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Entrevista: Viva Belgrado


“Venimos del punk, de un acercamiento a la música humilde y honesto” 

Por: Javier González.
Fotografías: Pablo Alzaga.

Dicen algunas personas con acreditado buen gusto y conocedores milimétricos de las novedades del panorama artístico nacional que “Cancionero de los Cielos”, el nuevo disco de los cordobeses Viva Belgrado, será uno de los candidatos a ocupar los puestos altos de las clasificaciones que incluyan los mejores álbumes de este 2024. 

Ante semejante órdago, más si cabe conociendo anteriores entregas de la banda, tuvimos a bien hacer parada en su nueva colección quedando sobrecogidos desde el primer instante. 

Hay en estas canciones un compendio de belleza y riesgo, visceralidad y rabia, sonoridades apabullantes mezcladas con susurros que se balancean en un collage sonoro repleto de colores. Cuchillos que anuncian sangre, odio y amor por la música y todo aquello que la rodea. Verdad, sobre todo, mucha verdad, la que emana de unos tipos a los que nadie ha regalado nada, de los que cada fin de semana hacen muchos kilómetros para presentar sus composiciones, independientemente de lo que dicten los fríos números. 

Descolgar el teléfono y hablar con ellos es un inmenso placer, cada frase es una enseñanza que ayuda a entender el contexto en que se ubica este “Cancionero de los Cielos”, una obra enorme que mira desafiante al infinito. 

La última vez que hablamos fue con motivo de la publicación de “Bellavista”, casi cuatro años atrás, cuando la pandemia fastidio los planes previstos de tantas bandas, entre ellos los vuestros. ¿De qué manera afrontasteis aquello y que soluciones conseguisteis llevar a cabo? 

Cándido: Ahora que estamos haciendo la promo de este disco, creo que no éramos conscientes de lo que verdaderamente nos jodió la pandemia. Con el anterior trabajo notamos una mejoría respecto al seguimiento de la banda, pensábamos que la promo había funcionado súper bien, pero ahora vemos todo lo que estamos pudiendo hacer: entrevistas de radio, presenciales para web, firmas y acústicos en tiendas de discos, realmente pensamos que “Bellavista” se nos quedó a medias. No somos una banda distinta del resto, la situación nos afectó como a todos, hicimos lo que pudimos hacer, intentamos componer, aprendimos a trabajar a distancia… 

Por el camino nos habéis regalado “Paralelos/Meridianos, Vol 1.”, “Paralelos/Meridianos, Vol 2.” y “Pena sobre Pena”, apenas seis canciones en total. ¿Qué objeto perseguía la edición de las mismas? 

Ángel:
Simplemente sacar música nueva que nos gustaba en ese momento. Son una especia de comas en una frase. Queríamos sacar cosas que quizás dentro del álbum hubiera costado dar cabida. 

Aún así, visto lo visto, da la sensación que cuatro años sin un nuevo Lp parecen bastante tiempo. Caigamos en el tópico, ¿a qué habéis dedicado todo este período? 

Cándido: Dentro de la banda nos hemos dedicado a ir acumulando ideas, girando todo lo que no pudimos girar durante toda la pandemia. Es verdad que “Bellavista” salió en 2020, pero los conciertos no se hicieron hasta 2021-2022, prácticamente. También hemos intentado crecer a nivel laboral como individuos. Seguro que Álvaro y Ángel, podrían contarte cosas sobre sus curros y proyectos. 

Y por fin en este 2024, volvéis a la carga con este “Cancionero de los Cielos”, si bien es cierto que desde 2023 habéis ido soltando hasta un total de 4 canciones que están en el mismo, un trabajo que tiene como detonador la lectura de la biografía de Eduard Limónov. ¿De qué forma te toca un libro hasta el punto de ser el “big bang” que posibilita la creación de 12 canciones? 

Cándido: El libro me flipó, la verdad. Es de los que he leído más rápido y de los que más veces he releído. Realmente fue por casualidad, porque no tomamos nada de la vida de Limónov para el disco en particular, solamente la forma que tiene de usar el agua como hilo en “El Libro de las Aguas” para contar historias a priori inconexas entre sí. Ya sabes que en todos los álbumes nos gusta que haya un concepto que pueda englobar los temas, que no queden como una serie de cortes sin relación. Si hacemos un disco es para dar un empaque que lo justifique. Hay canciones que tenían una idea y las llevas a tu terreno, como ocurre en el cine y la literatura. 

El disco tiene como eje conductor los “cielos”. ¿De qué manera ha afectado a las canciones y al propio trabajo de la banda el hecho de tener que estar sujetos a un concepto concreto? 

Cándido: A nivel lírico fue muy sencillo, cogimos el cielo porque había elementos que se podían englobar. El cielo tiene muchas lecturas, unas más literales, otras metafóricas, está la parte del cosmos y la astrología y luego la parte que todos vemos al mirar. Había un concepto muy plástico que nos permitía hablar de muchas cosas sin hablar de ninguna en concreto. A nivel instrumental hemos hecho lo de siempre, ideas que nacen en casa o surgen en el local que llevamos al estudio, más o menos cerradas, intentando grabar lo que nos hace falta, atendiendo a las impresiones de Raúl Pérez y Santi García. 

