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Entrevista: Iñaki López


“El rock and roll no morirá porque tiene calidad y calidez” 

Texto y foto: Javier González. 

La cita tuvo lugar en un sitio mítico, Discos Bangladesh, la madrileña tienda situada en la céntrica calle Costanilla de los Ángeles. Iñaki llega puntual, saluda con énfasis y sin poder evitarlo se lanza a rebuscar en los cajones repletos de singles. Se ve que tiene práctica, disfruta escudriñando, pasando con velocidad el suculento material que posee en stock la tienda que ahora defiende Jorge Bravo, quien, tras el fallecimiento de Antonio, fundador del mítico establecimiento, dirige esta meca de la cultura con el inestimable apoyo de la familia del anterior propietario. El buen hacer conjunto ha conseguido que un templo de la cultura musical como el que hoy nos recibe continúe abierto. Emanando historia, fiel a sus viejos postulados donde la calidad, el respeto por los discos y el buen precio la convirtieron hace tiempo en visita obligada para aquellos melómanos que como Iñaki se acercan al foro con ganas de hacerse con mandanga fina a cambio de unos pocos euros. 

Queríamos sentarnos el presentador bilbaíno, una cara más que reconocible de nuestra televisión para hablar de rock and roll, su verdadera pasión, común a la nuestra. Tan aficionado es que hemos coincidido con él en un buen puñado de conciertos sin que nos hubiéramos atrevido a tirarle onda. Fue en el último de ellos, el maravilloso directo de La Perra Blanco en El Sol, cuando nos lanzamos a abordarle y aceptó el envite sin titubeos. Intercambio de teléfono, un par de whatsapps y la cita era un hecho. 

Pasamos casi una hora hablando del sabor añejo del rock. Viejas propuestas y otras que no lo son tanto. Sellos y festivales a tener en cuenta. Rock and roll nacional e internacional. Un buen rato, departiendo en sana camaradería de tupés afilados.

Hoy con orgullo la hacemos vuestra, nos vale con que la disfrutéis la mitad de lo que lo hicimos nosotros. Sacad libreta y boli, pues mucho nos tememos que encontraréis una serie de recomendaciones que harán engordar vuestra colección de vinilos. ¿Apostamos algo? 

¿Cuál es el primer recuerdo musical que tienes, Iñaki? 

Iñaki: En primer recuerdo que tengo es en casa, ya que mis padres escuchaban mucha música. Había discos como “Rise and fall of Ziggy Stardust” de David Bowie, “At San Quentin” de Johnny Cash, “Pendulum” de Creedence Clearwater Revival y hasta un doble de Elvis Presley que se vendió mucho en los setenta. Recuerdo que mi padre solía poner mucha música los fines de semana por la mañana, tenía un tocadiscos que se apagaba solo, algunas noches dejaba puesto adrede a Jim Reeves, un cantante de country con voz de barítono, era fantástico para dormirte con sus baladas. 

¿Con qué álbum y artista sentiste el flechazo que no has podido abandonar? 

Iñaki: Había mucha música en casa, como digo, pero en el colegio se llevaba más el fútbol, por lo que había poca gente con la que compartir gustos musicales. Fue en octavo de EGB, cuando cayeron en clase unos cuantos repetidores, que tenían uno o dos años más. Ellos trajeron las cintas PDM Ferro, me pasaron una donde estaban todos los grupos del revival rockabilly de los ochenta británicos: Meteors, The Polecats, Jets, Restless…pero sobre todo lo que me voló la cabeza fue que en una de aquellas caras estaba grabado el primer disco de Stray Cats, desde entonces quedé enamorado de la banda. Tenía 14-15, pero ya nada volvió a ser lo mismo. 

¿Viste a The Polecats la última que vinieron al “El Sol” compartiendo cartel con Nu Niles? 

