Entrevista: Querido


“Lo que mejor define nuestras letras se puede resumir en frikismo y preocupación”

Por: Javier Capapé.

El último día de este caluroso mes de mayo dábamos la bienvenida a “Una nueva esperanza IV”, el esperado debut de la banda viguesa Querido. Nueve canciones que se mueven en las coordenadas de la introspección y donde las preguntas tienen más cabida que las respuestas. Querido se han dado a conocer por ser la formación del hijo de Iván Ferreiro, pero más allá de sus similitudes biológicas, Querido tiene una personalidad propia bien definida donde predominan las atmósferas y ambientes facilitados por el uso de todo tipo de “maquinitas” y sintetizadores. El joven cuarteto nos regala un disco donde todo tiene un sentido, donde la cotidianeidad, el pensamiento interior, la distancia emocional, la asunción del fracaso, la empatía o el anticonformismo se dan la mano. Unos temas que flotan entre las canciones de un disco pensado como un todo y donde la influencia de la saga galáctica más famosa de la historia lo conduce desde su clarificador título.

Conversamos con Andrés Ferreiro y Antón Vigara, los compositores principales del grupo, encargados de la voz y el bajo respectivamente, en una formación donde las guitarras quedan a un lado quizá como manera de desmarcarse de la tendencia del rock de nuestro país o simplemente porque es lo que el cuerpo les pide. Querido nació como una banda de amigos con mucho en común. Les gusta que les definan como una banda pop y no renuncian a su lado más friki, convencidos del valor de los discos y seguros de que son ellos quienes quieren guiar sus pasos por encima de modas o dictados de la industria. Este es el resultado de una entrevista en la que El Giradiscos había puesto muchas ganas y que nos presenta a un grupo sin desperdicio que estamos seguros dará mucho que hablar más allá de sus evidentes referencias.

Sois una banda nueva, pero afortunadamente comenzáis creando expectación por todo lo que hemos visto en redes sobre vosotros. ¿Cuáles serían las mejores palabras para presentaros?

Andrés Ferreiro: Querido somos cuatro chavales de Vigo. Antes éramos más, pero como en toda banda siempre alguien se queda por el camino. Decidimos juntarnos en un principio para tocar canciones que nos gustaban y a partir de ahí empezar a hacer las nuestras propias.

El pasado 31 de mayo presentasteis vuestro debut “Una nueva esperanza”, con claras alusiones al universo “Star Wars”. ¿De dónde viene este título y qué hay de esa mítica saga galáctica, que para algunos de nosotros es tan especial, en vuestro estilo o temática?

Andrés Ferreiro: Yo creo que todo. Es la primera peli de la que tengo el recuerdo de que mi padre me sentase en el sofá para verla. No sé si fue “Star Wars” o “E.T”, pero fue una de esas dos. Recuerdo sentarme a ver “Una nueva esperanza” y eso lo marcó un poco todo. Que me guste o no me guste no es tan importante porque es la primera que recuerdo ver en mi vida. Después es verdad que me encantó y “Star Wars” es una de mis sagas favoritas, pero podría decir que “Una nueva esperanza” está en todo lo que soy. Es la saga de mi vida. Marca todo el devenir de lo que ha sido mi yo. Mi ser y mis gustos están marcados por esa película.

Antón Vigara: Todos recordamos la primera vez que vimos esa película. Nos ha marcado a todos.

Os juro que no ha sido intencionado, pero veréis que tengo detrás, en la habitación, el póster de “Star Wars” (risas).

Andrés Ferreiro: Sí, sí, lo veo.

¿El título “Una nueva esperanza”, creéis que de alguna manera puede ser premonitorio para vuestra propuesta? ¿Cuál es el sentido que queréis dar a la canción de ese título y a este proyecto?

Andrés Ferreiro: Ese título tiene un trasfondo aparte de ser el episodio IV de “Star Wars”. La primera vez que fuimos al Náutico como Querido estaba por allí Martí Perarnau, que es Mucho él solo y _Juno con Zahara. Martí hace canciones increíbles y le adoramos. Tuvimos allí una conversación juntos, que probablemente él no recuerde, y le dijimos que estábamos haciendo canciones y que queríamos hacer esto. Y él nos dijo: “sois la nueva esperanza”. Así que, combinado con que ya teníamos una idea del título por “Star Wars”, que de repente alguien como Martí te diga eso deja claro que el primer proyecto tenía que ser éste.

