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“La música siempre es efervescente, sólo hay que saber buscar y saber que en la superficie no hay tantos diamantes como bajo tierra”
Si algo bueno tiene mirar atrás es que nos permite recordar momentos que forjaron amistades que permanecen hoy día con músicos íntegros que dignifican la profesión a cada paso que dan. Personas que aparecieron en el marco de una charla promocional, siendo capaces de utilizar un lenguaje que en pocos minutos sentimos común, surgiendo una conexión instantánea y duradera. Independientemente de la distancia, las largas temporadas sin noticias y el inevitable pasar del calendario jugando siempre en nuestra contra.
Precisamente eso sucedió hace varios lustros con un artista que hoy no necesita carta de presentación alguna. Responde al nombre de Raúl Bernal, es uno de nuestros mejores escritores de canciones como ha demostrado con Jean Paul y Dolorosa, aunque mucha gente le tendrá más presente por ser uno de los escuderos de lujo con los que defienden su música mitos como José Ignacio Lapido y Quique González, e inclusive los más afinados percibirán su rastro en grabaciones junto al recordado Rafael Berrio, cuyo homenaje nació del empeño y enorme corazón del músico murciano afincado en la bella Granada.
Hablar de Raúl Bernal es hacerlo de una personalidad marcada por la rectitud, donde la actitud y el respeto por la música son bandera, por dichas credenciales nos marcó a fuego y por ello es un lujo tenerle como invitado a nuestra fiesta homenaje.
¿Qué valoración general harías de la actual situación del "mundillo" musical?
Raúl: Para no es un “mundillo”, ahí tenemos un buen fallo, el seguir valorando el germen y poso cultural de una forma nimia. Me interesa la herencia cultural que dejan las canciones y los discos, el tema de industria me da absolutamente igual. Siempre es efervescente la música, sólo hay que saber buscar y saber que en la superficie no hay tantos diamantes como bajo tierra.
Siempre se ha hablado del directo como último refugio para mantener con vida a las bandas, ¿Crees que hay una red de salas y condiciones favorables a lo largo del Estado?
Raúl: Los músicos y las salas tendrán que vivir, cada uno gestiona su lado de la profesión de la manera que quiera, bien valorando el lado moral y cultural o solamente el económico. Lo que no hay es un apoyo y un empuje por parte del estado para que la red cultural sea más sostenible, sobre todo a largo plazo. Bueno, sí hay un apoyo, pero mal repartido.
¿Cuál es el papel que en ese sentido crees que juega la proliferación de festivales?
Raúl: Bueno, gran parte de los festivales están subvencionados por entes públicos y pocos privados, que cada uno saque las conclusiones que vea oportunas. No sé cuántas bandas españolas de festivales generan esos cachés desorbitados, es imposible hacer algunos festivales sin financiación pública. Si buena parte de ese dinero se usara para afianzar la escena, habría un futuro más robusto y prometedor para esta profesión. Gran parte de los festivales son una degeneración de la profesión, una cortina de humo inútil e inservible. Inmediata, rápida, con mucho dinero de por medio, pero sin atisbo de importancia cultural.
Ahora que la venta de discos es irrisoria, las plataformas siguen robando a los creadores con porcentajes ínfimos por reproducción y en los festivales apenas se paga a los artistas más minoritarios, salvo honrosas excepciones. ¿Por dónde pasa la durabilidad de los proyectos y las carreras de larga duración?
Raúl: Pues te lo puedes imaginar. Hoy en día es prácticamente imposible tener una carrera de larga duración sin pasar auténticas penurias. Siempre hay excepciones y algunas honrosas, además. Para vender discos tienes que tocar en directo, para tocar en directo sin pasar por las vías de los festivales necesitas un fuerte apoyo humano y económico, eso es todo. Es difícil, muy difícil. Rompo una lanza por la cordura del artista, hay miles que tocan en festivales subvencionados por nada y se siguen quejando del estado de la situación, pero es que ellos forman parte de esa degeneración al permitir ciertos tratos, siempre está la manida frase de “es que si no lo haces no existes”, pues bueno, no existo ¿y qué? También con el tema de plataformas pues pienso un poco lo mismo, nadie te está obligando a estar ahí, ya sabes cómo funciona, tienes dos soluciones, hacerlo o no hacerlo. No considero que me estén robando por tener mi música en plataformas, lo que considero es que la estoy regalando, sin más.
A la hora de disfrutar de la música como oyente, ¿prefieres acercarte a los clásicos con los que te hiciste melómano/a o bien prefieres escuchar propuestas novedosas? ¿Por qué?
Todo oyente tiene algún secreto no confesable de bandas y/o músicos que le emocionan y que no suelen estar bien vistas, ¿Cuáles serían los tuyos y por qué?
Raúl: Pues no tengo nada de lo que me avergüence, la verdad. Disfruto mucho cuando lo escucho es bueno, independientemente del nombre o la etiqueta.
¿Cuál fue ese primer contacto con la música que te empujó a dedicarte a ella?
Raúl: En mi casa había discos y un respeto por el arte. No sé cuándo empezó, pero quizá tener acceso a unos cuantos discos y la posibilidad de encerrarme en ellos cientos de horas sería el punto de partida.
Cita cinco nombres básicos en tu reproductor en los últimos meses.
Raúl: Bill Evans, Damien Jurado, Buck Meek, John Calvin Abney y Jason Eady.
¿Qué artistas malditos, minoritarios o relativamente novedosos nos recomendarías encarecidamente no perder de vista?
Raúl: No lo sé… por citar a alguien de los antes mencionados, me encanta siempre lo que hace Damien Jurado, me parece que tiene un algo especial muy personal y bonito.
Eres músico, en proyectos propios y ajenos, profesor en tu escuela de música, productor y escritor. ¿En qué faceta de todas ellas disfrutas más?
Raúl: Intento disfrutar al máximo en cada proyecto en el que me meto. Cuando hay una búsqueda artística es fantástico. Me lo paso muy bien en el estudio, lo disfruto mucho. Pero creo que las sensaciones que ocurren encima del escenario no pasan en ningún otro sitio.
De entre toda tu trayectoria profesional. ¿Con que momento te quedas?
Raúl: Me quedo con lo que estoy viviendo en este momento, no por nada, es que pensar en el pasado me da una pereza terrible.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de nuestra revista digital?
Raúl: Allá por el 2009, nos sentamos a charlar de música en un garito antes de una prueba de sonido de mi anterior banda. Lo pasamos muy bien.
¿Qué valoración haces de nuestra evolución como web asentada dentro de la oferta de prensa musical, nacional y gratuita? ¿Qué es lo que más te gusta de El Giradiscos? ¿Y lo que más te irrita?
Raúl: Mantenerse es un logro, amigos.
Espacio libre para una felicitación, crítica o lo que venga en gana…
Raúl: Salud!!!
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