Iñaki: Vi a The Polecats hará como quince años en Bilbao, donde ejercieron de teloneros Los Brioles, una banda cuyo sonido se asemeja bastante al suyo. Aquí en Madrid tocaron más tarde, allí lo hicieron en el Kafé Antzokia. Fue una maravilla poder ver a Tim Polecat, además en aquel concierto estaba en la banda el que luego fue guitarrista de Morrissey, Boz Boorer, Me hizo especial ilusión verlos porque creo que “The Polecats are Go”, fue uno de los primeros discos que me compré con 16 años, lo compré en 1988 pese a que salió en 1980. Aquellos discos de Nervous del revival británico los encontrabas en todas partes. Vivía en un pueblo cerca de Bilbao que tenía dos tiendas, en una de ellas había una variedad de rock and roll, rockabilly y garaje, fantástica. Allí me surtía durante los 15-16 y 17 años. 

Bilbao siempre ha sido una plaza fuerte para el rock. 

Iñaki: Es verdad que Bilbao siempre ha sido una ciudad muy rockera. Ha tenido una estructura fuerte de salas de mediano aforo, a partir de cien personas. Siempre ha estado muy bien armada en dicho sentido, nunca ha dejado de tener movimiento. 

“Stray Cats son mi banda favorita” 

¿Qué disco de juventud sigue sonando en casa habitualmente y por qué? 

Iñaki: Por ejemplo, el “Rant N´ Rave” de Stray Cats, uno de los primeros que compré, creo que ya lo he comprado cuatro o cinco veces. Es un disco que siempre me ha enamorado. Me parece tan llamativo como en los años ochenta: fresco, divertido, saltarín, alegre, muy bien tocado, espectacular y en pleno estado de gracia. Me parece el mejor disco de Stray Cats que son mi banda favorita. Lo descubrí en plena adolescencia y sigue sonando ahora que tengo cincuenta años. 

Iñaki, ¿te declararías rocker o rockero? 

Iñaki: Nunca le he dado muchas vueltas a ese tema. Es verdad que empecé siendo un rockabilly estricto, pero no de los clásicos de los cincuenta, de lo que se hacía en aquellos años ochenta, sobre todo de lo llegado de Gran Bretaña. Restless, Polecats, Stray Cats, también bandas psychobillys como Skitzo, Batmobile, etc. El movimiento estaba muy potente y era un enamorado de todo aquello, mucho más que de los clásicos ya que me parecían menos interesantes. De ahí, empecé a escuchar música de arriba-abajo, bajé en la línea cronológica hasta el blues de Robert Johnson, ahora mismo soy un enamorado del blues del delta y rural. Luego subí, escarbé gracias a bandas como The Polecats, llegando a conocer a Blondie, caí en ZZ Top, ampliando mi abanico musical. Las etiquetas hoy día me constriñen un poco. Empecé siendo rockabilly, rockabilly. Vas ampliando, a medida que escuchas música necesitas seguir descubriendo y tus fronteras se van ampliando. 

¿Qué bandas a nivel nacional han conseguido llamarte la atención? 

Iñaki: En Bilbao, allá por finales de los ochenta y principios de los noventa, escuchábamos mucho a General Lee, una banda que curiosamente todavía sigue en activo. Hacen rockabilly en castellano en la onda de Los Rebeldes y Bulldog, luego me gustaba mucho aquel primer Lp de Los Coyotes, cuando hacían psychobilly. Es verdad que luego hubo un boom muy interesante, donde las bandas tocaban mejor, apareciendo grupos como los Nu Niles de Mario Cobo, Charlie Hightone, salieron muchos grupos de Barcelona que eran muy interesantes. Tengo un Ep donde están Los Brioles, Broncats, una banda muy radical barcelonesa, fantástica, y Los Cohetes, con un neorockabilly cantado en español, pero muy bien tocado. La escena española ha ido hacia sonidos más retro, tocando como lo que sonaba en los cincuenta. En los noventa ha habido música muy interesante, recuerdo los Raw Meats, otro grupo de chavales Barcelona que sonaba fantásticamente, con un rockabilly muy fresco y valiente. Recuerdo que un día pasaron por Bilbao Guadalupe Plata, caí totalmente enamorado, venían presentando el primer trabajo, me pareció espectacular y soy fan suyo desde entonces. A través de todo aquello descubrí el blues, bandas como Canned Heat, adoro el blues. 