Antón Vigara: Lo tuvimos bastante claro, la verdad.

Vuestro sonido está muy influido por la electrónica, aunque se puede decir que sois una banda pop. ¿Cuáles son las influencias que manejáis?

Andrés Ferreiro: Martí es la primera influencia, tanto con Mucho como con _Juno. Delaporte nos está entrando bastante ahora, aunque es un techno más fuerte. Mi padre por supuesto, con sus maquinitas. Y después, dentro del pop, que me encanta que digas que somos una banda pop porque a la gente parece que le da miedo decirlo y a mí me encanta, yo creo que Egon Soda, Love of Lesbian, Lori Meyers, Coque Malla, Los Rodríguez… un poco de todo. Lo que llevamos escuchando toda la vida.

Me hablas de grupos en castellano, pero imagino que se amplía mucho la paleta a lo internacional también. De hecho, la primera canción que presentasteis tenía referencias a Death Cab for Cutie.

Antón Vigara: Eso es. Es que la canción “Transatlanticism” de Death Cab for Cutie nos marcó mucho a Andrés y a mí. Estuvimos como un año obsesionadísimos con ella, que fue nuestra canción más escuchada en Spotify. Todos los días, pero todos, la escuchábamos. En el coche, en la ducha, donde fuera. Y además de este grupo, otros como Wilco o Bonobo en el lado más electrónico que, aunque es un DJ, lleva una banda espectacular en directo.

Andrés Ferreiro: Pink Floyd, Radiohead… clásicos.

Me encanta, porque mucha gente rehúye hablar de los clásicos.

Andrés Ferreiro: Es como “Star Wars”, los grupos clásicos te van a influir sí o sí (risas).

“Que yo cante igual que mi padre es algo natural porque resulta que soy su hijo. ¡Bienvenidos a la biología!”

Es inevitable hablar de Iván Ferreiro, padre de Andrés, porque habrá sido una pieza clave para vosotros, pero es verdad que las referencias a Iván no están solo en el sonido. Tu voz tiene muchísimos paralelismos. En la canción “El último pensamiento” me cuesta diferenciar si no es tu padre quien la canta. ¿Habéis decidido mostrar esto de forma deliberadamente consciente o preferiríais haber partido sin esta referencia tan clara en un principio?

Antón Vigara: Nunca lo hemos ocultado. Es que no hay nada que ocultar, realmente. Andrés es el hijo de Iván Ferreiro.

Andrés Ferreiro: Es algo tan natural para todos que no entiendo, bueno, en parte sí, pero no entiendo demasiado el bombo que se le da a este tipo de cosas. Me parece mucho más grave que alguien que no tiene nada que ver con Leiva se intente parecer a Leiva. Que yo cante igual que mi padre es algo natural porque resulta que soy su hijo. Eso pasó también con Sidecars. ¿Qué culpa tiene Juancho de cantar exactamente igual que su hermano? ¡Bienvenidos a la biología! Esto es algo que para nosotros es tan natural que no tuvimos ninguna conversación al respecto. Fue algo que está ahí. Quizá al principio decía todo el mundo que cantaba igual que mi padre y yo pensaba: “De acuerdo, ya sé cuál va a ser el patrón”. 

Antón Vigara: Tampoco lo notamos tanto. Obviamente hay gente que lo dice, pero no nos importa.

Andrés Ferreiro: Es algo que pasó más al principio y creo que es un elemento muy de hater, de red social, en plan: “Búscate una personalidad porque para hacer lo que haces ya tienes a tu padre”. Mira amigo, “ten un poco de cerebro, búscate otra excusa para decirme que no te gusta Querido y ya está”. No me preocupa que haya gente a la que no le guste Querido. Es más, quiero que haya gente a la que no le gustemos para preguntarme “¿Qué le falta a Querido para que no le guste a esa persona?”. No pretendo gustarle a todo el mundo. Es imposible. Esto es como un elemento que la gente no lo considera diferenciador porque ya lo ha hecho mi padre antes, pero en realidad es un elemento diferenciador. Además de la voz, Querido tiene un gen muy Ferreiro que ya ha dejado de ser Ferreiro porque Antón no lo es y lo tiene también. O Raúl y Roque. Es como una escuela Ferreiro. Ha dejado de ser familia para ser una escuela más general que ha acogido mucha más gente.

