Entrevista: Tiburona


“Este disco habla de las cosas que nos gustarían que se extinguieran” 

Por: Javier González.

Tiburona dejaron a propios y extraños maravillados con su primer larga duración, “Sola y Feliz”, repleto de rock descarado, gamberro y directo; un trabajo que a muchos nos vino de maravilla para volver a coger con ganas el tema de los conciertos sin mascarilla después de la pandemia, puesto que aquellos bolos donde Laura del Amo, SuperCamen Merino y Rita Dolores se dejaban el alma, fueron de los primeros en los que volvimos a botar y gritar con ganas, reencontrándonos con una sensación que echábamos bastante de menos. 

De ahí que esbozáramos una sonrisa al ver que nuestras sirenas del Manzanares tenían ya nuevo material recién salido del horno; titulado muy gráficamente como “Nos Extinguimos”, vuelven a destapar un tarro lleno de esencias donde demuestran que siguen sin tener pelos en la lengua, armadas con frases demoledoras y estribillos certeros, perfectamente encajonados entre baterías potentes, guitarras sin miramientos y armonías muy bien trabajadas. 

Días antes que viera la luz “Nos Extinguimos”, nos pusimos en contacto con Laura, guitarrista de la banda, para hablar de este nuevo trabajo del trio madrileño con el que prometen seguir dando guerra desde las misma entrañas del underground.

Hace casi tres años que vio la luz “Sola y Feliz”, un trabajo que abrió muchas puertas a Tiburona. ¿Qué valoración hacéis de aquel disco y de todo lo bueno que os ha deparado? 

Laura: “Sola y Feliz” lo compusimos en la pandemia, era una época en que, más allá de la ausencia de gente en la calle, tuvimos mucho tiempo de macerarlo y estudiarlo. Cuando vio a la luz teníamos la sensación que había sido un parto. Salió justo después de la pandemia por lo que fue raro, los primeros conciertos del disco fueron con público sentado llevando mascarilla. Era una cosa rara. Al cabo del tiempo la gente ha ido escuchando más el álbum, yendo a los conciertos y haciendo una valoración de las canciones que no nos esperábamos. A mi entender la valoración ha ido creciendo, ha ido gustando según lo ha escuchado el público. De vez en cuando me lo pongo y pienso: “Está bastante bien”. Sobre todo cuando piensas que está compuesto en un período tan concreto de la historia mundial. 

Desde fuera da la sensación que “Nos Extinguimos” fortalece los postulados de Tiburona, con una actitud directa, cañera, socarrona y crítica, ampliando la paleta sonora de la banda con ciertos destellos que más adelante comentaremos y con una mayor presencia de las armonías. ¿Cómo lo veis desde dentro? 

Laura: En realidad es curioso, cuando empezamos a componer no buscábamos una evolución concreta, fuimos componiendo las canciones según nos venían. Sí que es verdad que al local hemos ido llevando ideas con referencias concretas, una vez empezamos a trabajar incluimos sonidos de guitarra que nunca habíamos utilizado en nuestro repertorio, dotando a los temas de un tinte más moderno, por decirlo de alguna manera, y nos gustaba lo que salía. Ha sido una evolución natural, nada forzada. También hemos incorporando cada vez más armonías vocales porque es algo que nos fascina, nos encantan y disfrutamos muchos componiéndolas. Muchas veces componemos pensando en las armonías vocales, ten en cuenta que solo somos tres instrumentos, por lo que nos gusta jugar con las voces porque en el fondo es meter algo más a los temas. Las tres cantamos y es un sello de identidad de la banda, tener tres voces y hacer armonías. 

También es verdad que nos gusta el rollo sesentero de voces entrelazadas que tenían bandas como The Byrds y The Beatles. Nos encanta hacerlo, nos lo pasamos muy bien, básicamente. También hay una mirada muy particular a las historias de amor y una crítica contra cierto tipo de hombres escrita con una prosa directa y cada vez más pulida. ¿Por qué esa visión tan peculiar del mundo? 

