Restos, aroma a clásico


Sala Clamores, Madrid. Viernes, 17 de enero del 2025.

Por: Àlex Fraile. 

“Los últimos serán los primeros”. Esa frase con reminiscencia a tópico se convirtió durante mucho tiempo en una especie de mantra para los amantes de la americana, resignados a no ver en directo a sus artistas preferidos, esperando que alguna promotora arriesgase sus cuartos para traerles de paseo por aquí. Tarde o temprano, la maldición tenía que romperse y lo ha hecho a lo grande con Restos. Una banda de Austin con aroma a clásico que por primera vez cruzó el charco y visitó en exclusiva España en el marco de una mini gira de nueve conciertos que recaló el pasado jueves en una abarrotada Sala Clamores. 

La ocasión bien merecía un maestro de ceremonias de campanillas, y quién mejor que el icónico Manolo Fernández para introducir a este quinteto de músicos, representantes de la mejor música americana, y surgido de las cenizas de Western Youth. Ya lo dijo el propio Manolo. “Se llaman Restos, pero aquí no sobra nada”. 

Directo a la yugular. Así iniciaron Restos su presentación en sociedad. Sin dilación alguna, bastaron unos vigorosos acordes de ese atronador himno que es "I Came Here to Rock and Roll" para que la Sala Clamores se rindiese a la causa. ¡Pura declaración de intenciones! La mecha estaba prendida y para qué apagarla. Prosiguieron con la conmovedora "Wild Heart", tributo a su buen amigo Chris Porter fallecido en un accidente de tráfico, que abre el fantástico "Ain’t Dead Yet" (2023), único álbum hasta la fecha de los texanos. 

Cierto que Restos no han inventado nada, ¿acaso importa? Pocas bandas actuales evocan con tanto respeto y maestría la tradición americana desplegando un country rock sólido con melodías memorables y armonías perfectamente ajustadas al puro estilo de los Byrds. "Thinking of You" sonó al Petty más melancólico, convirtiéndose sin duda en uno de los momentos estelares de esta cálida noche de invierno. Conscientes del impacto que iban causando, sin dar tregua a las emociones, se acordaron de Jason Molina y de sus Magnolia Electric Co entregando una polvorienta y fronteriza versión de "Leave the City".  

Al final de "Faded Love" lo tenían claro. “Tarde o temprano nos mudaremos aquí”. La banda manejaba la escena a su antojo, sintiéndose cada vez más libre y desbocada, consciente de estar jugando en casa. Si bien Tom Petty and The Heartbreakers estuvieron presentes en muchos momentos como en la contagiosa ‘Wild as the Wind’, no dejaron pasar la ocasión para rendir tributo al Petty del "Widflowers" (1994), entregando una fantástica y coreada versión de su "You Wreck Me" que dio paso a una demoledora "Time" con Graham Weber ­– voz y guitarra – en plan predicador. Bastaba mirar alrededor para darse cuenta de la evidencia. La Sala Clamores parecía embrujada, gracias a cinco músicos empeñados en demostrar que no hace falta innovar ni inventar la rueda para maravillar. Parecieron despedirse con una electrificada e inolvidable "Pancho & Lefty", uno de los clásicos del admirado Townes Van Zandt.

¡Canela fina, pero la noche no iba acabar así! Volvieron para pisar las tablas por todo lo alto, dando muestra de su oficio, desplegando lisérgicas dosis de country psicodélico. Finalizaron como era de recibo, por el principio. Desempolvando una emotiva y desenfrenada ‘Norah’ de los mismísimos Western Youth, es decir, de ellos mismos.  

En el fondo las rupturas y las despedidas no siempre son tristes. Las historias bonitas no tienen por qué tener un final. Esta a buen seguro no lo tiene. La sala entera abandonó la Clamores con la convicción de que Restos volverán y en el improbable caso de que no fuese así, daría igual. ¡Estamos invitados a Austin! Sam, el teclista de la banda, nos llevará de bares.  

Habrá que ver lo que depara el futuro, mientras tanto toca vivir el presente y recordar con una enorme sonrisa uno de los conciertos que se colarán por derecho propio en lo mejor de un año que apenas ha comenzado.