Antón Vigara: Es que empezamos la banda tocando en casa del padre de Andrés. Pasamos un montón de meses invadiendo la casa del pobre Iván (risas).

Pero evidentemente no solo es la voz, porque las maquinitas, el ambiente, la atmósfera que creáis en vuestras canciones sí tiene esa similitud con Iván Ferreiro. Cierto es que en este momento de redes, haters y demás, la primera vez que supimos la gran mayoría de vuestra existencia fue por unas imágenes del Náutico. Imagino que el que estuviera en el Náutico aquel día fliparía porque de repente encontraba algo que no se esperaba, pero lo que nos llegó a los que no estábamos allí era una banda con una voz muy reconocible y con la referencia de salir precisamente del Náutico y no de otro lugar. Pero vayamos más allá, ¿cuánto os habéis apoyado en Iván a nivel de asesoramiento de sonido, influencias o ambientes en los que moveros o, por el contrario, cuánto hay de querer hacerlo por vosotros mismos sin necesidad de apoyaros en nadie?

Andrés Ferreiro: Al final Querido somos Antón y yo haciendo lo que nos gusta. Nuestro máximo consejero es Sergio Martínez Puga, nuestro productor, y a partir de ahí, en este primer disco al menos, ha sido como te cuento. Antón y yo hemos hechos las canciones, se las hemos llevado a Sergio y él ha dado su opinión. Después hemos buscado hacia dónde querían ir las mismas, pero tampoco somos personas que nos cerremos a ningún tipo de sonido ni a nada. Ahora estamos haciendo canciones nuevas, que son bastante distintas a las anteriores, sobre todo en cuanto a estructuras. Nos gusta que las canciones sean distintas, que no sean siempre estrofa-puente-estribillo, nos gusta experimentar y con los sonidos y ambientes nos pasa eso. Vivimos en una época en la que hay tantas cosas tan accesibles…

Antón Vigara: Hay tantos sonidos nuevos, instrumentos, cacharros que te flipan, que tratas de ir incorporándolos todos.

Sois un grupo donde hay más atmósferas y ambientes, más sintetizadores que guitarras, que apenas las escuchamos, que hay que buscarlas.

Antón Vigara: No somos muy de guitarras. En la banda no hay guitarras. En directo sí, pero guitarrista como tal no tiene Querido.

Eso es, os quería preguntar precisamente quién se encarga de las guitarras en el disco, ya que no aparece guitarrista en vuestros créditos, y cómo las lleváis a vuestros directos.

Antón Vigara: Hay canciones que se han compuesto con guitarras. A mí me gusta mucho componer experimentando con un instrumento más que buscando unos acordes de primeras. Yo no soy guitarrista, pero algún día que me dio por tocar la guitarra empecé a sacar un arpegio sin saber ni lo que estaba tocando y de ahí salió “El último pensamiento”. Así que sí, hay canciones que se han compuesto con guitarras. Ahora bien, cuando hay que grabarlas en el estudio, al igual que tocarlas en directo, Sergio es quien se encarga de ello, porque guitarristas en Querido está complicado (risas).

¿Es esta una manera de desmarcaros de esa tendencia de tanto rock de guitarras que tenemos en España?

Andres Ferreiro: Es algo que ha venido de forma natural. Nunca hemos dicho: “todo el mundo va con guitarras, vamos a quitar las guitarras nosotros”. No es eso. Es más “yo quiero escuchar esta canción con un solo de sintetizador, no con uno de guitarra”. Eso es algo que nos pasaba a los cuatro, así que dijimos: “vale, vamos a hacer un muro de guitarras con cuatro acordes y a seguir con otra cosa”. Pero sí, creo que va a ser un elemento diferenciador porque estuvimos el otro día en O Son do Camiño y es que había mínimo dos guitarristas por banda y nosotros llevamos a uno de milagro.

Habéis hablado de esos primeros pasos en casa de tu padre empezando a ensayar, pero nos podéis contar cómo comenzó el grupo, ¿cómo fue vuestro arranque?

