Los Rebeldes: “Nos queda mucha rueda por quemar”


Por: Javier González. 

El rock and roll es una mezcla de actitud, talento y respeto. De todo ello sabe y mucho el bueno de Carlos Segarra, uno de los grandes nombres de la escena patria que, más allá de habernos regalado un puñado de himnos imperecederos a lo largo de la trayectoria de Los Rebeldes, siempre que se enfrenta a un micrófono no pierde la oportunidad de repartir magisterio y señorío rockero, demostrando no solo su erudición en la materia y el recorrido que atesora tras tantos años rasgando las cuerdas de su guitarra, sino también la deferencia y consideración que muestra a las generaciones anteriores de músicos que a través de sus canciones le inocularon un veneno que todavía corre bien vivo por las venas de este barcelonés nacido en el barrio de Sants

A su habitual elocuencia y verborrea suma por estas fechas un montón de cosas que contar, como por ejemplo un nuevo trabajo llamado al “Este del Edén” donde, para goce y disfrute de sus fans más antiguos, vuelve a juntarse la alineación original de Los Rebeldes, bajo el nombre de Rebeldes 79, completada por los históricos Aurelio Morata y Moisés Sorolla, con quienes llevará a cabo una serie de fechas en directo que no solo nos harán mirar a un pasado glorioso, sino también a un presente de lo más resptable, puesto que los nuevos cortes suenan tan afilados y certeros como los de antaño, demostrando que su propuesta nunca ha dejado de tener vigencia. 

De todo esto y mucho más tuvimos la oportunidad de hablar con Carlos Segarra, quien como acostumbra nos impartió una “master class” con claro regusto a “rock and roll old school”.

¿Cómo estás, Carlos? ¿Qué tal están yendo los fastos de celebración por los 45 años de vida de Los Rebeldes? 

Carlos: Estoy encantado, la banda está encantada y el público también lo está. Ha sido un año por encima de nuestras expectativas, piensa que la celebración del 45 aniversario era la venganza por la cancelación de la gira del 40 aniversario debido a la pandemia. Recuerda que hicimos el directo en Joy Eslava, “El Honor y la Gloria”, al cabo de un mes íbamos a tocar en Luz de Gas en Barcelona para grabarlo también, pero no pudo ser. Lo que parecían meses de parón, fueron años, pocos, pero muy duros. Cuando la gente me preguntaba “Segarra, ¿celebraréis el 50 aniversario”, respondía “Vamos a hacer el 45 por si acaso”. Ha sido una actitud de recuperar la vida y la ilusión por la música por parte de Los Rebeldes y su público, algo que se ha notado muchísimo. 

Sabemos que en el año recién terminado habéis dado alrededor de 50 conciertos a lo largo y ancho de nuestra geografía. ¿Sentís que estáis en mejor forma que nunca? 

Carlos: Te puedo decir que estoy en el mejor estado de forma de cosas que a mí me gustan. Ahora estoy disfrutando de cosas que a veces en momentos de mucha vorágine de rock and roll se pierden, básicamente porque a veces los árboles no te dejan ver el bosque. En esta gira he disfrutado mucho como persona y artista, pero el público también lo ha hecho. Nos hemos juntado el hambre y las ganas de comer, el resultado está ahí. Conciertos llenos con la gente cantando hasta la música del telediario, como aquel que dice. Hace unas semanas tocamos en Zaragoza donde hubo un rebentonazo, estuvieron un montón de amigos como Javier Ojeda de Danza Invisible, Cuti Vericad, Gabriel Sopeña, Johnny Burning, Dani Nel-Lo y Rebeldes 79. Ha sido un año para recordar y disfrutar mucho. 

“La idea era hacer un disco con cinco temas, nos vinimos arriba y hemos hecho ochos canciones propias y seis versiones de clásicos del rock and roll” 

Como ya nos anunciaste meses atrás, está siendo una gira de lo más especial, donde a la actual formación de Los Rebeldes has sumado la recuperación de la formación original con Aurelio Morata y Moisés Sorolla, con quienes vuelves a la carga como Rebeldes 79, firmando un disco “Al Este del Edén”, con nuevo material y algunas versiones de rockabilly clásico que ahora comentaremos. ¿Qué tal las sensaciones de volver a grabar los tres juntos? 

Carlos: Con Aurelio y Moi nunca he perdido la relación, siempre estamos en contacto. Hemos grabado muchos en el estudio de Aurelio, que también ha sido mánager y productor de Los Rebeldes. En su estudio grabamos la primera maqueta y está lleno de juguetes que nos gustan: válvulas, una mesa de calidad, efectos y buena microfonía. Fue una idea de Aurelio hacer un segundo volumen de un mini Lp para conmemorar la efeméride, algo que estaba muy de moda en 1984 cuando hicimos “Esto es Rock and Roll”, a la par que Loquillo y Trogloditas habían editado “¿Dónde estabas tú en el 77?”, Golpes Bajos, “A Santa Compaña”, y Gabinete Caligari, “Cuatro Rosas”. La idea era hacer un disco con cinco temas, nos vinimos arriba y hemos hecho ochos canciones propias y seis versiones de clásicos del rock and roll, que es la forma en que Los Rebeldes arrancaron su singladura. 

