Expourense, sábado, 14 de septiembre del 2024.
Texto y fotografías: Begoña Serralvo.
La tercera edición del festival orensano llegaba a su cita, este año en las puertas del otoño, con una siempre apuesta firme por la música británica y con la presencia también de dos grupos patrios: Caballo Prieto Azabache y Los Enemigos, en sendos conciertos en los que los primeros dejaron claro que van más allá de ser sólo "tu banda del barrio" y van completando cada vez más los carteles de los festivales españoles.
No fue fácil romper el hielo inicial y empezar a calentar el ambiente para ellos y para el grupo de Josele Santiago que tocaba inmediatamente después. Pero lo lograron. Un poco más deslucida quedó la actuación de Enemigos con un repertorio de canciones nuevas y antiguas, con un público entregado en "Septiembre" y "La Cuenta Atrás", en un bolo corto, correcto y sin muchas pretensiones.
Parada técnica y vuelta al ring con Teenage Fun Club con impecables melodías, un comienzo de sonido más propio de estudio en "Home" y "I´m in love" que fue elevándose hasta un directo perfecto, redondo y que dejó en el recinto de Expo Ourense un muy buen sabor de boca. Sus coros, su técnica musical y sus tablas se notaron. Sonaban en ocasiones como un maravilloso conjunto sinfónico.
Empapados de rollo británico, ya a mitad del festival y con ganas de más llegó lo que iba a ser el pelotazo de la noche: Miles Kane. El inglés no dejó que nada, ni siquiera la guitarra que le dio unos pocos quebraderos de cabeza, arruinara su objetivo, el por qué estaba allí (no, no sólo para disfrutar de la gastronomía gallega, ya que se le vio por el centro de la ciudad buscando una mesita donde comer, encantador) sino para encender la mecha del animalismo. Sí, animal, no sólo de grandes escenarios, sino de formatos más reducidos, lo dio todo haciendo con un popurrí de set list de canciones de todos sus discos, si bien las más conocidas como "Rearrange" o "Closer" fueron las que hicieron estallar a sus fans. Ojo con la nueva gira por República Checa y Polonia, que va para allá. Catorce canciones en cincuenta y cinco minutos sin parar, eléctrico es poco.
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Yard Act puso la nota post punk de la noche con temas como "We make hits" o "Petroleum" y, en general, tuvo una muy buena acogida para estos casi debutantes ( dos años de recorrido tienen) con un sonido limpio, un frontman muy estiloso y entregado, aunando las buenas influencias de Smiths, Jarvis Cocker y David Byrne ¿qué podría salir mal? bien por los de Leeds.
A unas cuantas cervezas ya de distancia del comienzo del festival sale Jake Bugg al escenario y desmiente lo que podría haber sido una idea inicial de su bolo, esto es, no apto para horas tardías por ser uno de los abanderados de la música folk, más tranquila y sosegada, y, en ocasiones, con reminiscencias countries. Contra todo pronóstico se marcó un concierto de veinte temas con baladas como "Broken" o temas más sesenteros como "Two fingers" que mantuvo enganchado al público. No defraudó. Así como el Our Fest que, un año más, y ya va por el tercero, nos lleva a vivir la música al más puro ambiente garito inglés. Larga vida al Our Fest.
