Entrevista: Los Estanques


“Este es el disco donde más mala hostia percibo” 

Por: Javier González. 

Los Estanques siguen a lo suyo, sin mirar a los lados, recorriendo el camino sintiéndose libres y haciendo en cada momento lo que les da la gana, algo que pocos pueden decir con tal rotundidad. Vuelven a mostrarlo con un nuevo trabajo, “Uve”, que llega tras su exitoso “Burbuja cómoda y Elefante Inesperado”, el proyecto que les unió a Anni B Sweet, con el que retoman el paso de su carrera, dejando claro que son una banda con discurso propio y un sinfín de melodías aún por explorar que en el futuro seguirán deparándonos agradables sorpresas. 

Días después de la salida de este nuevo trabajo, decidimos pegar un telefonazo a Iñigo Bregel, el arquitecto de las composiciones de Los Estanques, para conocer un poco más de cerca las nuevas canciones y la actualidad de unos tipos con espíritu gamberro en cuyo diccionario no encontraremos palabras como rutina ni automatismo. Lo suyo es el riesgo, apostar, crear y pasarlo bien, mientras disfrutan del viaje, dando gusto a la necesidad vital que tienen por hacer canciones. Arte libre para personas libres. En definitiva, lo suyo es música. 

Volvéis a la carga con “Uve”, el quinto trabajo de la discografía de Los Estanques, pero antes de meternos de lleno en él, me gustaría preguntaros por la extensa gira de presentación que habéis desarrollado con “Burbuja cómoda y Elefante Inesperado”. ¿Qué sensación habéis vivido desarrollando dicho proyecto? 

Iñigo: Muy bien, la verdad, muy contentos. Es un disco que ha funcionado muy bien. Ha sido una experiencia de la leche. Hemos girado mucho y hemos aprendido mucho de tocar y juntarnos con Anni. Hemos disfrutado al máximo. La experiencia ha llegado hasta ahí, no sabemos si nos volveremos a juntar o qué haremos, pero teníamos ganas de hacer nuestro disco y seguir nuestro camino solos, que a eso hemos venido. 

¿De qué forma ha afectado aquel proyecto a la labor de composición de estas nuevas canciones que han dado forma al disco? 

Iñigo: El disco está grabado entero antes del otro. Esa pregunta no te la podría responder, solo podría hacerlo para el sexto, que ya estamos liados con él. Será el primero que compondremos después de estar con Ana. 

Imagino que entonces la sensación que tendréis a nivel interno será un poco peculiar. 

Iñigo: Sí, ha sido algo extraño, por momentos hemos tenido la sensación que este no era el disco a sacar ahora, sino que debería haberlo hecho hace dos años, pero nos parecía mal dejar un trabajo en el cajón. Mientras acabamos el otro, sacamos este y tiramos. Y cuidado, con eso no estoy menospreciando este disco. Me encanta. Es un disco arriesgado y cojonudo, pero lo que te cuento, es de hace dos años. 

Desde fuera da la sensación que Los Estanques siempre están dispuestos a sorprender a nivel sonoro con su amalgama de sonidos abiertos, bien ejecutados y con unas letras repletas de sorna. ¿Podemos hablar de un nuevo capítulo de esa particular forma de hacer? ¿Observáis a nivel interno alguna evolución?

Iñigo: Sí, creo que como dices hay un camino construido canción a canción. Esta es la continuidad del estilo. Estamos contentos por el resultado, lo has definido perfecto. Hemos metido de todo. Se ha cuidado la composición, los arreglos y por supuesto, las canciones. En cuanto a letras, es el disco donde más mala hostia percibo. Todas las canciones despotrican contra algo. No hay ni una que diga que una persona es el puto amo. Las que han salido no hablan de nada bonito. 

¿Cuántas bandas del panorama os han llamado para amenazaros después de escuchar “Bienvenidos al Circo”? ¿De verdad pensáis que la música se ha convertido en un auténtico circo? 

Iñigo: De momento no ha llamado nadie. Serían más bien los managers los que llamarían para amenazarnos (Risas). La letra habla de cómo tú vas con toda la ilusión para hacer montar proyecto, tu banda, algo bonito, cosa extrapolable a otros sectores de la vida, y cómo empiezan los intermediarios a meterte mordiscos por todos los lados. Acabas viendo que vas con toda la ilusión del mundo y de ilusión no se vive. Es un poco lo que refleja, en consonancia con el resto del disco. 

¿Cómo se puede convivir con todo el desgaste que conlleva luchar contra gigantes? 

