Por: Javier López Romo
Dicen que estamos hechos de pedacitos y que toda
nuestra envoltura, en este caso musical, tiene esa textura tan variada que en cada momento desempeña
su papel. Y así es. Pero quizás la diferencia que hay entre nosotros y nosotros mismos es
tanta como la que hay entre nosotros y los demás. No soy ese gurú que gritó en su día en la Gran Vía
de Madrid su lema: “Hágase el sexo, las drogas y el
Rock and Roll”. Esa cita pertenecía más a la movida
madrileña que a los protagonistas que nos ocupan hoy: Reciclaje. Un grupo de rock que nos llega desde las Islas Canarias como rockeros de costa, que saltan desde el
Atlántico al Mediterráneo con una facilidad asombrosa para
mostrarnos que el rock no tiene DNI. Tan
sólo debes buscar que el ritmo entre en ti, déjate llevar, y ellos harán el resto; porque los espacios vacíos
se pueden llenar en un instante con apenas dos canciones escuchadas y vividas.
A día de hoy se más de Reciclaje que el mes anterior, y no es por casualidad que el destino los pusiese
en mi camino por arte de birlibirloque, esa magia que
se convierte en arte y del cual fluye todo como un río
con destino al mar. Y sin embargo mi destino era su música, pero hasta llegar a ella hubo que nadar, y
naufragar también. Si no hubiese sido por mis amigos
de Hotel de Marte, y mi estimada miga Pilar Vázquez,
nada de esto tendría sentido, porque ellos son algo bonito en mi vida y forman parte de mí para disfrutar el momento presente lo más alegremente posible,
luego Dios dirá…
El 15 de mayo de 2024 salió al mercado el disco de
Reciclaje “Ven a por mí”. Un disco en directo que resume sus tres anteriores trabajos, “Antes de que
llegue”, “ Ven Ven” y “Mágico”, tres álbumes que serán la
llave para abrir la puerta de “Ven a por mí”. De ellos extraen sus mejores canciones y confeccionan un trabajo grabado en directo en la Sala Copérnico de Madrid. Y ya
se sabe, un disco en directo no tiene trampa ni cartón, es fresco y sin filigranas, compacto y maduro, no
hay margen para el error y sí para la diversión , es
como se dice: rock and roll en vivo y en directo...
El primer avance del disco salió el 15 de marzo, “Al
Infinito”, con la colaboración de Nat Simons. El 12 de
abril lo haría “Ven Ven”, colaborando Santero y Los
Muchachos. Y Ya por fin salió al mercado
“Ven a por mí”, su disco en directo. Ángel Quintana,
Quino Martínez y Luis Vives son Reciclaje, a los cuales
respalda el productor de Loquillo, Josu García.
Y si escuchamos el disco, en “Ven a por mí”, todo se
va acoplando a la perfección, se asienta con su ritmo rockero, hasta divertido diría yo, gracias en parte a una batería y teclados que me
gustan demasiado. En “Metralla”, y como buen directo,
tengo que retroceder a mis jóvenes tiempos cuando Tequila me hacían bailar en los guateques de pueblo con
esos solos de piano y guitarra. Y qué decir de “La niña
del globo”, a más de uno les sonara como que bajan el
ritmo, que no su vigor, esa intensidad llega a desembocar en ese amor que ya no está presente y donde se añoran los
deseos. Y seguimos con “Partidas a muerte”, se endurece el sonido, es como si cada instrumento se batiese a
un duelo, igual que se baten los amantes en su relación. Quizás “No estoy a tiempo” está dentro de ese
universo donde se fusiona lo divino, y si además nos lo recuerda
Rebeca Jiménez, todo queda perfecto.