Sin embargo, personalmente creo que el verdadero eje de todo el álbum es este oficio de músico que te obliga a dejarte la piel, escarbar en uno mismo y a profundizar en las heridas. Creo que “Ranchera de la Mina” lo define muy claramente. ¿Cómo lo veis? 

Cándido: Totalmente. El disco habla mucho de hacer canciones creo que es algo que los tres vivimos muy en primera persona. Tenemos nuestros trabajos, pero son curros que nos permiten tener la banda, giran en torno a salir a dar conciertos, tener disponibilidad para girar, grabar y ensayar. La gente ve la parte bonita que es el disco terminado y los conciertos, pero detrás hay un trabajo muy fuerte donde se sufre. Acabas teniendo una relación de dependencia y tóxica con la música. En nuestro caso es una especie de sí pero no constante. Para nosotros es importante, somos una banda que viene del “Do It Yourself”, intentamos ser transparentes y honestos, todo lo posible. No vamos a hablar de una limusina como C. Tangana, no por tener nada contra él, que creo que nos flipa bastante a todos, pero no es nuestra realidad. Nuestra realidad es levantarnos temprano para currar, enfadarnos con nuestra pareja porque tenemos que irnos el fin de semana de gira… 

Arrancáis haciendo amigos con “Vernissage”, la única canción no centrada en el cielo, donde hay rabia, ironía, sarcasmo y mucha crítica al mundo de la música y a muchos pintamonas, repitiendo sin cesar “con la mediocridad brillando al fondo de la habitación”. ¿A quién va dirigida dicha frase? 

Cándido: La idea de la frase a nivel lírico viene de la posibilidad de poder rendirte, pensar en que la música es tu hobby, renunciar a las aspiraciones de ser una “rock star” y vivir de la música. Habla de ser una persona mediocre que es mi realidad. Era autocrítica. Las letras son el terreno donde exagerar las cosas. Realmente somos personas felices y contentas, pero en las letras se tiende a exagerar un poco. 

Ángel: Es una especie de beef a esos personajes. 

Cándido: En el backstage ves muchas cosas. Venimos del punk, de un acercamiento a la música humilde y honesto, sin ir de flipados ni destrozar habitaciones de hotel ni cosas de esas. Te chocan muchas actitudes que ves, te das cuenta de los motivos por los que otras bandas están en la música, no casan con nuestra forma de ser. 

“El Cristo de los Faroles” es un elemento artístico propio de vuestra ciudad Córdoba, ciudad que tiene varias referencias más en las letras, por ejemplo “Gemini”, donde jugáis a tocar varias canciones en una; de un lado un enfoque más crudo, otro con las palmas y los aires a pasodoble y otra más psicodélica casi. ¿Cómo surge una maravilla así? 

Cándido: Es una de las canciones que salió en el local, nos parecía que el riff era como una persecución del oeste. De hecho, el título provisional era “Cowboy”. Es de las composiciones más ambiciosas que hemos hecho, teníamos dudas de cómo podría interpretarla la gente. A nivel estético tiene una asociación de elementos arriesgados, el rollo tipo western, el contrabajo y la melodía vocal tipo mariachi, después hay un organillo de iglesia. Es muy punk. Tiene un punto casi esperpéntico. Me alegro que te guste. Es un trabajo colectivo muy guay, toda la banda ha podido mostrar sus cualidades como músicos. Para nosotros es de los temas más interesantes para analizar. 

Ángel: Es como una evolución de nuestro último Ep, “Pena sobre Pena”, nace del sufrimiento y se construye sobre una armonía de cadencia andaluza, por lo que se cierra el círculo. 

Me ha hecho gracia que rematéis con una canción de estructura sencilla como “Tragaluz”, os tomáis como broma hacer lo que para otros es costumbre, un tema muy facilito. ¿Qué os ha parecido la experiencia? 

Cándido: Lo de hacer canciones sencillas es un arte, casi más difícil que hacerlas complejas. Nosotros venimos de hacerlas complejas y nos cuesta mucho hacerlas sencillas, nos suenan vacías y sosas, demasiado simples. Es verdad que a mí me parece que hay bandas que son muy buenas haciendo eso como Berri Txarrak, a nosotros nos gustaría poder incorporarlas al repertorio. Si te soy sincero, durante mucha parte del proceso de creación creíamos que sería un tema que se quedaría fuera, no nos parecía que quedara bien, le faltaban guitarras y transiciones. Finalmente ha salido como single, pero hubo muchas dudas al respecto. 

Ángel:
Es un tema donde han intervenido Raúl y Santi, dejándolo perfecto. 

Me lo he tomado por el otro lado, fíjate. 