Andrés Ferreiro: La primera idea de hacer la banda viene de cuando estudiábamos sonido Antón, Raúl Fernández (nuestro batería) y yo en un instituto de Bouzas. Ahí, en la cafetería, a la típica hora de descanso, alguien en la mesa (éramos como seis o siete personas) dijo: “vamos a hacer una banda”. Todos nos miramos y dijimos “adelante”. La banda salió de ahí. Fue pasando el tiempo y los únicos que de verdad queríamos seguir con la banda éramos nosotros tres y fuimos los que quedamos por el camino. Ese fue el primer paso para hacer Querido.

Entonces, ¿Roque Ben se une más tarde con sus teclados y sintetizadores?

Antón Vigara: Roque y yo teníamos otras bandas antes, hasta tuvimos una juntos. Éramos amigos desde el instituto e hicimos bachiller juntos. Hubo un momento que necesitábamos un teclista en Querido y se lo dije a Roque. Él estaba con ganas de tocar en un grupo y ni se lo pensó. No le hizo falta ni escuchar las canciones antes de decir que sí. Eso sería en el año 2022.

Por lo tanto, el proyecto arranca con la pandemia, entiendo.

Andrés Ferreiro: Yo creo que esa conversación de la cafetería es justo antes de la pandemia. Cuando estábamos empezando a ir a tocar versiones, de repente llegó la pandemia y se paró todo.

Antón Vigara: Arrancamos cuando teníamos las prácticas del ciclo de sonido. Empezamos a ir a casa de tu padre a aprender a tocar juntos, porque Andrés no había tocado nunca en una banda, no sabía tocar el piano tampoco… y así fue como empezamos.

“Me gustan mucho las cosas que no acaban”

Por lo que se intuye en vuestras canciones, ¿os interesa más la introspección y sugerir al oyente que dejarle todo más claro? ¿Por qué vais por ese camino?

Andrés Ferreiro: Creo que por nuestras referencias. Últimamente tengo mucho una conversación con la gente de mi alrededor y es que, de mis tres series favoritas, dos han acabado, pero no he sido capaz de terminarlas y la otra aún no ha acabado, o sea, que me gustan mucho las cosas que no acaban. Me gusta darle vueltas a teorías: “¿qué piensas tú de esto, qué pienso yo?”. La forma que tengo de componer también es así. Hay veces que escribo algo y hasta pasados meses no me doy cuenta de lo que había escrito. Hay veces que hablo de mí, otras de gente de mi alrededor, hay veces que hablo de situaciones que no existen… Es más algo de gustos. Siempre he preferido que no me den las cosas claras a que alguien me diga justo lo que está pasando.

Antón Vigara: No nos gustan las letras fáciles. Es un poco inevitable porque hay letras compuestas solo por Andrés y otras en las que escribí yo alguna parte. Juntamos letras de los dos y a lo mejor para mí la canción habla de una cosa o en el momento en que la compuse pensaba que hablaba de una cosa y para Andrés tiene un sentido totalmente distinto. Es lo que tienen las canciones que hacemos. Cada uno las interpreta como quiere y esa es su magia.

Ya que hablas de letras os iba a preguntar también por los temas que predominan en las letras de las nueve canciones de vuestro debut. ¿Hay alguna temática que queráis mostrar más o lo dejáis todo abierto?

Andrés Ferreiro: Lo que más plasmamos es que somos unos frikis empedernidos, que nos encanta la cultura pop, y eso es algo que no va a cambiar. Lo que decías tú antes, que nos movemos en la introspección, que somos personas que no estamos tranquilas con nosotros, con nuestro alrededor. No sé si llega a ser una crítica, pero sí que hay mucha intranquilidad, agobios, ansia más que ansiedad. Creo que lo que mejor define nuestras letras se puede resumir en frikismo y preocupación.

Esa exigencia llama la atención en un grupo joven como sois vosotros, porque exigís al oyente en un momento en el que parece que todo tenga que consumirse súper rápido. Vuestro disco no es de entrar a la primera y prácticamente podría decirse que no hay singles. Son canciones de meterse dentro de ellas. Esta línea me parece muy valiente. ¿Qué tenéis que decir al respecto de eso?

Antón Vigara: Nunca componemos pensando “vamos a hacer un single”. Los dos singles más claros que hay en el disco fueron los dos que salieron al principio y ni siquiera esos los considero típicos singles. Nos gusta más sacar discos.

