Montefurado: "Necesitaba hacer algo que me gustase a mí y, a ser posible, a los músicos que me acompañan"


Por: Kepa Arbizu.
Fotografía: Diego Tioda.

Desde este momento, Montefurado ya deja de ser únicamente el nombre de un punto geográfico situado en Asturias para, a partir de la publicación del disco “Heavy Heads”, considerarse también un esplendoroso enclave sonoro construido por miembros de bandas como Peralta, Mockingbyrds, Electric Buffalo o Pelazo. Entre todos ellos, aunque comandados por Marcos Montoto, han dirigido su mapa de ritmos hacia un rock americano de tintes psicodélicos que acoge por igual a The Byrds, Neil Young, Grateful Dead, Big Star o The Zombies. Nombres que delatan, por supuesto, un estiloso clasicismo pero también una ductilidad para hacer de sus melodías encuentros con una atmósfera embriagadora. Paisajes que bajo ningún concepto abandonan un tejido eléctrico diestro para conectar épocas y sensibilidades a través de primorosas composiciones. Un debut que sitúa a los gijonenses desde su primera toma de contacto en una posición privilegiada y que nos obliga a contactar con su principal mentor... 

Dado que Montefurado nace de la unión de músicos procedentes de muchos proyectos previos, ¿qué fue antes, las canciones o la idea del grupo? 

Marcos Montoto: La idea del grupo era algo que albergaba desde hacía ya tiempo. Como siempre estoy componiendo o imaginando canciones, hubo un momento en el que tenía bastante material con el que poder empezar a armar algo, además contaba con unos músicos afines y con ganas de sumarse e implicarse en el proyecto. 

Teniendo en cuenta tu presencia en Peralta, que además comparte imaginario musical con Montefurado, ¿percibes éste como un proyecto más personal que como una banda? 

 Marcos Montoto: Sí, eso es, aunque no he querido plantearlo tampoco como un proyecto en solitario porque todavía busco y creo en la química o energía que surge de la interacción entre varios músicos. Es decir, quiero hacer todo aquello que tengo en la cabeza pero también me atrae esa conversación musical, escuchar lo que hace otro y dejarme inspirar, responder y descubrir qué ideas surgen. Por eso me gusta acabar de matizar las canciones y arreglos en el local de ensayo. 

El hecho de contar con un bagaje amplio previo, ¿ayuda para sentirse más seguro o un disco debut siempre genera incertidumbre por cómo será recibido? 

Marcos Montoto: Pues la verdad es que he afrontado todo este proyecto con poca preocupación en ese sentido porque me di cuenta que necesitaba hacer algo que me gustase a mí y, a ser posible , a los músicos que me acompañan. Obviamente, quiero que se vendan los discos, y la mayor satisfacción es saber que conectas o transmites emoción a los que te escuchan, pero estando totalmente convencido e identificado con el material más que tratando de hacer canciones que se parezcan o recuerden a cosas que molan o encajen en una escena. 

Este “Heavy Heads” contiene muchos acentos sonoros pero bajo una identidad distintiva, ¿más que un género en concreto os interesaba la construcción de un paisaje sonoro particular? 

Marcos Montoto: He tratado de que todo conecte con un imaginario de paisajes y lugares determinado y que ha sido fuente de inspiración . Esto es muy subjetivo, por supuesto, y puede que alguien que lo escuche reconozca antes alguna de mis muchas influencias, algunas bastante evidentes, pero estoy contento y tambíén sorprendido con el resultado y el conjunto de canciones, creo que hay variedad pero sin perder demasiado la cohesión, y sobre todo me reconozco en todas ellas. 

Aunque ese aspecto visual está muy presente en la instrumental “Spaghetti Dream”, inunda todo el cancionero...

Marcos Montoto: Sí, nunca pierdo de vista los paisajes remotos del suroccidente asturiano, en donde casualmente tenemos raíces tanto Manfred como yo. En el caso de "Spaghetti Dream·, la canción surgió de forma curiosa: una vez soñé que estaba en una tienda de guitarras probando un amplificador con Deke Dickerson y él estaba tocando esa melodía, me desperté recordándola y ¡la grabé! 

