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Ilustres Principiantes: Carasueño



Fotografía: Álex Ortega.

Javier Vicente es Carasueño, productor afincado en Zaragoza y fundador de los estudios Lar de Maravillas, donde ha trabajado para Tulsa, Le Parody, Calavera y Alondra Bentley, entre muchos otros. Desde 2014, sus detallistas producciones han incorporado un variado abanico de influencias, que van de la electrónica lo-fi al pop retrofuturista. 

Carasueño, sin embargo, comenzó su andadura musical a comienzos de los años 2000 con su grupo Big City, con quienes editó cuatro discos y giró extensivamente. Cuando el grupo decidió tomarse un descanso, Carasueño construyó su estudio y se alejó de la primera línea para convertirse en recluido colaborador de lujo de otros artistas.

Lo que comenzó como un conjunto de ideas ermitañas construidas entre las producciones de otros se ha materializado ahora en “I’ll Be Neon Too”, su primer disco en solitario, implosión de su mundo musical interior donde conviven Brian Wilson, Bradford Cox y Brian Eno

Grabado y mezclado en soledad en su estudio, co-producido con Ignacio Pérez (ex componente de Calavera y Júlia) y con la aportación a las baterías de Ildefons Alonso (El Petit de Cal Eril), “I’ll Be Neon Too” es, ante todo, un disco de pop. Una gran caja de Pandora en la que abunda la síntesis analógica y las guitarras eléctricas que no suenan como tal, y en la que Carasueño ha intentado sublimar el clasicismo del género en una suerte de destilación de todos los estilos que remotamente tienen que ver con el tándem melodía-armonía: dream pop, ambient, electrónica, shoegaze e indie-rock se dan la mano, a veces con el minimalismo y muchas otras con la exuberancia, en un disco hipnótico que retrata la sociedad actual, explorando la ausencia y la imperfección de las relaciones humanas, hablando de la empatía, la naturaleza, las personas que ya no están con nosotros, la huella de nuestros actos, y la necesidad de alcanzar la paz en una sociedad ruidosa y a menudo absurda.