Has llevado tu pasión hasta extremos insospechados, llegando a dirigir un sello de lo más especial. ¿Cómo va Hot Records 45? ¿Qué valoración haces de vuestra trayectoria? 

Iñaki: Sí, ahora hemos grabado con una banda de rhytm and blues de Bilbao, se llaman Micky and the Fuzz. la cantante es italiana, viene de una banda punk, también cuenta con Carlos Beltrán a la guitarra, un tipo que nunca se ha dedicado profesionalmente a la música porque tiene otras labores, pero toca fantásticamente. Vamos a grabar dos temas en italiano y dos en inglés. Me recuerdan un poco a los Big Town Playboys de Mike Sánchez, es una especie de rhytm and blues acelerado. Tiene aires a Brian Setzer Orchestra, Colin James y The Little Big bang, con toques de neoswing de los noventa. Hasta el momento solo tienen un Ep grabado, pero nos quedamos enamorados del sonido. Hot Records 45 es una cosa totalmente artesanal, sacamos cosas una vez al año, cada dos. No tenemos prisa. Marcos Sendarrubias, mi socio, y yo, nos dedicamos a nuestras labores. Él tiene bandas de música, por ejemplo. Cuando encontramos algo que nos gusta, los sacamos. 

“Es puro romanticismo, podríamos tirar el dinero en la droga, pero preferimos hacerlo en el rock and roll” 

¿Lo tienes entones por puro romanticismo? 

Iñaki: Es puro romanticismo, podríamos tirar el dinero en la droga, pero preferimos hacerlo en el rock and roll. 

“La Perra Blanco es un proyecto espectacular”

¿Hasta qué punto es un homenaje a sellos como Sun Records? 

Iñaki: Sun era un negocio y muy boyante. Nosotros lo hacemos por devolver a la música la alegría que nos ha dado. Nunca lo hemos planteado como un negocio. Sacamos tiradas numeradas de 500 copias, no sacamos más. Aspiramos a que cada lanzamiento cubra el siguiente. Al acabar este, iremos por el siguiente. Estamos muy orgullosos de haber podido grabar a Mike Sánchez con The Limboos, fue una maravilla, para nosotros fue de los discos más bonitos que hemos sacado. También hacerlo con La Perra Blanco, de quien vendimos todo en dos horas, nos encantó. Además, la tía tiene una proyección espectacular. Nunca hemos buscado hacer un homenaje a nada ni a nadie, simplemente buscar a grupos que nos gustaban, a los que creemos que quizás las grabaciones no les habían hecho justicia y sacarlos en condiciones, ahí es donde nos volcamos. Damos un vinilo gordo de 70 gramos, con una edición muy cuidada, fotos estupendas de Antonio Alay, portadas en mate sin información, donde solamente se ve a la banda, la info está en la contraportada. Colores distintos en cada lanzamiento, haciendo una especie de lote coleccionable. Queríamos hacer una cosa artesana, homenajeando a las bandas que nos gustan. Estamos muy contentos con todos los lanzamientos.

¿Qué valoración haces del estado actual del rock and roll nacional en estos tiempos? 

Iñaki: Solo puedo dar el enfoque de la música que disfruto que es la más underground. No tengo ni idea de cómo va el tema de las grandes discográficas, ni me interesa. No soy usuario. Rara vez compro algo de las grandes, los géneros que me gustan vienen de los sellos pequeños e independientes, si lo hago, es porque es una reedición. Tengo entendido que les va bastante mal, lo cual no me extraña en absoluto. Me muevo en un mundo underground, donde los que compramos disfrutamos del tacto, nos gusta un disco gordo, bien hecho y de vinilo. Nos gusta la liturgia de poder ponerlo, disfrutarlo y poseer el formato. No consideramos la música como una cuestión de consumo, bajarse un tema por streaming para olvidarlo al mes. Nosotros no nos hemos movido así. Somos amantes de la música y del género. No escuchamos musiquita, como dicen algunos: “ponme flamenquito”. Nosotros amamos la música, el formato. Amamos disfrutarla, coleccionarla y reescucharla a lo largo de nuestra vida. 