Pero con Reciclaje
no se para, volvemos a bailar con ”Impares”, enérgica y
eléctrica. “Al infinito”, una balada en la que Nat Simons
pone su voz más rockera, te hace llegar al abrazo más
salvaje con tu pareja, y eso es lo verdaderamente importante. “La puerta verde”, es una mirada a esa tierra a
la que pertenecemos con todos sus valores, rock-blues
por doquier tan animado como divertido. En “Mi pintura
de guerra” nos trae esos ritmos limpios donde se intercambian sonidos agradables, y se fusionan órganos, guitarras, batería para aportar una nueva visión del
amor. En “Mi mejor remedio” con ese rock que
hace levantarse de sus tumbas a sus inquilinos más vacilones y divertidos, Adri de Desvariados lo expone
enérgico en todo momento. Y cómo redoblan los tambores en la tormenta que se adentra en “Aguacero”, Reciclaje se sienten a gusto, y se postulan a no ser
menos que Pereza, Quique González, Rubén Pozo, y demás coleccionistas favoritos, que los tengo. Otra cosa es
cuando llega Santero y los Muchachos en “Ven ven”,
todo sube de potencia en un precioso rock and roll de
alto voltaje que te incita a tener una maravillosa noche
de diversión y mejor música: bailas, ríes, bebes, te sientes feliz. Pero aún seguimos animados con los temas de
juerga, y eso lo dicta “Tormenta Estelar”, ese esquema
de guitarra y teclados funciona, casi diría yo, camino de
la perfección. Una canción que pueda ser perfectamente
ideal para sus directos, seguro que los fans cantarán el
estribillo y bailan con la banda; y no me extraña nada
por su letra ten cargada de esperanza.
Y llega una de
mis preferidas, “Tus besos saben a rock”, el amor y la
pasión no pueden faltar nunca, me gusta por esos juegos de blues y rhythm and blues que hace mover tus
pies. Luego llega casi al final “Mágico”, imprescindible
para sus bolos, la energía siempre está presente, se
apodera de nosotros, su guitarras saben a gloria
bendita. En “Que Pena” casi suena a despedida pese
a que este rock and roll es de la vieja escuela, y se sienten como peces en el agua, cómodos y versátiles, es
quizás el mejor momento para presentar a la banda.
Pero no nos quedamos conformes y queremos saber
algo más, por lo que no queda otra que ponerse en contacto
con Ángel Quintana y hablar un poco más sobre el caminar de Reciclaje. Vamos a ello.
Nacéis para la música en esa bella Isla de Las Palmas
de Gran Canaria allá por 2013 como un par de amigos,
un dúo formado por Ángel Quintana y Quino Martínez.
¿Cómo fueron esos días de 2013? ¿Qué hacíais, cómo
os divertíais, escuchando rock quizás?
Ángel Quintana: Pues así fue, allí nos conocimos y allí empezó todo.
La verdad es que fue una época muy divertida aquella,
salíamos mucho, (de hecho nos conocimos en la barra
de un bar), escuchábamos mucho a Neil Young, Creedence y toda esa música americana que tanto nos
gusta y de ahí sacábamos la inspiración para escribir
las primeras canciones. Nos interesaba mucho todo el
mundo de las armonías vocales, que con un par de
acústicas encajaban muy bien.
Para quienes no os conozca ¿Cómo os presentaríais, quienes son Reciclaje?
Ángel Quintana: Somos una banda de rock and roll, que llevamos la
diversión por bandera y trabajamos para hacer las
mejores canciones posibles, que emocionen y acompañe a quién las escuche. Nuestros conciertos son
una mezcla de emoción y diversión. Para más trucos
y consejos, ¡no duden en seguirnos!
Vuestros sonidos son heredados de los grandes nombres de
los 60 y 70, ¿Influenciaron en vuestro devenir?
Ángel Quintana: Por supuesto, tanto es así que estamos aquí por su
culpa. A día de hoy seguimos emocionándonos cuanndo escuchamos el "What'd I Say" de Ray Charles o el
“Black Dog” de Led Zeppelin. A esas décadas, incluyendo también la de los 50, se lo debemos todo.
¿Quiénes eran vuestros favoritos?
Ángel Quintana: Bueno, es que la lista es interminable, a parte de los
evidentes Beatles y Stones, nos gusta mucho Tom Petty, Cat Stevens y The Black Crowes, por ponerte algunos ejemplos…pero vamos, toda la música americana es lo que más nos gusta.
Para los que amamos el rock & roll y su manera de
vivir, de entender, de soñar. ¿Qué les diríais a aquellos
que auguraban que el rock había muerto?
Ángel Quintana: Es que nosotros pensamos que esa afirmación no ha
tenido sentido nunca. Ni ha muerto, ni nunca morirá,
porque siempre habrá gente que alimente su llama.
