en tu vaso de plástico y ya alcanzas a ver de qué color es el suelo sin tantos pies pisándolo. La gente, conocida o desconocida, ha empezado a retirarse y las escasas decoraciones y luces de colores ahora se tornan más tristes que alegres. La fiesta está a pocas canciones de terminar, así que ya piensas en ir a buscar tu chaqueta (esperemos que no se la haya llevado alguien, por error o a propósito) y salir a la calle. Entonces, suena una nueva y última canción: es de Wallows. Dejar la fiesta se transforma así en un dolor placentero, una melancolía bonita y entrañable. Te vas, pero lo has pasado bien.
Exactamente así es la música de los tres chavales que componen Wallows: la última canción de una fiesta, la alegría salpicada de lágrimas, la nostalgia de un “no sé qué”. Braeden Lemasters, Cole Preston y Dylan Minnette, este último conocido por ser también actor en “Por trece razones”, “No respires” o “Perdidos”, dieron los primeros pasos en su amistad ya de la mano de la música, pues de niños formaron el grupo Join the Band. Sin embargo, no se bautizarían como Wallows hasta 2017, cuando lanzaron su sencillo “Pleaser”.
El éxito que siguió a esta canción llevó a un rápido reconocimiento del grupo, tanto por el público como por la discográfica Atlantic Records. El sello daría el empujón que les faltaba para estrenar su primer EP, “Spring”, apenas un año después del lanzamiento de aquella “Pleaser”. Los chicos de Wallows son rápidos, por fortuna para sus fans, y no pierden el tiempo. Desde 2018 nos han regalado varios EP, singles y tres álbumes completos: “Nothing Happens” (2019), “Tell Me That It´s Over” (2022) y “Model” (2024).
“Model” aún no ha cumplido un año, y todavía estamos con algunos de sus mejores temas en la cabeza: “Your Apartment”, “Calling After Me”, “Bad Dream”… ¿Cómo dejarlas atrás? Poco ha importado esto a los jóvenes músicos, que han seguido trabajando en novedades sin bajar el listón desde su debut. Permanece su esencia de rock alternativo, su sonido indie que, a pesar de ser muy actual, suena a décadas atrás, y, cómo no, su melancolía bailable.
Las temáticas que el trío pinta en sus partituras suelen ir desde el inevitable rastro del tiempo hasta las complicadas relaciones humanas, algo lógico si tenemos en cuenta que la traducción literal de “wallows” es “darle vueltas a algo”. Este hecho podría hacernos pensar que su música es triste, que no es más que esas típicas canciones de jóvenes con amores no correspondidos, pero va mucho más allá de eso. Wallows nos ofrece su música como un diario sonoro: las reflexiones que nos hacen perder la cabeza durante las noches, los dolores, las penas y alegrías, las ganas de bailar o callar. Todo sin disfraces o florituras, solamente una lírica de lo más humana con acordes de rock-pop animado o afligido, según toque.
Todo ello queda reflejado en el último sencillo que nos han regalado. “Your New Favorite Song” no sorprende, en el mejor de los sentidos. La canción suena a Wallows, y llega al corazón como siempre han sabido hacerlo estos chicos. El tema describe lo que es echar de menos a una persona con la que has compartido una relación complicada. Ya no está en tu vida, y querrías saber de ella, pero tampoco estás seguro de si eso es lo que necesitas. El corazón y la cabeza se enredan en un tira y afloja, recuerdas hasta su canción favorita y te preguntas si volverás a conocer a alguien igual, pero prefieres no saber nada de eso.
“Think I wrote you your new favorite song // Would you pan it, or would you sing along? // It's more than likely that I'll never know //But I'll still look out for you at the show”, declara Dylan Minnette ante el micrófono, mientras las notas, tristes y alegres, bailan todas mezcladas. ¿Hay alguna melancolía que siente mejor que escuchar una canción como esta? No lo creo.
Me gustaría pensar que tras “Your New Favorite Song” vienen otras candidatas a convertirse en nuestras preferidas. Conociendo a los chicos de Wallows, no es una locura pensar que un EP, o cualquier otro proyecto, podría estar en camino, aunque su último álbum sea reciente y ellos sigan en plena gira por Estados Unidos para promocionarlo. Soñar es gratis, al fin y al cabo. Mientras tanto, seguiré asistiendo a las fiestas esperando que la última canción que escuche antes de volver a casa esté firmada por Wallows.