¿Cuántos años has viajado en el tiempo con esta jugada y cuántas cosas habéis recordado en las sesiones? 

Carlos: Tampoco se trata de recordar nada, como decía antes. No hemos perdido el contacto nunca. Cuando nos hemos dejado de ver ha sido un puente o un fin de semana largo, pero no hay una percepción de habernos perdido muchas cosas en la vida de unos y otros. La sensación ha sido de mucha familiaridad como volver de un fin de semana. Por esa razón comenzamos calentando motores con versiones de clásicos que eran parte de nuestro repertorio antes de tener temas propios. Todo se ha transformado en una mezcla donde hay cortes propios y clásicos de Eddie Cochran, Gene Vincent, Chuck Berry, etc. No somos como Los Pecos que hacía años que no se hablaban. (Risas)

“Nos hemos criado con la música de los sesenta y setenta, cuando descubrimos el rockabilly la mayoría de los artistas habían muerto” 

Como curiosidad ocurre algo que no es novedoso en vuestra historia, pero sí poco habitual. Puesto que en “Al Este del Edén” y “Negro como el Carbón” cedes la voz cantante a Aurelio. 

Carlos: Aurelio dejó Los Rebeldes para comenzar con su proyecto, Aurelio y Los Vagabundos. De hecho, en Los Rebeldes empecé tocando el bajo y él tocaba la guitarra rítmica. Siempre digo que me engañó, me cambió un instrumento de cuatro cuerdas por uno de seis que se desafina y cuyas cuerdas se rompen con frecuencia. Bromas aparte, aquí lo que hemos hecho ha sido un poco Lennon/McCartney, tres temas de Aurelio, tres míos y dos a medias, así que el que compone viene a ser el cantante solista. Nos hemos criado con música de los años sesenta y setenta, cuando descubrimos el rockabilly la mayoría de los artistas habían muerto por una cuestión de edad, por lo que estamos acostumbrados a cantar a dos veces. Pienso que este disco refleja lo que podrían haber sido Los Rebeldes del principio. Igual que Dani Nel-Lo dejó Los Rebeldes para montar La Banda del Zoco y luego Los Mambo Jambo, estando siempre en la órbita de Los Rebeldes, ocurrió lo mismo con Aurelio, que siempre estuvo en nuestra onda, sin dejar nunca de ser un Rebelde. Los Rebeldes somos una unión de hombres libres, siempre estamos ahí. 

Podríamos salvar muchas composiciones propias de esta colección, pero me quedo con “Tardes en el Georgia”, reivindicación de un pasado juvenil que fue el culpable de haberos convertidos en músicos y leyendas de nuestro rock. 

Carlos: El Georgia era una discoteca que estaba en la confluencia entre Las Ramblas con la calle Pelayo, cerca de Plaza de España. Ahí quedábamos los rockers, que nos conocíamos todos y estábamos prácticamente censados, para decidir qué hacer. Lo cuenta la letra que dice “¿Dónde vamos hoy a presumir?”. Estaba la opción de entrar en la discoteca con la música de la época que no era muy de nuestro agrado, pero el disc jockey, un tío muy majete, nos ponía la última media hora de rock and roll. En la zona de la barandilla, que era un lugar un poco conflictivo, decidíamos si ir a las Ramblas a presumir o pasarnos por la discoteca para bailar. Me hace mucha ilusión esperar a que la gente de aquella generación escuche la canción, sobre todo para recordar quién estaba ahí y quién llegó después. Hay personas que llegan trece años tarde y luego dicen estar para dar las noticias. 

“O eres del rock and roll o no lo eres” 

Y también quiero destacar “Soy del Rocanrol”, otra forma de defender una forma de vida que como digo os ha traído hasta aquí. 