Conocemos gente muy joven que escucha rock and
roll de manera compulsiva y ya sabes, si te entra ya
no te podrás desprender nunca de él. Que no está de
moda está claro, pero es mucho mejor así, porque las
modas pasan, pero el rock and roll no.
A los que seguimos a Bruce Springsteen, cuentan
que Jon Landau, en el Harvad Square Theatre de Boston, se acercó por el local con el lastre de una vida
rota, destruida. Ese día de mayo de 1974, Bruce enlazó tres temas seguidos tan eléctricos, tan perfectos
sonidos de rock, que acabó bailando de pie y gritando como una fiera desatada, que su vida comenzaba de nuevo y quizás con más fuerza que
nunca, sintiéndose joven otra vez; y escribió una
reseña para el The Real Paper, una revista alternativa de rock de Boston: “He visto el futuro del
Rock & Roll, y su nombre es Bruce
Springsteen...” ¿Es Reciclaje ese futuro dentro del
panorama musical español? ¿Tenéis algún cazatalentos detrás que dirija vuestros pasos...?
Ángel Quintana: “Born to run”, es de nuestros discos de cabecera, ahora que nombras a Springsteen. Pues la
verdad es que nos conformaríamos con ser parte
del futuro del rock and roll nacional, aunque no
somos nosotros quienes lo tenemos que decir. Estamos felices con lo que hacemos y tratamos de
superarnos día a día, así que formar parte de la
escena ya es un lujazo para nosotros. Ahora mismo volvemos a estar solos, hemos pasado por diferentes compañías discográficas y managers, a
los que agradecemos mucho todo lo vivido, pero
en este momento hemos decidido continuar el camino por nuestra cuenta y riesgo.
No he presenciado ningún directo de Reciclaje, seguro estoy que será en breve, pero lo que he
escuchado, y mucho por redes, me gusta. ¿Tienen
las canciones de Reciclaje esa fuerza gloriosa y
divina de narrar poesía de calle, de ciudad?
Ángel Quintana: Claro, es que las canciones de Reciclaje nacen de
nuestras propias historias, así que por defecto
narran esa poesía de calle, de ciudad, pero ya te
digo, por defecto…nuestra intención tampoco es
ser poetas callejeros, estamos muy lejos de considerarnos poetas, escribimos canciones porque
nuestra vida va paralela a ellas, por pasión y por
necesidad, porque hay cosas que no podemos explicar si no es a través de ellas y porque sienta
muy bien cuando sientes que lo has conseguido.
Para ser un buen grupo de rock hay que tener
ese lado gamberro, y ser un brillante compositor
de canciones. ¿Es así Reciclaje?
Ángel Quintana: Somos un poco gamberros, sí…negarlo sería no
ser sinceros, pero somos buena gente. En cuanto
a brillantes... creemos que nos queda mucho por
aprender y no vemos un techo para eso. Tratamos
de estar despiertos, de no perdernos nada y de
ser cada día mejores en nuestro trabajo. Las letras de las canciones es en donde más ponemos
el foco, porque no es nada fácil encontrar las palabras correctas para lo que quieres expresar.
Cuando lo tienes, lo sabes, y estás más cerca de
brillar.
Suelen decir que el rock ya es para canosos,
viejos y alcohólicos. ¿Cuál es el público que va a
los conciertos de Reciclaje?
Ángel Quintana: Eso lo habrá dicho el mismo que decía que el
rock and roll había muerto…(risas) Tenemos público de todas las edades, cierto es que la mayoría de la gente que viene a nuestros conciertos es
más de nuestra edad, pero hay gente muy joven
ahí, que nos da la vida verles cada vez que nos
subimos al escenario.
Algo vital para cualquier grupo que surge, en
este caso Reciclaje, es saber ser fiel con el camino trazado. ¿De qué manera gestionáis la forma de hacer canciones?
Ángel Quintana: Para nosotros la buena gestión de nuestras creaciones es ser fiel a lo que queremos contar y cómo lo queremos contar. Hacer las mejores canciones
posibles sin esa obsesión de que tengan que sonar a un estilo concreto. Trazar un camino con
un objetivo es algo que hemos dejado de hacer
hace tiempo. Al principio es inevitable hacerlo,
pero con el tiempo te vas dando cuenta que lo
realmente importante y lo que definirá tu carrera,
son las canciones.
