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Por: Javier González.
Qué bonito y emotivo suena “La Juventud”, el nuevo disco de Kokoshca. Diez canciones desprejuiciadas y valientes, donde el costumbrismo y la punzada crítica al capitalismo conviven con el amor/desamor y los estragos de la rutina, dejando claro que son maestros a la hora de moverse a las mil maravillas en un amplio espectro de influencias sonoras que, debidamente tratadas y llevadas a su terreno, hacen de su propuesta algo tan versátil y ecléctico como convincente, elementos todos ellos que dan forma al sonido Kokoshca.
Encantados por la fuerza y determinación que desprenden estas canciones, algunas de las cuales, como “Mi Barrio”, son a nuestro juicio parte de las mejores que ha dado el pop-rock estatal en lo que va de año, nos pusimos en contacto telefónico con Iñaki López para que recetara a los lectores de “El Giradiscos” un poco de la enzima de “La Juventud” que tan buena cara ha dejado a esta colección de composiciones de nuestros navarros favoritos.
Hablando con Álex con motivo de la edición de vuestro anterior trabajo, el homónimo “Kokoshca”, me decía que él creía que era el disco más representativo y redondo de la trayectoria de la banda. ¿Cómo arranca el proceso compositivo de un nuevo álbum después de un trabajo de dicho calado?
Iñaki: Tocaba seguir haciendo cosas, como músico siempre tienes la necesidad de crear y como banda la de publicar nuevas canciones. Íbamos teniendo composiciones, nos pusimos unas metas, dimos caña a la labor creativa, reservamos un estudio y nos pusimos a grabar.
Más sabiendo que por el camino habéis regalado un Ep, “Nuestro Futuro”, donde incluís cuatro muy buenas canciones que perfectamente podrían haber formado parte de “La Juventud”. ¿Os lo llegasteis a plantear incluir? ¿Eran canciones que nacieron con una vocación clara de Ep?
Iñaki: Si los ves con retrospectiva hay coherencia sonora en el cambio del anterior disco al Ep y, posteriormente, respecto al nuevo álbum. Aquellas canciones nos las tomamos como un Ep, creo que las canciones de la “La Juventud” llegaron después. Quizás hubiera algún boceto previo, pero realmente pensamos como los futbolistas, paso a paso y partido a partido.
“La madurez es constatar que tu diagnosis era correcta, pero ahora toca vivir la vida con su complejidad y matices”
“La Juventud” es un conjunto de canciones con unas temáticas que podríamos denominar muy apegada a los problemas de la gente que puede tener entre 20 y 40 tantos años. ¿Lo veis así?
Iñaki: Tú tienes una forma de mirar la vida en función de tu época vital. A nosotros nos pasa mucho que empiezas a componer y ves que hay una temática común. En estas canciones sentimos que había cierta energía juvenil a la que dimos forma. Es un proceso más psicoanalítico, escribes y ves que hay algo. Tampoco queríamos hacer un disco melancólico y nostálgico, básicamente porque no somos así, ni nos interesa mirar al pasado. Nos apetecía hacer de médium respecto a la época en que te das cuenta de cómo funciona el mundo, pero no tienes ni idea de cómo vivir en él. Estoy pensando en frases del tipo: “trabaja y conseguirás una casa”, ahora ves que para tener una, tendrás que heredarla. Se te cae el velo, pero no sabes bien la forma de afrontar lo que viene. La madurez es un poco constatar que tu diagnosis era correcta, pero ahora toca vivir la vida con su complejidad y matices.
Hay hedonismo, crítica ácida y burlona, ataques a la moral biempensante y hasta un alegato contra la voracidad laboral y la venta de las ciudades al capitalismo más sanguinario, representado por el turismo masivo, todo ello aderezado por el amor en sus diversas variantes.
Iñaki: Cada canción habla de sí misma, pero si quieres dar una unidad podría ser la energía juvenil a la que aludíamos antes. Una fuerza creadora y fresca frente al mundo de hoy en día, donde toca convivir con los problemas que derivan del neoliberalismo, tanto en lo urbanístico como en lo laboral. Y por otro lado, hay una vertiente que habla del amor, la esperanza y el humor. No deja de ser paradigmático que el disco se abre con el discurso de un señor que ahora mismo tiene 89 como es Pepe Múgica, una persona que está obsesionado con el concepto de la juventud en sus apariciones públicas, casi siempre lo menciona. Está un poco relacionado con lo que él ve y con el concepto de Def Con Dos de “piensa y que no te cojan”.
