Entrevista 15 Aniversario: César Luquero


“Me entristece tener la sensación de que lo que ofrecemos cada vez se valora menos” 

César Luquero es mucho más que un compañero de andanzas que no necesita carta de presentación alguna. Es uno de aquellos a los que primero leímos con admiración y después tuvimos el inmenso gusto de conocer personalmente. Enciclopédico en su saber, melómano con las orejas bien abiertas, capaz de estar siempre al cabo de la calle sobre las novedades que no deben dejarse de lado, y por encima de todo un tipo extremadamente cercano al trato. Vamos, lo que podríamos definir como un encanto de persona con la que se tiene la sensación de haber vivido menos momentos de los que se debería, pues siempre demuestra que el conocimiento, la extrema educación y la afabilidad pueden convivir sin delirios de grandeza ni impostación, demostrando que en el mundillo musical todavía queda gente maja de buen corazón. 

Nuestros contactos han sido variados, compartiendo trinchera periodística cubriendo los mismos eventos, cerrando entrevistas con él cuando ejercía con buen tino y garantía como agente de prensa y por último siendo amigo con muchos años de antigüedad de gente muy cercana a esta web, algo que hizo que poco a poco surgiera una fraternidad entre nosotros que hacía de su presencia en este 15 aniversario una obligación que no hace más que hinchar nuestro pecho de absoluto orgullo. 

¿Qué valoración general harías de la actual situación del "mundillo" musical? 

César: Creo que mi visión sobre el mismo no es lo suficientemente profunda o panorámica, fijo que hay muchas cosas que se me escapan y que no conozco. En cuanto a la música, me paso los días escuchándola, pinchándola en bares, programándola en ciclos, leyendo e incluso escribiendo sobre ella, y sigo encontrando motivos para hacerlo: canciones que te emocionan y te sorprenden, conciertos que te dejan con la boca abierta, literatura pop que te anima a saber más cosas sobre tal o cual músico, documentales y series que amplían tu mirada sobre un artista o escena, primeros EPs o maquetas que te hacen arquear las cejas y apuntar ese nombre en las notas del móvil. En lo que concierne a la música en sí misma, todo bien. 

Siempre se ha hablado del directo como último refugio para mantener con vida a las bandas. ¿Crees que hay una red de salas y condiciones favorables a lo largo del Estado? 

César: Supongo que dependerá de los objetivos que el músico se plantee a la hora de planificar conciertos, tanto en su localidad como fuera de ella. En Madrid, que es la ciudad que conozco, hay alguna sala en la que puedes tocar pagando el sueldo del técnico y ya. Imagino que para algunos músicos será asequible y que podrán hacerlo así. Otras salas cobran un alquiler a precio más elevado y entiendo que ahí el asunto se complica para los músicos con menos recorrido, menos contactos o menos pasta en la cartera. 

¿Cuál es el papel que en ese sentido crees que juega la proliferación de festivales? 

César: Por lo que veo, hay algunos músicos que siguen haciendo giras en salas aunque también estén presentes en los carteles festivaleros. Otros tienen la contratación siempre abierta y tocan en salas cuando se les requiere, quizá porque el circuito de festivales no cuenta con ellos o porque ellos pasan de los festis, vaya usted a saber. También hay algunos a los que les encantaría entrar en ese circuito y no lo consiguen. Y entiendo que la mayoría de grupos que hacen temporada en los festivales no contemplan pegarse un tute por salas porque ahora mismo no les sale a cuenta. Es parecido a lo anterior, cada uno hace lo que más le conviene y lo que puede. Y debe ser parecido con los festivales, porque en España hay centenares y eso implica diversidad: de presupuesto, de modelo económico y estructural, de orientación artística, de público. Supongo que cada festival juega un papel determinado y diferente con respecto a su entorno, no sé hasta qué punto es adecuado categorizar. Es necesario cuestionar el papel de cada festival en relación con ese entorno cercano, especialmente cuando median subvenciones, apoyo público, dinero de todos, aunque sin olvidar que no son los únicos actores en el sector de la música en directo, que operan en determinados contextos políticos y económicos y que están promovidos por personas y empresas con intereses –no hablo solo de pasta aquí– también diversos. Por eso no todos los festis que hay en España se pueden meter en el mismo saco y cada uno juega un papel distinto. 

Ahora que la venta de discos es irrisoria, las plataformas siguen robando a los creadores con porcentajes ínfimos por reproducción y en los festivales apenas se paga a los artistas más minoritarios, salvo honrosas excepciones. ¿Por dónde pasa la durabilidad de los proyectos y las carreras de larga duración? 