Tres discos y un cuarto en directo que resume todo un bagaje musical. ¿Sois conscientes de que esto es un camino
de largo trayecto?
Ángel Quintana: Pues puede sonar extraño, pero tenemos la sensación de que acabamos de empezar
nuestro camino. Realmente en cada nuevo disco,
nuevo proyecto o incluso nueva gira, vuelve la
ilusión del principio y te hace sentir que vuelves
a estar en la casilla de salida, con las fuerzas y
la ilusión intactas. Está claro que los años y la
experiencia te dan cosas que antes no tenías,
pero nos gusta la sensación de ser unos recién
llegados y seguir teniendo muchas cosas que
contar.
Salís de las islas y repartís vuestro tiempo
entre Castellón y Madrid. Siempre dicen que Madrid es el centro neurológico que lo absorbe todo; hay locales para todos los gustos y musicalmente
resulta atractivo darse a conocer; es como dicen
los toreros: “Si triunfas en Las Ventas, ya tienes
media carrera hecha” ¿Dónde os sentís mas cómodos: Canarias, Castellón, Madrid?
Ángel Quintana: Madrid es nuestra ciudad favorita de España,
sentimos que la música que hacemos funciona
mejor allí que en otros lugares y el público que
tenemos es muy fiel. Siempre que vamos a tocar
allí, allí están, y eso es maravilloso. Castellón es
donde tenemos nuestro centro neurálgico ahora
mismo, el local de ensayo está allí y casi todos
los miembros de la banda residen allí. Es una
ciudad con una cultura de música en directo alucinante y envidiable. Todas las semanas hay planes muy interesantes en las diferentes salas que
hay, y eso es algo que valoramos mucho. Y Canarias es nuestro hogar, curiosamente donde menos
hemos tocado estos últimos años…¿será verdad
eso de que nadie es profeta en su tierra?
No puedo pasar por alto esta pregunta: ¿De
dónde nació vuestra vocación, quién o
quienes os dio el mordisco del escorpión?
Ángel Quintana: La música anglosajona es lo nuestro. Son nuestras raíces y es lo que más nos pone los pelos de
punta. El mordisco del escorpión nos lo dieron
Los Beatles y Los Stones. La gente se inventó una
rivalidad absurda entre los dos, pero nosotros lo
hemos aprendido todo de ellos y a día de hoy siguen siendo un referente.
¿Os parece bien que vayamos al principio de la banda?
Ángel Quintana: Claro, ¡vamos allá!
Os embarcáis en 2013, pero no es hasta 2015 con vuestro primer
trabajo, “Antes de que llegue”, cuando formáis banda. ¿Cómo fueron aquellos primeros tiempos de ilusiones, trabajo, esfuerzo y sobre todo tantas ganas de
que esto fraguase como un sólido hormigón?
Ángel Quintana: Como dato curioso, ese disco lo grabamos casi
todo entre los dos. Aún ahí no había banda, seguíamos siendo un dúo, de hecho hasta “Mágico”, nuestro tercer disco, no hubo banda. Quino,
que también es batería, grabó todas las baterías
del primer disco y entre todos el resto. Lo
que más recordamos de esos tiempos es la ilusión
que teníamos siendo unos pardillos en esto de la
música. Pensábamos que nos íbamos a comer el
mundo con nuestro disco y quizá pecábamos en no ver esto como una carrera de fondo, que es lo
que en realidad es. Con el paso del tiempo y de
los discos, nos hemos dado cuenta que hay
que ir paso a paso y aprender de todo este maravilloso proceso.
En vuestro primer disco hay una canción que
me tiene distraído, “Tus besos saben a rock”, donde decís: "Me gusta repetir..." ¿Qué es lo mas importante en vuestras canciones,
una buena letra, o un mejor acorde?
Ángel Quintana: (Risas) Sí, “solo pienso en repetir”, dice… Ahí el rock ejerce como experiencia máxima. La canción
habla de esa sensación que tienes cuando besas a
la chica que te gusta por primera vez y te recorre
ese hormigueo por todo el cuerpo. Nosotros le
damos un poco más de importancia a la letra que
a la música, obviamente una buena letra tiene
que ir acompañada de una buena melodía, estar
bien fusionadas ambas. Pero es más fácil tener
buenas melodías que buenas letras. Somos muy
exigentes con eso y tratamos de aprender a escribir mejor cada día.