“Orbitamos alrededor del rock and roll y el pop en todas sus aristas y ramificaciones”
Musicalmente volvéis a mostrar la amplia paleta estilística de Kokoshca, donde el rock es la guía, pero sin dejar de jugar con otras sonoridades. Estoy pensando por ejemplo en canciones como “Lo que hay en Mí”, donde os revestís de pura psicodelia, haciéndonos recordar al sonido “Madchester” de bandas como Stone Roses.
Iñaki: Sí, Happy Mondays también asoman. A veces cuando estás componiendo canciones las pones nombres provisionales. Esa se llamaba “Lunes Alegre”. Siempre abordamos las cosas desde la libertad, a sabiendas que pueden ir a nuestra contra. A los Ramones les ubicas, a Mujeres, les ubicas, a nosotros quizás no tanto. Pero a la vez creemos que tenemos una voz propia que suena a Kokoshca, lo que está bien. Siempre orbitamos alrededor del rock and roll y el pop en todas sus aristas y ramificaciones. Nos da igual un bolero que una canción psicodélica, siempre y cuando tenga cierta coherencia con el sonido.
“Es extraño que un político sea humanista, ahora todo es mucho más soez”
Iñaki: Es humanista. Es extraño que un político lo sea. Independientemente de que sea de izquierdas o derechas. Ahora todo es mucho más soez. Destaca que un tío hable de la humanidad.
¿Es “Parkour” vuestro particular “Dancing With My Self”?
Iñaki: ¿No caigo en cuál es la canción ahora mismo? Sí, vale, ya sé cuál. Fíjate, te diría que no, pero puede ser. En el fondo los periodistas nos habláis de grupos que no hemos oído mucho, pero no van desencaminadas porque beben de los mismo. Todo puede venir de la Velvet, Iggy o Bowie. Para nosotros que somos del año 1983, nuestro icono era Kurt Cobain, un hombre que fue realmente famoso y consiguió que gente de nuestra generación se interesara por el rock. Personalmente pasé de Laura Pausini a Nirvana. Él era consciente de su papel de icono, como Múgica lo es del concepto de “juventud”, pues Kurt Cobain estaba concienciado con el rollo underground: sus camisetas, actitud y citar a Sonic Youth. Tuvimos la suerte de vivir aquel momento con él como icono. Gracias a él descubrimos bandas nuevas. Nuestros padres no tenían la discografía de Leonard Cohen, mis padres escuchaban sevillana en midi.
No sé si lo habéis pensado a posteriori, o si es algo estudiado al milímetro, pero venís de “Regresando a la Ciudad” y ahora lo hacéis en “Mi Barrio”. ¿Podemos enlazar ambas canciones?
Iñaki: Al empezar a hacerse “Mi Barrio” podía tener conexión porque era una historia de desamor, luego le dimos otra vuelta con idea de hacer protagonistas a las personas de la calle. Tiene algo de conexión, la vuelta a un lugar. En una regresas a la ciudad donde tuviste una relación que ya no existe, te das un paseo y rememoras, en esta vuelves al barrio del que te has ido, ves a esa persona, pero pones el foco en el barrio. Sinceramente no lo había pensado, pero sí.
Me voy a tirar un triple porque me ha encantado la melodía de “Mi Barrio” y tengo una teoría. A ratos parece una charanga y luego desemboca en una preciosa canción de amor. Es raro preguntaros esto, después de tanto material editado. ¿Es vuestra canción más emotiva y nostálgica?
Iñaki: Me ha encantado tu triple, no te pongo tapón porque la has metido. Es verdad que en Navarra, sobre todo durante San Fermín, que la gente suele asociarlo a borrachera y tal, hay mucha música en la calle, principalmente corre a cargo de charangas, peña en la calle que te toca de igual modo canciones tradicionales del folk vasco-navarro y Michael Jackson. Es verdad que hay algo casi de antropología que no he descifrado, una conexión bastante potente entre Navarra y México en la música. Hasta el punto que me pongo a tocar una jota navarra sin cantar con una guitarra y no las diferencias de una ranchera, tiene el mismo tresillo de vals y acordes iguales. Por terminar, en San Fermín todo el mundo canta canciones mexicanas en la plaza de toros. Habrá algo que se me escapa, no sé si será por emigración, también puede que haya algo de romanticismo y echarse a perder con orgullo y cantar en comunidad. Ha habido bandas de aquí como Tijuana in Blue, Kojón Prieto y Huajolotes que directamente mezclaron canción norteña mexicana con punk. Y ahora mismo, actualmente, gente de Chill Mafia ha montado un grupo, la Txama, donde interpretan corridos tumbados mexicanos con instrumentos propios de la charanga. Al hablar de Navarra parecía procedente profundizar en dicho universo.