Laura:
Debo aclarar que este no era un disco conceptual, lo de “Nos Extinguimos” viene por las diferentes temáticas de las canciones. Sí que hay un hilo conductor del que nos dimos cuenta después de componer el disco. Nosotras lo vemos desde el prisma de las cosas que nos gustaría que se extinguieran, los tipos de comportamientos humanos que están ahí, que son complicados de dejar atrás, pero que nos gustaría que no existieran. Por ejemplo, hablo de temas como “Relación Abierta”, recurrimos a los hombres porque es lo que a nosotras nos ha ocurrido y hemos vivido en primera persona, pero está abierto a toda la humanidad. Tenemos la división de las cosas que queremos que se extingan y de algunas que están en camino. En “Horizonte de Sucesos”, hablamos del fin de los humanos y de la tierra como la conocemos, y en “Que Mueras bien” también se habla del fin del ser humano desde otra perspectiva. 

Como decimos, el título del disco es “Nos Extinguimos”, pregunta directa. ¿Debemos tomárnoslo en serio u es solamente un exabrupto? (Risas)

Laura: Hombre… a la tremenda… el título en principio de la canción “Horizonte de Sucesos” era “Nos Extinguimos”, pero al final nos gustaba como concepto, por eso cambiamos el título de la canción. Es un tema que habla de la física, de los agujeros negros. No es un “Nos Extinguimos” de irnos a tomar por culo, sino algo positivo, de querer que se extingan cosas que tiene que acabar como decía antes. Queremos que las cosas se extingan de la mejor manera posible. Es un concepto que tiene una parte positiva. (Risas) 

“Horizonte Sucesos” es una canción muy sorprendente donde resuenan ecos de Los Brincos y Gabinete Caligari, entre acústicas y castañuelas. ¿Es parte de la ampliación de la paleta sonora de Tiburona? 

Laura: Sí, total. Está hecha adrede pensando en Los Brincos, lo de Gabinete no lo había visto, pero me gusta. Lo otro te lo digo abiertamente, ya con la idea principal, que es mía, quería que la gente lo escuchara y pensará: “Cómo suenan a Los Brincos”. Era parte de la intención. La letra no tiene que ver, creo que este tema es más trascendental, pero musicalmente es así. 

¿Qué os han dicho vuestros amigos de Biznaga de este temazo? 

Laura: El final se parece a un tema suyo… nos pegamos unas risas buenas al darnos cuenta (Risas). No conocía la canción de Biznaga, no fui plagiadora, quiero dejarlo claro. Cuando la pusimos en el local, Carmen, que es la que más conoce la discografía de Biznaga se dio cuenta. Conozco muchos de sus temas, pero no todos… cuando me dijo que el tema era clavado, me quedé loca. A ver, también te digo que es una terminación muy española y muy típica de estos temas. La casualidad es que sea Biznaga y que tengamos una relación cercana con ellos. Biznaga marca mucho el camino y nos ayudan en muchas cosas, no podemos decir nada malo al respecto de ellos.
 
En esta ocasión como ya hicierais en “Sola y Feliz” con el tema de Sonia, “Aquí en mi Nube”, revisión del original “Get off my Cloud” de los Stones, versionáis “Brebaje de Amor” en el tema de Angélica María, originalmente interpretada por The Clovers. ¿Por qué habéis elegido esta canción? 

Laura: Es una tónica general que nos hemos impuesto, hacer una canción de los sesenta, cantada por una mujer, ya sea original o versión. En este caso, la canta una mexicana llamada Angélica María, nos costó encontrarla porque nos gustaba el original y queríamos algo en español. Encontramos a esta mujer que es muy conocida en México, fue escucharla y pensar “esta es”. Cambiamos alguna cosa de la letra, fue un proceso muy guay. Cumplía con las credenciales de ser una versión que nos gustara a las tres y que dijera algo que nos gustara. De hecho, conocíamos el original, pero creo que hay un montón de versiones porque no sabía ni que era de The Clovers, la versión de Angélica María no es de las más conocidas. 

Habéis tomado prestado el título de “Almuerzo Desnudo” a William S. Burroughs, para escribir una parábola sobre un tipo bastante detestable. ¿Cómo surgió una canción así? 

