Jesús Báez: “Hay muchas más historietas que contar”


Por: Javier González.

Cada jueves a última hora de la tarde los buenos aficionados y aficionadas a la música tenemos una cita con #LaHistorietaMusical, donde a través de breves hilos nos enteramos de parte de las aventuras y desventuras de nuestros artistas favoritos. Tras esos pildorazos, breves, pero repletos de datos y anécdotas se encuentra la figura de Jesús Báez Alcaide, un malagueño afincado en el popular barrio de Huelin de la capital de la Costa del Sol

Un proyecto pequeño sacado adelante por él en exclusiva, mimado hasta el extremo, que poco a poco fue obteniendo reconocimiento y que hoy en día cuenta con casi 100.000 seguidores en redes sociales, al que hace unos meses completó con la edición de “Los rockeros (nunca) mueren: Muertes de músicos famosos”, en el que amplia su propuesta firmando una obra donde nos acerca la vida, discografía, anécdotas y muertes de varias decenas de artistas de diversos géneros, todo ello desde un enfoque didáctico, cercano y elocuente que hace que las páginas se devoren con celeridad y sumo gusto, siendo de recomendable lectura tanto para eruditos en la materia como para simples curiosos. 

Emocionados ante la lectura de esta primera entrega de los que esperamos sean muchas más, nos pusimos al habla con Jesús, quien desde ese lugar privilegiado del globo terráqueo que sigue siendo Málaga, pese a la actitud de ciertos políticos, mostró toda su afabilidad y cariño a la hora de someterse a este tercer grado. 

Entrando en el terreno puramente literario y musical, no nos queda más remedio que felicitarte por “Los rockeros (nunca) mueren: Muertes de músicos famosos”. ¿Hasta qué punto te ha sorprendido el caluroso recibimiento que ha recibido la obra? 

Jesús: Muchísimo. Tanto en prensa, ya sean medios tradicionales o independientes, como en redes, ha tenido muy buena aceptación, no sé si se corresponderá en ventas, pero al menos, la acogida ya es algo que merece mucho la pena, y que me hace pensar que la gente disfruta con estas historias y con cómo las cuento. Y eso de por sí ya vale más que cualquier cifra. 

¿Cuál fue la génesis de una obra de estas características? ¿En qué momento das con el enfoque concreto que quieres otorgar a la obra? 

Jesús: Pues después de dos años haciendo #LaHistorietaMusical en redes, me habían surgido varias propuestas para llevar los hilos a formato libro, pero casi todas se movían en el terreno de una mera traslación de lo que ya estaba hecho. Fue la propuesta de Principal de Libros, que vino a través de una persona que admiro muchísimo como divulgador, Javier Traité, la que me planteo que el libro tuviera un hilo conductor, que contara una historia en sí mismo. Y de las opciones barajadas, el de la muerte fue la que más me atrajo, quizás porque son eventos que nos marcan cuando perdemos a un artista que amamos. Pero siempre quise enfocarlo desde el respeto y alejándome de morbos innecesarios, cosa que espero haber conseguido. 

En el libro abordas la vida y muerte de un gran número de artistas, desde un enfoque divulgativo, repleto de datos, pero sin caer en la pedantería ni en la intensidad mal entendida, logrando cerrar una obra que puede interesar tanto al experto como al neófito. ¿Cómo de complicado es conseguir el equilibrio? 

Jesús: Mucho. Por un lado, quería darle datos al que ya conoce estas historias, pero tampoco quería abrumar al que se acerca por primera vez a figuras menos conocidas para el gran público como Bessie Smith, por ejemplo. Y eso implicaba encontrar un tono distendido, pero a la vez riguroso, y, como he dicho antes, por decisión personal, alejado de sensacionalismos. Al final me di cuenta que el tono que buscaba es el que tienes con un amigo al que estas contándole cosas de música y él te responde con otras mientras compartes una cerveza. Y eso intente llevar al papel. 

Uno de los capítulos de la obra viene a desmitificar el llamado “club de los 27”. ¿A qué responde este hecho tan concreto? 

Jesús:
Precisamente a que cuando era un chaval, y llenas de posters tú cuarto, y sueñas con que algún día serás una estrella del rock, el club de los 27 es una de esas estructuras preconcebidas que te atrapa por su carácter romántico. Y precisamente por eso quería, con todo el respeto al adolescente que fui, derribar ese mito. Porque es peligroso seguir creyendo en los mitos a cierta edad: te impide mirar cara a cara a los artistas que te gustan y reconocer que pueden caerte mal o ser unos perfectos bastardos. 

Tampoco eludes hablar de la cara b de algunos de nuestros ídolos como es el caso de Keith Moon o Phil Spector. ¿En tu vida personal eres capaz de disociar a un genio con comportamientos censurables? 

Jesús: Es muy difícil, pero a la vez muy necesario. Es que si no corremos el riesgo de dejar pasar cualquier conducta solo porque admiras la obra del artista, y eso llevarte a perdonarle o justificarle algo que a una persona “normal” no harías. Es importante darte cuenta que esos ídolos al final son como tú y yo, más allá del talento. 

De la misma forma que no dejas de lado las dificultades que tuvieron que pasar algunas grandes divas como Tina Turner, víctimas de maltrato por parte de su marido, y el ninguneo de las compañías de la que la rescató David Bowie. ¿Hasta qué punto sigue siendo necesario poner el foco en lo injustas que fueron las vidas de Bessie Smith, Janis Joplin, la citada Tina Turner o Ronnie Spector? 