Carlos: “Soy del Rocanrol” no es un tema solo con raíces del rockabilly, tiene mucho del glam-rock de los años setenta. Era lo que escuchábamos entre los diez y catorce años los nacidos entre el 1959-1962, toda la gente que estaba en la onda de la “movida de Barcelona”. No es una canción que habla de la música que hago yo, sino de una actitud rockista. O eres del rock and roll o no lo eres. Para mí ser del jazz, gustarte el blues o el swing es ser del rock and roll. Gustarte el flamenco es ser del rock and roll. Hay otros géneros que presumen de nombre como estilo de música, igual que ellos reivindican lo suyo, me veo en mi derecho de reivindicar mi estilo. Amigos, el que no se anuncia, no sale en la tele. (Risas) 

“Fueron las bandas inglesas de los sesenta los que reivindicaron el rock and roll” 

El disco incluye seis versiones de Hal Harris, Billy Lee Riley, “Red Hot”, Buddy Holly, “Rock Around With Ollie Vee”, Chuck Berry, “Roll Over Beethoven”, Eddie Cochran, “Skinny Jim”, Gene Vincent, “Who Slapped John”. ¿A qué responde precisamente la elección de dichas canciones? 

Carlos: Fue algo hecho para calentar motores. En un principio no tenía mucha experiencia ni me apetecía componer, había muchos clásicos del rock and roll que nos gustaban y queríamos tocar. La elección fue una cuestión de piel, recuperando canciones que hacíamos en directo. Es un repertorio similar al que hacían por aquella época Beatles en Hamburgo, antes de componer sus temas. Quisimos aprovechar la frescura del momento y el bagaje que sabemos gusta a nuestros fans tanto como a nosotros. Esos temas fueron los que nos dieron el acicate para tener una banda de rock and roll. Hay canciones quizás un poco tópicas, por ejemplo “Roll Over Beethoven”, pero que, en esta versión nuestra, a dos voces, muestra las raíces tanto de Chuck Berry como de Beatles y Rolling Stones. Piensa que son los artistas que nos descubrieron a la generación anterior, ten en cuenta que en los primeros sesenta el rock and roll estaba acabado, fueron las citadas bandas inglesas, junto a The Animals de Eric Burdon o The Kinks, los que reivindicaron dicha música. Decidimos hacer este tema porque nos ponía. Era una manera de reivindicar a Chuck Berry como guitarrista y a las bandas de los sesenta que nos dieron la sensación de familiaridad con el estilo. 

“Tuve el placer y el honor de ser telonero de Chuck Berry con tan solo 17 años” 

Ya que ha salido a colación su nombre, ¿has leído la biografía de RJ Smith, “Chuck Berry: La Biografía Definitiva”? 

Carlos: Tengo la biografía. Me gusta mucho. A mí todo lo que hagan Chuck Berry y Little Richard me parece bien. Soy muy fan de ambos. Hay cosas que ya se sabían. Tuve el placer y honor de ser telonero de Chuck Berry con tan solo 17 años y medio. Su vida es muy complicada, necesitaríamos una entrevista solo dedicada a él, así que ya hablaremos otro día. Pero vamos, Chuck Berry es uno de nuestros lugares comunes. “Little Richard es el genio” Nos encantó el documental “Little Richard: I am Everything” de Lisa Cortés, que imaginamos habrás visto. Carlos: Hombre, por supuestísimo. Es el genio. Comentaba Little Richard que cuando salió la Creedence Clearwater Revival, también soy muy fan de John Fogerty por cierto, editando “Travelling Band”, él decía que ya estaba todo inventado por la gente buena del rock and roll. El tema de Los Rebeldes “Rebeca” tiene su toque Little Richard. 

“El problema es que los medios de más audiencia no apuesten por la creatividad de los jóvenes” 

Decimos que celebráis una efeméride y también que recuperáis a la formación original, pero todo ello sin perder de vista el presente y futuro del rock and roll, tal y como demuestra tu última colaboración con la enésima perla del rock and roll Barna, los chicos de Sin Reputación, unos fans irredentos de Los Rebeldes. ¿Ves relevo generacional? 

Carlos: Aquí hay un problema de hace tiempo, cuando me preguntan sobre el relevo, digo que los locales de ensayo están llenos de chavales que han empezado más jóvenes que mi generación y que disponen de buenos instrumentos. También tienen su actitud y temas. El problema es que, pese a que hay talento, no hay programas musicales. A mí me llenó de orgullo saber que habían hecho una versión de “Adrenalina” del disco “La Rosa y la Cruz”, una canción eclipsada porque aquel fue un disco con muchos singles conocidos: “Las Caras de la Moneda”, “Ella quiere Más”, “La Rosa y La Cruz”, “Puedes Llamarlo Amor”, etc. Antes el circulo natural de una banda que empezaba era tocar en locales de aforo entre 50-150 personas para dar a conocer su repertorio, pero ahora muchos chicos para pagar el local y los instrumentos tienen que hacer grupos tributos, algo que me parece muy bien, siempre y cuando sean además de tener una banda y no en vez de tenerlas. Si no dejamos que la gente joven muestra sus canciones al público, ¿a quién van a hacer tributos dentro de veinte años? Ahí lo dejo. Han grabado en el estudio de Aurelio, pertenecen a una nueva generación, como anteriormente lo fueron Los Zigarros en su momento y M-Clan. Por grupos de rock and roll no es, el problema es que los medios de más audiencia no apuesten por la creatividad de los jóvenes, se quieren cubrir las espaldas con canciones que la gente ya conoce. 

