A pesar de lo evidente que pueda suponer la analogía, para encontrar a la banda mallorquina La Búsqueda debemos orientar nuestros pasos hacia caminos poco transitados y alejados de los paisajes masificados diseñados por la ley del mercado. Ya desde su creación en plena década de los ochenta, la formación descubrió sin ambages que lo suyo no era en absoluto enarbolar una propuesta más al albur del dominio del lenguaje anglosajón ni su carrera una trayectoria que no fuera enunciada por la más absoluta vocación artística.
Pioneros a la hora de construir un particular e identificativo idioma musical que se nutría de ritmos latinos para ser instalados sobre la base de una canción pop, las texturas que brotaron de aquella -hoy en día más habitual pero en aquel entonces especialmente llamativa- aventura reflejaban territorios musicales que se extendían a través de un mapamundi sonoro que hacía escalas en el lejano oeste, en las populosas cantinas mexicanas, observaban el horizonte mediterráneo o pasaban la noche en un "tablao" flamenco.
Veinte años desde su anterior referencia, "Los penitentes", la banda regresa con un disco, "Luz, arena y llanto" que respetando su propio título, se cuela con ese afán intimista y trascendente en lugares donde la muerte, la vida y sobre todo la necesidad de rastrear todos aquellos aspectos existenciales que nos hacen configurarnos como personas, a veces dolientes y otras gozosos. Un exuberante trabajo, luminoso al mismo tiempo que intrigante, de casi veinte canciones sobre el que charlamos con uno de sus artífices, Xisco Albeniz.
Desde vuestros inicios, a finales de los ochenta, y hasta el momento actual habéis publicado seis discos, el último tras dos décadas desde la anterior referencia, ¿qué es necesario para que nazca ese impulso para preparar un disco?
Xisco Albeniz: El primer impulso para grabar "Luz, arena y llanto" surgió hace unos 17 años. La suma de las circunstancias, rotura del multipistas donde se registraron las canciones, problemas de salud y el fallecimiento de mi padre, trabajar en la composición de una docena de bandas sonoras, etc, provocaron diferentes parones que sirvieron para reconsiderar este proyecto. Lo que debía ser un disco convencional de diez canciones se convirtió en este viaje iniciático experimental de 19 cortes.
Teniendo en cuenta esas dos décadas que han pasado, y viendo que la canciones parecen guardar un concepto común, ¿el origen de las canciones se encuentra en épocas muy diversas o fueron trabajadas específicamente para este disco?
Una canción como “Los mineros” parece recoger buena parte del concepto central del disco, encontrar una luz incluso en aquellos lugares más oscuros, ¿inaugurar el álbum con tal canción era una declaración de principios?
Xisco Albeniz: Cada época merece una respuesta. Una época decadente y oscura como la actual es fantástica para transmutar a través del arte, como ya pasó en tiempos de la caída del Imperio Romano o el Renacimiento, donde las ciudades italianas se liaban a palos. A diferencia de esta post-modernidad donde las películas acaban sin un rayo de esperanza, nuestro álbum propone que siempre hay una luz y un poder disfrutar de la grandeza de la vida, incluso cuando todo parece tambalearse sobre nuestras cabezas.
Teniendo en cuenta que parte del poder de las canciones del disco reside en su exquisita vestimenta instrumental, ¿las canciones nacen ya con una idea consistente del formato final que adoptarán o cómo se formula ese proceso?
Xisco Albeniz: Normalmente son vitales los treinta minutos que vienen después del "chispazo" creativo, cuando los arreglos llegan a nuestra mente como inspirados por el cielo y nuestra alma. Es el momento de silbar los arreglos en la grabadora de bolsillo, para los que no hemos estudiado música, y de imaginar el aire de la obra y el pulso rítmico. Posteriormente surge lo inesperado, mientras vas conduciendo, grabando el disco o con las geniales ideas aportadas por los compañeros de la banda. Hay una excepción en el álbum, las melodías de "Underneath" fueron fruto de un sueño que tuve y mi amiga Beatriz Calderón, sobrina del gran Juan Carlos Calderón, escribió su letra.
Si "Veracruz" adopta un tono desértico con sonido mexicano, "Échale" está constituida de ritmos alegres y bailables y, por ejemplo, "La montaña" tiene una puesta en escena casi épica, ¿El tono musical que adopta una canción está influida o determinada de alguna manera por aquello que se quiere contar en ella?