Además, los amantes de viejos formatos, estamos de enhorabuena, ya que hay sellos que están trabajando muy bien. 

Iñaki: Ahora hay sellos independientes muy interesantes, pequeños, como Folc Record, Ghost Highway, Voodo Rhytm, etc. Hay pequeñas compañías haciendo cosas muy interesantes para géneros musicales que son los que escucho. A eso hay que añadir que veo mucho movimiento en salas y festivales independientes que están muy bien como el Sleazy Festival, Pshycobilly Meeting, Screaming y otros festivales grandes, hechos por grandes empresas, como Azkena Rock Festival, que en su interior tiene el festival Trashville, donde suenan músicas underground: bandas italianas de rock garajero, grupos de rockabilly, La Perra Blanco, Generador y bandas de rhytm and blues, etc. Es algo que me parece muy bien. Creo que estamos en un momento bastante dulce, quizás sea porque los que amamos esta música tenemos una edad y podemos gastarnos algo de dinero en entradas y discos que es lo que nos gusta. 

También me ha gustado lo que has dicho. Creo que todavía hay un sector de gente que se sienta a escuchar, sin entender la música como algo que pueda sonar de fondo. Hablaría de “yonkis”. 

Iñaki: Soy bastante público “yonki”, aunque a veces toca estar limpiando la casa mientras escuchas música. A mí lo que me gusta hacer un sábado a la mañana, si tengo tiempo y mis hijos me lo permiten, es poner un vinilo, tomar una cerveza o una copa de vino para disfrutar de la música. Escuchar. No hacer nada más. Ni leer un libro, ni mirar el móvil, ni ver la tele, ni leer el periódico. Disfrutar de la música con la caratula en la mano y si tiene un encarte, mejor. 

¿Por qué crees que la escena que es buena y abundante no acaba de despegar a nivel de reconocimiento masivo? 

Iñaki: Depende… hay festivales que juntan miles de personas. El Rockin´ Race Jamboree de Málaga este año ha juntado casi 5.000 personas. También es lo interesante. A mí ya no me apetecen los festivales de 25.000 personas. No quiero pagar 150 euros por un abono y verlo desde una pantalla. El más grande al que voy es el Azkena Rock Festival, cosa que ya es suficiente. Cuando eres chaval y vas al Sónar a ponerte hasta el culo y bailar techno, me parece de puta madre que se quiera jaleo. A mí edad me apetece conocer nuevas bandas, escuchar aquellas que por lo que sea no escuché en los noventa, bandas de otros lugares que nunca han girado aquí… meterme en los mercadillos, ver qué música hay, singles, lanzamientos… hacer digging, cavar entre los singles, que siempre me ha parecido divertidísimo. 

“Al Dual es uno de nuestros grandes valores” 

Antes has citado a La Perra Blanco, una de nuestras nuevas promesas, y personalmente también ando flipando con Al Dual. 

Iñaki: Al Dual es un musicazo, ha sido más valiente, con una línea distinta. Hace cosas con orquestaciones y trascendiendo más allá del rockabilly. Es un musicazo terrible, rodeado de un combo cojonudo. Es un tipo muy solvente, es uno de los grandes valores. Al margen de los reconocimientos del “Hall of Fame”, los singles que ha grabado en Sun Records son fantásticos. Es un tío que puede ganarse la vida girando en el mercado underground del rockabilly en Estados Unidos y Japón. Algo que ya hace La Perra Blanco con festivales en Suiza, Inglaterra y países escandinavos. 

Alba era insultantemente joven cuando comenzó a hacerse un nombre, algo que no es muy común en estos lares. 