Iñigo: Buena pregunta. Antes era haciendo canciones. Ahora me gano la vida con la música, no con Los Estanques como banda, sí produciendo a otras bandas. Es lo que me da la estabilidad económica y emocional para seguir viviendo y tener mi banda. Personalmente, de Los Estanques no veo nada, lo que veo, es para mantener el proyecto. Lo tengo como una especia de hobby. Las producciones me dan para vivir y la banda me da la parte buena de tener un grupo. La estabilidad económica hace que no me de por tirarme de los pelos por todo. Al resto les tengo de puta madre, pero para mí la banda es un hobby, ya te digo. Es un poco el reflejo de la cultura de este país. 

Una de las grandes novedades es que en “Il Loro Piano” os lanzáis a cantar en italiano, cosa que hacéis también en “Lascia il tuo Nome”. ¿Cuánta culpa tiene Conti del asunto? ¿Puedes explicar a nuestros lectores de dónde viene la letra? 

Iñigo: La primera canción es mía, me la pidieron como sintonía de un programa y me la tiraron para atrás. Y dije, “aquí no se tira nada, me la quedo”. La estuvimos regrabando en una cabaña del País Vasco donde pasábamos los veranos, allí ocurrió la historia que narramos. Resulta que unos chavales de Vitoria que tenían un “grow shop” fueron a pegar un palo, porque allí en los montes tienen cosas plantadas. Viven de eso, es su negocio. Estos chavales fueron a robar desde la ciudad, pensando en hacerlo fácilmente, pero allí son todo caminos, la peña está vigilando y cuando vieron algo raro, salieron cuatro a por ellos. Tuvieron que huir al monte, pillaron a dos y el que quedó libre acabó llamando a la policía. Un ladrón llamando a la policía, qué guapo. La movida es que como tenía el aire mafioso, surgió la idea de hacerlo en italiano y el cabrón de Conti nos revienta con la interpretación. “Lascia il tuo Nome” fue la última del disco y tiene una letra más mística y espiritual.

“Damos gracias a Dios” es pura energía, un bombazo en toda regla, donde os mostráis especialmente viperinos. 

Iñigo: Esa canción habla de una persona que estuvo currando con nosotros, pero cuyo nombre preferimos no desvelar, al que definimos perfectamente. Si te pusiera las fotos de todas las personas con las que hemos trabajado, sabrías señalarlo. Descargamos nuestra ira contra la persona que nos dejó bastante dinero a deber. Afortunadamente, “Damos gracias a Dios”, ya cobramos, se portó verdaderamente mal con nosotros. Le hemos dejado un regalito. A nivel de melodía, hay días que llegó al local y me apetece sacar la guitarra y pisar la distorsión. Estaba en uno de esos días. 

Sabemos que eres principalmente el teclista de la banda, así que nos toca hablar de “Ay que no me pique el Tábano” y “Scherzo”. ¿Te has quedado a gusto sacando brillo a las teclas en ambas?

Iñigo: Realmente grabé todos los instrumentos del disco. “Ay que no me pique el Tábano”, surgió un día que fui con mi tío al monte, donde me pusieron fino. Tenía la melodía del estribillo, andábamos escuchando bastantes boleros de bandas como Los Tres Diamantes, Los Panchos y Los Tres Reyes, ahí está la influencia. La otra, “Scherzo”, me pilló estudiando armonía y polirritmia, tiene bastante chicha, de las que más del disco. La última cara de este trabajo es setentera y progresiva casi en su totalidad, con un tono muy épico. 

Salvo “Contiene Percal”, el resto de vuestros discos tienen 13 canciones, imagino que no tenéis miedo a la mala suerte. ¿A qué se debe este hecho? 

Iñigo: Sí, claro que sí. Qué pena que no me has hecho la pregunta con el anterior disco. La respuesta era que todos menos uno tenía trece canciones. ¿Cuántos de nuestros trabajos tenían trece cortes? Tres y uno que no la tiene, uno y tres son trece. Ahora son cuatro los que tienen trece, así que la respuesta se fastidia. No tenemos miedo a la mala suerte. Malcolm Scarppa que era uno de nuestros músicos favoritos, metía veintiséis por disco. Teníamos la coña que nosotros no éramos ni la mitad de bueno, por lo que metíamos trece nada más. (Risas) 

Volviendo a vuestra asociación con Anni B Swett. ¿Tenéis la idea de continuar con el proyecto, compaginar ambas cosas o por el contrario es algo que ya está finiquitado?