Xisco Albeniz: Cada composición genera un estado de ánimo. Una amiga mía me comentó que no suele escuchar música porque no quiere que nadie modifique su estado de humor (risas). Como nuestras letras siempre se escriben a posteriori para dibujar lo que evocan esos paisajes anímicos, generalmente son descriptivas y complementarias al sentimiento que provoca cada canción.
Siempre he creído que con el lenguaje escrito u oral se puede manipular a las personas, pero el musical pertenece a otro plano superior de entendimiento y no es tan engañoso, aunque a veces se puede utilizar con oscuras intenciones. Como tú bien dices, "La Montaña" es épica, porque es un homenaje a lo sublime y un tortazo al ombliguismo del hombre contemporáneo.
Xisco Albeniz: Sí, es bastante diferente. Parir un nuevo disco supone un ejercicio de libertad, mientras que cuando te encargan una banda sonora, uno tiene que tragarse todo el narcisismo y el ego y estar al servicio de la película o el documental. Es diferente cuando un director de lo audio-visual decide elegir una canción tuya, anteriormente publicada, para poder reforzar su trabajo.
“Toda mi alma” es una canción que se basa en un poema de Lorca, ¿cuáles son los puntos de unión entre la música de la banda y el poeta andaluz?
Xisco Albeniz: Sin duda su visión de que para vivir plenamente hay que mirar con entusiasmo a la belleza y de reojo a la muerte, sin tapujos, sin tabús, como un maravilloso renacer, justo todo lo contrario a lo que hace Occidente actualmente. ¡Lorca es también un excelente conferenciante!
Una canción, “Toda mi alma”, que junto a “Buenaventura”, rescatáis del pasado, ¿era una cuestión de corregir canciones que no os quedaron como lo deseado en su momento o el propósito era darles una vida más actualizada?
Xisco Albeniz: "Toda mi alma" suponía un ejercicio de producirla tal como la tocamos en directo. Cuando fue publicada en el disco de "La Rueda de la Fortuna", su productor no fue capaz de plasmar lo que teníamos en mente.
"Buenaventura" no es el mismo caso, supone un giro estético diferente, donde el protagonismo es conducido por la preciosa emotividad de la interpretación de trompeta que hace Bernat Xamena. La primera versión suena más mediterránea y ésta, más fronteriza, aunque ambas son igualmente amadas por los componentes del grupo.
El disco está plagado de “interludios” que parecen servir como ligadura de un repertorio que más allá de contener diversas pistas se desarrolla bajo un hilo casi narrativo, ¿ese tipo de piezas fueran pensadas específicamente para tener esa naturaleza?
Xisco Albeniz: Los interludios funcionan como vagones de un tren que nos conduce con misterio a un lugar desconocido. Generan una sensación de viaje novelado, con guiños a diferentes rincones del mundo, el guiño a "La India" forma parte de la broma del Sgt.Peppers, "Razón Marte" ironiza sobre la tecnología, "Amaneceres rotos" lo hace sobre sociedades enigmáticas que deciden nuestro futuro en secreto, los fogonazos desérticos nos invitan a retirarnos en soledad y silencio para meditar sobre nuestras decisiones con calma, etc.
La idea era plasmar la filosofía que tuvieron algunos artistas de otras épocas, que perseguían "las líneas áureas" de manera que las diferentes composiciones denotaran los diferentes bandazos que podemos experimentar en nuestras vidas, éxtasis, relajación, salvajismo, delicadeza, climax y un largo sinfín de matices.
Xisco Albeniz: Hay una entrevista fantástica al bueno de Vicente Ferrer, hombre de acción y sabio sin precedentes. La joven periodista le pregunta: ¿Qué opina usted sobre la muerte? Vicente estalla en una sonora carcajada y responde: ¡¿Los muertos? , los muertos están mucho más vivos que usted y que yo! Esa misma visión es la que nosotros compartimos. Y es más, te lo dice alguien que duda de todo y más ante tanta mentira que nos han colado entremezclada con verdades, es la certeza más clara que tiene mi pobre alma.
Una de las dedicatorias del disco es para Jesús de Nazaret ¿hay mucho de religión o misticismo en este disco?
Xisco Albeniz: Para mí forma parte de la verdad más bella jamás creada. Incluso filósofos ateos y materialistas como Gustavo Bueno, dicen que es nuestra última esperanza. No hay que olvidar que Gustavo dijo que el mundo caminaba hacia la estupidez y en parte es por alejarnos de la verdad de los hombres buenos y sabios. ¿Misticismo? Hasta el siglo XX los músicos les dedicaban sus obras al Creador. Ahora se dedican al gran público, perdiendo transcendencia y vulgarizándose como consecuencia.
