Les Nits de Barcelona, Palau de Pedralbes. Lunes, uno de julio del 2024.
Texto y fotografías: Àlex Guimerà.
Menudas dos primeras espadas ha fichado el festival Les Nits de Barcelona al Palau de Pedralbes para la presente edición. Las enormes Patti Smith y Chrissie Hynde. Esta última, que nadie lo dude, es una de las grandes damas de la historia del rock. Su embrujo musical va desde sus dotes compositivas a su modo de tocar la guitarra y a su singular voz, arrojando en la década de los ochenta cuatro maravillosos álbumes que son cumbre de la nueva ola tardía. Ya desde su época londinense de crítica musical había ansiado tener su propia banda, cosa que logró materializar con los álbumes "Pretenders I y II" pero que a punto estuvo de deshacerse con las prematuras muertes por sobredosis de dos de sus cofundadores, James Honeyman-Scott y Pete Farndon. Pero ella no se echó para atrás, persistió y se reinventó alargando el legado de sus Pretenders con nuevas formaciones, en las que pasaron gente como el guitarra de los Smiths, Johnny Marr (quien por cierto subió al escenario en el reciente concierto de la Isla de Wight), y alcanzando incluso la fama mundial sobre todo con el álbum "Get Close" (1986).
Y ahora teníamos de nuevo a esta leyenda delante de nosotros, a pesar de la incertidumbre generada por un inesperado día de lluvia que afortunadamente llegada la noche se disipó. En ese entorno tan especial como son los Jardines Reales de Pedralbes se presentó la actual banda formada por la propia Chrissie y el batería fundador Martin Chambers, junto con los más jóvenes James Walbourne (guitarra) y Nick Wilkinson (bajo), una compañía estable desde el 2008. Un combo trabajado a lo largo de los años y que suena compacto, tal como debió ser concebido en la cabeza de la propia Chrissie, y con el que además sigue publicando discos notables como los recientes "Hate For Sale" (2020) y "Rentless" (2023), este último responsable de la gira.
De nuevo la de Ohio demostró cómo se puede ser elegante y estilosa vestida de rockera, y luchando contra la edad (va para los 73 años), no tardó en hacer patente su lozana energía y su talento con la inicial "Losing My Sense Of Taste". Desde la primera nota pudimos comprobar qué bien compenetrada está la banda y qué fabulosos son cuando se juntan. Demostración empírica a través de un bajo fornido, encargado de marcar el ritmo de las canciones, junto a esos aporreos de las baquetas claro y por supuesto las guitarras aguerridas y salvajes; y por encima de todo, esa voz tan personal y dulce.
"Kid" fue el primer hit que nos regalaron, deliciosa y alargada, al que le seguiría una melódica "Back On The Chain Gang", perteneciente a mi disco favorito "Learning To Crawl" (84). También pudimos regocijarnos con "Hymn to Her" que si bien apareció lánguida y con las guitarras etéreas, no fue más que una perezosa canción de cuna llena de sentimiento. A estas alturas Chrissie ya se había quitado la chaqueta con los consecuentes silbidos del público, por cierto.La archipopular "Don t Get Me Wrong" llegó pronto para el deleite de la audiencia, que aunque la hayamos escuchado hasta la saciedad tenemos que rendirnos ante ella ya que quizás sea una de las canciones pop más bellas jamás compuesta. No se olvidaron de "Day After Day", con Hyde a la pandereta y esos solos despampanantes de James que fueron pura Nueva Ola, como tampoco lo hicieron de "Thumbelina", cargada por esos ritmos a los Johnny Cash a todo trapo y por otro solo descomunal del "guitar hero" no exento de cambios rítmicos brutales.
"Me gustan las rock bands", decía la cantante del flequillo antes de presentar la nueva "Let the Sun Come In". La caña punk nos la dio "Junkie Walk", con todos dando palmas manos arriba, y el momento baladón llegaría de la mano de "I' ll Stand By You", en la que el poderío vocal afloró ante nuestros ojos, mientras que maraca en mano interpretaría "Break Up the Concrete". Para la parte final quedó "Up The Neck" y la tralla de "Bad Boys Get Spangled", con hipertensos solos de guitarra aplaudidos a rabiar, y la irresistible "Middle Of The Road" antes de hacer el amago de irse que completaron con la revisión power popera de "Stop Your Sobbing", de los Kinks de 1964 (escrita por el ex de Chrissie, Ray Davis) y "Mystery Achievement" con sus lozanos desarrollos instrumentales .
Un directo muy disfrutable y poderoso de ese proyecto llamado Pretenders tras el que se esconde una genial rockera que un día cambió de continente para poder realizar su sueño, un sueño que también es el nuestro y que se resiste a terminar. A sus pies Mrs. Hynde.