Por: Txema Mañeru.
No necesita presentación el australiano Johnny Casino en las páginas de El Giradiscos. Ha pasado en repetidas ocasiones por ellas y pudiera haberlo hecho muchas más y sería absolutamente merecido. Además, estamos ante el artista internacional con más referencias en el genial sello de vinilos rock’n’roll, FOLC Records. Bueno, yo creo que es, sin más, quien más referencias tiene entre los más de 230 discos editados.
Hace algo más de un año nos trajeron hasta un espectacular Box Set de lujo con cinco singles de 7” titulado “Five X Seven: The Days Of Wine & Cola”. Excelentes y variadas joyas propias y brutales versiones de Love o 13th Floor Elevators. También publicaron en su día un LP doble recopilatorio absolutamente recomendable titulado “Johnny Casino And The Secrets” y, más recientemente todavía, un buen directo de su banda, Asteroid B-612, “The Greenback Blues”, grabado hace casi treinta años. No en vano es un artista admirado y versionado por grandes como Nick Royale (The Hellacopters, Imperial State Electric).
Por si fuera poco, y como lleva años afincado por Levante (creo que seguirá por ahí), hemos gozado en repetidas ocasiones y muy a menudo de sus grandes conciertos con diferentes, pero siempre grandes, formaciones. Pero ahora llega el momento de hablar de su nuevo y destacado LP, que ha sido publicado en colaboración de La Vilanova Recordings, y con emotiva dedicatoria para su “hermano”, Julián Marco. Está grabado en Philadelphia y producido con ayuda de Jamie Mahon. La masterización la ha llevado a cabo aquí Mike Mariconda y suena como un tiro. Del mismo mocdo cuenta con una aceratda portada y unas guapas fotografías en blanco y negro para la contraportada, una de ellas, con imagen de Elvis Presley tras él.
Pero vayamos a su rico sonido y estupendos temas. Al sonido general contribuye de manera brutal la banda de Philadelphia St. James and The Apostles, especialmente con un teclista fuera de serie. El agradecimiento de Johnny va también para Billy Menardi. El disco comienza con las “interferencias” guitarreras de "Twenty Twenty". Ya hace de las suyas un órgano ácido con matices Love pero dentro de un buen ritmo high-energy punk-rock australiano. Siguen con "If We Sow (Love Will Grow)", un medio tiempo con riffs realmente poderosos y donde su estribillo nos recuerda al “Horses” de Patti Smith, aunque igualmente hay momentos que nos traen a la memoria a Mott The Hoople o Steve Harley, y donde destacan sus punteos para llegar hasta los seis minutos. "Mr Fatguin" vuelve a tener un órgano muy psicodélico como protagonista y más guitarras rabiosas para de nuevo acercarnos a la mejor Patti Smith, incluso en la voz, aunque pueda parecer mentira. Cierra la cara A el precioso lento "Postcards" con sus riffs reiterativos y una melodía que te va hipnotizando.
Sorprenden en el arranque de la cara B con las buenas guitarras acústicas de "Make Hay While The Sun Shines" con aires casi country-folk. Un desarrollo instrumental delicioso que luego deja espacio para buenas eléctricas y ese órgano siempre muy presente. "Anchor" es otro buen medio tiempo guitarrero marca de la casa. Ahora nos trae aires hasta a Neil Young, pero con destellos épicos en un estribillo a dos voces realmente logrado y donde sobresale el acompañamiento dl piano. El órgano ácido de "Love Over Fear" nos remite al mejor Nuevo Rock Americano de Green On Red o de su réplica sueca, The Wayward Souls. Esta influencia se percibe también en el cierre que enuncia "The Ghost Train", con ecos, además, a los resucitados Rain Parade y con espectaculares solos de órgano y guitarra.
No podemos dejar mencionar que la edición digital del disco trae una fantástica versión de casi diez minutos del "Eight Miles High", de The Byrds, aunque sus locas guitarras casi se acercan más a las de Neil Young al frente de los Crazy Horse. Los ambientes que logra a lo largo de la extensa versión te llevan por parajes insospechados y muy “arriba”, como dice su título y también el de este flamante y destacadísimo disco.
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