The Limboos es una bandaza, qué duda cabe. De las mejores que pasean palmito por nuestro panorama actual. Disco que sacan, disco mayúsculo. En sus canciones hay intensidad, emoción y algo hipnótico que te induce a reproducirlas sin parar. La energía que destilan es contagiosa, algo que vuelve a ser palpable en el reciente “Off The Loop”, del cual daremos debida cuenta en próximas semanas de forma profunda.
Tratándose de un grupo al que denominamos “de la casa”, pues desde hace una década vienen apareciendo por nuestra web, concretamente desde su debut, “Space Mambo”, no podían faltar a nuestra celebración del quince aniversario.
Se lo propusimos y accedieron al instante de buen grado, ajustándose a una petición muy concreta. Queríamos que fuera Daniela Kennedy, fenomenal batería de la formación, quien se hiciera cargo de responder a nuestro cuestionario, cosa que aceptaron y que agradecemos profundamente, pues demuestra la grandeza que atesoran y nos facilita continuar buscando una pretendida paridad entre hombres y mujeres en esta ronda de entrevistas, algo que confesamos no está siendo nada sencillo de conseguir.
Os dejamos en compañía de una de las mejores baterías de nuestra escena, recomendando encarecidamente que le deis un buen repaso a “Off The Loop”, su último trabajo, apostamos a que caeréis rendidos ante lo que proponen The Limboos una vez más.
¿Qué valoración general harías de la actual situación del “mundillo” musical?
Daniela: Ando un poco desconectada de cómo está el patio últimamente, la verdad. Voy a menos conciertos de los que iba antes y los selecciono más, en parte porque no tengo mucho margen a lo largo del mes. Vivir exclusivamente de la música, al menos para un grupo como el nuestro, significa hacer cábalas económicas la mayor parte del tiempo y seguimos notando el retroceso de la pandemia y sus consecuencias, imagino que la situación será semejante para bandas de picar piedra como la nuestra.
Siempre se ha hablado del directo como último refugio para mantener con vida a las bandas, ¿Crees que hay una red de salas y condiciones favorables a lo largo del Estado?
Daniela: En la década que llevamos girando hemos tocado en prácticamente todas las provincias del país, en salas de menor o mayor tamaño. En la gran mayoría nos hemos sentido a gusto y nos han tratado bien. Algunas cuentan con mayor parroquia y otras son plazas más duras, pero por lo general las condiciones han sido favorables por parte de la sala. Hasta donde sé, las salas de conciertos están pasando por un momento realmente complicado. La situación que nos comentan desde muchas de ellas, a no ser que cuenten con subvenciones, es un poco la misma que comentaba antes respecto a las bandas...los números no salen y la afluencia a los conciertos no es siempre la esperada. En muchos casos, son esfuerzos enormes por mantener viva la cultura de la ciudad, llevados a cabo por parte de gente que cree en la música y que no siempre ven recompensado el esfuerzo que ello conlleva.
Imagino que con el tiempo algunas desaparecerán, así que si la situación sigue así lo que no sé es si en un futuro podremos responder afirmativamente a esta pregunta.
¿Cuál es el papel que en ese sentido crees que juega la proliferación de festivales?
Daniela: Los festivales grandes son más una experiencia de ocio que el lugar idóneo donde ver a un grupo, aunque pueden traer a bandas que en ocasiones no tendrías la oportunidad de ver en otro lado. Como grupo, es una oportunidad para darse a conocer a otro tipo de público, pero poco más. Si hablamos de festivales de menor tamaño, supongo que pueden entrar un poco en conflicto con lo que puedan ofrecer las salas. Pero no sé, estoy suponiendo.
Ahora que la venta de discos es irrisoria, las plataformas siguen robando a los creadores con porcentajes ínfimos por reproducción y en los festivales apenas se paga a los artistas más minoritarios, salvo honrosas excepciones. ¿Por dónde pasa la durabilidad de los proyectos y las carreras de larga duración?
Daniela: Supongo que te aferras a la fe en lo que haces, a la satisfacción de compartir con otras personas lo que tardas meses o incluso años en construir con un disco, a que no sabes hacer otra cosa. Aún así, la situación con el tiempo se hace frustrante y la sensación de estancamiento y la falta de estabilidad acaba haciendo mella a muchos niveles, creativo también.
A la hora de disfrutar de la música como oyente, ¿prefieres acercarte a los clásicos con los que te hiciste melómano/a o bien prefieres escuchar propuestas novedosas? ¿Por qué?
Daniela: Cuando algo me da en la patata, tiendo a escucharlo obsesivamente. Hay discos que sigo escuchando en bucle desde la adolescencia, no me canso. De vez en cuando me cruzo con cosas actuales que me sorprenden, claro, pero suele ser casual o por recomendaciones de amigos que andan más actualizados que yo. Confío enormemente en el criterio de mis compañeros, yo soy más comodona. Incluso como batería, la inspiración la sigo encontrando por lo general en estilos más clásicos como el rhythm and blues, que me parece una mina de ideas.
Todo oyente tiene algún secreto no confesable de bandas y/o músicos que le emocionan y no suelen estar bien vistas, ¿Cuáles serían los tuyos/ Vuestros y por qué?
