Existen en nuestra música un buen puñado de francotiradores a los que nunca podremos agradecer de forma adecuada su mera existencia. Artistas y bandas que desde un principio eligieron el camino pedregoso, aquel que se recorre a oscuras, ajeno al foco de los medios masivos y sin el favor del gran público, pero cuyo transito nos ha legado canciones y discos míticos que conservan intacta su fuerza y sabor pese al paso del tiempo, demostrando que las grandes composiciones, como el buen vino, envejecen de la mejor de las formas posibles cuando tras su gestación hay honestidad y una más que personal pulsión lírica.
De todo lo expuesto anteriormente saben mucho nuestros amados Surfin´ Bichos, quienes en pocos días celebrarán los treinta y cinco años de “La Luz de tus Entrañas” con un único concierto que tendrá lugar en “La Sala” del Wizink Center, concretamente en el marco del festival Inverfest. Una efeméride que también han conmemorado a petición de Sonido Muchacho con la reedición en formato vinilo del mencionado álbum que supuso su debut en Lp.
Dos excusas más que perfectas para que semanas atrás decidiéramos ponernos en contacto con ese sin par genio albaceteño que responde al nombre de Fernando Alfaro; nuestro objetivo no era otro que echar un poco la vista atrás y recordar un momento seminal en la trayectoria de Surfin´ Bichos, una de aquellas pocas bandas de auténticos forajidos que posibilitaron la aparición y posterior consolidación de una escena que quizás sin su presencia nunca hubiera sido la misma.
En primer lugar, saludarte y felicitarte por estos 35 años desde el debut de Surfin´Bichos. Dado que estamos en un país tan canalla con su cultura, sobre todo en el ámbito musical, la pregunta es obligada. ¿En algún momento inicial del camino pensabais que se podría celebrar esta efeméride? ¿Qué fue lo que os inspiró para comenzar a surcar este camino de espinas y rosas?
Fernando: La decisión que a nosotros nos llevó a hacer música tuvo que ver con una necesidad realmente, queríamos contar algo que sabíamos que si no lo hacíamos nosotros nadie lo haría. Fue la certeza de tener algo que decir diferente y que necesitaba ser dicho. Y es algo que nos sigue ocurriendo hoy día. Es lo que te lleva a seguir adelante, haciendo discos y escribiendo libros. En cuanto a la otra pregunta, sinceramente no sabíamos ni tan siquiera si íbamos a sobrevivir físicamente. En esas edades no te lo planteas, no es que no te veas haciendo música, es que ni te imaginas ni piensas que un día tendrás sesenta y un años como tengo ahora.
Lo hacéis con la reedición de “La Luz en tus Entrañas” por parte de Sonido Muchacho, en una cuidada presentación, remozada para la ocasión, con algunas novedades y un sonido remasterizado. ¿Cómo surgió la oportunidad de llevar a cabo esta puesta al día en formato Lp?
Fernando: La iniciativa ha partido de Sonido Muchacho, al César lo que es del César. A Luis este disco le parecía la piedra fundacional de toda la música que le ha movido como artista y músico, tanto a él como al sello, fue algo que siempre reconocieron cuando comenzamos a trabajar con ellos. Al anunciar que sacaríamos el “Más Allá”, decían abiertamente que éramos un grupo fundamental sin el que quizás no existirían. El interés coincidió con el 35 aniversario no solo del disco sino también del grupo. Es cierto que el grupo funciona desde antes, concretamente nace a finales de 1987 y sobre todo a comienzos de 1988, en dicho momento es cuando se podría decir que comenzó a existir Surfin´ Bichos.
“Sonido Muchacho quería tener esta piedra Rosetta del indie patrio en su catálogo”
Discográficamente esto ocurre algo más tarde, ¿verdad?
Fernando: Discográficamente comenzamos a funcionar en la primavera de 1989, cuando se publicó el Ep de 7´ y en noviembre sacamos “La Luz en tus Entrañas”. El impulso ha partido de Sonido Muchacho querían tener en su catálogo este disco, tenerlo como creen que merece. Y luego, a raíz de aquello, nos han pedido hacer un concierto de presentación que tendrá lugar el día 30 de enero en la sala del Wizink. No ha sido como en otros momentos, una gira que trae una reedición, como ocurrió con “Hermanos Carnales” de mano de Sony, que luego por su propia iniciativa reeditaron todos los discos y un box set. Con Subterfuge ocurrió algo similar. En el caso de este disco, querían tener esta piedra Roseta del indie patrio.
Si te parece, miremos atrás, hasta el momento del gran big-bang, donde comienzan a funcionar proyectos que finalmente darán forma a la banda.
