Fotografías: Cristina Pontijas.
Tras un disco tan brillante como “Bremen no Existe” los chicos de Biznaga tenían una papeleta complicada, puesto que redoblar la apuesta y dotar de una nueva vuelta de tuerca a su discurso parecían poco menos que una quimera; sin embargo, el cuarteto parece tener interminable cantidad de ases bajo la manga, tal y como demuestran con “¡AHORA!”, un trabajo donde cantan a los problemas del presente, a las reivindicaciones colectivas y a las necesidades de aquellos que viven a pie de calle, haciéndolo con la clarividencia de quien tiene ojos y no piensa cruzarse de brazos ante la deriva actual que acerca a la sociedad a un abismo tenebroso.
Hace algunas semanas nos pusimos en contacto con la banda, personificados en Jorge Navarro, letrista y bajista, para que nos hablara más de cerca de esta nueva colección de canciones poéticas, abrasivas, desencantadas y entusiastas con las que seguirán marcando el paso de una carrera tan firme como valiente y acertada.
Dice el refrán que no hay quinto malo, algo a lo que nos podríamos agarrar para arrancar esta charla sobre “¡AHORA!”. ¿Qué sensaciones y feedback andáis recibiendo en estas primeras semanas en que el disco está en la calle?
Jorge: La reacción por parte de la gente, tanto a los adelantos como al resto del disco, está siendo realmente buena.
Si os parece, antes de entrar de lleno en desgranar los pormenores de este nuevo trabajo, me gustaría echar un poco la vista atrás para hablar de todo lo bueno que os ha dejado “Bremen no Existe”; una colección de canciones donde Biznaga no solo fue más allá en lo puramente musical, sino que también parece haber llevado a la banda a un nivel superior en lo que ha repercusión se refiere. ¿Tenéis la misma percepción en el seno de la banda?
Jorge: Sin duda, “Bremen no Existe” supuso un gran paso adelante para el grupo en muchos sentidos. Desde la composición y escritura de las canciones a la puesta en escena de estas, pasando por el uso del estudio de grabación.
Estos casi dos años que han transcurrido desde la edición de “Bremen…” os han tenido bastante ocupados, me interesa saber, a sabiendas que sois una banda de local. ¿En qué momento y de qué forma han ido surgiendo las canciones de este nuevo trabajo?
Jorge: Precisamente a lo largo de estos dos años, en los huecos que nos dejaban los conciertos de fin de semana. Al dedicarnos plenamente a la música disponemos de mucho más tiempo de lunes a jueves para componer. Antes, cuando compaginábamos el grupo con otros trabajos, hacíamos un disco cada tres años. Si ahora no tenemos otra ocupación que la música, es normal haber reducido esos tiempos.
También se trata del primer Lp que grabáis con Torete en la formación, sangre joven y fresca, perfectamente integrado ya en la dinámica Biznaga. ¿Qué ha aportado su entrada a la banda y qué tal se ha portado, dada su juventud, durante la grabación?
Jorge: Desde el primer momento se adaptó al funcionamiento del grupo con una profesionalidad sorprendente y tanto en el aspecto musical como en el personal ha encajado a la perfección. Pese a su juventud ha demostrado tantas cosas en el estudio y sobre el escenario, que ha inyectado un nuevo entusiasmo a Biznaga.
No sé si la comparación os va a resultar acertada, personalmente creo que “¡AHORA!” es el trabajo más apegado a la calle, a la actual realidad cotidiana de millones de personas, de cuantos habéis hecho, de la misma forma que creo que es el cancionero más cercano al presente. ¿Ha sido una decisión consensuada por parte de la banda o simplemente las canciones fueron surgiendo con esta temática?
Jorge: Creo que es consecuencia de buscar un enfoque más concreto sobre las cosas y llamarlas por su nombre. En Biznaga casi todo se consensua, pero las canciones mandan.
En cierta manera, sin perder el poso poético de la forma de escribir las letras de Jorge, hay hasta un acercamiento al lenguaje de la juventud a pie de calle. ¿Hasta qué punto ha sido un reto para ti tener que plantearte esta evolución?
Jorge: Como comentaba antes, creo que es consecuencia de una depuración de la técnica, que implica un nuevo enfoque sobre las canciones y afecta no solo al fondo, sino también a la forma. Supongo que es lo que llaman una voz propia.
Por cierto, me ha llamado que en la promo que acompañaba a la salida del álbum se citara a Louis-Ferdinand Céline, grandioso literato, tan alejado en sus planteamientos políticos de los de Biznaga, al que ya citabais en “La Escuela Nocturna”. ¿Es uno de tus grandes referentes a la hora de escribir?
Jorge: No diría tanto, pero “Viaje al fin de la noche” me parece una obra magistral.
“Este disco es consecuencia de buscar un enfoque más concreto sobre las cosas y llamarlas por su nombre”
¿Crees que “El Entusiasmo” con aquello de: “esto es una canción de amor/ y una declaración de guerra”, la canción que mejor define a este nuevo artefacto sonoro? ¿Estamos ante un disco crudo y sincero, sin buenismo ni edulcorante, que aboga por luchar, pero con una visión optimista que viene a decir que todavía tenemos recursos que nos permiten defendernos del ataque continuado a nuestra libertad sin perder la sonrisa?