En este vuestro primer parto no pretendíais
grandes expectativas, tan sólo era tocar por pequeñas salas y mostraros tal y como erais ante un
publico desconocido. ¿Pero fue divertido empezar
así, o hubo algún problema de supervivencia?
Ángel Quintana: Bueno, como te decíamos antes, pensábamos que
nos íbamos a comer el mundo con el primer disco,(risas). El caso es que antes de grabarlo, nos
pasamos un año y medio tocando por todos los
sitios que podíamos y en ese tiempo no teníamos
ninguna pretensión más allá de pasarlo bien. Fue
muy divertido y en ese momento no tuvimos ningún
problema de supervivencia porque no había ninguna pretensión. Eran todo ganas e ilusión.
En ese primer trabajo hay grandes temas y un logrado ambiente común por mostrar una cultura de bar, de cerveza y rock and
roll de colegas
de barrio. ¿Qué hay de poético y literario en esas
canciones?
Ángel Quintana: Nos encanta que lo veas así.
Bueno, estamos muy lejos de poder llegar a considerarnos poetas, aunque hay algo de poético
ahí, porque al final somos unos románticos un
poco canallas, quizás es la reflexión más aproximada de lo que somos, y al final las canciones están hablando un poco de eso, de el camino que
vamos recorriendo y de la manera que afrontamos la vida. Desde la barra del bar todo se ve
más claro.
“La niña del globo” es un tema que me encanta y me hace reflexionar, ya lo dijo el filósofo
Javier Mazza: “Si no nos narramos, no sabemos
quienes somos, si no sabemos quien somos, no
sabemos que hacer...” ¿Es Reciclaje un narrador de historias, de vidas
ajenas, o quizás propias, pero narrador y gestor de
sentimientos pasados, presentes y futuros...?
Ángel Quintana: Es una buena manera de describirnos. Desde
luego narramos historias, porque para nosotros
no hay buena canción si no hay una buena historia detrás. Nos interesan que las canciones cuenten algo y que se entienda sin que sea demasiado
evidente. Ahí es donde reside la dificultad, pero
cuando lo consigues, la gente lo nota y enseguida
lo hace suyo.
Es lo que nos da la vida a los fans, encontrarte reflejado en una canción?...
Ángel Quintana: Absolutamente. A todos nos ha pasado, que al escuchar una canción pensamos: esa canción está
hablando de mí…es maravilloso cuando ocurre.
A nosotros cuando después de un concierto se
nos acerca alguien y nos dice algo parecido, en
ese momento todo el esfuerzo y la dedicación a
este noble oficio de contar historias en forma de
canción, cobra todo el sentido. Como dice muy
bien Rubén Pozo en una de sus canciones, “Por
eso se hace”.
Tengo un lema de mi ídolo que dice: “ Buscad vuestras propias raíces y sed responsables de
vuestras vidas...” ¿Es Reciclaje responsable de
cientos de vidas que piden algo a cambio, una satisfacción en una canción, quizás, o hay algo más
empático?
Ángel Quintana: Pues la verdad es que nunca nos lo habíamos
planteado, da un poco de vértigo sentir que
eres responsable de muchas vidas a través de
tus canciones. Pensándolo fríamente, creo que
nuestro deber es escribir las mejores canciones
posibles y que suceda o no, obviamente, ya no
depende de nosotros y no nos corresponde. De
todas formas que la gente se sienta identificada con algo que escribes en un momento de-terminado de tu vida, es de las mayores satisfacciones que podemos sentir como autores.
Veo en Reciclaje ciertos ideales que van en dirección hacia un
mundo más real, más comprensivo; en definitiva, construir algo mejor, más fiel y más humano…¿Es así o son figuraciones mías?
Ángel Quintana: Me alegro que tengas esa sensación, significa
que algo estaremos haciendo bien (risas), pero
la verdad es que nuestras canciones hablan un
poco más de lo que nos pasa por dentro que
de lo que pasa fuera, pero es la magia de las
canciones, que cuando las escribes estás hablando de una cosa, pero quien la escucha le
da una interpretación totalmente distinta. Que
veas mensajes tan inspiradores siempre resulta gratificante.
