El rock and roll madrileño se reúne en el Gruta por la Dana


Sala Gruta 77, Madrid. Sábado, 4 de enero del 2025.

Por: Ricardo Virtanen.

El sábado 4 de enero se celebró en la sala madrileña Gruta 77 un Concierto Benéfico por los damnificados por la Dana, que asoló Valencia a finales de octubre. El conocido cantante Charlie Hightone fue el encargado de ponerse manos a la obra en diciembre, organizando un macroconcierto donde el rock and roll madrileño se uniera para recaudar dinero para los asolados por la Dana, creando una especie de Rock & Roll Solidario. La entrada al evento (12’50 euros) sería donada a una de las asociaciones de la Comunidad Valenciana en ristre, a lo que se sumaba una Fila 0, donde se podía ingresar el dinero de la entrada, sin límite alguno de aforo. Lo cierto es que las entradas físicas al evento volaron en pocos días, por lo que se generó pronto un “Sold out”.  

El poder de convocatoria de Hightone tuvo un seguimiento apoteósico, y en muy pocos días había congregado para el acto a una gran parte del elenco de los cantantes residentes en el Foro, con algunas figuras representativas de otras ciudades de España. En total, dos grupos, 19 cantantes, cerca de 15 músicos, y siete Djs (Otto, Albertin, Buddy, Howie, Kevin, Jive, Red for Danger). Con lógica, un elenco tan amplio de músicos y cantantes impedía una secuenciación ordenada de las bandas y cantantes participantes. De modo que los organizadores pensaron en una escaleta generada a partir de cinco bandas base, por los que iban a transitar los cantantes apuntados al evento, en base a dos temas por participante. A lo que sumamos al presentador del acto, el arquitecto rockero (no ingeniero rockero…) Enrique Padial, autor de un volumen extraordinario sobre el rock and roll en Madrid en los años ochenta, titulado "Somos Rockers ...una mirada al Madrid de los 80’s" (2022), y lleva un programa semanal de TV, junto al cantante Antonio Montana, llamado "Somos Rockers TV".

El concierto lo iniciaba el cuarteto Sanglas, un grupo madrileño que se iniciaba en 1998, y aunque separados, regresaron en 2020. Interpretaron los temas “Recuerda” y “Corazón negro”. El primer grupo que servía de base fue The Stratofighters, la banda de Nacho Solinís, conformada por Arturo Sanz a la batería, Isaac González a la guitarra, y Juanlu Núñez, contrabajo de Mojo, quien se unía a la banda de Solinís para este evento pocos días antes del Concierto. Tras interpretar sus dos temas, entre ellos, el enérgico “It’s Only Make Believe”, dieron paso a cuatro solistas madrileños. Pedro Cristóbal, líder de Speed Limit Cruiser, interpretó un conocido y vibrante “Brand New Cadillac”. Siguió Ricardo Virtanen, quien cantó “Alone”, incluido en su último disco, y Rey Lui (que se había unido recientemente al Concierto tras la baja inesperada de Luis Lobo Negro). Lui nos tocó dos  canciones de su reciente disco, entre ellas la marchosa “Quiero ser como tú”. Finalmente, Jose Insaciable hacía las delicias con la inclusión de su tema propio “Gafas de sol”.

La siguiente banda base era el grupo sevillano Lojo & the Mojos, de los que participaron en el acto dos de sus miembros, el cantante Ismael Lojo, y el contrabajista Juanlu Núñez, que ya se había unido a la fiesta con grupo de Solinís, más Arturo Sanz, que estuvo soberbio toda la noche, acompañando a diestro y siniestro. Sus temas: “Sleepin’ Angel” y un rítmico “Voodoo-Bop”. Este grupo dio paso a las dos únicas cantantes del evento (ya que una tercera, Ro Zombie, había causado baja). La primera, Helen de Luxe, acompañada por su guitarrista Santi Tamariz, nos conmovió con el clásico primigenio de Elvis “My Baby Left Me”. La segunda, Gwen, una de nuestras grandes voces (con la ausencia de su otra mitad, Jimmy Gbrs), hizo las delicias del público con dos temazos: la conocida balada “I Won’t Stand in Your Way”, más el cañero “Whistle Bait”, gran clásico de The Collins Kids.

A mitad del concierto, se efectuó una rifa con el fin de adquirir una mayor recaudación en el evento, donde se subastaron camisetas, cedés, vinilos y libros de los participantes, con Padial y Montana como anfitriones. El grupo que siguió la fiesta fue Lucky Dados, que actuaron como grupo exento (como los primeros Sanglas), saliendo de nuevo como batería anexo para la ocasión el ya mencionado Arturo Sanz, demostrando este trío su fuerza en los directos, como vimos con el  tema “Texas Train”. El tercer set grupal, lo iniciaba el trío madrileño Massapequa, liderado por el guitarrista Salomón Molina, y la bajista Lourdes, que junto al batería Pablo (que ya lo vimos en la primera formación Sanglas), interpretaron una divertida “Marie Marie”, clásico de Shakin’ Stevens, y popularizada por The Blasters. 

Esta formación dio paso a otra pléyade de solistas. Pablo del Paso hizo corear a la sala con la interpretación de uno de los clásicos de Bulldog, la divina “El ingeniero rockero”. Javi Faraón hizo lo propio con sus temas propios “Fuimos amigos” y “Prefiero la noche”; la gran voz de Johnnie Velasco cantó a las mil maravillas el éxito de los Teencats “Little Lovin’ Marie”; y Antonio Montana hizo vibrar al público, recordando dos antiguos éxitos: “Rezaré” (adaptación del clásico “Stand By Me”, sui generis) y “Velasco”. Finalizó el gran Marcos Sendarrubias, que nos volvió a estremecer con “La Chica Molona”, libre adaptación del clásico de Charlie Feathers “Stutterin’ Cindy”.

El último set lo componía la banda del organizador, Charlie Hightone, llamada Rock It’s, compuesta por el guitarrista Lega, el contrabajista Pepe Lee, y un baterista clásico del Foro: Javier Sarmentero. Hightone se desmarcó con una divertida versión de Janet: “Por qué te vas”, pasada por los filtros del rockabilly, dando paso a los cuatro últimos solistas de la noche. El primero, Otto, del grupo The Five Cannons, nos divirtió con su “Pink and Black”, el murciano Pike Cavalero nos deleitó con su magnífica voz, y su gran tema “Black Hearts Club”, el guitarrista del grupo, ahora solista como Legacaster, brilló como cantante y guitarra a un tiempo, con “Honey Bunn”, y cerró el evento el catalán Agustí Burriel, integrado en el grupo vocal The Velvet Candles, soberbio con sus dos temas, entre ellos, el clásico de Roy Orbison “Mean Little Mamma”.  

En definitiva, Madrid respondió a las necesidades de colaborar en un Concierto Benéfico cuyas aportaciones no deben pausarse en los próximos meses. Para ello, la movilización del rock and roll madrileño, con numerosas aportaciones de otras ciudades de España, ha sido la respuesta a una situación límite de unas vidas ahora mismo arruinadas, en muchos casos sin respuesta institucional. La música, el rock and roll ha querido fajarse y empeñarse en un asunto de vital importancia, y el público rocker, atestando la sala, y aportando también su granito de arena en Fila 0, es la señal de que no nos mantenemos al margen de un problema social, económico y político de gigantes proporciones. ¡¡Gracias, Madrid!!