Ese aspecto centrado en la naturaleza también se traslada al artwork del disco, ¿buscabas generar un todo entorno a ese concepto?

Marcos Montoto: Más allá de las referencias en las letras a esos lugares concretos, como sucede por ejemplo en "Fool's Moon", "Koonaklaster" y "Drifters", donde aludo directamente a ello,  quise compartir algo de esafascinación que me provocan esos paisajes y entornos. Y Héctor Castañón, de Ossobuko Studio, hizo un curro impresionante. Le hablé de todo ello, le dio un par de vueltas y la verdad que lo bordó. 

"El sonido de un guitarrista es tan importante como la cara que tenga un actor o la paleta de colores de un pintor"

Una de los elementos distintivos que tienen estas canciones es un tratamiento exquisito de las guitarras, que adquieren una presencia y un color imponente, ¿era un elemento que queríais que fuera protagonista? 

Marcos Montoto: Ante todo soy guitarrista y es el instrumento con que me siento más elocuente. Aunque no me considero especialmente técnico ni versátil, me siento cómodo al expresarme con ese instrumento. También tengo una obsesión muy seria con los timbres y texturas de unas y otras combinaciones de amplificadores y guitarras. Creo que el sonido de un guitarrista es tan importante como la cara que tenga un actor o la paleta de colores de un pintor, por ejemplo. 

Además comparto con Manfred, el bajista de la banda, y Wilón , el batería que grabó el disco, el gusto por los géneros musicales guitarreros. Y por supuesto, el trabajar con Hendrik Roever algo habrá tenido que ver... 

Ya que lo mencionas, ¿cómo fue la experiencia y qué aportó la presencia de Hendrik?

Marcos Montoto: Grabar con él es algo que quería hacer desde que lo conozco, y dado el momento en que se encontraba la banda ,en el que había que grabar esas canciones sí o sí, creo que era la mejor opción. Llevábamos una temporada con mucho baile de miembros y eso había producido bastante desgaste e impaciencia. Habíamos estado funcionando como trío y estábamos bastante engrasados así que fue llegar y al rato ya estábamos ventilando canciones una tras otra, grabando los tres en directo como si estuviésemos en el local de ensayo. 

La sala suena bien, y Hendrik saca un buen sonido, natural y espacioso. En dos días grabamos las bases de 15 canciones. El trato con él es muy bueno y es la eficiencia personificada, lo cual te da mucha tranquilidad y te permite centrarte en tocar. También nos puso las cosas fáciles la conexión que tiene con el estudio de grabación del bajista de Los Deltonos, Sergio Tutu, ya que nos permitió grabar overdubs y voces en su estudio de Avilés para después cocinarlo todo él en Guitar Town. Aparte de la complicidad de freaks guitarreros que tenemos y sus aportaciones al disco... 

Pese a esa electricidad que late en vuestra música, en ella se impone sobre todo un tono muy elegante, lo que parece demostrar que la intensidad no es sinónimo de estridencias… 

Marcos Montoto: He tratado deliberadamente de evitar o no abusar del argumento de la caña, y eso que he sido siempre muy fan del heavy primitivo y grupos garageros bastante cañeros, rollo Pink Fairies, etc...pero sí que quería tener coherencia con mi forma de cantar, bastante frágil y limitada, el habernos desfasado mucho con el “power” hubiera sido contraproducente, o eso creo… Por supuesto el haber contado con dos músicos tan finos como Wilón deCalle y Manfred facilita las cosas, porque aún viniendo de proyectos muy rockeros (Amon Ra, Electric Buffalo) tienen la versatilidad y flexibilidad para “andar por lo segao” como decimos en Asturias, cuando la canción lo requiere. 

Este tipo de sonidos son proclives a los desarrollos instrumentales largos, algo de lo que no habéis abusado en absoluto a lo largo del disco, ¿es una herramienta musical que no os seduce demasiado?