Y en ese segundo disco “Ven,Ven”, ¿realmente hacia dónde ibais?
Ángel Quintana: Íbamos a por todas. Quedamos realmente satisfechos con la selección de canciones y con la
producción de ese disco. Habíamos dado un
salto en todos los sentidos con respecto al primer álbum, fichamos con la multinacional
Peermusic gracias a la canción que le dio título
al disco, que le encantó al AR de la compañía y
estábamos con la ilusión y las ganas a tope.
¿Qué aspectos le permitían a Reciclaje
mantener la constancia diaria para conseguir
sus objetivos?
Ángel Quintana: La perseverancia y el claro convencimiento de
que tenemos algo que decir. Ya hace tiempo
que dejamos de marcarnos objetivos claros,
tratamos de ejercer nuestro oficio de la mejor
forma posible y llegar a toda la gente que nos
quiera escuchar. Ese es nuestro cometido.
Escuchando vuestras canciones, os presiento como el relevo de grandes fenómenos del rock más clásico y más de
moda como puedan ser Burning, Loquillo, Los
Rodríguez, Pereza, etc. ¿Cómo percibís el
panorama musical español?
Ángel Quintana: Bueno, es cierto que con la música de los grupos
que nombras nos identificamos
mucho, aunque ya no estén tan en primera línea. En la
actualidad existen otros géneros que están
mucho más en auge que el rock n roll. Pero dejando eso a un lado, hay un nivel de bandas
actualmente muy bueno en España. Nos conformamos con formar parte de esa escena y
estar en la palestra para el público que nos
quiera escuchar.
¿Es Reciclaje un grupo al que se pueda etiquetar, o por lo contrario sois un tanto inclasificables?
Ángel Quintana: A nosotros no nos gustan especialmente las
etiquetas, aunque quien nos escuche podrá ver
que nos manejamos en el lenguaje del rock n
roll, pero creo que es un género muy amplio y
se puede percibir en nuestro repertorio que lo
nuestro va más allá de estilos.
En ese segundo disco destaca una cara más tranquila y sosegada en
canciones como “Partidas a muerte", "La puerta
de atrás" o "Por lo que más quieras” ¿Se sienten
cómodos Reciclaje en estas aguas suaves?
Ángel Quintana: Sí, por supuesto. Esos medios tiempos, con
peso, al más puro estilo americano, son marca
de la casa. Además este tipo de canción consigue crear espacios emocionales que nos parecen muy interesantes.
Sin embargo en el reverso encontramos
otro rollo, pisáis un poco más afondo el acelerador y la velocidad se impone en canciones como “Me
vuelvo un poco loco", "Imparables", "Agitar antes
de usar" o "Metralla”. ¿Qué caminos dirige vuestros sus conciertos?
Ángel Quintana: Bueno, ya sabes, así es el rock, hay momentos
para todo. Exploramos sobre todo el camino de
las emociones, rascar de adentro. Es en nuestros conciertos donde desplegamos toda la
energía, convirtiéndose en una comunión entre
el rock, las emociones y por supuesto la diversión.
Y cuando mejor estabais, cuando más enfilado teníais vuestro trabajo, os obligan a parar por la pandemia. ¿Cómo fueron aquellos
dos años tristes en vuestra agenda musical?
Ángel Quintana: Pues no tenemos una historia muy diferente a
la de todos los compañeros que sufrieron
aquella situación tan apocalíptica. En nuestro
caso, estábamos con el disco listo para publicar, habíamos lanzado un primer adelanto en
febrero. Además teníamos una gira de unas
quince fechas que arrancaba precisamente en
marzo y claro, hubo que cancelarlo todo.
Nos quedamos bastante bloqueados y sin saber muy bien qué hacer.
Y sin embargo la postpandemia nos trajo
infinidad de música, todo el mundo quería
mostrar el trabajo que estaban haciendo en ese
obligado confinamiento. ¿Cémo fue ese cruel
tiempo para Reciclaje?
