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Tiger Menja Zebra: "Admirables"


Por: J.J. Caballero.

La nueva mutación, que no consiste en otra cosa que en la consabida evolución más o menos lógica, de una banda catalana con nomenclatura de nula comercialización y pasado espléndido en el minoritario campo del pop sintético (¿alguien recuerda a los interesantísimos Camping?), se inserta en la misma categoría marginal que su anterior y bien llamada “Trilogía de la Autodestrucción del Ser Humano”, que les tuvo entretenidos en su particular universo antes de arribar a esta especie de nueva era, en la que parece primar ante todo la consciencia de habitar mundos propios y difícilmente transferibles a cualquier otro artista de perfil paralelo. 

En los cortes de “Admirables” se aúnan de nuevo los talentos de Josep Arnán, el nombre real detrás del alter ego DJ Drazen Petrovic, Xavier Font –a.k.a. D.A.R.A.L.- y los hermanos Tavo y Pablo García en un entramado de loops, samples y electro ambient afilado y crepuscular siempre al margen de la industria, paradójicamente a lo industrial de parte de su sonido, para rendir homenaje a algunas de las figuras contemporáneas que más les han influido, por una u otra razón, sin que los implicados sepan muy bien el porqué de dicha implicación. Salvo en un par de casos, a saber: David Rodríguez, alma mater de “La Estrella de David”, con el que se bañan en una tormenta de beats con el propio invitado presente; y el insigne ex miembro de Diabologum, otra referencia inagotable, con quien juegan al límite del electro pop en el recitado de “Michel Cloup-Anti Portrait”. Son, en efecto, sendos anti retratos en los que apoyar una propuesta digitalizada hasta convertir el esqueleto de Neil Young -¡pasmémonos!- en una carta de recomendación para “Eric Cantona”, llevarse en “Miguel Noguera” la ironía del conocido ilustrador e historietista al terreno del techno experimental y marciano o poner a la bajista de Sonic Youth al borde del colapso nervioso en plena pista de baile en “Kim Gordon”. Son muchos los guiños y aún más abundantes las transformaciones, como la que podría sufrir el fantasma de la añorada “Mimi Parker” si a la batería de sus entrañables Low le salieran nuevas alas de electricidad descontrolada.

Decantarse del lado de la música incidental, como podría ser la de los seminales Macromassa, era poco menos que una obligación en un trabajo de estas características. Así, “Víctor Nubla” resucita en la pieza más experimental del lote, en consonancia con el espíritu del genial músico fallecido en 2020. Pero la joya de la colección es la impagable conversación acerca de lo absurdo de la muerte con Pepe Rubianes que funciona a modo de intro para el tema homónimo, la forma más inteligente de presentar un renacimiento sonoro que por desgracia se perderá, si es que no se ha perdido ya, en la jungla de discos conceptuales con los que muchos amenazan pasar a la historia. El caso de Tiger Menja Zebra, en cambio, es el de los que saben quiénes son y en qué lugar quieren estar. Ellos y los demás.