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Por: Txema Mañeru.
Quizás se podría pensar que un disco solo con contrabajo y piano, salvo para un seguidor de la música jazz, resultaría aburrido. Pero, quizás también, si escuchas este buen y muy trabajado disco pudieras cambiar de opinión. Y desde luego, si te gusta el jazz clásico, y figuras como Duke Ellington, Charlie Parker o Charles Mingus, estoy seguro que este disco te puede llegar muy adentro. No precisamente por casualidad de todos estos grandes hay alguna destacada versión en este álbum. El resto son composiciones originales de uno de los mejores contrabajistas vivos como es Rufus Reid, quien firma en mayúsculas esta trabajo.
Un Rufus que comenzó en los setenta en Chicago para luego desplazarse a Nueva York. Ha grabado y ha tocado junto a Dexter Gordon, Bill Evans, Thad Jones & Mel Lewis, Stan Getz, Dizzy Gillespie, Sonny Stitt, Gene Ammons, Kenny Dorham, Don Byas o Philly Joe Jones, entre bastantes más. En los noventa lideró un quinteto junto a Akira Tana. Tenía ya cuatro disco más en formato dúo junto a Michael Moore (dos con él), Ron Jackson y Peter Ind.00
De hecho, este espléndido “It’s The Nights I Like” (Sunnyside Records / Karonte) lo grabó primero en vinilo junto al gran Elan Mehler, que pasó hace bien poco por las páginas de El Giradiscos. Ahora lo saca en cuidado compacto en triple digipack, con algunos temas más, y en la también buena compañía de Sullivan Fortner, uno de los mejores pianistas jóvenes del nuevo milenio. Rufus tiene innumerables y prestigiosos premios pero Sullivan también ha sido reconocido con algunos de renombre.
Pero vayamos a la música que contiene este trabajo y que cuenta con las buenas y acertadas notas interiores del experto Neil Tesser. Los 55 minutos comienzan con un maravilloso lento del propio Rufus como es "Always In The Moment". Un hermoso y claro single con un emocionante diálogo entre ambos instrumentos. "I Can’t Explain" suena mucho más viva y animada. Un tema lleno de alegría y esperanza con un espectacular solo de contrabajo de Rufus. A continuación borda el "Big Foot" de Charlie Parker y se salen con el "Duke Ellington’s Sound Of Love", de Charles Mingus. Un tema con un fantástico inicio solo al contrabajo, pero luego con otro buen diálogo entre ambos llenos de paz… y amor, como indica su título. También circula a buen ritmo y desprendiendo alegría el breve tema titular.
No podía faltar en este repertorio un tema de Duke Ellington, y qué mejor elección que la del "Sophisticated Lady" y hecha totalmente en solitario por su vibrante contrabajo. "Sweet Lorraine" es una de las buenas novedades y el tema más largo del disco, superando los siete minutos y con momentos al piano de Fortner realmente brillantes. Eso sí, en el digipack aparece Elan Mehler en los agradecimientos por el trabajo previo con la mayoría de los temas. El juguetón, y muy en primer plano, piano de Fortner protagoniza la alegre "The Meddler". Sin embargo, vuelve a tomar protagonismo un triste contrabajo, puntuado por un piano casi llorando en el "The Peacocks", de Jimmy Rowles.
Pero aún queda otra excelsa novedad para finalizar el disco que no es otra que el standard "Memories Of You", de Eubie Blake. De nuevo desprende tristeza y/o melancolía con un sonido de contrabajo totalmente solemne, y con el piano dibujando algunas líneas realmente mágicas. ¡Contrabajo fabricado por cierto en 1805! Gran colofón a un disco que se puede degustar poco a poco y en repetidas ocasiones. ¿Te atreves?
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