Pocos frontman tenemos dotados del estilo y la chulería natural de José Antonio García. Verle sobre las tablas es toda una lección de rockerío, pues su porte y figura siguen resultando tan hipnóticos como el primer día. Pasea por el escenario dominando cada milímetro, dejando huella, como lo hacía en su Granada natal a principios de los ochenta, donde son muchas las leyendas que se achacan a su tupé y a las botas de tacón cubano con que dominaba las calles de la ciudad, primero con TNT, más tarde marcando el camino que muchos transitarían después junto a 091, por último con un sinfín de proyectos cuya próxima parada llevará el nombre de Reyerta, formación con la que promete volver a sorprendernos al acercar a Federico García Lorca a sonoridades rockeras.
José Antonio no podía faltar a la cita en este quince aniversario, pues si los cero fueron la argamasa musical que posibilitó la creación de El Giradiscos, el primer encuentro real de los fundadores tuvo lugar en la presentación del Ep inicial de Guerrero García en una conocida gran superficie del centro de Madrid. Allí nos encontramos, hablamos de música y fuimos invitados por José al concierto que tendría lugar por la noche en el Costello. Fue cercano, amable y casi tan cariñoso como el resto de veces que hemos tenido el placer de disfrutar de su compañía.
Os dejamos junto a un hombre al que admiramos profundamente y hacia el que todos hemos sentido un poco de envidia en algún momento dado. Esa es la verdad. Seamos francos, ¿qué buen aficionado no ha deseado alguna vez ser el cantante de 091?
¿Qué valoración general harías de la actual situación del “mundillo” musical?
José Antonio: Los tiempos han cambiado totalmente para la gente que quiere hacer música original y con personalidad, desde la forma de grabar un disco hasta el tipo de promoción, todo tiene un poco la formula punk del háztelo tú mismo. Hoy día tienes que controlar diseño, grabación, promoción etc... No existe apoyo de ningún tipo. Esta fórmula dará lugar al fin del formato físico porque las compañías no apuestan ya por eso. Es un problema porque se corta la creatividad y llegará un momento en que no se publique nada nuevo. Hay un segmento nuevo de la música que camina por otro lado, sin tener opciones se lo han montado de tal forma que utilizan las nuevas tecnologías a su favor y han creado una fórmula que funciona con un elemento importante que son las redes sociales, lo que menos importa es la música, aunque se supone que eso es el fin. La jugada consiste en conseguir millones de seguidores, para eso las tías se dedican a enseñar todo lo que les permite la plataforma e insinuarse y los tipos a decir la burrada más bestia, para conseguir seguidores. Al final la música es lo de menos y se hacen canciones planas. Lo alucinante de todo esto es que la gente paga una entrada por ir a ver a alguien que hace playback, no concibo esto porque seguramente soy de una generación donde tenías que tocar en directo, aunque no fueras buen instrumentista. Entiendo que cada generación ha roto con lo establecido, pero hoy en día se ha roto con lo establecido y lo no establecido. No existe el criterio, se está creando una incultura musical irreversible. Por último, están las estrellas consagradas que tienen millones de seguidores y han entrado en manos de las grandes compañías que se llevan el 50% o más de todo lo que haces. Repito, se llevan de todo lo que haces y estas bajo un control absoluto. El cambio ha sido bestial desde que empecé.
Siempre se ha hablado del directo como último refugio para mantener con vida a las bandas, ¿Crees que hay una red de salas y condiciones favorables a lo largo del Estado?
José Antonio: En los años 60 y 70 los grupos tocaban en salas casi a diario y se daban a conocer en ellas, allí iban las discográficas a fichar a las mejores. Era una forma de trabajar y los dueños hacían un buen negocio con ello. Llegó un momento en que les interesaba más una despedida de soltero que cualquier banda. Hoy en día nadie paga por que toques en una sala, es todo lo contrario, todos los gastos recaen sobre el músico, pagas sala, pagas la promoción… tú pagas todo. Es el mundo al revés. Todo se crea por la música, pero el musico nunca recibe, ganan todo los que le rodean menos él. La gente de ahora no tiene inquietud por conocer música nueva, hay tanto y tanta información que la pasan. Lo llamo analfabetismo musical, no les interesa el origen. Antes para conocer algún grupo ibas a verlo en directo, ahora tienes veinte mil videos de cualquiera con un mal sonido en directo o una grabación sin calidad, pero todo está permitido. La gente pierde interés por descubrir algo nuevo, aunque se piensa que eso es promoción están equivocados, la promoción se paga, solo conoces a quien paga en las redes por salir. Antes pagabas a los 40 Principales, ahora pagas a las redes. Ha cambiado el formato. La nueva clase dominante prefiere ver a un perro meando o alguien dándose una hostia, tiene que ser algo superficial y muy básico para que puedan entenderlo, no se puedes luchar contra eso. La putada es que ahora llenan las salas tíos haciéndose un bocadillo. Las salas son los reductos que quedan para grupos conocidos que tienen una cantidad de seguidores y pueden permitirse pagar todos los gastos que conlleva. En la mayoría de los casos los gastos se comen a los beneficios que pudiesen generar por los elevados costes que conlleva alquilar la sala, los gastos de desplazamiento y demás. A mí, particularmente, me gustan mucho las salas por la peculiaridad de tener al público más cerca, recibes y transmites. El sonido es más directo, más puro, más cercano, te envuelve, te emociona mucho más. Todo está al alcance de la mano. No sé si será el último reducto, el problema que veo es que si no hay medios que apoyen a los grupos nuevos y si la gente no tiene la inquietud de descubrirlos, tendrán que asumir todos los gastos. Si la cosa sigue así, por mucho que queramos las salas tendrán que ir alternando con otras actividades.
