Por: Javier González
Ha pasado una década desde que Kepa Arbizu, con su habitual buen olfato y mejor prosa, presentara en esta web la primera muesca en el revólver de Los Zigarros, mediante una elocuente y sugestiva reseña que hizo inevitable tener que regalar nuestros oídos a las canciones de unos por entonces jóvenes-veteranos de nuestra escena. Por aquel entonces estrenaban un proyecto de rock en castellano, deudor de la mejor tradición del género tanto estatal como internacional, en un disco que significó el primer paso de una trayectoria ascendente que han sabido seguir regando de buenas canciones sin perder tino ni efectividad.
Vuelven por sus fueros con “Acantilados”, un trabajo donde nos hablan de amor en su más amplia faceta, entregando un puñado de composiciones elegantes en las que sus habituales referencias -Stones, Tom Petty and the Heartbreakers, T. Rex y David Bowie- vuelven a relucir, pasados por el tamiz y la siempre particular personalidad de los hermanos Tormo, quienes sacan del armario sus mejores pantalones pitillo para invitarnos a celebrar el rock and roll con nuestro mejor combo del momento.
Nos ponemos en contacto con el bueno de Álvaro, quien ante tanta pregunta no se anda por las ramas, yendo a degüello, demostrando que tiene tantas respuestas directas como estribillos pegadizos. Pues eso, puro espíritu rockero.
Diez años desde la edición de vuestro primer disco y qué mejor forma de celebrarlo con “Acantilados”. ¿Da vértigo mirar atrás, ver el camino recorrido, todo lo bueno sucedido y comprobar que el tiempo vuela?
Álvaro: Totalmente. ¡El puto tiempo! Se te va escapando de las manos (risas), pero ha sido como un sueño maravilloso. Nos ha pasado de todo y casi siempre bueno.
Nueva compañía, Cultura Rock Records, y la producción recayendo en un amigo de confianza como es el caso de Leiva. ¿A qué ha respondido estos cambios tan sustanciales?
Álvaro: El cambio de compañía fue un paso natural, Cultura Rock Records lo lleva gente como nosotros, hablamos el mismo idioma y tenemos el mismo cariño a todo lo que envuelve a la música. Contar con Leiva fue también algo muy natural. Es amigo nuestro y sobre todo uno de los mejores del país, así que sabíamos que iba a llevarnos a sitios maravillosos. Así fue.
¿En una escala del uno al diez cómo de contentos estáis con el resultado final?
Álvaro: Un 10. Estamos realmente orgullosos de este disco.
El disco llega cuatro años después de “Apaga la Radio”, vuestro último trabajo, desde entonces muchos conciertos, miles de kilómetros, con el enésimo amago del mundo de venirse abajo y un tiempo prolongado para pensar en este nuevo paso. ¿De qué forma se ven reflejadas todas esas vivencias en “Acantilados”?
Álvaro: Pues en el disco podemos verlo en “Rock Rápido” que cuenta algo de eso, aunque el álbum realmente habla de amor. En todas sus maravillosas y aterradoras facetas.
A priori, me parece vuestro disco más vitalista y que habla del amor en la forma más positiva posible, al menos eso se desprende de temas como “No Pain No Gain” y “Acantilados”. ¿Lo sentís así?
Álvaro: Sí, pero hay mucho miedo y obsesión también. El amor puede ser muy aterrador. (Risas)
Repitiendo tema, vaya temazo que os habéis marcado con “No Pain No Gain”, me gusta ese huracán rockero con aromas sureños y esos coros tan presentes en toda la canción. ¿Qué tal se han sentido Los Zigarros en esta piel relativamente novedosa? ¿De verdad “no hay restos de mandanga” después de los bolos?
Álvaro: Esa canción la escribió Leiva para el disco, nos la enseñó un día en su casa y nos encantó. Cantaron Gospel Factory en ella que son un grupo de góspel de Madrid y le da un rollo “Exile on Main Street” cojonudo. En los conciertos de Los Zigarros nunca queda de nada cuando bajamos de tocar, ¡siempre se lo acaban todo los invitados! (Risas)
No sé si estaré en lo cierto, probablemente no, pero da la sensación de que “Aullando en el Desierto”, la canción que sirvió como anticipo del álbum, bien podría ser la narración de la aventura de los hermanos Tormo, de la misma forma que “Rock Rápido”. ¿Me equivoco mucho?
Álvaro: (Risas) Sí, podría ser, aunque realmente cuenta la historia de dos amantes en esa primera fase del amor en la que te sientes las dos únicas personas del mundo.
¿Cómo se ha tomado el público rockero más militante de Los Zigarros un trallazo entre funk-disco como “100.000 Bolas de Cristal”? ¿Es vuestro particular “Sound & Vision”?
Álvaro: Pues no te sé decir, dejé las redes sociales hace un año y nunca leo comentarios. Espero que bien. Fue la primera canción que teníamos para el disco, a Ovi y a mí siempre nos encantó el rollo que tenía. Leiva fue la primera que escucho y por la que decidió meterse en el proyecto. La vida tiene demasiados colores para verlo todo en blanco y negro, nada como un temazo disco/pop para empezar el día.
“En nuestro corazón caben Bowie y Marc Bolan… y por supuesto Tom Petty & The Heartbreakers”
Siempre vi en Los Zigarros una parte estética y muy boogie- glam cercana a Marc Bolan, sin embargo, en este trabajo, he creído ver más ramalazos emparentados con David Bowie. ¿Me vais a romper el corazón diciéndome que os habéis cambiado de bando? ¿O tenéis suficiente corazón para amar a los dos genios?
Álvaro: (Risas) En nuestro corazón caben los dos, Bowie y Marc Bolan… y por supuesto Tom Petty & The Heartbreakers. ¡Te echamos mucho de menos Tom!
No sé si este es vuestro mejor trabajo, pero pienso que es el más homogéneo, pese a su evidente diversidad estilística. ¿Creéis que “Acantilados” es de entre toda vuestra discografía el más equilibrado?
Álvaro: Puede ser. Desde luego ha sido un soplo de aire fresco dejarse llevar hacia territorios nuevos.
En cada uno de los álbumes que habéis firmado incluís un buen puñado de temas con vocación de hits. ¿Cuál es la fórmula secreta para dar con esa tecla disco a disco?
Álvaro: Somo fervientes defensores del mantra “dont bore us get to the chorus”, que se traduce en “no te pongas espeso y ves ya al estribillo”. A mí me encantan las canciones con estribillos coreables y potentes, siempre tengo eso en la cabeza al componer.
¿Se descolgarán Los Zigarros algún día con un trabajo más reposado y mayoritariamente acústico?
Álvaro: Puede ser, aunque nos encanta la potencia de las guitarras eléctricas, pero yo lo veo. Algo en plan americana podría estar muy guay hacerlo.
Sabemos que vuestra trayectoria empieza mucho antes que Los Zigarros, pero en estos últimos años de andadura. ¿Cuáles creéis que han sido los principales cambios a los que se han tenido que enfrentar las bandas de rock and roll?
Álvaro: Los de siempre creo yo: Cero exposición en radio y televisión.
¿Observáis un relevo generacional, tanto en lo que a bandas como a público joven se refiere?
Álvaro: ¡Sí! A mí me hace mucha ilusión cuando veo gente de 15 años en nuestros bolos. El rock and roll seguirá para siempre estoy seguro. Los locales de ensayo están llenos de bandas. ¡Everything is allright!