Ángel Quintana: A pesar del bloqueo que sufrimos los primeros
meses, ese mismo verano firmamos con la discográfica Avispa Music y trazamos un plan de
lanzamiento del disco que teníamos preparado,
basado en la publicación de adelantos, mientras veíamos como se iban desarrollando los
acontecimientos.
¿Fue “Mágico” ese disco revulsivo para saber que al menos el COVID no se llevaba por
delante el rock and roll, pese a los caídos?
Ángel Quintana: Bueno, uno de ellos (risas). Ya ves la cantidad
de discos y música nueva que salió en cuanto
se empezó a ver un poco la luz.
Hubo muchas bandas que no pudieron soportar
esa situación y cayeron, pero también nacieron
otras…al final es lo mismo que ha pasado
siempre pero con unas circunstancias diferentes.
En este trío de ases discográficos, os arropáis con un gran elenco de colaboradores: Santero y los Muchachos, Nat Simons, Rebeca Jiménez, Adri de Desvariados, Rubén Pozo, Javier
Andreu, y respaldados por el productor de Loquillo, Josu García. ¿Qué aportan estos cracks
a vuestras canciones?
Ángel Quintana: Pues aportan creatividad y saber hacer, hacen
las canciones mejores y la verdad, nos consideramos muy afortunados de que artistas de
su talla hayan colaborado con nosotros.
Tuvimos además la fortuna de estar en el escenario con algunos de ellos para grabar “Ven a
por mí", nuestro primer disco en directo y la
verdad es que fue realmente mágico, tenemos
unos recuerdos de aquella noche imborrables y
sin duda, fue de las mejores experiencias que
hemos tenido sobre las tablas en nuestra carrera.
En boca de los críticos más audaces y felinos, dicen, que si un grupo no alcanza el éxito
en su tercer trabajo, está condenado. Yo no soy
de ese tipo de atrevidos, y considero que en la
música todo tiene su momento y su tiempo, y
la llegada de buenas canciones que te lanzan al
otro lado bonito de la vida. ¿ Fue vuestra consagración “Mágico?
Ángel Quintana: Nosotros tampoco somos de esa idea, aunque
es verdad que muchas bandas han conseguido
el éxito en su tercer álbum, no es una cosa que
nos preocupe ni nos obsesione. Estamos en
esto para disfrutar del camino, nos importa
poco consagrarnos o no, eso no es cosa nuestra. Lo nuestro es componer, tocar y disfrutar, y si en ese proceso tocamos la fibra de alguien,
seremos aún más felices.
Vuelven con un disco en directo, “Ven a por
mi”, grabado en la Sala Copérnico de Madrid en
noviembre de 2022. Y lo lanzan al mercado en
esta primavera de 2024. ¿Qué ocurrió en estos
dos años de espera?
Ángel Quintana: Queríamos sacarlo en el momento más oportuno. Rompimos relaciones con nuestra discográfica y con nuestro mánager y decidimos esperar y estudiar bien la forma de publicarlo. El
año 2023 fue un año de reflexión para nosotros y teníamos claro que no había ninguna
prisa, que esperaríamos el momento oportuno
para el lanzamiento.
Contactamos con Nano Ruíz de Lengua Armada, planificamos todo lo relacionado con el lanzamiento, la promo y demás y decidimos publicar en 2024.
¿Quedo satisfecho Reciclaje con este disco
en directo, donde no hay trampa ni cartón?
Ángel Quintana: Muy satisfechos. De hecho ha superado con
creces nuestras expectativas. Lo ha grabado
Mark Janipka, que a nuestro juicio es de los
mejores ingenieros de sonido que hay en España y Josu García se encargó de la producción y
estuvo supervisando los ensayos.
Créeme, si te digo que con este equipo nada
puede salir mal.
¿Cómo fue la selección de canciones, la
eterna duda de que descartes dejar para construir un buen disco de todas las canciones hechas?
Ángel Quintana: Había algunas canciones que sabíamos que tenían que estar, aunque siempre hay tres o
cuatro que siembran las dudas. Josu también
fue clave para decantarnos, nos fiamos mucho
de su criterio y experiencia. Él desempata todos los partidos.
Hay un momento en el principio de cada
concierto, que si el artista no se ve reflejado en
el público, y el público no se calienta con lo que
ve y oye, se queda en algo frío y displicente.
