Fotografías: Arnau Elías
No hay mejor forma de celebrar diez años de una trayectoria independiente como la de Cala Vento que hacerlo con un sonoro “Brindis”, nueve sorprendentes composiciones ajenas que el dúo catalán ha decidido llevar a su terreno por distintos motivos, siempre bajo la premisa de haber tenido un significado especial para ellos, dando como resultado una colección fresca y sorprendente con la que han sabido volver a dejar claro que son uno de los grupos del momento dentro de nuestra escena.
Ambas excusas son buenas para que se lancen a llevar a cabo una aventura propia de otras épocas, pues durante doce días seguidos del mes de febrero andarán conmemorando la efeméride con una gira que recorrerá buena parte de la geografía estatal, donde prometen llevar a cabo una serie de conciertos especiales en los que a su habitual cancionero sumarán estas revisiones en noches que apostamos sus fans disfrutarán soberanamente.
Descolgamos el teléfono para hablar de este nuevo disco y de esta primera década en activo con Aleix Turón, aprovechando la ocasión para consultarle acerca de la gran labor que la banda desarrolla al frente de la cooperativa Montgri, uno de nuestros grandes sellos musicales actuales, dejando claro su buen tino para hacer efectivo todo aquello que se proponen siempre desde una perspectiva autogestionaria.
En primer lugar, quería felicitaros por estos diez años de una trayectoria siempre interesante, independiente y en el que el nombre de la banda no ha parado de crecer y crecer. ¿Qué sentís al mirar atrás? ¿Cuál sería la valoración de esta primera década en activo?
Aleix: Sentimos orgullo y satisfacción que diría aquel. La verdad es que hablas de crecimiento exponencial, pero para nosotros el éxito es haber llegado al día de hoy haciendo las cosas como queríamos, sin arrepentimiento de las decisiones tomadas. A veces la industria de la música puede ser coercitiva, ya que hay agentes muy poderosos. Nosotros siempre hemos sido más cercanos al “Do it yourself”, siendo una banda muy independiente en ese sentido, lo hemos podido disfrutar mucho sin arrepentirnos de nada. No tiene precio poder disfrutar de cada momento.
“A veces la industria de la música puede ser coercitiva”
No hace tanto que acabó la gira de presentación de vuestro anterior trabajo, “Casa Linda”, donde se pudo constatar que vuestra propuesta es una de las más queridas y efectivas en directo por el público. ¿Sois conscientes de ese crecimiento constante?
Aleix: Vemos que la gente que viene a los conciertos lo vive intensamente, es algo muy guay. El proyecto nació para satisfacer la necesidad de tocar en vivo nuestras canciones, que para nosotros es algo que da significado al hecho de ser músico, tenemos esta suerte. En relación al crecimiento y al éxito, la verdad es que sufrimos cada vez que realizamos una gira. Piensa que las organizamos nosotros mismos, alquilamos las salas y ponemos las entradas en venta a través de nuestra propia ticketera. A veces la venta va lenta, nunca hemos sido un grupo de “hype” ni de sensación de éxito rotundo. Todo ha sido más tranquilo, la verdad. Estamos muy agradecidos del público que tenemos, porque los conciertos son la hostia y cuando hablas después del bolo con la gente que viene al puesto de merchandising las sensaciones son buenísimas. Nos animan a seguir haciendo cosas.
Y para celebrarlo, habéis grabado “Brindis”, un trabajo donde mostráis vuestra heterogeneidad y apertura de orejas trayendo a vuestro terreno nueve versiones de artistas a los que admiráis. ¿Cuáles fueron los criterios para ver que canciones eran las elegidas?
Aleix: Al principio, básicamente, eran canciones que nos gustaban mucho. Son temas que en algún momento de estos diez años han estado en nuestra idea tocarlas en algún bolo por hacer algo distinto algún día. Luego, cuando teníamos tres o cuatro, empezamos a pensar más en el formato disco e identificar los ingredientes que queríamos incluir en el mismo: bandas a incluir, background, que fuera una selección variada en generaciones, estilos y procedencias. En el fondo queríamos mostrar cosas que nos interesan de este oficio tan bonito como es la música.
¿De qué manera se enfocan las canciones ajenas para hacerlas musicalmente propias?
Aleix: La verdad es que la mitad eran canciones estaban interiorizadas, las otras no tanto, ha habido que aprenderlas. Ha sido un ejercicio más de productores, tratando de llevar los temas a su lugar concreto.
De entrada, me ha llamado la atención vuestra adaptación de Lucio Battisti, de quien interpretáis “Il mio canto libero”. ¿A qué responde este hecho?
