Por: Javier González.
Elefantes cumplen treinta años, una cifra redonda que han decidido celebrar de la mejor forma posible con la publicación de “30 aniversario o tratado sobre jardinería”, un trabajo donde seleccionan parte de lo más representativo de su repertorio en el que no faltan colaboraciones y adaptaciones de artistas y compañeros hacía los que profesan profunda admiración, todo ello presentado en una bonita edición a la que merece la pena acercarse no solamente por la faceta musical.
También, como forma de conmemorar la citada efeméride, han preparado una gira que mantendrá a la banda ocupada durante los próximos meses de este año con paradas en buena parte de nuestra geografía y también en México.
Ante tal cúmulo de circunstancias decidimos ponernos en contacto con Shuarma para repasar la trayectoria de Elefantes. Echamos la vista atrás y realizamos una retrospectiva hasta nuestros días para mostrar nuestro respeto a uno de los grupos con un discurso más personal dentro de pop-rock nacional.
¿Qué tal está la banda Shuarma? ¿Cómo va todo?
Shuarma: Igual es un poco tópico lo que te voy a decir, creo que estamos en el mejor momento posible y mira que hemos tenido buenos, pero estamos en uno de la hostia. Es muy, muy, muy bonito. A nivel personal la relación entre nosotros está en un punto álgido, algo que se refleja a nivel musical. Como te sientas tú, se refleja en la música. Estamos consiguiendo volver a darle mucha vida a nuestra música, algo que después de treinta años no es una tarea fácil, la verdad.
Celebráis 30 años de carrera desde que Elefantes nació como banda. ¿Qué recuerdas de aquellos primeros días?
Shuarma: Sobre todo recuerdo la ilusión, para mí es lo más importante que puede haber. Muchas veces trabajo en la dirección de aprender a mantener viva la ilusión, es fácil que con los años vaya decayendo. No es lo mismo subir por primera vez al escenario que llevar treinta años encima. Tanto la banda como yo nos hemos preocupado de recordar y saber porqué estamos aquí, cuál fue nuestra motivación primaria y vivir conectados con eso. Recuerdo mucho también la ingenuidad, éramos unos chavales, sin tener ni puta idea de esta profesión que intentaban abrirse camino. Afortunadamente, después de muchos años, tenemos la ilusión intacta; de hecho, te diría que está mucho más despierta. Cuando empiezas puede ser que las cosas te salgan o no por mera cuestión de suerte, pero cuando llevas treinta años es porque has apretado alguna tecla con la que la gente se ha sentido identificada. Somos una banda respetada y querida, cosa que nos llena de orgullo.
¿En qué momento visteis que la cosa cogía velocidad y había opción de grabar un álbum?
Shuarma: La verdad es que siempre lo sentimos, quizás sea feo decirlo. Hemos sido una banda que siempre hemos creído mucho en nosotros. Siempre hemos tenido la sensación que tenemos algo bueno que ofrecer, no algo más bueno que lo de otros. Tenemos nuestra forma de hacer las cosas, que es nuestra, única, como es única la de cualquier otra banda. Hemos tenido convicción en las cosas que hacemos, algo que supongo nos ha llevado a ir consiguiendo objetivos. Hemos conseguidos mantenernos en los momentos difíciles y en los buenos, lograr que no se nos vaya la cabeza mucho. Tener presente qué es lo que nos lleva a hacer música y que sea nuestra guía. Un éxito no quiere decir que sea tu mejor canción, solo que ha llegado, y otra que es mejor, no llega a la gente. Hemos intentado mantenernos fieles y coherentes al motivo por el que hacemos esto. De esa forma no juegan un papel tan importante ni el éxito ni el fracaso.
Si te parece hablemos brevemente de cada uno de los discos de estudio que habéis editado a lo largo de estos años:
El primer gran paso es el Lp debut, “El Hombre Pez”.
