Fotografía 1: Quique Ruiz
Fotografía 2: Despeina dos
Si difícil es hacerse un hueco en una escena musical a la que cada vez es posible acceder desde una mayor diversidad de lugares y con la inmediatez que proporcionan los innumerables formatos existentes, un ejercicio casi de extremo funambulismo resulta convertirse en una pieza clave del paisaje "roquero" en nuestras fronteras, conquista alcanzada por la banda sevillana Los Fusiles, que encabezada por Pablo Cuevas ha heredado ese concepto "cañí", instaurado por predecesores como Los Enemigos y Gabinete Caligari, para convertirlo en un excelente idioma de acento propio.
Con estas características no es de extrañar que sus discos hayan sido un lugar ineludible en el que, desde esta casa, siempre hemos apostado por habitar. Por eso, es una consecuencia lógica que nuestra admiración por la carrera de la formación, y la más reciente de su cantante en solitario, derive en abrir las puertas de nuestras entrevistas especiales con las que celebramos nuestros quince años de historia como web al compositor, cantante y guitarrista del grupo andaluz, que como siempre nos atiende amablemente.
¿Qué valoración general harías de la actual situación del "mundillo" musical?
Pablo Cuevas: No sé si te refieres a la general o a la “nuestra” en particular. El primero seguiría apostando por la inmediatez del “usa y tira” y el segundo, el “nuestro”, resistiendo y envejeciendo todos juntos, artistas y público. De todas formas sigue habiendo música de calidad hecha por gente joven, sólo que hay que saber buscarlas.
Siempre se ha hablado del directo como último refugio para mantener con vida a las bandas, ¿Crees que hay una red de salas y condiciones favorables a lo largo del Estado?
Pablo Cuevas: Salas hay. Y muchas. Hace ya bastantes años se implantó que fuera el artista el que tuviera que ser el promotor del evento alquilando la sala donde fuera a actuar. Es una praxis bastante extraña y jodida para el músico. Se ve que los dueños de las salas tuvieron más conciencia de clase que los músicos y esta práctica se hizo norma en todo el país. Imagino que tiene mucho que ver con la privatización también de la cultura: asunto privado, minimizar riesgos. Corriente.
¿Cuál es el papel que en ese sentido crees que juega la proliferación de festivales?
Pablo Cuevas: Imagino que cuando tienen tanto éxito es porque habrá cosas bien hechas. Lo que no sé es si estas cosas bien hechas responden al apartado musical o al fiestero. Aunque para fiesta la que se dan los empresarios con sus precios abusivos y sus pésimos servicios. Yo sería incapaz de hacer una cola de 45 minutos para sacar una cerveza de cinco euros. Por supuesto estoy pensando en los festivales grandes del estado. Hay festivales pequeñitos y bien organizados donde ir como artista o como público es un gustazo.
Ahora que la venta de discos es irrisoria, las plataformas siguen robando a los creadores con porcentajes ínfimos por reproducción y en los festivales apenas se paga a los artistas más minoritarios, salvo honrosas excepciones. ¿Por dónde pasa la durabilidad de los proyectos y las carreras de larga duración?
Pablo Cuevas: Por la afición y el amor a la música. Los Fusiles tenemos la suerte de no palmar pasta porque, a nuestro modesto nivel, podemos prever los gastos e ingresos con bastante poco margen de incertidumbre. Hay otros casos de artistas que se autofinancian sus carreras aún siendo deficitarias. Se lo pueden permitir porque, felizmente, tienen otros ingresos ajenos a la música que cubren tantos gastos. Somos mucha gente las que no podemos parar de crear independientemente a la respuesta del público. Es como un trastorno obsesivo compulsivo.
A la hora de disfrutar de la música como oyente, ¿prefieres acercarte a los clásicos con los que te hiciste melómano/a o bien prefieres escuchar propuestas novedosas? ¿Por qué?
Pablo Cuevas: Yo prefiero escuchar música del siglo pasado básicamente porque es a la que tengo hecho el oido. Sí es cierto que ya escucho menos rock and roll y más clásica, jazz, chanson francesa, boleros o música de autor. Es tanta la música de décadas pasadas que me queda aún por conocer que ni me sale el pronto de escuchar algo novedoso de nuestros días. Creo que la música de antes estaba mucho mejor hecha tanto en talento como en medios. Hay alguna excepción de músicos de ahora que me pongo en casa… pero es también porque beben directamente de estilos del siglo XX. Me encanta la joven trombonista y cantante Rita Payés.
