minuscule 605: "Entrar en la industria actual, con el tipo de música que hacemos, es prácticamente imposible"


Por: Skar PD

Fotografías: Oscar Carriquí y Raquel García

Posiblemente las nuevas tecnologías y la posibilidad del "hazlo tú mismo" han propiciado una escena que se mueve en terrenos reducidos, que funcionan en espacios de absoluta cercanía. La banda formada por Mayte Martínez (Voz, guitarra, composición) y Miguel Ángel Castillo (Guitarra, bajo, arreglista), o sea, minuscule 605 (así con la "m" en minúscula) pertenece a ese ecosistema formado por personas que han encontrado una vía de exponer su talento, su capacidad para desarrollar su música, sin plantearse excesivas aspiraciones más allá de darla a conocer y de plasmar una pasión vital. Por acción o por omisión, da igual, en la actualidad hay suficientes canales para acceder a su música, más o menos mediáticos, pero los suficientes. Poseedores de una amplia discografía, 5 discos de larga duración más algunos sencillos así lo atestiguan, acaban de publicar un single llamado "One Single Track" y su música al completo se puede escuchar en plataformas como Bandcamp, Spotify o YouTube.

¿minuscule 605 es un banda poco común? ¿Qué es exactamente minuscule  605?

Mayte: minuscule 605 salió de un juego en una red social, justo cuando empezamos a tener el grupo Miguel y yo. Te decía el nombre de tu futura banda, obteniéndolo en la primera búsqueda de un navegador… de ahí salió el “minuscule”. El “605” es de mi cumpleaños, el 6 de mayo. 

Y años después de tener el grupo en marcha, al buscarlo en Google, resulta que es parte del antiguo testamento. Casualidades de la vida.

Vuestro primer disco, si no estoy confundido, es un EP llamado ‘Put Inside Boxes’, data del 2015. ¿A qué os dedicabais antes y cuál fue el proceso que seguisteis para decidiros a comenzar esta aventura?

Miguel: Yo tocaba en grupos de versiones de los años 60, fundamentalmente de los Beatles. 

Mayte: Yo grababa maquetas en casa. Nos conocimos en unos locales de ensayo y a Miguel le gustó mi voz. Le mandé una versión de ‘Maybe I’m Amazed’… y el resto fue saliendo sin dificultad. 

Miguel: Tuvimos muy claro cuál era la dirección y el propósito del grupo: hacer la música que nos gusta, sin presiones.

Toda vuestra discografía, ya abundante, se ha publicado al margen de lo que se podría llamar la industria.  ¿Eso es premeditado? ¿Todo el proceso que se sigue para la creación de uno de vuestros disco recae en vosotros?

Miguel: Absolutamente, no nos gustaría depender de otras personas que pudieran influir en nuestra manera de concebir nuestra música.

Mayte: Entrar en la industria actual, con el tipo de música que hacemos, es prácticamente imposible...  No es lo que se estila. Toda nuestra música está creada e interpretada por ambos, con ayudas puntuales de algunos buenos amigos, como puede ser el bajista Mario González, y varios baterías que fueron creando los ritmos (Javi Martin, Zebensui Rodríguez y ahora Pablo Nadal), pero ¡claro que nos gustaría triunfar con nuestras canciones!

Creo que todos vuestros discos, entiendo que a lo mejor no los sencillos, se han publicado en formato físico, en formato CD y en unas ediciones cuidadas como por ejemplo vuestro último larga duración ‘Mono No Aware’ y esa inclusión de una hoja con la translación a imágenes pintadas de algunas de vuestras canciones realizadas por Isabel Holgueras una artista con cierta discapacidad. ¿Qué es lo que os impulsa a ir más allá del típico CD con una portada más bien para salir del paso? ¿No será que queréis vender miles de copias?

Mayte: ¡Claro que queremos vender miles (o millones) de copias! Para mí, es una inmensa alegría cuando alguien me dice que le gustan nuestras canciones, que le llegan, que le hacen sentir. Los discos están muy cuidados estéticamente porque los sentimos como algo que lleva una parte íntima de nosotros, y yo, particularmente soy bastante cuidadosa con toda la estética. 