Jesús: Porque es un problema que sigue estando ahí, y se ve cuando a los fans de un grupo de rock “de toda la vida” se les trata en las noticias de una manera y a las fans de una cantante pop de moda se les trata con condescendencia. O cuando en muchos festivales de este país te salen carteles que son un campo de tubérculos, por ser fino. O cuando mucha gente conoce a Chuck Berry, pero sigue sin saber que Sister Rossetta hacia lo mismo 12 años antes. 

Confesaré que uno de los momentos que más me han gustado, por sorprendentes, es el capítulo final, donde abordas el momento de la “resurrección” de algunos artistas. ¿Era la única forma de mostrar que siempre hay esperanza? 

Jesús: Es que soy un tío profundamente optimista, aunque la edad te va vistiendo ese optimismo de cierto cinismo. Pero creo que sí existen las segundas oportunidades, claro que sí. No para todos, ni todos las aprovechan igual, pero existen. Yo mismo, hace años, pasé una etapa difícil y tuve la suerte de tenerla. 

Y también, por la forma en que nos afecta tanto a ti como a mí por ser padres, la parte que dedicas a la obra de autores que sufrieron la pérdida de sus hijos, canalizándolo el duelo a través de su arte. ¿Ha sido el capítulo más complicado de escribir? 

Jesús: Ese capítulo me costó muchísimo, por eso que dices, por tener ahora dos hijas e imaginarme como tuvo que ser la experiencia de la pérdida para Clapton o Nick Cave, pero también porque el año pasado perdí un buen amigo. Y hay heridas que no cierran fácilmente. Fue difícil escribirlo, revisarlo, y hasta mandarlo a publicar. Quizás porque aún no se ha cerrado del todo.

Imagino que casi cualquier persona que pueda leer esta entrevista sabrá que tu nombre está detrás de una de las cuentas con mayor éxito en cuanto a la temática de hilos musicales de nuestro país, hablamos de “La Historieta Musical”. ¿Cómo llevas este éxito relativamente repentino? ¿Te sorprendió? 

Jesús: Mucho, piensa que el primer año no me leía casi nadie y estuve a punto de tirar la toalla varias veces. Pero también me permitió ir aprendiendo sobre la forma de escribir, practicando lenguajes y técnicas. Creo que en realidad el éxito pudo ser repentino, pero porque el esfuerzo fue sostenido. Y eso es bueno, porque me dio una visión de las cosas que hace que me tome con mucha calma la repercusión que puede tener un hilo a veces. 

De cero a diez. ¿Cómo de complicado en buscar hilos que siempre parezcan novedosos? 

Jesús:
Ahora mismo, después de cerca de 180 hilos que llevo, te diría que 8, pero luego de repente encuentro o recuerdo una historia que me salta a la cara y entonces todo fluye y disfruto contándola. Para mí la clave es disfrutar escribiendo. No hago esto por la repercusión, aunque pueda sonar a lo típico, pero si no disfrutara escribiendo, no lo haría. El mejor momento de la semana –en este tema- es justo antes de darle a publicar, cuando me lo releo por última vez y descubro que me gusta como ha quedado. 

También me apetece que cuentes para aquellas personas que no lo sepan que tú no te ganas la vida a través de los hilos que planteas. ¿Cómo de complicado es compaginar tal labor con la vida profesional y una bonita familia? 

Jesús: Bastante y sin la ayuda de mi familia imposible. Afortunadamente mi trabajo me permite sacar tiempos muertos para ir redactando mentalmente los borradores –es algo mecánico, nada intelectual- pero la tarde del jueves, cuando cuelgo todas las fotos y lanzo el hilo en las diferentes redes, mi mujer sabe que necesito ese espacio, y a lo largo de esa noche y del viernes para ir contestando reacciones. Y durante todo el proceso de escritura del libro y revisión su ayuda ha sido inestimable, porque fueron muchas horas de ordenador y Paula acababa de nacer. También le pille el truco a escribir con una mano y un bebe dormido sobre el hombro, tengo que decir. 

A lo largo del libro hablas varias veces de tu condición de bajista, somos consciente que a día de hoy sigues tocando en bandas cuyo principal marco de acción es la provincia de Málaga. ¿Cómo está la provincia a nivel de infraestructuras?

Jesús: Mal. Hay buenas salas de gran tamaño, que deben alquilarse, y garitos de medio aforo que no son salas, sino bares con música en directo para grupos de versiones –yo tengo uno- pero falta, sobre todo en la capital, todo un entramado que había hace años de pequeños cafés-concierto que permitan dar sus primeros pasos a muchos grupos. 

¿Y en lo que a bandas se refiere, más allá de algunas míticas que sabemos siguen ejerciendo de “picapedreros”, al estilo de Airbag? 

Jesús: Pues hay muchas y de calidad, desde los Airbag, que mencionas, míticos, a unos renovados Tabletom o dentro del heavy, unos veteranos Inxight. Pero dentro de las novedades, me gustan mucho tres grupos muy jóvenes: la propuesta pop rock de Sarria, el progresivo ambiental de Yerma y el pop caleidoscópico de Lord Malvo. 

¿Cuáles serán los siguientes pasos literarios de Jesús Báez? ¿Has cogido el gusto a la temática música y andas barajando próximas aventuras? 

Jesús: Seguro que sí, me ha gustado mucho la experiencia, y aunque no descarto algún día volver a la ficción, creo que mi próxima aventura volverá a ser divulgativa y hablaremos de música. Hay muchas más historietas que contar.