Por: Javier González.
Sr. Chinarro viene repartiendo un puñadito de “Cal Viva” contra todo aquello que considera intolerable en esta nueva entrega; una potente colección que bien podríamos situar entre sus mejores trabajos de siempre, donde habla claro, directo y áspero ante una serie de cuestiones que le preocupan especialmente.
Musicalmente hablando, encontramos a un Antonio Luque reconocible, fiel a sus habituales postulados sonoros, sin por ello dejar de jugar, introduciendo, entre otros matices, seductores arreglos de cuerda que sirven para dotar de cierto dramatismo a algunas de las composiciones incluidas, para acabar firmando una obra que deja regusto dulce en el paladar al demostrar que en su caso no ha perdido de un ápice de capacidad a la hora de facturar grandes canciones.
Ante esta perfecta excusa, no podíamos evitar la oportunidad de contactar con Antonio Luque quien, una vez más, desde un lugar privilegiado y con encanto real de la costa malagueña como Pedregalejo, muestra que no tiene pelos en la lengua, cosa que nos encanta.
Vuelves a la carga con nuevo material, desde “¡Menos Samba!” nos has acostumbrado a sacar un disco nuevo cada dos años. ¿Es mera casualidad, pura estrategia o simplemente dicha periodicidad responde al tiempo que se tarda en preparar algo más de una decena de canciones?
Antonio: Parece ser que es el tiempo que se tarda. Ni me pongo plazos ni hago estrategias. Cuando tengo ideas y ganas de hacer una canción la hago. Cuando tengo las suficientes voy y las grabo.
Diecinueve discos te contemplan ya en el mercado, una barbaridad para el escaso respeto que en este país se tiene por la música y los artistas en general. ¿Lo tildarías de ejercicio de resistencia o de locura persistente?
Antonio: También es mi modo de burlarme de esa falta de respeto. Yo considero que la mayoría de los trabajos de la gente consisten en el fondo en engañar a la gente. Piensa en empleados de banca, curas, comerciantes de cualquier producto... En hacer canciones y grabarlas no hay engaño ninguno. Ni la sociedad respeta a los músicos lo suficiente ni yo respeto para nada a la sociedad. Intento reflejar eso en mis letras, y por supuesto en las entrevistas, donde resulta así de sencillo.
“Hay un montón de malditos bastardos deseando nuevos holocaustos”
En este caso has decidido titularlo “Cal Viva”, que debe ser uno de los más directos y apegados al presente que has elegido nunca. ¿Qué te ha impulsado a llamarlo así?
Antonio: Hay un montón de malditos bastardos deseando nuevos holocaustos, yo propongo que esta vez golpeemos primero para golpear dos veces. Mucha gente se ríe en las redes de Abascal, y lo comprendo, porque es un tipo ridículo, como es ridícula Ayuso, y más que ella M.A.R., pero a mí no me hacen ninguna gracia.
Escuchando esta nueva colección, me he enfrentado a una doble sensación. De un lado, pienso que Antonio Luque ha estado muy cómodo sacando adelante estas nuevas composiciones. ¿Has tenido la misma sensación durante la gestación del álbum?
Antonio: He encontrado un grupo de músicos con talento, conocimientos, técnica, simpáticos y con ganas de trabajar. Es la primera vez que se han dado todas estas circunstancias. También me ha gustado grabar en Calmo Records, porque no me daba la sensación de estar del todo en un estudio de grabación, al no haber tantas de las tonterías que suele haber en los estudios. Y tener presupuesto ilimitado de Eclipse Melodies me ayudó, paradójicamente, a hacerlo más rápido, al no tener la presión del tiempo.
Y a la vez, percibo a un creador calmado pero hastiado por la cantidad de cosas feas que percibe a su alrededor. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
Antonio: Esto bastante harto de fachas catetos, sí. Puedo olerlos ya. Tolerancia cero con los intolerantes. Me da igual que hayan sido amigos, familiares, lo que sea. No hablo con fachas, me dan asco.
También pienso que hay un equilibrio entre el Sr. Chinarro que todos tenemos musicalmente en la cabeza, pero que no se resiste a seguir jugando con sonoridades menos reconocidas/ habituales en tus trabajos. Me refiero a canciones como “Exvoto”, con unos violines que son oro, y “V de Victoria”, con ambientes funk de lo más colorista. ¿Qué te ha llevado a jugar con esta clase de arreglos?
Antonio: Los arreglos de cuerdas los han hecho Antonio Fdez. Escobar, la mayoría, y Lucas Valera, en Me acaricio. Los de viento Adrián Cruces, ayudado por Fernando Blanca. Tienen muy buen gusto y bastante experiencia. Les di indicaciones de lo que quería y lo entendieron al vuelo.
“Acabaremos viviendo todos en un centro comercial”
No me puedo resistir a preguntarte por “El Muelle 1”, un lugar icónico de Málaga, la ciudad en que vives desde hace tiempo, amado por los turistas pero que tú describes desde otro punto de vista totalmente alejado de esta fiebre que está atacando el país. ¿Cuánto duele ver perder el carácter de nuestras ciudades? ¿Existe algún modelo donde creas que podemos tener lo mejor de ambos mundos?