En 1986 formabas parte de Cortejo Fúnebre, una banda punk, donde militaba también José María Ponce. ¿Qué recuerdas de aquel período?
Fernando: Hay una prehistoria anterior al grupo en la que ya habíamos tenido nuestros escarceos musicales, algunos de relativo interés. Cortejo Fúnebre realmente era el grupo de mi primo José Mari Ponce, quien fue bajista de esta primera etapa de Surfin´. Estuvo en los dos primeros álbumes. Era un grupo de punk-rock bastante peculiar dentro de los primeros ochenta. Por otro lado, Joaquín Pascual y Carlos Cuevas tenían un grupo llamado Los Dedos con un punto más new wave quizás. Personalmente colaboré en Cortejo Fúnebre tocando la guitarra en alguna grabación y concierto, pero era algo accidental. En aquella época andaba componiendo mis canciones, yo solo, en mi famosa libreta negra, gran parte de las cuales irían siendo incluidas en discos posteriores. Todo esto fue una época previa al nacimiento de Surfin´ Bichos. A partir de ahí comenzamos a valorar la idea de sacar a la luz las canciones de aquella libreta con el núcleo duro de José Mari Ponce, que fue el apoyo inicial. Más tarde hablamos con Carlos y Joaquín que se quisieron incorporar. Me acuerdo que les pasaba la libreta y flipaban con el percal. A partir de ahí, nos juntamos a enseñarles las canciones que había compuesto y escrito. En cada ensayo tenía urgencia máxima para sacar a la luz composiciones, cuantas más mejor. Sacábamos más o menos una, sin llegar a rematarlas, para a toda velocidad pasar a otras. Recuerdo que decían: “vamos a hacer un final”. Y yo decía: “a otra”. En cada ensayo sacábamos 20-25 canciones, esa urgencia y sensación se nota mucho en “La Luz en Tus Entrañas”.
Hacia 1988, en compañía de Joaquín Pascual y Carlos Cuevas, grabáis dos maquetas, “Los Bichos” y “Surfin´ Jesus”, y os presentáis al concurso Villa de Madrid.
Fernando: Voy a aclarar un poco la historia, ya que no es exactamente igual a lo que has dicho. Nos llamábamos Los Bichos en un primer momento, más tarde descubrimos que había otro grupo en Pamplona que también se llamaban así, por lo que evitamos generar cierta confusión. Nosotros como Los Bichos grabamos una maqueta para un concurso que se hacía de talentos en Albacete en el que luego había que tocar en directo. En aquella época yo estaba estudiando derecho y el concurso era en junio en mitad de la época de exámenes. Entonces propusieron apuntarnos, a lo que dije que “no” porque tenía que prepararlos. Ellos decidieron formar un grupo en el que yo no estaba, junto a nuestro amigo Ramiro, llamado Los Tostones, más orientado al punk. Se presentaron con otra maqueta que grabaron y me lo tomé fatal. Por celos hice un proyecto de un “one band” llamado Surfin´ Jesus, cuyo nombre deriva de los bluesman tipo Howlin´ Wolf. Mi idea era grabar otras canciones diferentes y presentarme al concurso por mi cuenta. Al final, como suele ocurrir en estos casos, nos reconciliamos. Finalmente nos presentamos al concurso, grabamos la maqueta y se nos ocurrió mezclar los dos nombres surgiendo Surfin´ Bichos. En aquel concurso pasamos sin pena ni gloria, pero con esas mismas canciones nos presentamos al Villa de Madrid, donde sí nos seleccionaron. Por cierto, hicimos trampa directamente. Era para grupos de Madrid, pero dimos la dirección de quien tocaba el saxo con nosotros, no era miembro oficial, pero tocó en la primera maqueta, “La Primera Cebolla Sónica”, y en la grabación del primer “Gente Abollada”.
¿Qué ocurrió en aquel Villa de Madrid?
Fernando: En el Villa quedamos terceros y uno de los premios era grabar dos canciones en el estudio de Radio Nacional. Me encanta la primera versión de aquella maqueta, nos molaba aquel sonido de saxo, pervirtiendo el soul y jazz. La misma apareció en el box set de Sony de 2017 por si alguien tiene curiosidad, está en plataformas. Todo eso, incluidas las primeras maquetas, alguna grabación en directo, formó una casete llamada “Primera Cebolla Sónica”, donde aparece la figura icónica del ángel tocando un laúd en una vidriera que era la que vendíamos en los bares. A raíz empezaron a pincharnos Jesús Ordovás y Julio Ruiz, algo más tarde entramos en contacto con Servando Carballar que ya había dejado DRO para formar La Fábrica Magnética.
A partir de ahí, se da un crecimiento en la banda, sonando en Radio3 con “La primera Cebolla Sónica”. ¿Cuál fue la realidad de aquel Ep?
