Antes de que Wall Street tropezara, cuando todo eran vestidos de flecos, ley seca y coches sacados de El gran Gatsby, la gente bailaba al ritmo de la música swing. Casi cien años después algunos nos aferramos aún a lo vintage, y no nos queda otra que amigarnos de grupos como Caravan Palace.
Surgida en París a comienzos de los dos mil, esta banda rescata de las profundidades a los trombones, saxos y trompetas que daban vida al jazz y el swing, aunque no sin darles una vuelta al estilo moderno. ¿El resultado? Algo llamado electro swing que, si bien no es para todos los gustos, sí que enganchará a los nostálgicos con ganas de fiesta.
Desde el lanzamiento de su primer álbum de estudio, llamado como la propia banda, los franceses se han ido haciendo hueco en el panorama musical indie. Además de sus fans, los acompaña siempre un curioso robot de lata, protagonista de todas sus portadas y algunos videoclips. De hecho, sería el disco titulado literalmente como la cara de dicho robot, “<|º_º|>”, el que mandaría a Caravan Palace al estrellato.
Este álbum de 2015 contiene algunos de los temas más conocidos de la banda: “Lone Digger”, en cuyo vídeo podemos ver una parodia de nuestra sociedad encarnada en animales pasando el rato en un bar; “Wonderland”, que refleja también en el videoclip el corrupto deseo de poder y riqueza; o “Comics”, también con unos visuales curiosos que muestran el intento de controlar lo que vemos (y lo que no).
Con el álbum “Chronologic”, lanzado en 2019, no hicieron más que consolidar la popularidad en su nicho. Y ahora Caravan Palace vuelve con “Gangbusters Melody Club”, y con (cómo no) su robot en la portada. El primer single ya anunciaba lo que venía. “MAD”, que también es la primera pista del álbum, nos muestra un cambio de roles: aquí el más conservador y correcto es el mismísimo diablo. En el vídeo seguimos la jornada laboral normal de un repartidor que no tiene muchas ganas de trabajar. Pasado por las drogas, su interior es una fiesta… Hasta que se topa con el diablo. “End of my shift, ready to down a pint / But the boss says, "Hold, no time to spare" / The party's poppin', but he just don't care”, dicen los versos de la canción. Sin embargo, al final este jefe se corromperá, y nuestro repartidor acabará con la moral perfecta (y paradójica) del diablo.
Como segundo single y “midpoint” del álbum nos ofrecen “Reverse”, una especie de lamento feliz o, como mínimo, agridulce. Comienza con un instrumental cercano a una balada, y aunque este se anima después, la letra queda en el plano triste. “Reverse”, al final, habla de sentirse fuera de lugar, insatisfecho con tu propia vida, incapaz de levantarse del sofá… Y como única solución nos invita a bailar.
“Aquí tenéis una más para esperar lo que sea que estéis esperando”, dijeron con el lanzamiento de su tercer single. “Mirrors” ha conseguido colarse en el Top 5 de canciones más populares de Caravan Palace en Spotify, y no es algo aleatorio, pues resulta ser unos de los temas más interesantes del álbum. Vídeo y letra van de la mano para contarnos cómo es ser el segundón. En esta ocasión podemos ver a una chica siendo acosada en su día a día por una sombra negra, a la vez que escuchamos versos como “You bother me / You´re ahead of me / All due to nothing but jealousy”. La cuestión es quién es la sombra que (de nuevo, paradójicamente) opaca a la chica… ¿Alguien con quien mantiene una relación y siempre la deja en segundo plano? ¿Su ansiedad? ¿Ella misma? En un momento determinado, el vídeo muestra a la joven en un lado del espejo y a la sombra en su reflejo. Sin olvidar que la canción se titula “Mirrors”, parece que ya está resuelta la duda. Segundón de uno mismo, vienen a decirnos. Sin embargo, al igual que en “MAD” y en “Reverse”, la protagonista acaba bailando con el antagonista. Puede que lo que pretenda decirnos Caravan Palace es que en ocasiones hay que hermanarse con los problemas, aceptarlos y, por qué no, bailar junto a ellos.
Con el lanzamiento del álbum completo llegaron nuevos temas, como “Raccoons”, “Spirits” o “City Cook”. Todos ellos siguen esta línea característica: ritmos festivos y animados combinados con letras que manifiestan problemas humanos sufridos por todos. Además del plus, obviamente, de la música como escapatoria de esta dura vida.
Junto a los doce temas que componen este álbum, Caravan Palace nos regala algo más, y es que los franceses estarán el 11 de junio en las Noches del Botánico de Madrid, con sus letras rápidas y agudas, sus ritmos frenéticos y vintage y sus ganas de que olvidemos los problemas.
¿Qué decís entonces? ¿Nos unimos al “Gangbusters Melody Club” para dar la vuelta a todo lo malo?