Antonio: No hay nada que hacer. La gente se va a comprar bobadas cuando se aburre. Y les gusta comprar a todos lo mismo. Acabaremos viviendo todos en un centro comercial. De hecho, ya ocurre, con las compras online cada casa es un local de Amazon o de la tienda que sea.
Por cierto, creo que tienes el estudio de grabación en Pedregalejo, uno de los pocos lugares que sigue intentando conservar su espíritu de barrio pesquero de toda la vida. ¿Qué tal es eso de trabajar desde allí?
Antonio: Yo no tengo un estudio de grabación. Tengo para grabar mis maquetas y ya. Sería incapaz de sacarle partido a compresores y ecualizadores de válvulas. Me vale con el mac y la Focusrite. Es mucho mejor alquilar un estudio cuando lo necesitas, igual que pasa con los coches. Pedregalejo conserva bastante encanto aún. Y las playas de El Palo. Hubieran querido tirar las casas, como quisieron en El Cabanyal de Valencia, para hacer una Malagueta espantosa de 6 Km de largo. Pero no han estado en las tres administraciones a la vez en lo que llevamos de democracia y, por suerte, no han podido.
Me ha sorprendido, conociendo tu militancia, que hayas titulado una canción “Carlos Haya”… ¿a qué se debe este hecho?
Antonio: Parece que los malagueños no recuerdan la Desbandá. Cada 7 de febrero veo pasar por ahí abajo a los pocos que hacen la marcha para homenajear a sus antepasados masacrados. No es que no se cumpla la ley de memoria histórica manteniendo esos nombres de calles, es que parece que la gente no tiene memoria ni de sus antepasados.
“Todos los artistas tenemos que hacer de payaso de vez en cuando”
Me ha dolido escucharte cantar el estribillo de “Bufón”, un golpe a compañeros de profesión que se prestan a tocar en karaokes a cambio de dinero. ¿Crees que en la profesión falta más gente con integridad?
Antonio: Todos los artistas tenemos que hacer de payaso de vez en cuando. La canción me la dedico a mí mismo. Para mí “Del Montón” es una payasada. La sigo tocando porque el público se alegra al escucharla y porque me gusta la letra, pero reniego del ambiente lolailo, aunque por supuesto se lo dimos como broma e irónicamente.
¿Hasta qué punto “Comunión” es una historia real? En caso de ser así, ¿hasta qué punto duele mirar atrás, al tiempo en que éramos niños y felices?
Antonio: Es absolutamente real, nombres y todo. Yo no era más feliz de niño que ahora. Duele ver que pasa el tiempo, no que el tiempo pasó. Es que se empeñe en seguir pasando lo que duele.
Nos ha encantado esta nueva colección, de hecho, creemos que es de tus mejores trabajos de siempre. ¿Viendo el resultado final compartes la afirmación?
Antonio: Ya he leído esto varias veces y no sabes cómo me alegra, de veras. Creo que tiene mucho mérito por mi parte, aunque a mí me gustan mucho los dos discos anteriores, que pasaron más desapercibidos, no sé si por el covid o qué. Seguiré tocando canciones de esos discos.
“Cal Viva” vio la luz semanas atrás, sin embargo, no ha estado disponible en plataformas hasta hace apenas unos días. ¿A qué ha respondido este hecho?
Antonio: Quería darle prioridad a la gente que comprara el soporte físico.
¿Ves algún tipo de solución para que los creadores reciban pagos más justos por las escuchas en streaming?
Antonio: De momento conviene asegurarse de que la compañía de discos no se quede con un porcentaje abusivo de ese pago que hacen las plataformas. Ese problema no lo tendré con este disco. Después hay que enseñar a la gente que no todas las plataformas pagan lo mismo. Por lo visto Tidal paga más, y puedo confirmar que suena mejor, pero nadie se cambia. Ahí volvemos a la falta de respeto a los músicos. En general diría que el sueño de la mayoría sería ver a su artista favorito pidiendo en el metro o el parque.
¿Por dónde crees que pasa el futuro de la gente que quiera ganarse la vida haciendo música?
Antonio: Deberíamos subir a plataformas solo los adelantos. Para el siguiente disco ya sí que lo voy a hacer así.
Últimamente es bastante complicado verte en directo, de hecho, la última vez que te vimos en Madrid fue en acústico en Morocco, en el marco de una presentación de un festival que nunca se desarrolló. ¿Crees que con este disco habrá opción de verte desarrollar una gira relativamente larga?
Antonio: En España no se hacen giras. Uno toca y se vuelve a casa. Es un país muy pequeño. Yo tocaré donde nos paguen, es sencillo.
Una curiosidad.
¿Has podido leer el libro de conversaciones que Fidel Oltra ha escrito sobre Nacho Goberna y La Dama se Esconde? ¿Qué te ha parecido?
Antonio: Aún no. Me gustaban muchísimo “Avestruces” y “Armarios y camas”. Tengo curiosidad por ver cómo se jodió todo tanto. Me lo han mandado los de Muzikalia, ya lo leeré.
Muchas gracias, Antonio. Ha sido un placer escuchar este disco y poder preparar este cuestionario.
Antonio: ¡Gracias a ti!