 “En Barcelona el puerto hizo que hubiera unas raíces de rock and roll que el resto del país no tenía” 

¿Qué tiene Barcelona que siempre ha sido una gran cantera para el género del rock? 

Carlos: En Barcelona en los años cincuenta y sesenta ocurrió algo similar a lo que comentaba John Lennon en Liverpool. Él decía que conoció los discos americanos de rock and roll por los marinos que llegaban al puerto, de la misma forma que en Madrid ocurrió, según me comentaba Tony Luz de Los Pekenikes y más tarde en Bulldog, por la base americana de Torrejón de Ardoz. Aquí la cercanía del puerto con militares y marinos hizo que hubiera unas raíces de rock and roll que el resto del país no tenía. Piensa que veníamos de una época oscura con una dictadura política, militar, social, cultural y musical. El nexo del rock and roll viene de algo heredado, según me comentaban la gente de Los Sirex, Los Salvajes y Lone Star. 

“Sin bandas como Los Sirex, Los Salvajes y Lone Star, no habríamos existido ni Loquillo y Trogloditas ni Los Rebeldes” 

Otros que andan de celebración son unos míticos de tu ciudad como Los Sirex. ¿Qué podemos decir que no se haya dicho de Leslie y los suyos?

Carlos: Te puedo decir que durante un tiempo Los Sirex se veían como un revival un poco casposo y desfasado, están tocando en festivales tipo Rockin´ Race. Además, yo, personalmente, te puedo decir que alguno de mis primeros recuerdos es ver las portadas y discos de Los Sirex. En cierta manera soy parte implicada en el asunto, me parece genial que la gente reivindique en España sus grupos. En Inglaterra y Estados Unidos se reivindica a Gerry and the Pacemakers o The Searchers, aquí hay una tendencia a tirar todo lo viejo. Amigos, sin bandas como Los Sirex, Los Salvajes y Lone Star no habríamos existido ni Loquillo y Trogloditas y Los Rebeldes, nosotros crecimos con su música y la hicimos nuestra. Ahora queremos ser abanderados y dar el testigo a siguientes generaciones, algo que creo se va cumpliendo. Aparte, qué problema es tocar rock and roll, como dijo John Lennon: “el rock and roll nunca va a desaparecer, le gusta a demasiada gente”. Incluido yo, que no soy nadie para enmendar la plana a John Lennon. 

Ahí está La Perra Blanco como ejemplo, cuyo disco este año hemos elegido en El Giradiscos como el mejor de 2024 en el ámbito nacional. 

Carlos: Hombre, por supuesto. Siempre digo que estoy enamorado de su música. Y siempre le digo a la banda, si yo fuera chica, me gustaría ser Alba La Perra Blanco. 

¿Por dónde va a pasar en próximas fechas la formación de Rebeldes 79? 

Carlos: De memoria te diré que estaremos en Valencia, Valladolid, en Madrid estaremos el 1 de febrero en Nazca; también Luz de Gas. Estamos llenos de ilusión. Con Rebeldes 79 no hemos hecho un parón, llevamos dos años con apariciones por lo que la banda está muy engrasada. Y como la selección española, venimos a ganar. 

Por cierto, no habéis subido el disco a plataformas de streaming de momento. ¿A qué se debe este hecho? 

Carlos: No, vamos a esperar. Hemos editado un vinilo y queremos que la gente disfrute del fetichismo de disfrutar del vinilo, con una fenomenal portada hecha por mi amigo Tony Marmota, amigo y bajista de La Frontera. En plataformas puedes escuchar las canciones, pero no ver quién ha tocado la pandereta en tal tema, qué amplificador se ha usado. Creo que todas esas cosas hay que cuidarlas, hay que tratar que el sobre sea bonito. 

¿Qué le queda por hacer a Los Rebeldes? 

Carlos: Amigos, cuando lleguemos a ese puente ya lo cruzaremos. 

¿Cuándo nos sentamos a hablar de escribirte la biografía de la banda? 

Carlos: La biografía y los documentales son lo mismo. Me compré una biografía de Beatles del 68, por lo tanto, la misma no estaba acabada en aquel momento. Una biografía se puede hacer, aunque la gente cuenta lo que le interesa, ni mucho menos toda la verdad, si acaso la verdad sesgada. Si nosotros la hacemos, van a caer imperios. Normalmente un documental, son sobre gente que ya no está en activa o ha fallecido, al menos los que me gustan a mí. Y a Los Rebeldes se nos quedaría corto, todavía nos queda mucha rueda por quemar.