Daniela: No se me viene a la cabeza ninguna confesión terrorífica más allá de que hundiría una fiesta si tuviese que pinchar lo que suelo escuchar en mi día a día. Soy de oído tranquilo por lo general, mis compañeros tienen un poco de coña con el asunto e igual me ponen a Elliot Smith en la furgoneta para que me sienta en una rave. Me anima mucho Juan Luis Guerra, por ejemplo. Creo que para algunos valdría como confesión. A veces desentumezco con clásicos de la radiofórmula, no me da ningún apuro decirlo.
¿Cuál fue ese primer contacto con la música que te empujó a dedicarte a ella?
Daniela: Tuve interés temprano hacia la música y se me abrió un túnel de colores cuando empecé a escuchar con atención y criterio propio en la preadolescencia, pero nunca me llamó la atención dedicarme a ella. Intenté aprender varios instrumentos melódicos por disfrute, pero soy inconstante y me frustro rápido. Subirme a un escenario ni se me pasó por la cabeza, me parece terrorífico aún a día de hoy. Tocar la batería fue una carambola. A los tres meses de coger una baqueta tuvimos nuestro primer concierto, no había ningún tipo de expectativa con el grupo más allá de echar el rato.
Cita cinco nombres básicos en tu reproductor en los últimos meses.
Daniela: Scott Walker, Lee Hazlewood, Chet Baker, Little Willie John, Gene Clark o Davy Graham me suenan todo el año. Estos últimos meses también he tenido bastante en bucle el Lost Album de Dion, que ha sido un descubrimiento para mí. También he estado flipando de nuevo con Kula Shaker que hacía que no los escuchaba.
¿Qué artistas malditos, minoritarios o relativamente novedosos nos recomendarías encarecidamente no perder de vista?
Daniela: Se me viene a la cabeza Jake Thackray. No es actual, pero me parece un tipo muy interesante, que seguía una tradición musical algo ajena a la suya por origen, con unas letras muy inteligentes y sarcásticas, muy a lo George Bressens. Ademá,s es referente para mi madre en navidad a la hora de comprar jerseys. Me sorprendió y no a la vez enterarme de que Alex Turner es bastante fan suyo.
Daniela, formas parte de una bandaza como The Limboos, uno de nuestros mejores proyectos musicales, pero que tienen que luchar día a día para poder continuar rodando y sacando discos. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse/ vivir de la música?
Daniela: Puede sonar a cliché, pero que haga lo que le venga en gana y satisfaga a nivel musical y creativo, porque no hay una formula certera para que un proyecto funcione. En nuestro caso, tratamos simplemente de hacer algo que nos gustase escuchar a nosotros mismos, e incluso a lo largo de la década que llevamos con la banda, hemos llegado a cansarnos de cosas que estábamos tocando y hemos sentido la necesidad de renovarnos, simplemente por satisfacer nuestro propio oído.
Personalmente, recomendaría buscarse alguna actividad alternativa durante la semana. Creo que para dedicarte a la música también tienes que tener una disposición mental para ello. Cuando sales a tocar estas conviviendo con tus compañeros y rodeado de gente gran parte del día y por lo menos yo, que vivo en el campo con su correspondiente silencio, siento algo de montaña rusa emocional al llegar a casa. Entre semana trabajo en el campo con caballos y me sienta de lujo para este asunto.
¿Qué recuerdos positivos te han quedado de las épocas/ vivencias más complicadas de la andadura de la banda?
Daniela: Los recuerdos positivos son irónicamente los que fueron más frustrantes en su momento, y a los que el tiempo ha dado un toque cómico. Contratiempos en la carretera, lugares terroríficos de dormida o alguna situación absurda. Tengo que decir que en casi todos estaba presente mi amigo Marky, primer bajista de la banda. Nos reímos mucho recordando alguno, como la gira en la que hicimos de banda de Jack Rivera en los principios. Era todo más desenfadado en gran parte porque no nos dedicábamos a ello a tiempo completo.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de nuestra revista digital?
Daniela: En los albores de The Limboos, recuerdo que fue de los primeros medios en darnos cobertura y apoyo, creo que debí conoceros sobre aquella época. Queda lejana y difusa.
¿Qué valoración haces de nuestra evolución como web asentada dentro de la oferta de prensa musical, nacional y gratuita? ¿Qué es lo que más te gusta de El Giradiscos? ¿Y lo que más te irrita?
Daniela: Confieso que hace tiempo que no leo prensa musical, pero en épocas en las que he estado más activa y pendiente de cómo estaba el panorama, me apetecía ver otros puntos de vista de interés en lo relativo a la música en general o quería descubrir cosas nuevas para los oídos, ha sido de las primeras fuentes a las que he recurrido. Me parece una revista seria, de amplísimo espectro y cuyos quince años de recorrido prueban la dedicación y verdadera pasión que tiene de base.
Espacio libre para una felicitación, crítica o lo que te venga en gana...
Daniela: ¡Muchas gracias por hacerme un hueco en vuestra casa y enhorabuena por la calidad mantenida durante tantos años!