Miguel: Isabel es la hermana de una compañera mía del instituto en Vallecas. Ya sabíamos qué hacía unos dibujos preciosos, y le mandamos las canciones para que ella interpretara la música con todo lo que estaba en su imaginación. Y no pudimos salir más contentos con el resultado.

En un lectura, aunque no sea exhaustiva, de vuestra discografía, se hace evidente que no sois una banda de estilo monolítico, lo que se traduce en mi opinión y por concretar en, al menos, dos caras de una misma moneda, una, la del pop fresco de burbujas de colores llamativos de mediados de los sesenta y otra, la de los temas con más profundidad que coquetean con sonidos de una década posterior en la que las burbujas se vuelven más introspectivas. ¿Qué aporta cada uno de vosotros a una u otra tendencia? ¿Sois una banda que se apoya en la psicodelia de aquellas décadas?

Miguel: ¡Sí a todo! Tienes toda la razón. A mí en concreto son las dos décadas musicales que más me han influido. 

Mayte: Ambos aportamos a las canciones, yo con las melodías y armonías, pero Miguel lo remata con todo su buen hacer y arte en los arreglos, transformando una canción que de inicio es una voz con una guitarra a pelo en lo que se escucha en el disco al final.

Uno de vuestros singles, la espléndida ‘Big City’, me trae a la memoria los sonidos shoegaze de bandas como My Bloody Valentine, en concreto la de una mítica escena de Lost In Translation con Scarlett Johansson... Pero me llama la atención la leyenda que acompaña al título de la canción en la portada. ¿Qué es eso de Abbey Road Masters? ¿Es lo que parece?

Mayte: Sí, fue la primera canción que masterizamos en los estudios Abbey Road.  Ese es uno de los caprichos que nos permitimos en el grupo, porque además nos ha dado la oportunidad de visitarlos por dentro en varias ocasiones.

Miguel: En cuanto a influencias, no estamos cerrados a nada, somos bastante eclécticos.

Hablando de influencias. en vuestra ya amplia discografía conviven canciones como ‘I Want My Ukelele’ con su aire jazzístico cabaretero o ‘Good Old Fred’ que extrae una esencia Beatle evidente, con el pop más cercano y sencillo de ‘I Cried All Night Log’ o de una de esas pequeñas joyas que adornan vuestra discografía como ‘Maybe Lately’, sin olvidar el aspecto mucho más rockero de ‘Jump in My Car’ o de la más reciente ‘My Kind Of Guy’. De todo ello se desprende que no ocultáis vuestras influencias ¿Cuáles son?

Miguel y Mayte: ¡¡¡BEATLES!!!

Miguel: Me gusta de todo, desde la copla, el tango, la música clásica… Todos los grupos de los años 60 y 70, tanto ingleses/americanos como españoles y los grupos de rock de los 70: Deep Purple, Led Zeppelin. Sin dejar de lado a Camilo Sesto o músicos argentinos como Spinetta, Charly Garcia y Fito Páez. 

Mayte: Yo empecé de joven con la música heavy, pero cuando descubrí una cinta de casete sin nombre en un armario en casa de mis abuelos, que incluía el álbum ‘Let it be’, esto me cambió toda la vida. Igualmente Harrison es una de mis grandes influencias musicales. Ahora mismo ya me he movido un poco más a los años 70, pero en general todo lo que suene con aire vintage me encanta. Ah! y los Estanques!! Un gran descubrimiento en la música española.

Vamos a hablar de la parte lirica de vuestras canciones y de esa forma de cantar que podría parecer integrada en lo que se podría llamar "pop girl" pero que destila un cierto poso, deudor de Petula Clark, Nancy Sinatra o Mary Quant, de una madurez que aún conserva guiños adolescentes y un saber estar, que elimina cualquier atisbo de sensiblería no deseada ¿Se integran las letras en la música o es la música la que las abraza? ¿Tenéis un método?

Mayte: Por alusiones... La música y la letra son mías, salvo excepciones como ‘Jump in my Car’ o ‘Done’, que la música es de Miguel.  Mi manera de componer es habitualmente todo a la vez. Miguel se ríe pero yo siento como si me “llegaran las musas”, noto que tengo algo que expresar, no tiene que ser una historia real, puede estar incluso basado en alguna película o algo que le haya pasado a otra persona, y me siento con la guitarra, el ukelele o con el teclado a hacer una maqueta, que puede estar más o menos elaborada. El momento en el que estoy esperando que Miguel oiga el nuevo tema, es siempre uno de los más satisfactorios. Siempre me dice lo mismo: “¡vamos a convertirlo en un hit!”.