Fernando: Lo primero que recibió la gente fue la propia canción, “Gente Abollada”, en su versión maqueta, grabada originalmente en el estudio de Radio Nacional, como parte del premio al tercer puesto del Villa de Madrid de aquel año. El certamen se co-organizaba junto a Radio3, por lo que le llegó al ya mencionado Jesús Ordovás, quien la pinchaba a menudo e hizo que nos conociera mucha gente. Dicha versión está disponible en plataformas de momento, no sé cuánto durará, lo digo por si la gente tiene interés en oírla. A raíz de ahí, se interesó por nosotros un mánager valenciano, Manolo Rock, y a la vez Servando Carballar. Vinieron los dos a Albacete a vernos a un concierto, aquella noche fue una frikada, una actuación que nos quedó súper guay. Nuestro batería me dijo que había soñado que hacíamos el concierto y entre canción y canción tocábamos una cosa que llamábamos “Cien Watios”, haciendo ruidos con los instrumentos. Fue algo muy peculiar, la realidad es que nuestros conciertos de entonces siempre lo fueron. Servando nos fichó y sacamos aquel Ep. Recuerdo que La Fábrica Magnética andaba por aquella época haciendo contratos a los grupos novísimos que iban fichando a través de un subsello. Allí te sacaban dos Eps casi sucesivos, si la cosa funcionaba y a ellos les parecía bien, te firmaban por el tiempo que estimaran. En nuestro caso llegamos a grabar canciones para un segundo Ep, que fueron apareciendo en otros formatos, pero Servando prefirió grabarnos el álbum. Teníamos mogollón de canciones por lo que todo era bastante fácil.
¿Cómo fue recibido algo tan peculiar en aquella España? ¿Estaba preparado el público para algo tan distinto?
Fernando: Hagamos un pequeño ejercicio de sociología aficionada, tal como lo veo, pienso que tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia la sociedad española todavía tenía la capacidad de escandalizarse, algo propio de la moral católica, a la que me refiero en un sentido amplio. Visto desde el ahora, todo ha cambiado mucho en 35 años, que realmente no es tanto tiempo en términos históricos. Ha variado mucho la percepción y la mentalidad de la población mundial y de la española en particular. En aquellos momentos éramos marcianos. Ahora estamos acostumbrados a propuestas conceptuales más radicales. Hemos tenido una madurez muy rápida, el cambio ha sido trepidante en el signo de los tiempos.
“En todos los movimientos culturales hay un componente de ruptura con la etapa anterior”
Aquella era una España que musicalmente venía de la muerte de “La Movida”, donde comenzáis a aparecer obreros del rock como Lagartija Nick, Los Enemigos y Surfin´ Bichos, cada uno con sus particularidades, pero con unos postulados independientes y picapedreros muy claros. ¿Había relación personal entre las bandas o una sensación de estar crenado una escena?
Fernando: No. De hecho, creo que en todos los movimientos culturales y los impulsos individuales hay un componente de ruptura con la etapa anterior. En nuestro caso aquel período se correspondía con “La Movida”. En la escena del garaje y psicodelia sí había intención de crear un movimiento, los grupos de aquel entorno sí tenían más relación. Entre nosotros, los grupos que comentas, no veo tanta unión. Quizás Los Enemigos al ser de Madrid y estar dentro de la explosión de la Malasaña del garaje-punk sí que estaban más incluidos en esa escena, al menos un poquito. El resto éramos francotiradores de distintos lugares, en Bilbao estaban Cancer Moon, desde Donosti venían Aventuras de Kirlian; en Granada surgieron Lagartija Nick y nosotros lo hicimos en Albacete, pero todos como lobos solitarios. Por mucho que apreciáramos al resto de grupos, que lo hacíamos, no teníamos relación entre nosotros, más allá de coincidir en algún festival de vez en cuando.
¿Hasta qué punto crees que vosotros fuisteis posibilitadores de lo que vino después?
Fernando: Ahí volvemos a lo que te comentaba antes, la intención de formar un movimiento tiene toda la lógica. Nosotros fuimos suicidas con la actitud individualista y un poco anárquica de los grupos. Sin embargo, nuestros retoños, a raíz de grupos como nosotros, sí tuvieron mayor sentido del marketing. Estuvieron más cómodos dentro de una escena, cosa que los benefició mucho y contaron con el apoyo de los medios, algo que me parece bien. Más tarde hemos asistidos a una especie de revisionismo más o menos rocambolesco de lo ocurrido. Creo que estuvo bien que aquello acabara generando un movimiento finalmente, porque también nos acogió a nosotros que digamos estábamos antes. Digo esto porque no somos una generación distinta, somos la misma generación. Prácticamente éramos “Hermanos Carnales”, pero aparecimos un poco antes que ellos.