Jorge: Completamente. El entusiasmo es el escudo y a la vez el arma. Lo simbólico es necesario para que lo material puede hacerse efectivo.
No sé si os la habrán dicho ya, pero dado que hay referencias que conectan los tres discos, “Gran Pantalla”, “Bremen No Existe” y “¡AHORA!”, ¿podríamos estar ante una no pretendida trilogía?
Jorge: No nos lo habían dicho nunca. Se me escapan en este momento los argumentos para relacionar a esos tres discos más allá de que sean trabajos consecutivos. Es cierto que “Bremen no existe” fue algo así como una reacción o el reverso callejero de “Gran pantalla”, y “¡AHORA!” desarrolla y concreta mucho de lo que fue esbozado en “Bremen”. En cualquier caso, me resulta interesante tu teoría y tal vez podrías desarrollarla en un artículo.
Me ha dolido especialmente escuchar una canción como “Espejos de Caos”, un relato crudo de esas relaciones de conveniencia que cada día proliferan más en nuestra geografía, con el fin de hacer frente común a las necesidades de mantener una vivienda. ¿Ha sido el corte más complicado de escribir de toda vuestra carrera?
Jorge: A decir verdad, no fue complicado de componer más allá de dar con el tempo y el pulso que la canción requería. La letra salió en una mañana al pensar en una pelea conyugal desde los ojos de un animal. La canción salió por una línea de bajo que trajo Torete un día al local y que después se desarrollo bastante hasta alcanzar su forma final. La letra la hice pensando en Torete y sus amigos y lo que significa tener veinte años y tener una esponja por corazón.
Si en el anterior trabajo os hacíais acompañar de Isa de Triángulo de Amor Bizarro en “Domingo Especialmente Triste”, ahora, en “Réquiem por un Rider”, lo hacéis por Ánxela de Bala. ¿Os habéis aficionado a incluir una voz femenina amiga que dé contrapunto a Álvaro en cada disco? Por cierto, qué buena temática para una canción. ¡Qué pena la explotación que sufre dicho colectivo por la comodidad y la ausencia de empatía de gran parte de la población!
Jorge: Hasta que Álvaro no la cantó en La Mina, no se planteó la posibilidad de incluir ninguna colaboración en este disco. Una vez tuvimos claro que se requería una tesitura y color de voz distinto para los estribillos, el nombre de Ánxela salió en seguida porque hay afinidad artística y personal y pensábamos que podría ser el contrapunto perfecto a esta narración de precariedad laboral contemporánea. Lo curioso es que finalmente acabamos quedándonos con una versión melódica muy alejada de su registro habitual con Bala, más gutural o desgarrado, lo que prueba su gran versatilidad como cantante.
Otra de las piezas que más me ha sorprendido es “Agenda 2030”, donde apretáis las tuercas a los lobos con piel de cordero, al capitalismo radical y a los políticos de altas proclamas y bajos instintos. ¿Qué podemos hacer como comunidad para defender nuestros derechos y huir de esta quema?
Jorge: La letra de la canción es irónica y hace referencia a esa otra “Agenda” que están llevando a cabo los verdaderos dueños del mundo y que no supone otra cosa que una mayor aceleración del turbocapitalismo.
Por cierto, qué bueno cerrar con “Ocupar el Ahora”, una sociedad condenada a procastinar a falta de un chispazo para arder, donde mezcláis vuestra vena punk con el northen-soul. ¿Puede ser un aviso de lo próximo que tiene entre manos Biznaga?
Jorge: Nunca se sabe, sin duda es una canción inusitada en nuestro repertorio que enriquece el conjunto del disco.
Hagamos un ejercicio de ciencia ficción, pensemos que la gente de Eskorbuto, allá dónde estén, e Ilegales, hayan tenido la oportunidad de escuchar “¡Ahora!”. ¿Qué creéis qué les habría parecido?
Jorge: Quiero pensar que les agradaría.
Los directos de Biznaga son una fiesta a las que muchos acudimos con amigos mayores, familia e hijos, sin ir más lejos mi pequeño de 6 años os ha visto ya un par de veces, reconociéndose fan de la banda. ¿Qué sentís al ver en vuestros directos a tantas generaciones distintas reunidas en torno a vuestro discurso musical?
Jorge: Es nuestro mayor orgullo ver a gente de varias generaciones haciendo suya nuestra música. Llevamos por bandera ese sentimiento intergeneracional, tanto es así que en el propio seno del grupo hay representadas tres generaciones distintas.
Ya hay unas cuantas fechas programadas para la presentación del nuevo material. ¿Pensáis que esta puede ser la gira donde Biznaga pegue el salto definitivo llegando todavía a un mayor número de audiencia?
Jorge: Hemos trabajado y seguiremos trabajando para ello, así que esperamos y confiamos en que así sea.