Por: Álex Fraile.
˝Si has nacido en la clase obrera, siempre serás miembro de la clase de obrera”
Bobby Gillespie siempre tuvo las ideas muy claras. Afianzado hace décadas en el firmamento del rock nunca ha traicionado sus principios. Dos años después de publicar su inspiradora autobiografía – "Un chaval del barrio" – el líder de Primal Scream vuelve a dar muestras de su espíritu indomable, desafiando cualquier tipo de convencionalismo sonoro y entregando el disco más personal de su carrera. La portada de "Come Ahead" (BMG, 2024) da buena muestra de ello y rinde tributo a la figura de su padre, hombre de fuertes convicciones sociales, ferviente partidario del socialismo y la lucha de clases.
El nuevo disco de la banda escocesa rompe con ocho años de silencio, rebosando compromiso, sin renunciar a la diversión. Todo tiene cabida en el «universo Primal Scream». Desde que el eterno "Screamadelica" (Creation, 1991) cambiase para siempre jamás las reglas del juego, derribando el muro entre el rock y la música de baile, Gillespie sigue mostrando un irrefrenable deseo por reinventarse. Tras abrazar el rock clásico – en "Primal Scream" (Creation,1989) o "Give Out But Don’t Give Up" (Creation, 1994) –; experimentar con el dub, el ambient, el dance; acercarse sin disimulos a la electrónica – con "XTRMNTR" (Creation, 2000) o el posterior "Evil Heat" (Sony, 2002) –; Primal Scream abandonan el electropop de su disco "Chaosmosis (1st International" /[PIAS], 2016) para viajar por la senda del góspel, el soul o el funk de la mano de su viejo amigo el DJ y productor David Holmes.
Primal Scream juegan al despiste. Las primeras voces de "Ready to Gome Home", con ese coro góspel, suenan a despedida, pero pronto la tristeza por la inminente muerte del padre da paso a la esperanza bañada en ráfagas electro, ecos funkies. "Love Insurrection" – con la guitarra de Andrew Innes al más puro estilo de Nile Rodgers & Chic y esas flautas del acid jazz – contagia con un estribillo vaporoso que clama por encontrar un nuevo rumbo ante tanto sinsentido e infunde optimismo al escuchar ese épico final en italiano: ˝Pero tan seguro como que el sol saldrá mañana / Así lo harán los niños del futuro contra la injusticia, la ira y la crueldad / El alma humana nunca será vencida / Viva el amor /No pasarán˝.
El disco transita entre canciones redentoras con aroma a soul como "Heal Yourself"; el lirismo de "Melancholy Man" donde la guitarra y el saxo cobran un sutil protagonismo; la rabiosa "Love Ain’t Enough", que tan pronto recuerda a los Queens of the Stone Age con esas potentes ráfagas de guitarras como a sinfonías cinematográficas; la psicodelia de "Circus of Life"; o la bombeante "The Centre Cannot Hold".
A estas alturas de su carrera, Gillespie se muestra liberado, con enorme confianza, otorgando más protagonismo que nunca a las letras. Unas letras que hablan sin tapujos de falsas promesas, de jóvenes que, como su padre, sin trabajo y faltos de esperanza, se vieron envueltos en guerras estúpidas; o de los estragos del colonialismo británico. ˝Siempre los ricos / nunca los pobres / Los bastardos burgueses siguen robando / Y vendiendo el sueño de las mentiras / Que socavan nuestras vidas / Las babosas de abajo alimentan a los lobos de arriba / El crecimiento se extiende sólo hacia arriba˝.
Primal Scream están de vuelta. Fiel a sus principios, empeñados en demostrar una vez más que los lugares comunes no tienen cabida en su extensa hoja de ruta. "Come Ahead" desprende energía, conmueve, arriesga e intenta iluminar las desigualdades del sistema social mientras invita al baile. ¡Puro funky! ¡Puro Scream!