Aleix: Lucio Battisti es un artista al que descubrí en 2013-14 gracias a un amigo italiano mío. Es un músico con mucha riqueza de recursos muy amplia y una capacidad para componer melodías increíbles. Recuerdo que durante la pandemia les pasó esta canción a Joan, no recuerdo porqué. Pensamos en hacer una versión de la misma y la tocamos en el primer concierto tras el confinamiento, ya sabes, mascarilla y separación de dos metros. Fue la primera canción donde arranqué cantando: “En un mundo que no nos quiere más, mi canto libre dónde estás”. Creo que ahí generamos un vínculo grande con la canción, hasta el punto en que cuando planteamos el disco de versiones dijimos que esta había que grabarla “sí o sí”. Le dimos una vuelta a lo que habíamos hecho.
“Nos sentimos cercanos a el universo de El Último de la Fila”
Por decirlo de alguna manera, habéis elegido tres canciones de artistas “mainstream” como son El Último de la Fila, Julieta Venegas y el tristemente fallecido Pau Donés. ¿Por qué ellos y ellas y por qué precisamente dichas canciones?
Aleix: Empiezo por Jarabe de Palo, “Grita” es una canción que va más allá del proyecto de Pau. Conecta con recuerdos de adolescencia, hubo mucha unanimidad cuando salió el nombre. Tiene todos los elementos que nos gusta que tengan las canciones de Cala Vento, una letra emocional y una buena melodía. Queríamos hacer también una canción de El Último de la Fila, tengo muchos discos comprados y el padre de Joan también. Es un grupo con una personalidad increíble, difícil de catalogar, algo que nos gusta también para nuestra música: complicada de definir, que toque varios géneros y con letras originales. Nos sentimos cercanos al universo del Último de la Fila, además de a toda la parte de independencia que tenían Manolo y Quimi. Cuando lo petaron ya tenían la experiencia de Los Rápidos y Los Burros, montaron su sello, editorial y oficina de contratación. Organizaban sus giras, licenciaban los discos a la multinacional con la que tenían el contrato. Hacían todo a la catalana que decimos nosotros, uniendo las partes. Es una forma de demostrar que la autogestión es posible a gran escala. Y por último está Julieta Venegas. Hemos ido a tocar a México ocho o nueve veces desde 2017, tenemos una relación muy importante con el país, tenemos amigos allí. Queríamos que hubiera testimonio de la relación en el disco, México ha jugado una importante baza a nivel personal. Igual la artista de aquel país que más hemos escuchado ambos es Julieta. Es otra de esas canciones que habíamos tanteado tocar en algún bolo. Nos gusta la letra, el ritmo y las voces.
“En el urderground, lejos de las grandes multinacionales, todo es más fácil”
También incluís un temazo de esa bandaza llamada Fugazi, que además ha contado con su consentimiento expreso para traducir el texto. ¿Cómo fue la historia? ¿De qué manera recibisteis el ok?
Aleix: Teníamos que hacer una canción de Fugazi. Si hay un grupo que resume bien lo que nosotros hemos querido constituir en estos diez años son ellos. Quizás nosotros no seamos tan radicales, pero son un referente muy claro, tanto en lo musical como en la gestión de lo que es tener una banda y un sello. Tenemos la suerte de que en el underground, por decirlo de algún modo, lejos de las grandes multinacionales, todo es más fácil. Los dos primeros discos de Cala Venta salieron con BCore que es un sello de Barcelona, ellos tienen relación habitual con el sello de Fugazi, Dischord Records, desde hace años. Al hacer el cover, preguntamos a Jordi si podía contactar con Ian MacKaye, director del sello y cantante de Fugazi. Fueron tres mails, no fue algo complicado. Contestó, escuchó la canción y se la pasó al resto de la banda y al cabo de unos dijeron que “sí, adelante, que estaba guay”.
“Quisimos incluir una canción de Viva Belgrado, pero no dio tiempo”
Por curiosidad, ¿podéis comentarnos alguna candidata que haya quedado fuera? ¿Cuál ha sido el motivo?
Aleix: Nos ha faltado tiempo, estábamos haciendo el disco mientras estábamos tocando. En 2024 hemos dado casi 60 conciertos por lo que encontrar tiempo para grabar y mezclar ha sido complicado. Se quedó fuera una traducción de Arctic Monkeys, más que por la adaptación en sí, por el tipo de mensaje que incluía la canción puesto que hablaba de pelearse con el portero que no te deja entrar. Al cantarla en catalán, no nos sentíamos identificado con ella. Quisimos hacer una de Viva Belgrado, pero no dio tiempo.
Estáis detrás de la cooperativa Montgri, donde dais salida a parte de los mejores proyectos de nuestra música. ¿Cómo es el día a día de un grupo que además se mete en ese berenjenal que supone grabar a otros grandes?