La versión del disco en plataformas solo contiene ocho temas, ¿era una forma de premiar al formato físico de mayor consistencia?
Xisco Albeniz: ¡Exacto! Has dado en el clavo. Muchos van a flipar cuando grabemos cuatro canciones inéditas más, en verano, para dar vida a un doble vinilo de más de setenta minutos que seguramente saldrá a finales de año. Como ves, vamos a contrapelo en cada una de nuestras acciones.
La frase que aparece en vuestro bandcamp, “Primero el artista y su música, luego el producto y por último el negocio”, parece ser una máxima que seguís a rajatabla...
Xisco Albeniz: Efectivamente, si nos importara lo que piensa el público ya no seríamos La Búsqueda. Tuvimos tentaciones de acercarnos a la gran audiencia con "Psicolatin", en la época de apogeo del rock latino. En ese disco aparece como corista una jovencita Chenoa y pasados los años intenté remezclar ese CD pidiéndole las pistas originales al ingeniero que lo grabó, para quitar muchas guitarras distorsionadas que no venían a cuento. La respuesta del propietario del estudio fue alucinante: "Mi mujer posiblemente ha grabado una telenovela encima de las cintas que contenían los audios". Nunca más volvimos a caer en esa tentación y nos reímos mucho con esta anécdota.
Ya desde los ochenta vuestro sonido tenía una influencia muy alta de sonidos latinos/mediterráneos, ¿ha sido esa identidad consecuencia de vuestra afinidad con ese tipo de música o también estuvo inducida para significaros premeditadamente como una ruptura con esa dominación de lo anglosajón?
La cultura mediterránea es nuestro más valioso legado y está herida de muerte. La tradición cultural hispana fue tristemente atacada por políticos que querían cambiar el "chip" de los españoles para que creyeran que el sentido de vivir es socio-económico. Gracias al gran Paco de Lucía no enterraron parte de nuestras raíces, por las repercusiones internacionales que tuvo. ¿Os imagináis a los irlandeses, mexicanos, americanos, etc renegar de sus propias tradiciones?. Pues España lo ha hecho. Imagino que eres vasco y que tu pueblo las mima con cariño. Menos mal que hay artistas jóvenes que las reivindican.
¿Sentís que en la actualidad existe una mayor aceptación a proyectos como el vuestro o sentís que todavía no contar exclusivamente con influencias no anglosajonas sigue siendo motivo para ser señalado como casi un “desclasado”?
Xisco Albeniz: Creo que nuestro público está hastiado de determinada modernidad cultural, del feísmo que desprende lo que nos rodea, de las tomaduras de pelo de obras de arte en las que se nos explica cómo interpretar lo que escuchamos o contemplamos. Por una parte percibo el cariño de los que necesitaban un discurso como el nuestro y el rechazo de esos que viven de etiquetas y de prestar atención únicamente a aquello que genera audiencias y hace vender revistas o programas.
En su momento, en los inicios llegasteis a tener éxito en Francia y en países de habla hispana, ¿creéis que hoy en día pese a todas las herramientas de comunicación que existe es más difícil en el mundo de la música trascender de un ámbito más reducido?
Xisco Albeniz: Francia es capaz de lo mejor y de lo peor, pero tiene una virtud excelente, el apadrinar a artistas que no han triunfado en sus países de origen. Por algo París ha sido la capital cultural europea. Los tiempos han cambiado, caída la gran industria musical y con el periodismo musical desorientado, cualquier cosa es posible a través de una gestión creativa de las redes sociales. Parte de la prensa mexicana nos trata con mucho cariño. Si me preguntas dentro de unos meses igual nos llevamos todos alguna grata sorpresa.
Teniendo en cuenta la naturaleza musical del disco, lleno de matices y detalles instrumentales, ¿de qué manera os planteáis poder llevarlo a los escenarios?
Xisco Albeniz: Ahora mismo siento vértigo con tu pregunta, pero rodeado de músicos excelentes como Jaume Compte y Guillermo Femenías en la guitarras, Xavi Suárez a la batería, Arantxa Andreu a la voz y teclados, Dani Feliu(bajo), Pablo Di Salvo(contrabajo), Bernat Xamena(trompeta) y Chus Coll(Chelo), todo es posible gracias a su magia.