Por: Txema Mañeru.
Este cuarteto de Sacramento se consolida con este estupendo tercer disco. Yo los descubrí hace un lustro con el estupendo “This Band Will Self-Destruct In T-Minus” (Slovenly Recordings) y su freak-beat punk salvaje que lo era hasta en su genial, destructiva y nihilista portada (yo que tú lo conseguía en vinilo, al igual que este nuevo trabajo)- Pero para entonces ya llevaban años dando guerra. De hecho debutaron bastantes años atrás, hace dos décadas, con “Sounds Of Violence”. Ahí contaron ya con la bendición del mismísimo Tim Warren (Crypt Records)., quien les ha vuelto a masterizar este nuevo disco que suena mejor que nunca y con la misma frescura de sus comienzos.
Siempre se han rodeado de prestigiosos músicos y productores, y ahora les ha producido el gran Tim Green (Nation of Ulysses, Fucking Champs) que igualmente les ha ayudado con el piano en varios temas y cuentan además con la presencia de Anton Barbeau, un genio del pop psicodélico a lo Robyn Hitchcock, Julian Cope o Syd Barrett, que ha trabajado con The Bevis Frond o The Loud Family. Aquí ha metido su órgano ácido Vox Super Continental en bastantes temas y nos ha traído recuerdos al garage-punk y al vetusto rhytmn and blues de los Sonics, Cynics, Them o Troggs, entre otros.
Estos cuatro canallas habían militado antes en bandas de garage y rhtymn and blues de California como Trouble Makers, The Shruggs, Zodiac Killers o Groovie Ghoulies, y arrancan su actual álbum con una salvajada al estilo del "Wild Thing" de los Troggs, pero también con ecos a sus adorados Sonics. Un tema contagioso con destacados punteos y coros y en el que ya brilla ese Vox de Anton Barbeau. Su título, "I Mean You". Tim Foster vuelve a cantar como un energúmeno en "Me’n’z" con riffs salvajes y chillidos espeluznantes.
odos los temas llevan la autoría de los 4 miembros del grupo excepto su buena versión del "It’s Your Time", de sus también queridos, The Weeds. Relajan algo su sonido garagero en "Last House On The Block", con un ritmo a piñón fijo y buenos riffs. Es uno de los dos temas que supera la casi infranqueable barrera de los cuatro minutos y aprovechan para que Mike Farrell se marque algunos de los más poderosos solos del disco. Sigue el guapo single y videoclip titulado "The Slink" en forma de instrumental arrollador para abrir o cerrar conciertos. "Like To Be Your Man" es otro brutal rhytmn and blues que nos traen de vuelta a la vida a los Them, los Downliners Sect o los Sonics. Cierran la cara A con "Shiver And Shak" y sus coros macarras sobre riffs punzantes y con unos punteos graves de Farrell que no paran de ametrallarte.
La cara B se abre con una de las cumbres del disco. Su título es "Cooler Heads" y en ella se encuentran el guapo órgano de Barbeau y el piano de Green. También repiten ambos en "Dyer Lane", un tema instrumental más oscuro con ecos entre The Cramps y Cynics. De nuevo regresan al freak-beat r’n’r con "Well I Never", canción que nos trae ecos también hasta de los Ramones. "Secret Love" es un single en potencia en forma de rhytmn and blues salvaje a lo Sonics con guapos coros y un zumbido prácticamente constante en sus dos guitarras. Me flipa "Rue de Montreuil"y su estupenda armónica rodeada de buenos punteos y aromas que van hasta los primeros The Who pasando por los Dr. Feelgood de Wilko Johnson. Acaban con un bueno lento más pop como es "For a While" que tiene hasta un guapo toque folk-rock psych a lo Turtles. Cuentan con un tema extra en la edición digital titulado "Mangalore", otro instrumental muy guitarrero y claramente deudor del mejor Link Wray, que es otro de sus músicos favoritos de siempre. Buen gusto, desde luego. Otra vez con preciosa portada en tres colores, azul, blanco y negro, con las fotos de su colega, Al Sobrante, leyenda del punk de la Bay Area, este álbum sólo nos incita a clamar por que vengan pronto por estos lares, por favor.