Cándido: Igual el fan de Viva espera otro tipo de canción, hay un punto de demostrar que somos capaces de hacerlo. No sé qué pasará en el futuro, pero no me veo repitiendo el mismo ejercicio, aunque nunca se sabe. 

La he enlazado con la rabia sobre la escena musical que mostráis en “Gemini”, veía una doble broma. 

Cándido: Lo de “Gemini” es una forma de mostrar que cuando estás en un grupo enseñas todas las versiones de ti mismo. Hay días que lo ves como un hobby donde todo te da igual, otros lo único que quieres es lanzar un mensaje político. Y otros ves que necesitas otra guitarra para que todo suene mejor. Fue como un intento de mostrar las distintas caras que tenemos en nuestro día a día.

¿“Elena Observando la Osa Mayor” es la canción más difícil que te ha tocado escribir? 

Cándido: No sé si más difícil porque somos mucho de hacer que las canciones salgan de “accidentes”. De entrada, nos juntamos y mezclamos la parte instrumental que creemos más interesante, más tarde busco en mi bloc de notas las letras que pueden pegar más. Una vez terminada veo la temática. Es escupir la temática y luego ver qué ha salido. No me ha parecido más complicada de escribir. Entiendo que tu comentario tiene sentido, pero son notas del bloc de vivencia personales que me gustaría plasmar en el grupo y las acabo calzando de alguna forma. No creo en el tema este de la regresión a través de las letras que a veces se dice. Es contenido lírico, el problema sigue vigente, no lo supero por escribirlo en una canción. No me parece realista. 

En nuestra anterior charla, hablamos de las bondades de Bandcamp frente a la tiranía de Spotify, también de que vosotros veis más rentabilidad a las donaciones desinteresadas que a las reproducciones en plataformas. ¿Me interesa saber vuestra opinión al respecto a día de hoy? ¿Crees que el panorama ha mejorado o sigue igual? 

Álvaro: La opinión sigue siendo básicamente la misma. Nuestros discos los dejamos en descarga gratuita en Bandcamp, creemos que debe ser así. Después la gente responde a través de donaciones de forma altruista. Ese dinero ayuda mucho, más que las reproducciones en Spotify. Nuestra postura no ha cambiado. Además, Spotify está supeditado a una empresa gigantesca a nivel mundial. En ese sentido, Bandcamp es mucho más amable. 

Cándido: Spotify en sí mismo no es rentable, creo que solamente lo ha sido un trimestre en su historia. La cosa es que Spotify es una herramienta muy valiosa para las majors con la que rentabilizar su fondo de catálogo y posicionar a sus artistas en playlist. Es una extensión de la promoción. Lo interesante de Bandcamp es que marca una transacción directa entre el oyente y el músico, el primero puede elegir pagar lo que quiera, no hay intermediarios. Me parece más interesante. Me gustaría que la música virara hacia ese modelo, donde la relación es directa. Nosotros siempre ponemos nuestros discos disponibles, con lo que nos da Spotify, si perdiéramos sus ingresos no sería un drama en ningún sentido para la banda. Para nosotros es más interesante que la música esté disponible, que quien quiera aportar, aporte, que tenerlo cerrado. 

También hablamos de la necesidad de bandas como Viva Belgrado de salir fuera de nuestras fronteras, concretamente a Europa, para poder hacer bolos ya que aquí la escena está atomizada en un formato mal denominado indie que no es sino el pop rock de toda la vida. ¿Sientes que aquí hemos avanzado algo? 

Cándido: Creo que al final la música como forma de ocio está cada vez más extendida, como parte de eso, hay géneros que ahora tienen más aceptación. La realidad es que hay géneros que también son más desafiantes para el oyente, va a costar más escuchar letras con acoples y gritos que una canción de pop-rock con letra sencilla. Hay comidas que son universales como la pasta, pero si comienzas a mezclarlas ya no gustan tanto. Nosotros no hacemos espaguetis, hacemos algo más desafiante. (Risas) 

¿Qué planes de gira tenéis para los próximos meses? 

Álvaro: Además del concierto de presentación que tenemos el 2 de febrero en Madrid, tendremos varios sueltos por la península. A mediados de abril nos vamos dos semanas por Europa. Después del verano habrá más cositas. 

Hagamos historia ficción. Dentro de dos años para la próxima entrevista. ¿Qué os gustaría poder contarme? ¿Qué expectativas tenéis con este disco? 

Ángel: Hay una respuesta realista y otras que vaya más allá.  Que la banda tenga un circuito interesante para poder girar y que dentro de un año y medio tengamos material para grabar un disco nuevo. La respuesta idealista iría más allá, ojalá dejar los curros y dedicarnos solo al grupo, pero eso es bastante más difícil. 

Muchas gracias, siempre es un gusto hablar con vosotros. Sois tan auténticos como vuestras canciones. Poder decir esto es un gustazo enorme. 

Ángel: Gracias a vosotros. Las preguntas estaban súper documentadas, cosa que no siempre es el caso. Mola bastante. 

Cándido: Muchas gracias.