Aleix: Puff. Muchísima. Es agotador. Hasta el punto que muchas veces piensas para qué tomamos el camino. Por eso es más habitual lo otro, la mayoría de artistas quieren ser artistas, componer y tocar. Punto. En nuestro caso, tenemos una vocación más cercana a Manolo y Quimi o Fugazi de tener más el control de las cosas y tomar decisiones en otros estamentos. Entendemos que todo tiene que ver con nuestro proyecto y cómo transmitir las cosas y cómo nos relacionamos con la gente del mundo de la música. Estamos aprendiendo a delegar más cosas, estamos en todas las decisiones importantes, pero no en todos los procesos. Dejamos que la gente que nos acompaña, que es muy válida, son cracks y toman muy buenas decisiones. Imagina, en vez de empezar el día para hacer una o dos cosas, hacemos cuarenta y cinco, todas simultáneamente. Tenemos la cabeza compartimentada en mil cosas, resolviendo cada una cuando podemos. Es cansado. El equipo ha ido creciendo conforme crece la actividad del sello. Ahora está Marta, Montse, Sandre y María que entre las cuatro lo pueden hacer casi todo. Nosotros estamos concentrados estos días en hacer la promo de “Brindis”, ensayar y salir de gira que es lo que más nos gusta y la razón por la que montamos el proyecto que no es otra que ser músicos y tocar.
“Nos sentimos orgullosos de haber editado el último disco de Biznaga”
De cuantos discos habéis editado. ¿De cuáles os sentís más satisfechos hasta la fecha?
Aleix: Creo que del último de Biznaga, “¡Ahora!”. Es una banda que llegó a Montgri de una manera muy dulce. No los perseguimos, pero teníamos muy claro que nos gustaba y nos apetecía editarlos. Nos regalaron la oportunidad de editar “Bremen no Existe”, un trabajo fantástico, pero es que “¡Ahora!” es un torpedo, no hay más que ver el recorrido que está teniendo. Un trabajo muy certero, rebosante de talento. Es de esos álbumes que siendo músicos desearías haber escrito por lo bien escrito que está.
Desde aquí quiero hacer público el agradecimiento de toda la gente que hacemos El Giradiscos al trato dispensado por Montgri a la gente de los medios. Nunca falta material, envío de discos y todo tipo de facilidades para cerrar cualquier acción promocional con cualquiera de vuestras bandas, cosa cada vez menos habitual.
Aleix: Creo que lo he dibujado en alguna respuesta y también en la elección de los referentes para las canciones. Nosotros tenemos esta manera de entender lo que hacemos y de vivirlo. No quiero invalidar otras actitudes, cada uno sabrá lo que hace y porqué. Nuestro mayor éxito es haber llegado donde estamos, haciendo las cosas cómo las hacemos y con la conciencia muy tranquila. Estamos orgullosos de hacerlo así y con ganas de seguir haciéndolo. Buscaremos perfeccionarlo. Todo esto tiene mucho que ver con quién quieres ser en este mundo.
Vais a presentar el disco a partir del mes de febrero en una serie de conciertos que tendrán lugar en distintos puntos de nuestra geografía durante 12 días seguidos. ¿Vaya paliza, no? ¿Qué podrán ver todos aquellos que se acerquen a disfrutar de vuestro directo?
Aleix: Estamos preparando conciertos un poco especiales con una puesta en escena distinta. No quiero desvelar mucho. Recuperaremos canciones antiguas, versiones del disco y algunas que no hemos llegado a grabar. Va a estar chulo. Desde el principio tuvimos claro que queríamos hacerlo así para tener la sensación de estar de gira. Cuando tú vas de gira y vuelves a casa cada pocos días la sensación es distinta a estar tocando cada noche. Esto era algo que hacíamos muchos en nuestros inicios para luchar contra la precariedad de tocar. La gente durante estos días nos dice “qué matada” y “vaya desgaste”, pero qué va. El desgaste era cuando lo hacíamos Joan y yo solos, viajando con mi furgoneta petada de cosas. Descargábamos todo, montábamos solos, tocábamos, desmontábamos, uno descansaba y otro conducía para tocar al día siguiente. Eso era cansado. Ahora vamos a ser cuatro personas, cada uno hará su parte del trabajo. Nosotros tocaremos y luego iremos a dormir. Creo que va a ser un paseo. No tengo ningún miedo. El miedo está en lo arriesgado de la propuesta de tocar un miércoles en Santiago de Compostela, un domingo en Zaragoza, un domingo en Sevilla, lunes y martes en Madrid, miércoles y jueves en Barcelona. Ahí vemos el riesgo, es lo que más dudas genera por lo dicho antes, nunca vendemos todo de una tacada, la cosa va lenta, siempre sufrimos un poco. Si funciona, si va bien y la gente lo asimila, será maravilloso porque es cierto que no es lo mismo la energía de un concierto un sábado que la de un lunes. Si la cosa sale, crearemos un nuevo paradigma de las giras de Cala Vento al menos.
Sabemos que sois chicos inquietos. ¿Qué andáis cocinando a fuego lento?
Aleix: De momento no hay nada. Dimos el último concierto a mediados de noviembre, después en diciembre descansamos y en enero está habiendo torbellino de promoción de “Brindis” y preparando conciertos. Hasta después de la gira no haremos nada, pero sí es cierto que se van acumulando referencias y nuevos caminos a explorar. Eso sí. Aunque ideas todavía pocas.