Iñaki:
La Perra no es muy mayor, tiene 27 años creo. Recuerda a Kitty, Daisy & Lewis, tampoco eran muy mayores cuando sacaron su primer disco de versiones sin llegar a veinte años. Se habla mucho que si seremos la última generación que escuchará rock and roll, que si morirá con nosotros, pienso que el jamón de cinco jotas de “Joselito” tampoco ha pasado nunca de moda y es más antiguo. Esta música tiene la calidad, calidez y es suficientemente buena como para que no muera nunca. Las modas son cíclicas, dentro de veinte años los chavales volverán a coger guitarras, ahora cogen un organillo Casio y cantar. En esta época se lleva no tener ni puta idea de música, el háztelo tú mismo, cuelga una canción en redes y ten un éxito fugaz. Esto lo hemos vivido con el punk, los grandes músicos se llevaron las manos a la cabeza, consideraban que aquello no duraría porque no sabían tocar, eran unos descerebrados y unos heroinómanos y poco más. El punk sigue vivo cincuenta años después. Dentro de unos años, una generación que esté hasta los huevos del electrolatino y reggaetón, recopilará los discos de sus viejos, flipará y volverán a hacer ruido. 

Un buen ejemplo de supervivencia son Los Rebeldes que celebran en esta gira sus 45 años en activo. ¿Cómo le llamas tú a eso? 

Iñaki: Empeño. Carlos Segarra que siempre ha sido un gran guitarrista y tiene una gran voz. Ha sido muy fiel a su esencia, a su sonido. Es un hombre que vive de esto, cantando rock and roll en español desde hace 45 años, sacando discos y girando. Viene de llenar “La Riviera”, una sala con un muy buen tamaño. Es digno de mención y es un mérito. En un país donde el rock and roll nunca ha sido una música dominante. Nunca ha sido Gran Bretaña, Estados Unidos, ni siquiera Alemania, aquí ha estado casi prohibido hasta la llegada de la democracia, luego llegó la época de los cantautores. El rock siempre ha sido visto como algo de barrio para paletos y tirados, sin embargo, Carlos Segarra es un superviviente desde finales de los setenta. Me parece un logro, digno de mención. Y sin haber dado el salto americano, ha tocado allí, pero no es como otras bandas que tienen allí sustento. Vive desde hace medio siglo tocando en España. Loquillo también sería otro ejemplo de cómo se puede vivir del rock and roll. 

Has podido entrevistar, departir y ser amigo de un montón de rockeros de nuestro país. ¿Cuál es tu debilidad y por qué? 

Iñaki: Son muy distintos… tengo mucha amistad con Carlos Segarra, Loquillo y Fito. Son personalidades muy distintas, sin nada que ver, excepto que se dedican al rock and roll y por ser capaces de llenar grandes escenarios. A mí ver a Fito llenar San Mamés hace que se me caigan las lágrimas, quizás no sea el rock and roll que más haya escuchado siempre, pero es rock and roll. Meter más de 50.00 personas, es una locura. El tío toca muy bien, tiene a Carlos Raya, un musicazo y productor, de los mejores guitarristas del país. Me admira porque hacer algo así en España es prácticamente un milagro. Entre los tres son muy diferentes, no solo en el escenario y en su música, sino como personas. Y fíjate que tienen muy buena relación, al final son tres supervivientes de los ochenta. Otra joya es Ariel Rot, otro de los grandes guitarristas. Me gusta Ovidí de Los Zigarros, que también compartió escenario con Carlos Segarra, un tío joven, una banda que citan como los nuevos Tequila, pero que para mí van más allá. Es otra propuesta que está llenando salas de 2.000 y 3.000 personas.

También es cierto que con Fito y Carlos debe ser complicado discutir, con esto no quiero hablar mal de Loquillo, a quien mucha gente señala porque es un blanco fácil, y del que debo decir que a nosotros como web en las distancias cortas siempre nos ha tratado muy bien. 

Iñaki: Sí, es verdad que son muy entrañables. Loquillo tiene una personalidad más seria, es más introspectivo. Segarra es un torbellino de alegría allí donde llega. 

Pienso que Loquillo, además de artista, es empresario. Hay veinte familias que comen cada mes porque el Loco está pensando en el proyecto durante las 24 horas del día, cosa que no se le valora. 