Todo oyente tiene algún secreto no confesable de bandas y/o músicos que le emocionan y que no suelen estar bien vistas, ¿Cuáles serían los tuyos y por qué?
Pablo Cuevas: Tengo la vergüenza bastante perdida en ese asunto de “artistas inconfesables”. Desde muy jovencito escuchaba con el mismo entusiasmo a The Clash y a Rocío Durcal. En mi estuche de cedés para el coche era habitual tener a Stray Cats, Loquillo, Antonio Machín o Marisol. Últimamente también me gusta ponerme pasodobles o copla. Creo que tu pregunta queda contestada.
¿Cuál fue ese primer contacto con la música que te empujó a dedicarte a ella?
Pablo Cuevas: Recuerdo que con trece o catorce años me impactó Oasis. Era un grupo de mi generación. Para chavales de mi edad. Fue cuando mi padre me regaló mi primera guitarra eléctrica. Me sabía buena parte de su repertorio. Luego vi que Oasis bebían de The Beatles y estos me gustaron aún más. A los pocos meses ya prefería a Elvis que a los de LIverpool.
Cita cinco nombres básicos en tu reproductor en los últimos meses.
Pablo Cuevas: Julio Sosa, Etta James, Patsy Cline, Charles Trenet y Adriano Celentano.
¿Qué artistas malditos, minoritarios o relativamente novedosos nos recomendarías encarecidamente no perder de vista?
Pablo Cuevas: A mis amigos, porque además son unos fenómenos: Chencho Fernández, Pájaro, Casas y la pistola, Pequeño Salto Mortal y Santiago Delgado y Los Runaway Lovers.
Eres un creador meticuloso en sus letras, las cuales beben de la mejor tradición de nuestro pop-rock nacional, sin por ello perder su carácter personal. ¿Crees que hoy en día faltan escritores a la altura de Josele Santiago, Kiko Veneno y Jaime Urrutia?
Pablo Cuevas: No sé si tienen que ser cronistas de ese pelaje exacto los que falten. Tengo la intuición de que las letras han pasado a un segundo plano. De todas formas, tampoco puedo certificar esto porque ya te digo que no oigo a gente actual. Es posible que haya gente maravillosa que escriba cosas formidables. Pero no las conozco.
¿Qué tipos de estructuras echas a faltar a nivel estatal para que bandas como Los Fusiles puedan llegar a los oídos del público más despistado?
Pablo Cuevas: Es complicado achacar a terceros el que no lleguemos a más gente. El rock and roll tiene un público objetivo de una determinada edad y no hay más. Esta audiencia, lógicamente, prefiere revisar a los grupos de su juventud. Internet viene muy bien para dar a conocer la obra de artistas amateurs. Pero es que hay demasiada oferta. Ahora es más fácil asomar la cabeza pero mucho más difícil crear las estructuras sólidas a las que te refieres.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de nuestra revista digital?
Pablo Cuevas: La entrevista que me hicistéis cuando salió nuestro primer disco en 2019 “¿Quién le escribe al Coronel?”. La leí en el tren camino de Cádiz. Luego vi otras entrevistas a Johnny Burning y gente potente del mundo del rock. Pensé: “coño, comparto espacio con el Johnny”.
¿Qué valoración haces de nuestra evolución como web asentada dentro de la oferta de prensa musical, nacional y gratuita? ¿Qué es lo que más te gusta de El Giradiscos? ¿Y lo que más te irrita?
Pablo Cuevas: La valoración, como no puede ser de otra forma, es muy positiva. Somos colegas en cuanto a perseverancia y amor a la música minoritaria. Me gusta también mucho que no sea una web rockera fundamentalista. Hay mucha diversidad de géneros en vuestro portal. Quizás echaría en falta una regularidad en vuestras publicaciones… pero calla… ¡que igual soy yo el despistado!
Espacio libre para una felicitación, crítica o lo que venga en gana…
Pablo Cuevas: Muchísimas felicidades a El Giradiscos por vuestros quince años de existencia. Un honor que nos tengáis en cuenta siempre a Los Fusiles. Un abrazo.