Ahora que la venta de discos es irrisoria, las plataformas siguen robando a los creadores con porcentajes ínfimos por reproducción y en los festivales apenas se paga a los artistas más minoritarios, salvo honrosas excepciones. ¿Por dónde pasa la durabilidad de los proyectos y las carreras de larga duración? ¿Cuál es el papel que en ese sentido crees que juega la proliferación de festivales?
José Antonio: Lo tenemos difícil, si no entras en los festivales es complicado permanecer. Los festivales han dado cobijo a los grupos, es la única opción que hace de escaparate para poder conocer nuevas bandas. A veces tengo la sensación de que la música no es lo más importante del festival, sino que es una especie de experiencia de encuentro colectivo, con música de fondo. No quiero generalizar, pero tengo esa sensación de parque temático musical. Las carreras de larga duración pasan por la fidelidad de los seguidores, que siguen creyendo en ti y te acompañan a lo largo de los años.
A la hora de disfrutar de la música como oyente, ¿prefieres acercarte a los clásicos con los que te hiciste melómano/a o bien prefieres escuchar propuestas novedosas? ¿Por qué?
José Antonio: Sinceramente me cuesta mucho encontrar algo que me guste, al escuchar algo nuevo veo de dónde vienen las influencias y prefiero escuchar el original. Escucho de todo, pero me refugio mucho en la música que me ha marcado sobre todo en mi adolescencia y los grandes clásicos de los 60 y los 70. Creo que a todas las generaciones les pasa lo mismo, grupos que me han marcado y han supuesto para mí la inspiración para estar en la música. Lo que más me marcó fue el punk, destrozó todos los esquemas de la música, no tenías que saber tocar bien y podías tener una banda. Ahora pasa también algo parecido con los traperos, aunque lo han llevado aún más lejos… no hace falta ni afinar.
Todo oyente tiene algún secreto no confesable de bandas o músicos que le emocionan y que no suelen estar bien vistas, ¿Cuáles serían los tuyos y por qué?
José Antonio: Nunca me he escondido de eso, pero tienes razón porque no lo he aireado mucho. Como te decía, la música que escuchas de niño y de adolescente en la radio te marca. Era el único medio donde podías escuchar música, lo que oía de niño era flamenco y recuerdo escuchar a Leo Dan, Los Brincos, Los Ángeles y grupos así, que eran los que les gustaban a mis hermanos mayores. Más adolescente escuchaba lo que ponían en Radio Granada Los 40 Principales, descubrí a Camilo Sesto, Realidad, Miguel Gallardo, Dani Daniel y gente así. Camilo Sesto me flipaba, aunque siempre andaba investigando y buscando a Chuck Berry, que encontraba como autor en las cintas de Los Beatles. El flamenco lo abandoné durante mucho tiempo, pero a mediados de los 80 lo retomé con Enrique Morente y Camarón de la Isla. Ahora está muy normalizado, pero antes si eras punk no estaba muy bien visto que te gustara el flamenco y ese tipo de música. La música que escuchas desde pequeño te marcar para el resto de tu vida, creo que es lo que marca tus gustos musicales para el resto de tu vida. Cuando descubrí la música devoraba todo lo que caía en mis oídos, me encantaba, en mi casa mi madre siempre estaba cantado y mi padre cantaba fandangos en la taberna. El primer recuerdo que tengo de pequeño con 4 o 5 años era verle cantar en la recogida de la aceituna “Ay, que llueve” de Manolo Escobar. Después como he contado antes, empecé a escuchar grupos y solistas españoles.
¿Cuál fue ese primer contacto con la música que te empujó a dedicarte a ella?