“Esta nueva edición ayuda a subrayar el mensaje de las letras y canciones”
Y ahí llega el momento de grabar este “La Luz en tus Entrañas”, bajo la producción de Mario Gil. ¿Cómo fue grabado el disco? ¿Suena pretendidamente áspero y directo?
Fernando: Aquí confluyen varios elementos. Taxativamente no diría eso. A mí hay detalles de la producción que todavía no me convencen, algún solo de saxo, sobre todo. Para empezar y dejarlo claro, el sonido, áspero y directo, es el propio del grupo y de las canciones. La intención era dar una vuelta de tuerca a todo, buscando la perversión sixties, que es un término que me gustaba, algo que en los arreglos ya tenía visto y pensado. Más tarde, Mario Gil recogió mi idea con muy buen criterio y mucho talento, haciendo arreglos de viento que personalmente no tenía previstos. Hablo de temas como “Vive el Peligro” y “Crisis”, esta última era una canción más garaje-punk, lo que provocó que aquel tratamiento no gustara a algunos miembros del grupo. A mí sí me gustaban, le daban más fuerza al mensaje. Me gustó el cruce entre el punk-rock y las marcianadas que se metieron. Lo que no me convenció fue el prensaje del vinilo, cuando me lo traje en una casete el resultado de la mezcla era de puta madre, pero con la llegada del vinilo me dio la bajona, hubo un problema y no quedó bien. En aquella época se editó también el “Doolittle” de Pixies, lo ponía y sonaba como un cañón, mientras que el nuestro parecía más flojo. Ahora hemos solventado el problema que hubo en aquella mezcla, buscando el sonido original y una mayor presión gracias al mastering que es fiel al original. Es un buen momento para reconciliarse con el disco, independientemente que todavía haya cosas que no me gustan. Esta nueva edición ayuda a subrayar el mensaje de las letras y canciones. Está muy bien.
A mí es un disco que me encanta, creo que de entre todas las canciones que has escrito, aquí se incluyen dos de mis favoritas, “Gente Abollada” y “Vive el Peligro”. ¿Cómo surgieron aquellas dos canciones concretamente?
Fernando: Como todas, tocando en casa la guitarra. En esas dos canciones, curiosamente, tienen una estructura muy a lo Lou Reed, como si fuera un caminar por las calles viendo a uno y otro personaje, escribiendo sobre conocidos y allegados. Es lo que traté de hacer en estas dos composiciones, ya sabes que hay más así en mi trayectoria, pero aquí la estructura es muy clara, puesto que casi cada estrofa habla de un personaje. “Vive el Peligro” es la cara más eufórica de la moneda, mientras que “Gente Abollada” es la más amarga.
“La gente que está tan relacionada con empresas de comunicación y organización de festivales no me parece muy independiente en realidad”
Mirando atrás, a sabiendas que vuestras propuesta, actitud y forma de hacer sí era alternativa e independiente. ¿Qué crees que queda de todo aquello? ¿Qué opinas del truco del mainstream de asimilar al “falso indie”?
Fernando: Me parece bien que se utilicen las etiquetas para entendernos y también como herramienta de trabajo del periodismo musical. Más allá de eso, como músico, siempre he sido alérgico a ellas. En cambio, habrá gente que se sienta más a gusto con una etiqueta, al estilo de denominación de origen en los quesos, como si fuera una validación que quizás alguien necesite. Para mí el indie son grupos absolutamente underground que existen en las ciudades y pueblos de este país. De Madrid a Barcelona y un montón de lugares más. Marcianos que extrañamos lo que vemos en este mundo. La gente que está tan relacionada con empresas de comunicación y organización de festivales no me parece muy independiente en realidad.
Como hemos comentado, solamente hay previsto un concierto para celebrar la efeméride que tendrá lugar en Madrid. ¿Habrá alguna sorpresa en forma de amigos e invitados?
Fernando: En principio es este concierto solo, sí. De hecho, nosotros estamos a otras cosas. Tenemos más proyectos cada uno y no hemos procurado activamente buscar una gira. Hemos accedido a hacer este concierto a petición de Sonido Muchacho como presentación del disco y celebración del 35 aniversario, tiene sentido celebrarlo y tocar el disco entero. Si surge una propuesta interesante y deseamos hacerlo, diremos que sí, pero no está en nuestros planes hacer una gira. Este concierto va a ser realmente especial. No vamos a tener invitados, cada vez somos más huraños. A medida que cumplimos años nos volvemos más toscos, bastante tenemos con soportarnos mutuamente. (Risas)