Iñigo: Pues… de momento, la verdad, es que no estamos cerrados. Acabamos de parar, así que no nos planteamos continuar. Si surge dentro de unos años, hacer otro disco, una gira… lo haremos encantados. Nosotros tenemos un camino claro. Lo de Ana ha estado guapo, pero el punto fuente de Los Estanques es estar solos. Aunque también lo es cuando nos juntamos con gente, haciendo lucir a otros. Es un poco lo que decían en esta gira, que con nosotros detrás, sacando un nuevo personaje de Ana, brillaba como más. Creo que es algo muy interesante de Los Estanques, sofisticar el percal musical que hay por aquí. Ahora no se lleva mucho la sofisticación, pero nosotros estamos contentos con nuestro papel. 

“Hacemos música porque es lo que más nos gusta del mundo” 

¿Hasta qué punto fastidia tener el respeto de la crítica, pero no tener una mayor repercusión mediática/económica? 

Iñigo: Sí, pero pienso que es un problema de este puto país de mierda, sinceramente. Aquí no sé qué pasa. En América hay espacio para todos, se consume música que no mola tanto, pero hay hueco para gente que toca bien y que tiene inquietud por hacer canciones. Gente que está haciendo dinero de la música. Pienso en Alfredo Rodríguez, un músico cubano que no hace música fácil. En este país estamos haciendo flaco favor a la cultura por todos los lados. Nos gusta más la mierda, justificando que es mierda: “Esto es mierda, pero huele así y cuando la comes sabe así, pero toca comer mierda”. Pues nada, comeos la mierda vosotros, me comeré el gambón yo. Es un problema del país. Sinceramente, creo que todos pensamos que tendremos nuestro sitio, pero bueno, es una carrera guapa. Nosotros no hacemos música por vivir de ella, sino porque es lo que más nos gusta del mundo. La rabia a la que haces referencia puede venir a posteriori, tras currártelo al máximo, y ver que los resultados no son los de Beyoncé. Pero tampoco vamos mal, estando en el país de mierda que estamos. Al final nosotros vamos a hacer canciones para gozar y disfrutar de la música, sí o sí, la saquemos o no. Es algo que no nos importa demasiado, pero si nos va mejor, bienvenido sea. 

Si la intención de la banda fuera intentar entrar en los carteles de los festivales de verano, “Uve” sale muy tarde. ¿Cómo habéis planteado la primera tanta de presentación en directo? 

Iñigo: Ahora tenemos varios festivales en que hemos entrado de cara al verano, unos diez más o menos. Estamos con Heart of Gold, quienes están haciendo un gran trabajo con nosotros, estamos muy contentos. De cara al invierno, habrá gira por salas, ojalá salga lo mejor posible. Luego tiraremos la caña para los festivales gordos del año que viene. Para este año han salido Tomavistas, Gijón Sound fest, varias cosas que sin la agenda delante no recuerdo. No somos un grupo muy de festival, pero encajamos a algunos, cuando hemos tocado la peña ha gozado. Cuando estás harto de ir a un festival a otro, escuchando la misma movida, o parecida, que te venga alguien así para despeinarte un poco, aunque no sea santo de tu devoción, es algo de agradecer. 

Es el primer trabajo que ve la luz con Sonido Muchacho, una gente que está muy loca y que da bastante rienda suelta y libertad a sus bandas. 

Iñigo: Ya, tío, estamos muy contentos. Es la primera vez que probamos con sello y están saliendo bastante bien las cosas. A ver qué onda. Hemos empezado con la promo más tarde de lo que empezamos con Anni, pero tengo bien de promo estos días venideros. Daremos caña para llevar “Uve” al mejor puerto. Estamos pensando ya en el siguiente disco, el sexto va a ser algo gordo para Los Estanques. 

Ya que te pones a tiro con el cacareado sexto. ¿Vais a empezar a rodar temas de dicho trabajo en directo?

Iñigo: Las del sexto no van a salir de gira, las del quinto, sí, tocaremos el disco entero. Hasta que no lo acabemos, no las tocaremos, pero te diré que van en formato rollo Nino Bravo. Ya verás, tú, va a estar guapo. Las letras guapas, nada de mariconadas. Me has pillado escuchando mucho a Nino Bravo y a Serrat, me han reventado. Los arreglistas de aquella época como Rafael Trabuchelli de Hispavox, que trabajó con Solera y CRAG. Era un puto amo aquel tipo. 

Por mi parte es todo, Iñigo. Siempre es un placer hablar contigo. Da recuerdos al resto de chicos. 

Iñigo: Oye, muchas gracias. De puta madre la entrevista. Ojalá que todas fueran así de entretenidas y bien hechas. Da gusto. 

Ojalá todos los discos fuesen así de entretenidos, arriesgados y bien hechos como los que proponen siempre Los Estanques.