Shuarma: “El Hombre Pez” es el inicio, antes hubo un Ep de cinco canciones, ya que no teníamos dinero para más. Nos dio pie a que un sello discográfico se fijara en nosotros, allí pudimos grabar “El Hombre Pez”, producido por nosotros que no teníamos ni puta idea, cosa que no nos importaba. Queríamos hacer las cosas a nuestra manera, aprender poco a poco, fue lo que hicimos, sencillamente. Es un disco lleno de maravillosa ingenuidad. Hay cosas que las haces solo si eres muy ingenuo, cuando vas aprendiendo un oficio no las haces. Ese disco tiene la magia de la ingenuidad, del que no sabe qué está haciendo. Creo que hay muy buenas canciones, nos definen, y que seguimos tocando hoy día. El espíritu era de una valentía e ingenuidad tremenda, es algo muy adolescente, cuando se juntan ambas surgen cosas maravillosas.
“Le debemos mucho a Enrique Bunbury y a su público”
El éxito vino de la mano de “Azul”, producido por Enrique Bunbury.
Shuarma: Absolutamente. Es lo que te decía antes, nosotros… no quiero pecar de vanidoso, pero creíamos que teníamos algo y nos moríamos por enseñárselo a la gente. Que les gustara o no, era otra cosa. Queríamos mostrar quiénes éramos, incluso saliendo antes que una figura como Enrique, al que la gente adoraba, era algo que no nos intimidaba. Él tenía su discurso y nosotros el nuestro, la gente que nos escuchara se iba a cagar escuchándonos. Y así fue. En aquella época, el público de Enrique, solo quería a Enrique, lo que no fuera Enrique les molestaba. Nosotros nos ganamos el cariño de la gente. Hicimos una gira por España, México y Estados Unidos, fue el inicio de nuestro éxito. Antes que nada, le debemos mucho a Enrique y a su público, muchísimo. Les debemos gran parte de lo que somos ahora. Estamos muy agradecidos.
Tras el gran paso adelante, llegó “La Forma de Mover tus Manos” con el que había asentar lo conseguido.
Shuarma: Al final con “Azul” y las giras más grandes fuimos aprendiendo muchas cosas, incorporamos al grupo mucha experiencia. Vas creciendo en tu discurso y mirada, en tu forma de decir las cosas. Fue lo que ocurrió. El grupo amplio opciones y posibilidades, se plasmó en la música y quedó muy bien plasmado.
Editáis el último trabajo de vuestra primera etapa, “Somos Nubes Blancas” y el directo, “Gracias”, tras ello emitís un comunicado donde ponéis punto y final a la banda porque en vuestras palabras “no teníais nada más que decir”.
Shuarma: Es muy difícil definir nuestro final como banda en aquel momento, más que nada porque no fue un final. Para nosotros sí que se acababa todo ahí, sentíamos que se había terminado, quizás la ilusión que te decía antes. Nos habíamos desconectado entre nosotros y no teníamos ganas de seguir, no disfrutábamos de lo que hacíamos. Era una falta de respeto a nuestro público y a la industria de la música donde llegar a encontrar tu lugar es difícil. Es más, cuando ocupas un lugar dentro es porque se lo estás quitando a otro proyecto. Creíamos que lo más honesto era apartarnos, habíamos dicho lo que queríamos decir. Al separarnos nos dimos cuenta que no teníamos que haber apretado el “stop”, deberíamos haber apretado el “pause”. Necesitábamos parar, nos habían pasado muchas cosas y nuestra formar de vivir el grupo era muy intensa, nos va la vida en ello. Todo lo pasado, mucho y muy rápido, nos agotó. No tuvimos visión para decir, vamos a parar y luego regresamos. Tan pasionales como siempre dijimos que acababa… un día, con el tiempo, nos llamamos y descubrimos que nos moríamos de ganas por volver y todo funcionó de maravilla desde el segundo uno. Necesitábamos un tiempo, lo llamamos final, pero ha quedado en evidencia que no lo era. Un día paramos con honestidad y con la misma honestidad, decidimos volver.
Volvéis con “El Rinoceronte”, un buen regreso que os deparó muchas cosas bonitas.
Shuarma: Creo que es un muy buen disco. Es muy honesto. Nos nominaron a un Grammy Latino que no era tan fácil de conseguir como ahora. Fue un trabajo que nos trajo muchas alegrías, fue un disco muy bonito.