Andrés Ferreiro: Creo que va también por nuestros gustos. Al final, todas las bandas que he mencionado antes son bandas que no son fáciles de entrar. Mi banda favorita en español son Love of Lesbian y a ellos entré muy mayor. Escuchaba “1999” de niño porque lo ponían mis padres en el coche, pero yo no entré hasta que salió “El Poeta Halley”. Pensaba: “este pavo está loco, está diciendo cosas increíbles, yo quiero esto”. Nos gusta la música en la que no es fácil entrar y sobre todo tenemos la suerte de estar dentro. Yo me acuerdo de estar mi padre componiendo “Casa” y que igual lo que más le costó de ese disco fue elegir el orden de las canciones. Estando dentro te das cuenta de que un disco es un trabajo tan grande que ¡cómo no vas a escuchar un disco entero! ¡Es algo tan grande y tan mágico cuando conectas con un disco! No hay nada como conectar con diez canciones en lugar de solo con una, que es lo que se está perdiendo ahora. Yo prefiero conectar con diez o doce canciones que forman un disco, que no conectar con dos singles.

Ese es el reto ahora mismo, porque es lo más complicado en un momento tan gobernado por los singles. Bueno, hablemos también de algunas de estas canciones en concreto. Con “Al otro lado del Atlántico” os disteis a conocer con un guiño a Death Cab for Cutie. ¿Qué importancia tiene esa canción ahora en vuestro repertorio?

Andrés Ferreiro: Es muy importante. Si en la industria actualmente lo que marca son los números, esta canción es la que tiene los números más altos. No sé si es porque fue la primera, no sé por qué motivo, pero sí que es una canción que tiene bastante importancia para nosotros porque es como la cabeza del grupo. Es la primera que salió, la que más gente debería conocer y dentro del repertorio, ojalá deje de serlo en algún momento, pero supongo que es la más importante.

Hay otra canción que me llama mucho la atención. “Hay una luz” es súper cotidiana. Frases como “me lavo los dientes con desdén” hacen que sea algo tan gráfico y tan real para todos. ¿Qué queréis transmitir con canciones tan naturales y a la vez tan pop como ésta?

Andrés Ferreiro: “Hay una luz” la empezaste tú, Antón. Llegaste con la parte final, que es toda prácticamente tuya. Es una de las pocas canciones que hicimos en Gondomar con mi padre. De hecho, me acuerdo que gracias a “Hay una luz” salió “Al otro lado del Atlántico” porque esa tarde que fuimos con mi padre empezamos a tocar “Hay una luz” y dijo que le recordaba a “Transatlanticism”, así que a raíz de ésta salió “Al otro lado del Atlántico”. Antón hizo toda la parte final y una primera estrofa y yo simplemente rellené lo que había. Creo que esta canción es la más cotidiana. ¡No sé qué querías decir tú con el estribillo, Antón!

Antón Vigara: Pues esa fue la primera letra que escribí, la primera vez que me aventuré a escribir algo y por eso igual es más cotidiana. Para mí habla un poco del momento que estaba viviendo en aquellos meses de composición, que era un poco complicado, pero no sé, ¡fue hace tanto ya! (risas).

Andrés Ferreiro: “Hay una luz” me gusta mucho porque me acuerdo que Antón llegó con una canción muy de amor y en cambio las estrofas y puentes que escribí yo eran sobre The Leftovers. Justo estaba viendo la serie en ese momento y esa frase que has señalado (“me lavo los dientes con desdén”) me recuerda a cuando acabé la segunda temporada. Estaba llorando muchísimo y decidí ir a lavarme los dientes. Me vi en el espejo y dije: “¡ahora qué hago con mi vida!”. Para mí “Hay una luz” es ese momento de acabar una serie que estás disfrutando muchísimo y para Antón puede ser algo más relacionado con una pareja o una relación amorosa.

“En mi cabeza” es otra de las que me ha encantado y me hace pensar en nuestros devaneos internos. También pienso que es una de las más ligeras del conjunto, que la hace muy especial. ¿Cómo valoráis vosotros la salud mental (si es que va realmente por ahí la canción) en un momento tan dominado por el qué dirán como el que vivimos?