Iñaki: Es verdad que Loquillo también es empresario. Siempre ha sido fiel a su estilo, imagen y filosofía de vida. Ha sido un tío más seco, pero también tiene que ver con lo que ha tenido que pegarse contra los sellos discográficos. No podemos olvidar que es gente que ha venido de un mundo donde las drogas han supuesto broncas entre músicos, momentos que han estado a punto destrozado muchas bandas, ya que la gente no sabía de las consecuencias que traía aquello, y se ha llevado por delante a grandes talentos. Son supervivientes también en dicho sentido, no solo de seguir vendiendo discos y haciendo bolos. Fíjate la de gente que se ha quedado en el camino por la puta droga y ellos salieron adelante. 

Sabemos que muy habitualmente te dejas caer por esta casa, Discos Bangladesh, una tienda que ya era fetiche para ti cuando la regentaba el mítico Antonio. ¿Qué tiene de especial? 

Iñaki: Sí, claro que la conozco de hace tiempo. Lo que tiene es buena mandanga, como todas las tiendas que nos gustan y visitamos. Mucho material. Es muy divertido venir. Valoro las tiendas no solo por la variedad, también por cómo tienen los discos cuidados. Hace poco estuve en Viena, en una tienda enorme, muy surtida, pero no me llamaba para comprar: los discos apilados, apoyados en paredes con humedades, en cajas de cartón deshechas, sin fundas de plástico protector, aquello parecía un almacén. Cuando tienen los discos más o menos ordenados para facilitar una búsqueda, cuidados, con precios distintos…en función del interés ves mimo. Además, donde has comprado discos y suenan bien, sueles volver. Soy muy fan de las tiendas de discos, cuando viajo, siempre me guardo un rato para conocer sitios e ir de tiendas. Hay ciudades como Tokio, donde comprar es una experiencia, allí no hay disco que no puedas encontrar, da igual la temática, tienen todo, es espectacular. He conocido ciudades pequeñas como Helsinki, con medio millón de habitantes, que tienen ocho o nueve tiendas espectaculares. 

“Es una maravilla que en un local como este no se instale una franquicia para vender muffins y cafés de mierda” 

Tras el triste fallecimiento de Antonio, su familia tuvo la valentía de seguir adelante, junto con la ayuda de Jorge Bravo, un melómano de reconocido prestigio que ya acompañó durante la última etapa a Antonio, quien también fue uno de los fundadores de la web musical “El Giradiscos”. ¿Qué tiene este tipo para ser capaz de mantener el espíritu original? ¿Cómo valoras la labor que está desarrollando? 

Iñaki: Lo está haciendo muy bien. Es una maravilla que en un local como este no se instale una franquicia para vender muffins y cafés de mierda. Creo que Jorge lo está haciendo tan bien o mejor que Antonio. De maravilla. Hay una nueva generación de propietarios de tiendas de disco, Escridiscos y Bangladesh entre ellas, que se están asentando muy bien. Creo que es un buen momento paras las tiendas, donde también hay una burbuja que sobre todo afecta a las ferias. Pienso que estas tiendas son cada vez más objeto de visita de turistas, en Bilbao y Coruña, donde hay desembarco de cruceros, se nota mucho cuando llegan 2.500 turistas. Las tiendas estuvieron a punto de cerrar a partir de la piratería del Cd, ahora han resurgido gracias al vinilo, un formato que no es fácil de piratear. Han vuelto porque hay una generación que creció escuchando vinilos y ahora tiene dinero para gastar. Se están abriendo tiendas de fabricar vinilos en Bilbao, durante años no hubo ninguna, teníamos que fabricar en República Checa. Ahora mismo en España hay tres, una en Madrid, otra en la zona de Levante y la que comentamos de Bilbao. Hay un boom del vinilo como objeto cultural, formato perfecto para escuchar música que mezcla la nostalgia y el amor por la música. Es un buen momento para el vinilo, creo que tiene futuro. 

Elvis y Little Richard han vuelto a disparar recientemente interés de la industria por el rock and roll, una por su biopic y el otro por un documental que es un espectáculo. ¿Qué opinas al respecto? ¿Nos va a tocar volver a cantar aquello de “No Bailes Rock and Roll en el Corte Inglés”? 