Marcos Montoto: Intento no caer en la autocomplacencia y el onanismo musical, y eso que hay discos de esa onda que me flipan, todo el rock ácido de la costa oeste, krautrock etc...pero creo firmemente en el menos es más, que cada nota tenga un propósito y aparte, hay que ser muy fino para improvisar y no dar la chapa. De hecho cuando empecé con McCoyson, que fue la primera banda para la que compuse de forma consistente, era reacio a los solos de guitarra, me mola más una buena guitarra rítmica , un arreglo puntual y efectivo y, si hay un solo, ir al grano...Comparado con eso lo que luego hice con Peralta, al menos en directo, era mucho más excesivo, pero trato de no perder de vista la canción y decir algo con ello. 

Aunque en el disco hay mucho rock, también hay pop y/o power pop, ¿las armonías son un elemento clave para estas canciones? 

Marcos Montoto: Sí, en mi caso es, en gran medida, porque no tengo una voz con mucha autoridad ni una gran técnica vocal, con lo cual siento que las armonías arropan y refuerzan la melodía. La verdad es que en el disco nos vinimos bastante arriba metiendo voces. 

"Este disco creo que surge de la oscuridad pero se dirige a la luz"

La única versión, “Cold Rain and Snow”, es de Grateful Dead, banda que por estilo supongo que es una de vuestras referencias, pero también es un tema que encaja a la perfección en la idea global del disco, ¿es algo que también habéis valorado a la hora de incluirla? 

Marcos Montoto: Pues la verdad es que en un principio yo no tenía intención de meter ninguna versión. La idea era grabar diez temas, pero Manfred cantó un tema suyo, "Dawning", y ya el recuento se quedaba en once canciones para el disco. Se sugirió grabar esa versión un poco por tener seis canciones por cara, pero al final creo que fue todo un acierto, porque, además como dices, encaja perfectamente con el resto. Además el solo de guitarra que metió en ella Hendrik es uno de los momentos memorables del disco. 

En cuanto a las letras del disco, me sugieren un encontronazo entre su lírica doliente y todo ese bucólico paisaje que las rodea...

Marcos Montoto: Sí, el disco está escrito en gran medida desde la confusión e incertidumbre, habla de desencuentros y frustración, pero también hay mucho de autorreconocimiento y fascinación genuina e inspiradora, lo cual sugiere un replanteamiento que creo termina por compensar esa oscuridad, aportando un sentido positivo y vital. Y así lo siento ahora que está acabado. Creo que surge de la oscuridad pero se dirige a la luz.

Aunque es inevitable no rememorar ritmos de otras décadas, al escuchar vuestra música al mismo tiempo no parece un ejercicio retrospectivo ni nostálgico, ¿sonar clásico es señal de sonar actual? 

Marcos Montoto: Para mí, sí, absolutamente. Siempre recuerdo la frase de Gaudí :”La originalidad es la vuelta a los orígenes”, y no puedo estar más de acuerdo. Si pensamos en la evolución del rock and roll desde mediados del siglo pasado, encontramos un  progreso continuo hasta mediados de los 60, pero en la segunda mitad de dicha década, que es cuando hubo una explosión creativa sin precedentes, casualmente coincide con una vuelta de la mirada hacia el pasado a través de los movimientos de revival folk, blues, american primitive, etc...Un montón de artistas retoman sonidos y recursos de la tradición y del pasado y los lanzan al futuro con más fuerza que nunca: Captain Beefheart es un ejemplo que se me viene a la cabeza ahora...

Cuando alguien graba un disco como este, que resulta evocador y que requiere una escucha, diría, casi contemplativa, ¿qué aspiraciones tiene en un mundo digitalizado y lleno de inmediatez como el actual?

Marcos Montoto: Mi principal aspiración es mantener la motivación para seguir haciendo música según mis propias pautas y, a algo más de una semana de haber publicado el disco, creo que he logrado el objetivo.