El siguiente paso fue “Nueve Canciones de Amor”, uno de vuestros mejores álbumes de siempre, contiene canciones que a día de hoy tienen un número de reproducciones que asustan.
Shuarma: “El Rinoceronte” fue la vuelta y “Nueve Canciones” fue el de entender quiénes éramos. Fue un trabajo difícil, ya que hablaba de situaciones personales en relación al amor duras, en mi caso viví un momento muy fuerte e intenso. Es un álbum escrito a flor de piel que el público entendió a la perfección. Nos ayudó muchísimo. Es de los mejores discos que tenemos.
Después vinieron dos muescas más que son “La Primera Luz del Día” y sobre todo “Antoine”, donde os lanzáis a una aventura inédita para la banda.
Shuarma: “Antoine” fue un encargo, me propusieron escribir la música para un musical. Lo único que pedí es que fuera con mi banda, con Elefantes. Fue sencillamente ir musicando todo lo que sucedía en la obra de teatro, fue muy interesante. Por primera vez había una historia que contar con inicio-núcleo y desenlace. No partía de nosotros. La disfruté enormemente a nivel creativo, pero no deja de ser un encargo, es así.
Y con “Trozos de Papel/Cosas Raras”, comenzáis una nueva etapa en la que ya no está Hugo Toscano, miembro fundador de la banda, dando paso a la entrada de Álex Vivero.
Shuarma: Es una nueva etapa. Entra Álex que ha supuesto un cambio importantísimo para nosotros. Nos ha permitido hacer una evolución que teníamos muchas ganas de hacer desde hace mucho tiempo, pero que por motivos no podíamos. Álex nos ha proyectado musicalmente hacia adelante. Lo necesitábamos. Para mí es un disco capital, importantísimo. Creo que las canciones tienen un poder especial, además de cómo se grabó, por el ambiente de la banda. Es una de las mejores sensaciones que he vivido en la grabación de un trabajo.
El presente trae esta celebración y un regalo para vuestros fans con la edición de “30 Aniversario o tratado sobre Jardinería”. Me gustaría saber los motivos de la elección de temas, tanto propios como ajenos, así como de los compañeros y compañeras con que colaboráis en el mismo.
Shuarma: Es una celebración, queríamos que quien escuchara entendiera quiénes somos. No tanto poner los grandes éxitos, ya que no somos una banda de grandes éxitos al uso tampoco. Es importante la personalidad que tiene cada banda, creemos que cada una debe tener la suya. Queríamos enseñar qué somos, de ahí la decisión de las canciones, puesto que hay algunas que te definen más o menos. También dejar claro que somos músicos también porque hay música de otros que ha sido fundamental en nuestras vidas. Nunca nos ha dado miedo hacer versiones, aprendemos mucho de interpretar y escuchar a otras personas. Disfrutamos de la música, la nuestra es nuestro modo de expresión, pero a veces pensamos que nos gustaría haber escrito canciones de otra gente. Hemos tenido la suerte de ser amigos de muchos compañeros con los años, nos encanta tenerlos cerca, de ahí un segundo disco con colaboraciones.
Me gustaría que me hablaras un poco del diseño, puesto que ha quedado realmente bonito.
Shuarma: La edición es mérito de Miguel Frago, un tío con un talento increíble. Nos entendemos muy bien y reflejó todo en un disco que es precioso. El formato es una pasada, y lo mismo que te decía antes, Miguel hace que nos entiendan a través de su diseño.
De todas las colaboraciones que hay en el disco, quisiera resaltar tres por motivos muy distintos. Manolo García sería una de ella, ya que en el primer concierto de Elefantes que pude ver en la plaza de toros de Toledo, como teloneros de Bunbury, ya interpretasteis una versión de “Huesos” de Los Burros; también quisiera hablar de Antonio Vega, el único junto con el ya mencionado Enrique que aparece dos veces en el álbum.