José Antonio: Fue en el colegio del Sacromonte, los superiores ponían música y allí escuche por primera vez a los Beatles. En la radio recuerdo que por aquellos entonces sonaba Desmadre 75 con “Saca el Whisky Cheli”. Me gusto tanto la música de los Beatles que despertó en mi algo que no sé cómo definirlo, fue como el primer pensamiento orientado a decidir que quería ser como esos tíos. Empecé a cantar a todas horas y me grababa con dos radiocasetes, en uno ponía la canción y con el otro me grababa cantando. Recuerdo el día que tome la decisión en firme un poco más adelante, estaba escuchando en mi radiocasete “Algo Más” de Camilo Sesto, decidí que iba a montar un grupo de música para dejar constancia de mi paso por esta vida. No sabía cómo empezar, así que decidí buscar a gente que tuviese una guitarra eléctrica.
Cita cinco nombres básicos en tu reproductor en los últimos meses.
José Antonio: Dr. Feelgood, The Clash, The Beatles, Credence Clearwater Revival y Camarón De La Isla.
¿Qué artistas malditos, minoritarios o relativamente novedosos nos recomendarías encarecidamente no perder de vista?
José Antonio: The Shadow of Knight, Standells, The Skatalites, Atom Age, El Hombre Garabato y Popi Gonzalez.
Siempre has sido uno de los vocalistas más carismáticos de nuestro rock, por actitud, estética y chulería. ¿Qué frontman/ woman actual del panorama estatal llama tu atención?
José Antonio: Hay mucha gente actualmente que domina el escenario con mucho desparpajo, algunos ya clásicos como Miguel Ríos o Carlos Tarque, y otros más nuevos como Sexy Zebras, Medalla o Perro. Hay gente nueva que se lo cree.
Sabemos que andas trabajando y financiando de tu propio bolsillo un documental que recorre toda la historia musical de Granada. ¿Qué puedes contarnos al respecto? ¿Cuánto de importante son estas iniciativas de arqueología musical para que la memoria de nuestra cultura permanezca?
José Antonio: Llama mucho la atención que una ciudad cómo en Granada, con los habitantes que tiene y que ha estado aislada hasta no hace muchos años, donde solo se escuchaba flamenco y copla, pudo ocurrir que el rock and roll llegara a finales de los años 50 y se instalará para quedarse. Hace 7 años empezamos a trabajar tres amigos que sentimos la misma pasión y amor por la música. Comenzamos a darle forma a la idea de un documental sobre la música rock en Granada con una productora de aquí, RADIOACTIVIDAD.EU. “¿Por qué en Granada?” Es un formato de charla entre músicos, un documental que narra, a través de más de 40 entrevistas realizadas a lo largo de los últimos 7 años, las singularidades de la música popular en Granada. Cómo en cada década nacen artista de tan alto nivel, llegando a triunfar nacional e internacionalmente. La idea es reflejar todo eso para que no se pierda en el tiempo y quede constancia para las todas las generaciones el potencial musical de la ciudad de la Alhambra.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de nuestra revista digital?
José Antonio: Si no recuerdo mal en 2011 salió un artículo de Guerrero García en nuestra presentación en la Boca del Lobo, con el disco “Preparados” nos dimos a conocer a través de la revista, para mí fue muy importante el proyecto en aquel momento. Es un gran alivio que siga existiendo revistas como El Giradiscos para dar a conocer a los grupos emergentes y mantener la música al día, sin revistas como esta sería imposible. Os deseo una larga vida y esto es una carrera de fondo y hay que seguir contra viento y marea. Al final, este tipo de publicaciones son las que nos dan vida a artistas independientes y libres que seguimos creyendo en el rock. Es importante reivindicar estos espacios.
¿Qué valoración haces de nuestra evolución como web asentada dentro de la oferta de prensa musical, nacional y gratuita? ¿Qué es lo que más te gusta de El Giradiscos? ¿Y lo que más te irrita?
José Antonio: Me parece que es una revista muy completa que tiene lo que cualquier melómano necesita para estar informado, noticias, entrevistas y discos, creo que en estos tiempos que corren es de super héroe mantenerla y continuar con tanto trabajo que conlleva. No me irrita nada, os sigo con mucho gusto y me alegro de que nos deis voz a muchos artistas haciendo periodismo musical de calidad.
Espacio libre para una felicitación, crítica o lo que venga en gana…
José Antonio: Estoy metido en un proyecto llamado Reyerta que pronto verá la luz donde intento acercar al más grande de todos Federico García Lorca al rock, será un acercamiento a la obra del poeta desde el rock, el flamenco y la música clásica. Creo que es una de las obras más importantes de mi vida, estad atentos que pronto publicaremos.