Tarque y La Asociación del Riff, It’s only rock and roll…


Kafe Antzokia, Bilbao. Jueves, 18 de enero del 2024.

Por: Sergio Iglesias

Fotografías: Julen López

Tarque llegaba a Bilbao para presentar el segundo capítulo – titulado, precisamente, ‘Vol.2’- de su proyecto en solitario, más allá de M Clan, con todas las entradas vendidas en las dos jornadas en las que el murciano iba a estar en el Kafe Antzokia. Nosotros decidimos ir a la primera función, la del jueves, para comprobar in situ cómo sonaba en directo esta versión más salvaje de uno de los grandes artistas del rock estatal. 

A decir verdad, antes incluso de entrar ya podíamos llegar a imaginar que iba a ser un espectáculo brutal, dado que Carlos Tarque, ha montado este proyecto alternativo muy bien arropado, con su inseparable Carlos Raya a la guitarra, Coki Giménez a la batería, e Iván González “Chapo” al bajo. Es decir, dos Fitipaldis y un M Clan más… casi nada. Experiencia al servicio de un líder que, tal y como comentaremos a lo largo de la crónica, no lo es tanto en este formato porque, aunque “Tarque” sea la denominación, esto es una banda (La Asociación del Riff) en la que el cantante es tan sólo una pieza más de un engranaje que no funcionaría igual si faltara cualquiera de las cuatro patas. 

Pero vamos al lío, porque la cosa fue trepidante, y se pasó en un abrir y cerrar de ojos. Puntuales como un reloj pisaron las tablas los cuatro protagonistas de la noche, y tras una intro bestial, comenzaron a sonar los acordes de "Bombas en son de paz", clara canción de denuncia hacia esa clase política, que hace gala de su hipocresía, vendiéndonos constantemente la necesidad de la guerra como el mejor método para conseguir la paz… ya saben: “Si vis pacem, para bellum”. Eso sí, ellos siempre bien sentaditos en los sillones de sus grandes despachos. A continuación, un poco de rock sureño con "Heartbreaker", para el lucimiento de un Carlos Raya que estuvo brillante durante todo el bolo.

Como bien saben los y las que alguna vez me han leído, nunca me gusta nombrar referencias o influencias en las crónicas, ni en las reseñas de los discos, porque me parece tremendamente injusto por los y las artistas, que intentan crear cosas diferentes. Pero es que en este caso, es imposible no nombrar a AC/DC al escuchar temas como "Escapa del amor", con unos riffs muy del gusto de los australianos. De todas formas, está claro que nadie va a inventar nada a estas alturas, y creo que el propio músico murciano ha reconocido que la banda de los hermanos Young ha sido una influencia importantísima para hacer estos discos fuera de su banda habitual.

"Juicio Final" crea una atmósfera más oscura, y también hay una crítica social clara en una letra brillante, antes de que la banda reviente una vez más, y el cantante, generoso, se aparte del escenario, en un momento dado, para dejar el protagonismo a la banda, que sigue disfrutando de lo lindo de un concierto en el que todo parece marchar a la perfección –salvo, quizá el sonido del cantante, que parecía no encontrar el punto ni con los monitores de escenario, ni con los de oído… cosas del directo que, sinceramente, no afectaron al transcurso de un bolo extraordinario-. 

El rock pesado de "El diablo me acompañará", precede a la parte más calmada de los noventa minutos que duró el concierto, compuesta por "Días extraños", donde Tarque se luce a las voces, y que daba paso al blues más puro, y donde el lucimiento una vez más, es para Raya a las seis cuerdas, demostrando lo bien que le queda también el traje de bluesman. "Piel de toro" nos devuelve a la distorsión con otra letra crítica, inteligentemente creada a base de tópicos y frases hechas, y en la que la banda muestra su faceta más metalera, para dar paso a "Helter skelter", una de las mejores versiones que he escuchado – y mira que se han hecho versiones- del inmortal tema de los "fab four" de Liverpool.

También hay tiempo para la épica y la psicodelia de ‘Flores del acantilado’, con protagonismo para la base rítmica; momento de esparcimiento que contrasta con el ritmo machacón y más previsible y ortodoxo de "Credo", donde se muestra ese espíritu sufridor del músico de rock. A continuación, llegan otras dos versiones, una de ellas el "Evil" de Willie Dixon, popularizada por la banda Cactus, y cuya revisión reinterpreta Tarque en su ‘Vol. 2’ como "Maldigo", justo antes de abordar el "Jealous guy" de John Lennon, que precede a la interpretación de la única canción de M Clan dentro del setlist: un "Calle sin luz", que no desentona para nada dentro de este repertorio más hardrockero. 

La banda se despide por primera vez con "Ahora y en la hora", quizá el tema más “grasiento” del lote, y con el que crean un vínculo casi ceremonial con un público entregado a los cuatro músicos desde el primer instante. El bis lo conforman en esta gira dos composiciones idóneas para despedirse. Por una parte, "He vuelto para veros arder", con un espíritu que se acerca a los Judas Priest de "Breaking the law", y con una interpretación más “sucia” en directo que en la versión de estudio. Y la despedida definitiva llega con "Donde nace el rock and roll", del debut discográfico de Tarque, y que se convierte en una larga improvisación –seguramente, no tan improvisada-, que tiene más de akelarre musical que de jam session, y en la que hay tiempo para que cada uno de los miembros de la banda se luzcan, creando un momento único en el que la conexión entre público y grupo es total.

Si todos y cada uno de los componentes de esta super banda ya habían demostrado de sobra su solvencia, a lo largo de los muchos años de experiencia, que acumulan en los diferentes proyectos en los que han tomado parte, en este grupo todos brillan a un nivel sobresaliente, siendo Tarque y La Aociación del Riff  -como banda, más allá de su carismático vocalista-, sin duda, algo que hay que ver en directo, para recuperar el espíritu del rock añejo, directo y sin florituras. Un disfrute absoluto. Y es que, como decían los Stones, «It’s only rock and roll…», sí, pero hay que saber hacerlo así de bien.