Dicen que Dinamarca es una tierra fría, pero no para Flavia y Martin Couri, pues llevan un puñado de años empeñados en demostrarnos que, más allá de la climatología, desde allí surgen propuestas de lo más cálidas. Algo que han vuelto a evidenciar tras regalarnos el inmenso “The Soul Of…Fabulous Courettes” (Damaged Goods), un álbum que deja tan grato sabor de boca que es comenzar a escucharlo y esbozar una sonrisa de franca satisfacción al instante. Y es que su imaginario es capaz de transportarnos a un maravilloso viaje sonoro donde pop, rock y soul de alta escuela se funden en un caluroso y emotivo abrazo, repleto de elegancia y sofisticación, dejando en parte atrás la bien entendida suciedad con que parcialmente impregnaban anteriores entregas como “Back in Mono” y “Boom! Dynamite”, rematando de este modo una obra donde la luminosidad de los temas y su excelsa calidad redondean un círculo perfecto, siempre bajo el paraguas de una pulcra producción.
En su particular batidora siguen decantándose por mezclar esplendorosos referentes entre las que citaríamos unas pizcas bien escogidas del sonido Motown, referencias a las “girls groups” sesenteras, con The Crystals, The Ronettes y The Shangri-Las a la cabeza, aderezadas con pinceladas del odioso genio Phil Spector; todo ello sin renunciar al influjo de The Cramps y Link Wray, ni al poder del fuzz o unas innegociables querencias retro, en el marco de un álbum al que no le sobra ni una mísera nota.
Queridos lectores hagan la prueba de pinchar la inicial “You Woo me” para enfrentarse a esta rotunda invitación al baile, misteriosa y adictiva a partes iguales. La frescura y el descaro que desprenden el soul “old school” que hay tras “Keep Dancing” y “California”, donde se pegan el lujazo de compartir tema con La La Brooks, mítica voz de The Crystals que también acompaña con su voz en “Run Run Runaway”, otro hitazo de hechuras clásicas; la incontestable fuerza, tanta como para caerse de espaldas, que desprende “Here I Come”, donde apostamos que serían capaz de arrebatar una sonrisa desde el otro barrio a los inmensos Screamin´ Jay Hawkins y Lux Interior; las dolorosas historias de amor “Don´t Want you Back”, acercándose al imaginario de The Supremes, y “Wall Of Pain”, impresionante temazo que a buen seguro habrá conseguido iluminar una vez más el expresivo rostro de nuestra querida Ronnie Spector.
No rebajan el pistón en la segunda parte del álbum, abogando por rompernos las caderas con “Better Without You” y en la retrofuturista “SHAKE!”, donde parecen querer mostrar el amor de la banda por la “era espacial”; todo ello antes de regalarnos su particular “Da Doo Ron Ron” con “Boom Boom Boom” y dejarnos claro que están sobrados de talento con la misteriosa e inquietante “Lies”, un ejercicio de saltarina oscuridad donde afilan sus garras, y la sublime “Stop! Doing That”, perfecto anticipo del cierre que supone el último caramelito de la colección llamado “For Your Love”, magnifico broche de oro para un trabajo que supera ampliamente el notable, donde The Courettes vuelven a mostrarnos la categoría de su colección de discos, sin renegar de sus habituales influencias, pero dotándolas de un barniz moderno, efectivo y con sello propio que hacen de cada segundo de la escucha un disfrute para los sentidos.