Laura: Es un tema que habla de la trata de forma alegórica, básicamente está focalizado en el personaje, mitad mosca y gusano. Es una idea que me surgió visualizando la película de David Cronenberg, porque el libro no lo he leído. Me interesó mucho el tema del hombre degradado, salido, casi pederasta, una cosa fuera de sí. Me llamó la atención hacer una alegoría para que quede claro que estamos en contra de la trata, no hablamos de la prostitución que es otro tema, focalizado en este personaje. Fue surgiendo la letra y luego melódicamente no nos fijamos en nada concreto, fue a ver qué sale y salió.

Cerráis con “Que Mueras Bien”, un corte casi psicodélico y tipo mantra. Cortita y al pie. ¿A quién va dedicada? 

Laura: Sí, exacto es tipo mantra, me gusta lo que dices porque es verdad, es un casi un tipo de oración. Es muy curioso, la gente la escucha y les hace gracia. Es algo contradictoria morir y bien, pero en realidad está hecha a propósito. Es una canción que compuse pensando en la experiencia cercana de ver morir a seres queridos, cosa que también le ha pasado a Carmen, que es con quien di más forma a la canción. Es en realidad un buen deseo, sobre todo cuando sabes que va a fallecer, lo único que deseas es que si hay una forma de morir que sea buena, que sea la de tu ser querido. Que se vaya sin dolor y de la forma más bonito que se pueda hacer, dentro de lo que es el tema de la muerte que provoca miedo y rechazo. Es un tema controvertido, habrá gente que le gusta y lo viva, pero también habrá quien la quitará por mal rollo. Es una especie de guinda del pastel para que quede como el disco más redondo, no sé si lo habremos conseguido. El final del álbum es el final de la vida, es maravilloso. 

“Los dueños de las salas se dejan los huevos y los ovarios literalmente para que el underground exista”

Una curiosidad. ¿Por qué motivo vuestra canción “Cartel Precioso” no se ha incluido finalmente en el disco, quizás por romper la temática general del contenido?

Laura: No, no ha sido porque rompiera la temática, la verdad. Salió entre medias de ambos discos y tiene su propio videoclip como un single. Al comenzar a componer el disco, íbamos con otras miras y se quedó ahí. Es otra canción controvertida que dice lo que quiere decir de forma muy clara a los macrofestivales. La compuso Carmen y tenía claro a quién iba dirigida y qué quería atacar. 

Sabemos que en verano vais a estar tocando en uno de los mejores festivales del país como es el “Canela Party”. ¿De qué tipo de directo disfrutan más las chicas de Tiburona, de un festival con la gente con ganas de marcha o de una sala de mediano aforo llena de público de la vieja escuela? 

Laura: Sí, ya estamos confirmadas en festivales. No queremos decir con el tema de “Cartel Precioso” que no vayamos a tocar en festivales grandes. Es nuestra carrera musical y tenemos que tocar. De entrada, el Canela es un festival bastante familiar y maravillosa. Nosotras tocaríamos en el Canela si nos dejaran, todos los años. A nivel de banda cuando tocas en las salas es otra cosa, estás en contacto con el público, hay más feedback, estamos más a gusto, tocamos con muchas ganas. Las salas merecen estar, es donde empieza todo el mundo. Los dueños se dejan los huevos y los ovarios literalmente para que el underground exista de alguna manera. Es imposible negarlo. Los festivales son escaparates, a menos que seas una banda gigante, pero mucha gente te descubre porque estás allí y te comienzan a seguir. Es un escaparate necesario. El concepto festival es impresionante, es la fiesta de la música, te puedes encontrar de todo. El problema está en los macrofestivales con inversiones extranjeras, sin cabezas de cartel nacionales, con las mismas bandas tocando… todas esas cosas van minando. Pienso que no está bien montado. En los festivales hay cierta mafia que implican que estén los mismos grupos en los carteles. “Cartel Precioso” lo deja bastante claro. 

Ganasteis la edición de 2023 de los premios Rock Villa de Madrid. ¿Cómo se os quedó el cuerpo ante la noticia? ¿Habéis notado algún cambio sustancial en la trayectoria de la banda tras ganarlo? 