Iñaki: Bueno, hasta El Corte Inglés está empezando a reforzar su sección de venta de vinilos, empiezas a encontrarte cosas interesantes, sorpresas. Ha vuelto a vender vinilos. Ya tengo un motivo para entrar de vez en cuando con alguna reedición interesante. Lo de los biopics no es de ahora, es de toda la vida. Recuerdo con mucho cariño cuando en mi adolescencia fuimos a ver “La Bamba”, después “Gran Bola de Fuego”, más tarde llegó “Ray” sobre Ray Charles. También la serie de seis o siete capítulos sobre Elvis Presley que se emitió los domingos en Antena 3, está en Youtube, por cierto, merece la pena revisitarla porque está fantástica. Se ciñe a la época en Sun Records, son los más divertidos. Hay mucha mandanga con sus primeras giras, los contactos con las drogas y las chavales. Me gustó en su día “I Walk the Line”, de los mejores que se han hecho, y luego está el último de Elvis Presley, con el que hay gente que se rasga las vestiduras. Es una película, sin más, para pasar el rato. No suenan los temas de Elvis, es otra forma de afrontar la banda sonora. Hay momentos divertidos, como aquel primer concierto con las chicas mojando las bragas que se capta tan bien. Es una película que se deja ver, interesante, divertida y con algún fallo histórico. Entiendo que los ultraortodoxos se quejen, pero esto es cine, caramba. Tiene su punto de ficción. Hay cosas raras, como cuando suena una especie de rap mientras Elvis camina por Beale Street. Es otra forma de hacer biopics. Ahora hay documentales muy interesantes, el de Little Richard está muy bien, hay uno en Netflix sobre Elvis Presley, participando gente como Bruce Springsteen, que es muy interesante. También recomendaría la serie de Disney sobre los Sex Pistols, algo que me parece acojonante que precisamente la hagan ellos. La recomiendo vivamente, seis capítulos sobre la breve historia de los Sex Pistols. Me parece fabulosa. Muy recomendable la serie sobre Sun Records donde salen Johnny Cash, Elvis, Jerry Lee y los primeros artistas negros como Rufus Thomas, los bluesman que tocaron con Sam Phillips. Y luego hay mucha filmografía interesante de un tiempo largo a esta parte. 

“Liburuak y Libros del Kultrum están sacando unos libros tremendos” 

También hay mucha producción y calidad en formato literario, donde tus paisanos de Libros del Kultrum y Liburuak nos tienen leyendo a todas horas muertos de interés.

Iñaki: Leo mucho, la verdad. Estoy con el libro de BB King que ha salido ahora, muy bien escrito. Uno de mis preferidos es “Oh, my Soul”, reeditado constantemente, la biografía de Little Richard, intercalada con entrevistas que le hicieron. Es muy divertida. Se casó con una bailarina exótica para pillarla con algún cantante que se hubiera liado, donde pistola en mano les instaba a acabar el coito porque era un gran voyeur. Creo recordar que la pilló con Buddy Holly, que siempre hemos pensado que era un niño bueno con su carita y esas gafitas. Liburuak y Libros del Kultrum están sacando unos libros tremendos. Han sacado el libro de The Cramps que es maravilloso. 

¿Cuáles son los próximos conciertos que tienes señalado en rojo en tu agenda? 

Iñaki: El Surforama en mayo, también el Aloha Fest y el HdC que traerá bandas de rock y garaje. Y ahora no tengo la agenda aquí, pero suelo ir mucho en Madrid al Fun House, Gruta 77, que en abril programará un festival de Pshycobilly, Wurllitzer. Fue una pena que cerrara aunque el Rock Palace, aunque va a reabrir, y El Sol. En Bilbao voy mucho al Antzokia, La Nube, Sala Rocket y Nave nueve

Vamos a terminar con alguna recomendación de algún caramelito que nos tengamos que llevar a la boca. 

Iñaki: Te voy a recomendar Generador y The Bank Robbers de Marcos Sendarrubias, una banda que merece mucho la pena. No es rockabilly clásico, me recuerda al rockabilly de los noventa de Space Cadets. Muy virtuosos y saltarines, me encantan. Acaban de sacar un Ep, todavía no me he hecho con él, pero promete.