¿Cómo hace Reciclaje para calentar el ambiente, para que les sigan y haya una comunión?
Ángel Quintana: Salir a darlo todo desde el minuto uno. No hay
más que eso. Si logras sorprender con un primer golpe, lo demás viene todo rodado.
En “Ven a por mi” hay un puñado de muy
buenas canciones, quizás las mejores de Reciclaje, y en ese directo suenan potentes y poderosas. ¿Es el directo la mejor fórmula para defender un disco?
Ángel Quintana: Pues no lo sé, la verdad. Supongo que según el
artista y su estilo. Hay cosas que son muy difíciles de defender en directo y otras que ganan
con respecto al disco.
Nosotros somos una banda de directo. En “Ven
a por mí” está lo mejor de nuestros tres discos
publicados hasta ahora y creemos que las canciones han mejorado con respecto a su versión
de estudio, precisamente porque estamos mucho más cómodos en un escenario que en un
estudio.
La mayoría de grupos y solistas suelen hacer un disco en directo en su ya dilatada carrera, y sin embargo vosotros lo hacéis al principio. ¿Qué riesgos conlleva en ello?
Ángel Quintana: Mentiríamos si dijéramos que lo teníamos claro. Como bien dices, todas las bandas que nos
han servido de inspiración grabaron su primer
directo cuando ya llevaban muchos discos publicados. Cuando nuestro mánager nos lo propuso nos dio mucho vértigo, pero nos pusimos
a trabajar con Josu en el local, con largos y duros ensayos. Ya la preproducción fue una experiencia alucinante.
Siendo una banda de directo, ¿qué pensáis de la Inteligencia Artificial,
se puede cargar la música, o por lo contrario la
potencia?
Ángel Quintana: Como todas las nuevas tecnologías pueden
ayudar en la producción de música, pero creemos que la creatividad no se puede sustituir
por una IA.
Somos más de artesanía que de tecnología, no
estamos peleados con los avances tecnológicos, pero somos más de madera y cuerda.
¿Cómo se presenta el verano para Reciclaje?
Ángel Quintana: Se presenta tranquilo e intenso a la vez. Hacemos un festival y estamos desde ya preparando una gran presentación en la sala Sol de Madrid, con muchas sorpresas y grandes invitados. Será el 14 de septiembre y será la fecha
del año para Reciclaje.
¿Tenéis ya algo en mente para vuestro
quinto disco?
Ángel Quintana: Tenemos ya nuevas canciones, llevamos mucho tiempo sin publicar nada nuevo y estamos
con muchas ganas de sacar nuevo material.
Aún no hay un plan definido, lo vamos a tomar
con calma, ahora estamos enchufados con la
presentación de este disco en directo y luego
ya veremos.
Que Reciclaje hagan un rock and roll sin filigranas, fresco y auténtico, no es novedad alguna, pero, ¿qué
arduos caminos hay que recorrer para llegar
hasta aquí?
Ángel Quintana: Como todo lo que se quiere conseguir en la
vida, hay que creer en ello y a veces renunciar
a muchas cosas de una “vida normal”. Esos caminos pueden ser muy inciertos e inseguros, la
soledad se hace una carga dura, pero al final
está la satisfacción de que estás haciendo con
tu vida lo que realmente quieres, aunque en
muchas ocasiones, nadie a tu alrededor lo entienda.
¿Disfruta Reciclaje en todo momento este
presente?
Ángel Quintana: Disfrutamos del presente, o al menos lo intentamos. Como te decía antes, cada vez pensamos menos en el futuro, llevamos diez años en
esto, que tampoco nos parece una carrera muy
larga, y sentimos que aún nos quedan muchas
cosas que decir y mucha guerra que dar, pero
tratamos de centrarnos en lo que está pasando
ahora y lo que venga bienvenido será.
Gracias por vuestro tiempo y
por concederme esta entrevista, y ya lo siento
no haberla podido sacar en su momento, ya se
sabe: El hombre propone y Dios dispone... Pero
os deseo mucha mierda en vuestro futuro, y
toda la suerte del mundo para Reciclaje.
Ángel Quintana: Claro que sí, hemos venido aquí para quedarnos.
Muchas gracias a ti, ha sido un placer y no te
preocupes, ha sido una charla muy amena.