Otro aspecto de vuestra propuesta es lo bien que suenan vuestros discos con un gran trabajo de producción y masterización. Pareciera que disponéis de un presupuesto suficiente aunque seguramente no y en ese sentido ¿Cómo se llega a este nivel de calidad?

Miguel: Hemos grabado siempre en estudios de amigos, en Calypso Studios en Albacete (‘Top Hi Hat’, ‘By My Side’, ‘What’s In Your Head’ y ‘Mono No Aware’) con Miguel Ángel Gascón. El resto de los singles y LPs los hemos grabado en Producciones Aguijón con Manel Galán (Ávila), donde hemos vuelto ahora con los últimos singles. No disponemos de presupuesto suficiente, es evidente, pero vamos grabando poco a poco. Siempre nos gusta masterizar en Abbey Road, haciendo ese último esfuerzo. 

Mayte: El presupuesto sale del dinero que vamos ahorrando, porque es nuestra pasión. Muchas horas de guardia en el hospital me permiten poder disfrutar de esta parte de mi vida que me resulta tan satisfactoria: la música.

Acabáis de publicar vuestro ultimo sencillo con el nombre de ‘One Single Track’ con dos canciones que no hacen sino enfatizar en esa tendencia bipolar de vuestra música. Por un lado ‘Twilight’ con un innegable aroma, si se me permite, a la música que facturaba Lee Hazlewood para Nancy Sinatra y a la que la portada se acopla perfectamente y que además tiene su video correspondiente. ¿Cómo surge esta canción?

Mayte: ¡Soy muy fan de ese disco de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra! La canción surgió viendo a un gran músico, Al Dual, en Valladolid, con su último disco: ‘Reel to Reel’, del que me enamora la canción ‘Cadillac Funk’. Me puse a trastear con el Bigsby de mi Gretsch, aunque al final se grabó con una Mosrite de los años 60 que tiene Miguel. El vídeo lo grabé en un viaje con unos amigos a California, que le da ese toque especial y más fronterizo.

El otro lado del disco lo ocupa una canción de esas que te erizan la piel a poco que aún se conserve un mínimo de sensibilidad. ‘Will You Pick Up The Phone’, que así se llama, creo que es un salto definitivo de madurez musical. ¿Creéis que en este tiempo de inmediatez de móviles y tik tokers alguien tendrá los cinco minutos necesarios para descolgar el teléfono?

Miguel: No con la vida actual que llevamos en general. Aunque es probablemente la canción que mejores críticas ha recibido de las dos del single. Es cierto que es un tema largo, pero los arreglos de Mellotrón le dan un carácter atemporal que no es apto para Tik Tok. 

Mayte: Desde el principio la llamé como “la canción que iba ser incomprendida de minuscule”, pero creo que ha calado bien entre la gente que nos escucha. Realmente es como dos canciones juntas. Es nuestro ‘I Want You (She’s so Heavy)’ particular. Hay que buscar cinco minutos para apoyar a la música de antes hecha ahora por músicos de ahora que quisieron triunfar antes

¿A que estáis, como minuscule 605, dedicando ahora y próximamente vuestro tiempo?

Miguel: Ahora estamos a mitad de grabación del próximo LP en Producciones Aguijón. 

Mayte: Sí, ya tenemos 6 canciones grabadas y en proceso de mezcla. Me gustaría que este disco fuera un poco más largo que los anteriores, quizá vaya a tener unas 14 canciones… no está cerrado, aún estamos en proceso de grabación e incluso algunas canciones no están ni arregladas. Somos unas hormiguitas y vamos poco a poco, pero la idea es que salga a finales del 2025.

Muchas gracias, Mayte y Miguel, muchas gracias minuscule 605, por vuestro tiempo, vuestro talento, vuestro trabajo y por seguir respetando la música de la forma tan cercana al corazón con la que lo hacéis

Miguel y Mayte: Muchas gracias a ti, Julián y a El Giradiscos, por darnos la oportunidad de poder hablar de nuestra música. Y gracias por tus buenas palabras de nuestra música, y por el interés mostrado. Gracias de verdad.