Texto y foto: Estefanía Romero Quiñones.
Como la locución latina que el general Julio César mostró en una inscripción tras su triunfo en la batalla de Zela, así podrían sentirse los integrantes del grupo Depeche Mode tras su visita a el WiZink Center en la villa de Madrid.
Veni: Llegué. Con puntualidad británica, la banda capitaneada por David Gahan y Martin Gore abrió la noche con la canción “Speak to Me” seguida de “My cosmos is Mine” y “Wagging Tongue”, del último disco elaborado durante el confinamiento “Memento Mori”, en el que tantos artistas y mortales sacamos nuevas reflexiones y quizá otra perspectiva del significado de la vida, la muerte y la forma en la que vivimos, como filósofos en ciernes. Estas tres canciones personalísimas presagiaban la particular intimidad que pretendían y que consiguieron conectar con el público ávido por absorber a la banda legendaria en toda su esencia.
Vidi: Vi. Metidos en situación, llegó el momento de tocar la fibra sensible a los asistentes, cada uno con su historia personal a cuestas, cada uno con un momento especial con aquellas canciones que marcaron momentos significativos en nuestras vidas. La música se convirtió en imágenes, en colores, en sensaciones, en olores, en recuerdos. Ayudados por la puesta en escena y el juego de luces, la banda comenzó el bombardeo con “Walking in my Shoes” del álbum “Songs of Faith an Devotion”, canción que particularmente hace que se concentren todas esas sensaciones en un nudo en la garganta de una servidora. Seguidamente siguieron las canciones “It's No Good”, “Policy of Truth”, “In Your Room”, “Everything Counts”, “Precious”, “Strangelove”, “I feel You” … entre otras.
Un momento emotivo llegó con la canción “Behind the Wheel”, dedicada al fallecido Andy Fletcher miembro fundador de la banda, que adelantaba lo que serían las últimas cuatro canciones antes de los bises, a saber: “Black Celebration”, “Stripped”, “John the Revelator” y por último y como si fuera el cuadro “el caminante sobre un mar de nubes” del pintor Caspar David Friedrich llegó “Enjoy the silence” con el que la figura y el fondo se difumina, siendo la melodía y la voz importantes e intercambiables dependiendo del oído que la escuche. Quisieron alagarnos con la actuación de la bailaora de flamenco Belén López, alargando la canción un poco más y a modo de dar por conclusa la parte central del espectáculo.
Vici: Vencí. Los artistas como Depeche Mode, estoy convencida que deben saber que hay canciones que ya nos le pertenecen, que las escribieron y cantaron como cuando se tiene un hijo y crece, debes dejarlo ir a que viva su vida y que esas canciones ya las hemos hecho nuestras los que les hemos seguido durante tiempo y somos nosotros los que las vivimos. Por eso es de agradecer, que ellos nos den la alegría de tocar canciones que seguramente por estar en otro momento de sus vidas, en el “Memento Mori”, desearían dejarlas a un lado para encariñarse con lo nuevo, con lo que les define en el momento actual.
Y vencieron, “Wating for the Night”, “Just Can´t Get Enough”, “Never Let Me Down Again” y como colofón “Personal Jesus”, esas preciosas criaturas que crearon y enseñaron al público de Madrid, para que acumulara otro recuerdo más en su viaje con la mítica banda.