El regreso de Oasis: sin renunciar a los clásicos


Por: Javier Capapé.

La reunión de Oasis es un hecho. Después de varios años con especulaciones se hizo realidad a finales de agosto con el anuncio de una gira por Reino Unido e Irlanda que agotó en horas todas las opciones de ser testigos de ese momento histórico para los que formamos esta web. Cierto es que esta reunión es algo casi trascendental, pero también sabemos que Oasis nunca fue un grupo que fuera sinónimo de unos directos ejemplares. Más bien sus conciertos eran capaces de sacar lo peor y lo mejor de los Gallagher, pero no eran impecables. En sus quince años en la carretera consiguieron ofrecer siempre potencia, descaro, actitud y garra, pero también sobresaltos, huidas repentinas, improvisaciones sobrevenidas o enormes descalabros.  

Tuve la fortuna de verles antes de su descenso, al poco de sacar a la luz "Be Here Now". Esa gira les trajo por varias ciudades españolas y todavía estaba presente la formación clásica, con Alan White, Bonehead y Gigsy. Desprendieron fuego durante todo el repertorio y demostraron de lo que eran capaces, para bien (aunque cuidado con sus teloneros, unos Ocean Colour Scene más explosivos que nunca en sus cuarenta minutos de actuación). Con ese recuerdo me quedaré, porque después hubo chispazos de gloria (aquel inspirado "Don't believe the Truth" y su exitosa gira convertida en documental), pero nada como sus directos en Knebworth del 96 o su tremenda presentación del "(What's the Story) Morning Glory" en el Earl's Court londinense recogida hace casi treinta años en el desaparecido formato vhs (¿Para cuándo una reedición en DVD?).

Desde El Giradiscos queremos, no obstante, hacer honor a esta banda que ha despertado tantas filias y fobias debido a su rabiosa actualidad. Antes de que lleguen esos conciertos del próximo verano se hablará mucho sobre Liam y Noel, se escribirán sendos especiales sobre sus discos y directos, se especulará con posibles cancelaciones... todo lo que pueda pasar por nuestras cabezas, por eso desde aquí os presentamos un repaso de sus canciones imprescindibles junto a otras no tan evidentes que nos encantaría escuchar en su regreso. Sabemos que "Definitely Maybe" y "(What's the Story) Morning Glory" serán los elegidos para engrosar su futuro setlist, pero nunca está de más soñar con alguna otra gema de su repertorio que no nos cansamos de reivindicar. Allá vamos.

 "Definitely Maybe" 

Su debut, que acaba de cumplir treinta años, es la mejor manera de adentrarse en el mundo de los Gallagher y ver hasta dónde eran capaces de acercar el sonido de los sesenta y setenta al fin del milenio. La declaración de intenciones que es "Rock 'n' Roll Star" sigue siendo imprescindible en cualquiera de sus playlist, algo que también ocurre con "Live Forever", clásico instantáneo por actitud y logro, o la más psicodélica "Slide Away", una de las más acertadas composiciones de toda su carrera.

  "

(What's the Story) Morning Glory" 

Con este disco se consagraron en el Olimpo y cierto es que razones a modo de single no le faltaban. La acústica y multiradiada "Wonderwall", la muy Beatle "Don't look back in anger" o la eterna "Champagne Supernova" son canciones a las que todo grupo que se precie aspiraría, pero tampoco se quedan lejos en efectividad la explosiva "Some might say" o la lanzada como un dardo, sencillamente perfecta, "Roll with it" (siempre me pareció el single más interesante de este disco por su descaro y menor hondura que el resto). 

 

Hasta aquí, estoy seguro que pocas de estas canciones quedarán fuera de sus futuros repertorios porque sencillamente son su esencia, al igual que ocurre con algunas de sus gloriosas caras B (en ocasiones superiores a los sencillos a los que acompañaban) como "Acquiesce" o "The Masterplan". Así que lo que destaquemos de aquí en adelante podría tener cierta consideración de clásico de segunda fila, pero cuidado, que hay todavía mucha tela que cortar. 

 "Be Here Now" 

Oasis siempre nos introdujeron en pasajes cuasi sinfónicos con desarrollos largos en algunas de sus canciones, unido a cierta densidad en la producción. Eso ocurre con la afilada "Fade in-out", que va seduciéndonos en su crescendo con su juego de guitarras (que cuenta con la colaboración de Johnny Deep), aunque para fiesta psicodélica alargada hasta el infinito, pero igualmente fantastica e invocando al espíritu de Lennon, tenemos "All around the World". Entre mis favoritas siempre estuvo "Don't go away", una de las canciones más dulces y emotivas de su discografía, que precisamente por salirse de la norma conviene reivindicar de entre su extenso cancionero. 

 

"Standing on the shoulder of Giants"

 Uno de sus discos más irregulares fue éste, que tenía como portada el maravilloso atardecer de NYC. La ambición del que se cree gigante para siempre, algo que en el caso concreto de Oasis pareció tener fin con este disco. "Where did it all go wrong?", con un Noel correcto y preciso, sobresale entre el resto, aunque lo mejor del mismo lo guardaban para el final, un "Roll it over" con aromas de clásico que tristemente no llegó a trascender. 

 

"Heathen Chemistry" 

Renovados en la formación con los nuevos aires de las incorporaciones de los también compositores Gem Archer y Andy Bell, los Gallagher comenzaron a repartirse algo más el peso y las tareas de composición. El resultado fue la vuelta de singles con gancho como "The Hindu times" o una de sus baladas más épicas con "Stop crying your heart out", donde Liam ofrecía una interpretación más comedida, pero rozando la perfección. "Little by little" también se encontraba en este disco, con la que Noel se guardó para él una composición muy acertada. 


 

"Don't Believe the Truth" 

Siguiendo los pasos de su disco predecesor, combinaron buenos singles, como la stoniana "Lyla" o la más clásica "The importance of being Idle", con desarrollos de nuevo cercanos a la psicodelia aportados principalmente por Gem y Andy. Algunos auguraban que la máquina ya no daba más de sí, pero el conjunto del disco sobresalía de entre los lanzados fuera de su etapa clásica y la gira mundial en la que se embarcaron sin demasiados sobresaltos confirmó que su intención era seguir dando de sí. 


 

"Dig out your Soul" 

Pero la falta de inspiración, unida a la eterna rivalidad fraterna llevó al grupo a un punto sin retorno. Liam había conseguido despuntar por encima de ocasiones previas componiendo "I'm outta time" y el contundente single "The shock of the lightning" no perdía garra, pero Oasis dijeron basta con un canto de cisne algo insípido que no dejó el mejor sabor de boca. 

 

El tiempo voló y los relojes se pararon (como rezan los títulos de sus recopilatorios) porque el britpop se quedó huérfano definitivamente. Lo que en un momento había sido emblema se desvanecía y, pese al esfuerzo de Noel y Liam por seguir en la brecha con sus lanzamientos en sus diversos proyectos, ya nada volvería a ser lo mismo. Hasta hoy. Tampoco creemos que esta vuelta vaya a durar, más bien es un regreso nostálgico con el que llenar los bolsillos de los Gallagher y presumir de haberles podido escuchar de nuevo en directo. No habrá más discos (¿un directo quizá?), ni siquiera muchos desvíos en el setlist que se salgan de sus temas más esperados, pero si esta reunión nos hace desempolvar algunos de los mejores discos del rock de los noventa que ellos parieron ya nos damos por satisfechos. Oasis saben lo que es el rock y lo que nos despierta, saben que no está muerto, como ellos mismos, por más que algunos se empeñen en afirmar lo contrario. Que prenda la mecha y ardamos con ella.