“Sácame a Bailar” es una canción digna de “Un Soplo en el Corazón”, el maravilloso disco de Family.
Iñaki: Es menos pop, quizás más electrónica. En esta canción nos basamos más en Chromatics, la banda de Johnny Jewel. Family lo veo más electro pop.
Bueno que decir de “Nos Pasa Siempre” y “Es una Suerte”, esa decadencia tan bien reflejada de las relaciones que han sido bonitas y duraderas pero que son vencidas por el tiempo y la monotonía. ¿Os habéis propuesto cerrar el disco clavándonos un cuchillo en el corazón?
Iñaki: Un poco sí, pero no premeditadamente. Ocurre cuando ya tienes toda la secuencia de canciones y toca ordenar el disco para que funcione. El final de la cara A es “El Verano”, un corte que dialoga con la cara b que es “Es una Suerte”. Es una canción que contiene la coda del disco, viene a decir “veo mis sueños arder, se esfuma mi juventud, no temo envejecer, temo que no estés”, repetido en bucle es muy bonito.
El diseño del Lp es una auténtica pasada, me ha encantado la realización del mismo. ¿De quién fue la idea?
Iñaki: El diseñador es Julen Alberdi, que además es guitarrista de Vulk y otras bandas. Fue su idea, pero en connivencia con nosotros. Es una portada sobria y seria. Se llama “La Juventud” y salen cuatro personas de mediana edad en un fotograma congelado. Sin embargo, por dentro su diseño es juvenil y punk. Funciona como una especie de fachada para lo que hay dentro. Es lo que queríamos transmitir. Julen es el artífice de todo eso.
Formáis parte de una escudería muy chula como es Sonido Muchacho, cuyo jefe ha sido convertido en uno de los jefazos de una de mayors en España.
Iñaki: Luis va a ser uno de los responsables de Universal Spain, no sé si será bueno o malo para Sonido Muchacho, creo que es bueno para la música en general. Luis es un tío de la música, pero si te fijas saca grupos interesantes, no algo comercial. Dota de estructura a bandas que antes no la tenían como pudo pasar en su día con Family. A veces pienso que Sonido Muchacho se ha pasado de frenada publicando muchas cosas, en ocasiones es difícil digerir tanta actividad. La labor de Sonido Muchacho, que apostó por nosotros desde el inicio, todo sea dicho, será recordada con sus luces y sombras. Que Luis sea el jefe de Universal lo veo bien porque en el fondo confío en Luis.
En el fondo confío en Luis, dices. A ver si se va a enfadar con nosotros, que no es la idea… (Risas)
Iñaki: No se va a asustar con estas declaraciones, tenemos canciones donde decimos “A la mierda Sonido Muchacho”. (Más risas)
“Somos lumpen proletariado del rock”
Sois una banda con una trayectoria, una buena cantidad de seguidores y un ritmo de producción más que decente, aún así seguís siendo picapedreros. ¿Cuál es la situación real de la banda en el panorama? ¿Qué idea de gira planteáis?
Iñaki: Somos lumpen proletariado del rock, en España no hay mucha clase media. Somos picapedreros la mayoría y luego hay cuatro que destacan. Hemos comenzado una gira hace meses con quince fechas, esperamos que surjan más y entrar en festivales de cara al verano. Queremos presentar el disco en directo, que los conciertos molen. Hemos hecho varias fechas que han ido bastante bien, con todo funcionando guay y el público disfrutando, pasándolo de puta madre. Toca seguir picando piedra, como dices. Haces una canción, la gente paga por escucharte y verte… y tú das lo mejor de ti. Se da una comunicación de puta madre, pero difícil de explicar con palabras. La comunión con la gente es una cosa bastante inefable.