Por: Txema Mañeru.
Está claro que el sello alemán Ruf Records está especializado en el blues-rock eléctrico más actual, aunque también cuenta con unos cuantos artistas veteranos de gran calidad. Es todavía casi más habitual la presencia de muchas mujeres guitarristas (la mayoría también cantantes y compositoras) entre sus publicaciones más frecuentes. Katie Henry ha sido uno de sus últimos fichajes en este sentido, quien ya debutó con el sello hace dos años con un destacado “On My Way”, que pasó también por las páginas de El Giradiscos.
La discográfica lleva varios años haciendo su gira del “Blues Caravan” en la que suelen juntar a tres de sus más prometedores nuevos fichajes para así darlos a conocer, básicamente al público alemán y europeo. En ese mismo año, 2022, incorporaron a Henry junto a la explosiva Ghalia Volt y al todavía más prestigioso Will Jacobs , que ingresó también recientemente en el sello.
Este “Get Goin’” (Ruf Records / Karonte) significa el tercer disco bajo el propio nombre de la estadounidense, aunque el segundo para el sello alemán. La buena recepción del anterior “On My Way” ha supuesto que le pongan en la producción al prestigioso, ya veterano en el sello y más consolidado, Bernard Allison quien ha ayudado en la mayor parte de las composiciones del nuevo disco y que acaba de publicar un recomendable doble compacto de casi 90 minutos titulado “Luther’s Blues”, que es su particular homenaje a su padre, Luther Allison. Desde el año 92, siempre había ido interpretando y tocando canciones de sus padres en todos sus directos y ha metido siempre algunas en sus discos hasta llegar al “Highs & Lows” de hace dos años. Y eso es lo que trae ese doble recopilatorio completando un total de 20 de las mejores y más célebres canciones compuestas por su progenitor. En ellas demuestra su maestría con la guitarra u su versatilidad al cantar, suponiendo así un merecido reconocimiento a la figura paterna. Cabe el blues más clásico, pero también mucho power-blues a lo Stevie Ray Vaughan o baladas preciosas que en muchos casos se acercan, bien, hasta a terrenos soul.
Pero nuestra intención aquí era la de valorar como se merece ya por sí sola a la joven Katie Henry. “Get Goin’” comienza impecable pro su flamante nuevo single y videoclip titulado "Love Like Kerosene", composición de Scott Sharrard popularizada por el enorme Gregg Allman. Un tema con un trepidante riff repetitivo y envolvente y con un genial piano, generalmente interpretado por la propia Katie, aunque le ayuda con el órgano y teclados varios Eric Cannavaro , quien supone la figura clave en el quinteto de músicos que acompañan a la jefa.
Se nos muestra más relajada y con finos punteos en su tema "Jump", siendo todavía más lenta, con aires a la mejor Chrissie Hynde, de The Pretenders, una "A Doll’s Heart" en la que brillan tanto su piano como el órgano de Eric. Suelen comparar más la voz de Katie y su sonido con los de Bonnie Raitt, Eva Cassidy, Madeleine Peyroux y Norah Jones, pero en este gran tema yo le veo un estupendo toque a Pretenders, algo más que atractivo y llamativo para la de Nueva Jersey. Bernard Allison le compone la destacada "Clear Vision", una chula e insinuante versión del "Voodoo Woman" de Koko Taylor con destacados teclados y buenos riffs de guitarra de Michael Murauer, miembro destacado de la banda que se encarga también de las mezclas y la masterización del disco. "The Lion’s Den" es un tema ideal para el directo con otro destacado órgano y muy bien cantada y con ritmo que va creciendo sin cesar. "Wake Up Time" es otro buen lento de aromas soul con destacado piano y un estribillo realmente mágico. No extraña que en vivo se haya atrevido con un temazo como el "I Shall Be Released" de Bob Dylan, también con marcados aires soul.
Entre los temas compuestos a medias por Katie y Allison destacan el "Geto Goin’ Get Gone", un ritmo realmente pegadizo al que sólo parecen faltarle unos potentes vientos en los momentos más álgidos. Bernard le compone también el juguetón, breve y divertido instrumental "Bayou Boogie", de título muy explícito e ideal para arrancar conciertos. Seguro que lo hace en su próxima gira con él. Los dos juntos se encargan también de "Trying" con sus toques funk, sobre todo proporcionados por el bajo de George Moye. Finaliza muy bien con el clásico góspel de Blind Willie Johnson, "Nobody’s Fault But Mine", excelentemente resuelto sólo con su piano y su voz. Buena idea para un tema que elevará la emoción en sus poderosos directos. Artista que sigue en claro ascenso y que nos gustaría ver por estos lares cuanto antes.