Shuarma: El Último de la Fila es una banda capital, ya hacíamos versiones de “Huesos” en directo como bien dices, así que imagínate qué significó colaborar con los años con Manolo, fue un regalazo espectacular. Antonio ha sido un músico capital para nosotros, tuve una relación muy bonita de amistad con él y colaboramos en un par de ocasiones. Y qué te voy a decir de Enrique, es mi amigo, es una persona a la que le debemos mucho. Él nos colocó delante del público, luego los buenos conciertos los hicimos nosotros, pero él nos puso delante, nos dio la oportunidad primera para mostrar lo que hacemos. Nosotros siempre estamos agradecidos a Enrique.
“Ha habido momentos de más y de menos éxito, pero el público siempre ha estado a nuestro lado”
¿Cómo son las sensaciones que estáis viviendo en esta gira?
Shuarma: Tenemos una sensación de gratitud muy grande. Primero hacia nosotros mismos, ya que somos cuatro personas que decidieron emprender un camino muy difícil juntos, la música es un camino que tiene muchos callejones sin salida. Fuimos cuatro chavales que lo dimos todo y nos ha salido bien. Sentimos agradecimiento a nosotros mismos por la valentía, cabezonería y talento, creo que uno no llega sin un mínimo de talento. Estamos agradecidos a nosotros mismos. También sentimos agradecimiento hacia el público, llevan treinta años aquí, como nosotros, entendiendo que la banda ha tenido momentos mejores y peores, cosa que han aceptado. Ha habido momentos de más éxito y de menos, pero siempre han estado a nuestro lado, siempre, siempre, siempre hemos contado con su cariño. Probablemente, en más de una ocasión, ha sido la gasolina que nos ha mantenido vivos. Sentimos mucho agradecimiento hacia la gente que nos ha mantenido vivos.
Insisto, nunca había reparado en vuestra cifra de oyentes mensuales en Spotify, pero me ha parecido una pasada.
Shuarma: Somos conscientes de lo afortunados que somos. Es lo que te decía, nosotros ponemos el corazón en Elefantes, tal cual, no solo el corazón, todo. Es el camino que hemos elegido conscientemente, hay gente que lo percibe por suerte y que le gusta. Es una cuestión de sentirte identificado o no. Nosotros nunca hemos querido engañar a nadie, somos esto y a quien le guste bien. Y si no podemos mantener la carrera, espabilaremos, pero no queremos mantenerla a cualquier precio. Ya nos pasó y nos fuimos. Así es, no queremos engañar a nadie.
Vuestra historia es larga, daría para un libro contándola, algo que está muy en boga. ¿Tenéis planeado algo así en un futuro cercano?
Shuarma: No, la verdad que no. De momento vamos a hacer esta gira que es fuerte e intensa. Nos llevará este año y parte del otro. Luego veremos qué hacemos. En 2025 se cumplen 25 años de “Azul”, no sabemos si haremos algo conmemorativo. Tenemos muchas canciones nuevas que no queremos dejar de grabar. Hay muchas cosas entre manos y tenemos que ver qué comemos primero. Debemos organizarnos un poco.
La entrevista no saldrá hasta más tarde, pero hoy es San Jordi, festivo en tu tierra, así que dos cuestiones, la primera, felicita a Jordi de nuestra parte, y la segunda, ¿qué libro nos recomiendas no dejar de leer?
Shuarma: La felicitación se la doy en un ratito que hablaré con él. Te voy a recomendar… me es difícil uno solo, la verdad. Te diría que “La Espuma de los Días” de Boris Vian, me parece un libro fundamental, quien no lo haya leído debería hacerse dicho regalo.
¿Te podrías imaginar una vida sin que hubiera existido Elefantes?
Shuarma: No me lo puedo imaginar. No había alternativa en nuestra vida, no había plan B. No existía la opción de no conseguir algo, con algo no me refiero a éxito. Hemos tenido la fortuna que al final el público ha estado de nuestro lado y nosotros lo hemos sabido manejar. Hemos hecho de Elefantes desde nuestra forma de sentir a nuestra fuente de ingresos. No te sé decir. Nunca hubo otra alternativa. Jamás.