Andrés Ferreiro: “En mi cabeza” va muy ligada a “El último pensamiento” porque son dos canciones que escribí en un momento en el que, como tú dices, estaba pensando en la salud mental. Veía a todo el mundo hablando de eso y sentía que era un privilegiado porque a mí no me pasaba nada. Esos dos temas están escritos desde cómo creo yo que estaría si tuviese ese tipo de problemas. No son cosas que hayan pasado de verdad, son pensamientos que resumen cómo sería yo estando en esa situación. Son canciones muy importantes para mí y, al final, en estos meses que llegó ese momento de no estar bien a nivel mental, fui al psicólogo y estas canciones comenzaron a tener otro sentido. Me parece algo importantísimo y, por supuesto, recomiendo a todo el mundo que vaya al psicólogo, ya no cuando estés mal, sino como cuando vas al médico de revisión, para hablar con alguien que no es de tu entorno y para que vea si estás bien o interprete si necesitas algo, porque si estás mal no te das cuenta de lo que necesitas. Crees que necesitas una cosa y en realidad necesitas otra. Los psicólogos no dejan de ser especialistas que están ahí para ayudarte, como médicos o cirujanos. Así que me encantan esas dos canciones que van muy ligadas y son muy importantes por el tema de la salud mental, que es algo crucial.

Confundimos quizá la salud mental o ir al psicólogo con mostrar que todo nos va bien en nuestras redes, como si eso nos fuera a ayudar.

Andrés Ferreiro: Exacto, como si las redes fueran el psicólogo.

“Nos pasamos la vida pidiendo perdón, pero no sabemos para qué ni a quién”

Yo sin embargo había relacionado “En mi cabeza” con "La cultura de la decepción", porque esta última habla de las expectativas con las que convivimos en nuestra sociedad, de sentirnos siempre decepcionados, así como de la dificultad para asumir cada vez menos el fracaso. En mi generación parecía que nadie podía permitirse el lujo de fracasar, pero no sé si en la vuestra, afortunadamente, convivís mejor con esa decepción y os hacéis más fuertes de esta manera. ¿Es esto lo que queréis reflejar en esta canción?

Andrés Ferreiro: Afortunadamente hemos avanzado bastante en ese tipo de cosas que en vuestra generación eran como lo que tú dices, que si fracasabas eras una mierda y no servías para nada. Creo que estamos en un punto en el que tengo muchos amigos que han cambiado de carrera tres veces, han cambiado de curro otras tantas y saben que por eso no pasa nada. Sí que se ha avanzado bastante en esos temas que son importantísimos y “La cultura de la decepción” habla bastante de eso, de la expectativa, de la decepción, del perdón… porque parece que nos pasamos la vida pidiendo perdón, pero no sabemos para qué ni a quién, si a tu familia si a la sociedad o si a ti mismo. Así que gracias a Dios hemos avanzado bastante en eso.

Pues me voy a permitir relacionar “La cultura de la decepción” con “En el alambre”, porque precisamente hablaba con tu padre en una entrevista hace poco más de un año de esto, de la derrota y de dejarse caer. Está claro que hay conexiones por todos lados en estas canciones. Y pasando a otro tema, hay otra canción en el disco que incide también en una de las modas que hay ahora en la música, que son las colaboraciones. Vosotros tenéis una colaboración en “Lo bueno de los Garvey” en la que está Laura Jordán dando un toque cálido a la canción. ¿Qué sacáis de la experiencia de contar con alguien externo a la formación? 

Antón Vigara: Laura Jordán es una amiga de nuestro batera Raúl de toda la vida. Cuando la conocimos supimos que con ella teníamos que hacer algo porque es una tía increíble y su voz pegaba bastante con la idea que teníamos de esta canción. Creo que combina muy bien con la voz de Andrés. La de Andrés es como muy rasgada y la de Laura es más delicada, aunque ella es muy versátil y en directo su voz puede ir de lo más suave a romperte completamente. Pero en esta canción va hacia lo más dulce y convierte a “Lo bueno de los Garvey” en una de mis favoritas.

Andrés Ferreiro: En realidad tengo ganas de hacer más canciones con Laura porque ésta es una canción en la que solo vino a cantar. Nosotros la hicimos en el estudio pensando que molaría que la cantase Laura, pero creo que tanto a Antón como a mí nos gustaría juntarnos unos días con ella y hacer canciones y ver lo que es componer con una persona como ella, porque es amiga de Raúl de toda la vida y la conocemos, pero ponerte a componer con alguien que quieres y admiras tiene que ser algo que me apetece bastante.

Antón Vigara: Últimamente estamos bastante con eso en la cabeza. Nos apetece compartir estas experiencias de la composición.