Laura: Creo que el Villa de Madrid da prestigio. A nosotras nos presentó nuestro mánager Nacho, nos lo mencionó en una conversación y pensamos que se presentaban un montón de bandas y que sería imposible ganarlo, porque lo ganaría alguien muy conocido. Al cabo de un tiempo nos llamó para decirnos que estábamos entre las diez últimas seleccionadas, cosa que nos pareció un premio. A los dos días llamó y dijo que habíamos ganado, cosa que fue un subidón tremendo. Pensamos que había venido caído del cielo. Y luego pensamos que lo merecíamos por habernos dejado la piel, el tiempo y el dinero en este proyecto. Lo recibimos como una recompensa a nuestro trabajo. Es muy guay, pero casi es más la satisfacción personal, no sé si a nivel que nos hayan salido más bolos o seamos más conocidas ha mejorado la situación de Tiburona, no estoy muy segura. Miramos quién ganó el anterior concurso, fueron Morreo. Nosotras conocíamos quién había ganado en los ochenta y noventa, son bandas míticas, pero de los últimos años no te creas que son tan reconocidos. La gente que conoce el Villa de Madrid reconoce que da prestigio, pero poco más. 

Meses atrás, hablamos con los ya mencionados Biznaga, me decían que ahora estaban empezando a vivir de la banda. A día de hoy, ¿os dedicáis exclusivamente a vivir de Tiburona? ¿Cuál es la viabilidad de los proyectos underground como el vuestro?

Laura: No, no vivimos de Tiburona, por desgracia. Biznaga, sí, llevan ya cuatro discos y una buena trayectoria, pero no hace tanto que viven de ello, aún llevando diez años como banda. Arriesgaron e hicieron su negocio. Al final una banda debe ser un negocio, porque tienes que comer y vivir. 

Es una lástima que proyectos con calidad no puedan vivir exclusivamente de su música. 

Laura: Nosotras estamos en un punto en que estamos compatibilizándolo con otros trabajos. En mi caso trabajo seis horas, pedí reducción de jornada para poder hacer conciertos e ir a ensayar. De momento nos planteamos dejarlo todo como un proyecto posible, no nos negamos a intentar vivir de la música que es un paso muy valiente. No es nada fácil dejar un trabajo de 17 años para intentar vivir de la música que es algo inestable. En este oficio es difícil llegar a un nivel económico como para estar tranquila viviendo, siempre estás con el agua al cuello. No lo descartamos, de hecho, lo hemos hablado recientemente. 

La música conlleva mucha dedicación y la profesión tiene muchos momentos donde no hay ingresos. 

Laura: Hay muchas variables, piensas cómo hacerlo y luego te das cuenta de los gastos que tiene llevar una banda. Fuera del mundo de los músicos, de los que intentamos vivir de esto, hay un desconocimiento por parte de la gente de la realidad que vivimos. Ven que te pagan 200 euros por un bolo y piensan que es algo fantástico. Nadie se imagina cuánto llevamos invertido. Tú ganas x, pero hay impuestos, tenemos dos trabajos y haciendo nos da unos buenos palos. Tienes que ganar bastante dinero por bolo para dar el paso. Es complicado, a no ser que seas una banda muy conocida. 

¿Qué planes tenéis a medio y corto plazo? 

Laura: La presentación en Madrid de Tiburona es el día 27 de abril en la sala “El Sol”, vamos a ir girando el disco previamente en Córdoba, “Sala Ambigú”, Logroño, Castellón y luego están saliendo festivales como “Tsunami” o “Canela Party” para verano. Estamos cerrando bastantes bolos, poquito a poco. Cuando salga el disco tendremos más opciones. Ahora iremos ensayando el repertorio para hacer un directo potente que iremos presentando en salas, esperamos que nos contraten más y poder ser cabezas de cartel de los festivales. (Risas) 

Muchas gracias por todo, Laura. Ha sido un placer y enhorabuena por el disco. 

Laura: Un abrazo fuerte y gracias a ti.