Texto y fotos: Jorge Bravo “El Gurú”.
Una sensación rara recorría mi cuerpo según me iba acercando a La Riviera, despedirse de un amigo nunca es fácil y los granadinos son como esos viejos camaradas de toda la vida a los que no ves habitualmente, pero siempre están cuando los necesitas. Los sigo desde sus inicios cuando en 1998 recién estrenado su primer álbum “Mano, parque, paseo” fue presentado en la mítica sala “Maravillas”. Los pocos que estábamos allí no podíamos imaginar que casi 30 años después, ya convertidos en figuras claves del indie patrio, nos dirían adiós ante cerca de 2.000 personas que coreaban sus canciones con pasión.
El set list hizo un repaso por todas las épocas del grupo, “La Última Vez” de “Otoño en Agosto” fue la encargada de abrir la noche, dejándonos con un nudo en la garganta. “Isabelita” y “Katherine” nos devolvieron a sus inicios cuando recordaban a sus adorados Pixies y botábamos con sus temas en algún garito de finales de los 90.
Un emocionado Juan Alberto daba las buenas noches, agradeciendo la fidelidad en estos 30 años que han funcionado como grupo, donde la evolución de sus canciones es evidente desde las crisis existenciales del principio a la crítica social de “Menú del día“.
El concierto se fue caldeando poco a poco con temazos como “Te favorece tanto estar callada” o “Elévame”, aunque también hubo tiempo para un set acústico en el que Juan Alberto y Andrés Lopez, guitarrista de la banda los últimos 20 años, nos deleitaron con una sobrecogedora “El miedo” e incluso “Mi niño no quiere dormir”, una nana dedicada a todos los padres de la sala.
Un emotivo vídeo con una versión instrumental de “Errante” nos mostraba imágenes de la banda y todos los que han pasado y colaborado con ellos a lo largo de estos años. Encarando ya una segunda parte en que la emoción iba creciendo cuando toda la sala coreaba “Sin pensar”, o una arrebatadora “Hermana mía”. Un momento culminante fue la interpretación de la canción que los hizo subir de nivel “Errante (canción mutante)”.
Hubo hasta dos bises, en el segundo y definitivo, nos volvieron a remitir a los orígenes con “Veneno-polen”, la primera canción que escuché de ellos en Radio3. Tampoco podían dejar de tocar su versión de “Como yo te amo” de Manuel Alejandro, popularizada en su día por Rocío Jurado y Raphael. En la interpretación Juan Alberto demostró que los lazos de amistad entre los tres fundadores de la banda, Nani Castañeda, batería, Miguel Haro, bajo, y el mismo, siguen vigentes y que se separan precisamente para que no se quiebre esa relación de tantos años. “NM” y “La Voz” cerraron su último concierto, su despedida de Madrid que quedará en la retina de todos los presentes. Mientras sonaba “Amigo” de Roberto Carlos y repartían flores no pudimos evitar que alguna lagrimita se nos escapara. Hasta siempre mutantes