¿Os atreveríais a soñar con alguna colaboración especial en un futuro?

Andrés Ferreiro: Creo que las colaboraciones son un poco lo que decías tú. Es todo tan mainstream y está tan masificado que nosotros todas las colaboraciones que queremos hacer son con gente pequeña o con gente que de verdad nos apetezca. Yo ahora mismo tengo la suerte de que llamo a Leiva e igual le apetece hacer una canción con nosotros, pero prefiero hacer una canción con alguien como Laura que con Leiva, porque al final Leiva lleva veinticinco años de carrera y nosotros llevamos uno. Quiero gente que esté más cerca de lo que somos nosotros ahora que gente que esté más lejos.

Antón Vigara: Preferimos rodearnos de gente y amigos de la música con los que podamos hacer canciones y sentirnos como en casa, que no tienen por qué ser lo más mainstream de los festivales. Preferimos que estén donde estamos nosotros porque supongo que eso hará más fácil compenetrarse con esa persona si vives más o menos lo mismo.

Ahora que mencionas los festivales, ¿qué planes tenéis de gira y de vuestra participación en festivales?

Andrés Ferreiro: Este verano tenemos bastantes festivales. Hemos estado revisando y tenemos todo junio, julio y agosto. Una semana festival, el fin de semana siguiente descanso y luego otra vez festival. La verdad es que nos apetece bastante porque tenemos una suerte increíble. Que a un grupo que no había sacado disco todavía le llamen para tantos festivales es un privilegio. También es verdad que nos apetecen las salas porque es algo que nos pega más como banda y espero que a la gente le empiece a apetecer más ir a las salas. A mí me apetece mucho más ir a una sala para ver a una banda que ir a un macro festival.

Antón Vigara: En los festivales tocas cincuenta minutos, la gente está más lejos, los escenarios son más grandes, es todo un poco más frío, sin dejar de ser la hostia porque es increíble tocar en un festival y muchos a los que vamos soñábamos con tocar en ellos, pero la cercanía de las salas y sentirse como más arropados nos apetece bastante.

Salas, todavía no tenéis cerradas muchas, ¿no?

Andrés Ferreiro: Estos días irán saliendo más fechas en salas.

La verdad es que quería comentaros que es un placer hablar con gente joven que tiene las cosas tan claras como vosotros, que sois un grupo diferente, que lo que más valoro de vosotros es que hayáis hecho una propuesta distinta, alejada del mainstream, algo que os sale de dentro con honestidad. Es cierto que soy admirador de Iván Ferreiro y que entré a vosotros por ello, que es algo que le habrá pasado a mucha gente, pero creo que más allá de compartir ese deje vocal tenéis un estilo personal y desde El Giradiscos queremos abrir las puertas a bandas que no nos den siempre lo mismo, así que os deseamos muchísima suerte. Me gustaría terminar esta entrevista con una invitación para que llamarais la atención a aquellas personas que no os conocen, para que les dejéis unas palabras como reclamo y así puedan aproximarse a esta obra.

Andrés Ferreiro: Les diríamos que somos un grupo que tiene una idea muy clara de lo que quiere hacer, un poco a la antigua. Somos gente joven, pero que les gusta lo que llevan escuchando toda la vida, aunque también les gustan las cosas nuevas. Un grupo que nunca se va a dejar guiar por lo que diga una discográfica, que nunca se va a dejar llevar por una distribuidora o por el mainstream. Siempre vamos a hacer lo que nos sale de la patata, que es lo que creemos que funciona. Vamos a hacer lo que nos permita dormir tranquilos por la noche, estar contentos con nosotros mismos y con la gente de nuestro alrededor. En definitiva, Querido somos un grupo que se mueve por la patata y por los discos. Es muy importante destacar que nos gusta escuchar discos enteros, no nos gustan los singles sueltos y ese es el objetivo que tenemos, que las salas sean rentables para todo el mundo y que se escuchen discos.

Ojalá se escuchen más discos, aunque parezca que cada vez vayamos quedando menos gente que buscamos encontrarnos con ese formato, pero seguiremos en esa lucha. Esperemos vernos cuanto antes en las salas y seguir disfrutando de vuestra música, que es todo un descubrimiento. 

Andrés Ferreiro: Muchísimas gracias. Ha sido una maravilla este rato con vosotros.