César: No tengo ni idea, pero la situación para muchos de los músicos que ahora deciden ponerse en marcha con sus canciones y poco más no creo que difiera tanto respecto a la de hace veinte años. Las ventas de discos –cuando todavía se podía tener en cuenta esa métrica– eran irrisorias para muchos. Los porcentajes que recibían por parte de sus sellos y editoriales –cuando no había distribuidoras digitales ni streaming– probablemente fueran tan ínfimos o más que ahora. Y no había tantos festivales como hoy. Lo que quiero decir es que esas condiciones adversas no son nuevas para muchos músicos. Quizá hay que volver a la segunda pregunta: en estas condiciones, podrá servir de ayuda tener más dinero, mejores contactos y más posibilidad de invertir, al menos de partida. En esta ecuación también debería entrar en juego la naturaleza misma de los proyectos, porque no todos nacen como planes a largo plazo o con intenciones profesionales de por medio. Las motivaciones no son las mismas para todos, como tampoco las facultades ni los talentos, ni mucho menos las circunstancias personales de los implicados. 

A la hora de disfrutar de la música como oyente, ¿prefieres acercarte a los clásicos con los que te hiciste melómano/a o bien prefieres escuchar propuestas novedosas? ¿Por qué? 

César: Estoy todo el día liado con música nueva, si no fuera así no podría hacer mi trabajo en condiciones. Pero sigo escuchando a los músicos que me molan desde chaval por el mero gusto de hacerlo e intentando cubrir las lagunas que tengo, que son muchas, porque siempre hay escuchas que se te escapan en su momento o que por lo que sea decides postergar. 

Todo oyente tiene algún secreto no confesable de bandas y/o músicos que le emocionan y que no suelen estar bien vistas, ¿Cuáles serían los tuyos y por qué?

César: Siempre me ha dado lo mismo ese qué dirán. Igual me equivoco, pero creo que esas percepciones son tan cíclicas y caprichosas que lo que hace diez años estaba mal visto hoy puede ser lo más porque alguien ha dicho no sé qué en Twitter o ha puesto un stories de esos o se ha cascado un baile en TikTok o ha decidido incluir tal canción en tal serie que todo el mundo está viendo o esa canción ha salido en Benidorm Fest, o lo que sea. Lo de los placeres culpables en la música lo veo en retroceso, casi en retirada. 

¿Cuál fue ese primer contacto con la música que te empujó a dedicarte a ella? 

César: No recuerdo uno en concreto, probablemente fueran varias cosas que se fueron acumulando. Estaba todo el día escuchando la radio, mis cintas y trapicheando con los amigos a ver qué caía nuevo para el casete. Me gustaba leer y me encantaba leer sobre música. Empecé a ir a conciertos con 15 años o así. Iba con mis colegas cuando lograba ahorrar lo suficiente para la entrada y también con mis primas, que eran más mayores y nos franqueaban el acceso a los bares a mí y a mi hermana Elena, que éramos unos pipiolos. Vi algunos conciertos tochos siendo adolescente, pero también a grupos maqueteros en garitos. Con los compañeros de la emisora libre de mi barrio, en esa misma época, cuando todavía estaba en el instituto, empezamos a organizar conciertos y después de hacer la selectividad empecé a pinchar en bares. Leía todo lo que podía y compraba mucha música que luego pinchaba en mi trabajo. En esa época, en los primeros años en la universidad, fue cuando me empezó a rondar por la cabeza la idea de escribir. 

Cita cinco nombres básicos en tu reproductor en los últimos meses. 

César: Lisabö, bar italia, María José Llergo, billy woods & Kenny Segal, Wu-Tang Clan. 

¿Qué artistas malditos, minoritarios o relativamente novedosos nos recomendarías encarecidamente no perder de vista? 

César: Me quedo con lo de relativamente novedosos: Los Sufridos, J Noa, La Joya, joe unknown, La Paloma, Master Peace, Maiya The Don, Amaraae, Tyla, bby… 

Eres periodista musical entre otras muchas cosas dentro de un sector en el que la precariedad es perpetua. ¿Cómo se sobrevive en esta profesión durante tantos años?

César: Ha habido épocas en las que el periodismo musical no ha sido mi fuente de ingresos y me he tenido que buscar la vida por otros caminos. Aunque nunca he dejado de ejercerlo, eso sí: me permitía seguir haciendo lo que más me gustaba y así entraba algo más de dinero en casa. 

¿Qué es lo que más disfrutas de tu profesión y lo que te entristece más profundamente? 

César: Me gusta mucho lo que estoy haciendo desde hace un par de años en Rockdelux, un trabajo que ya desempeñé en otros medios anteriormente. Me permite estar en contacto con mogollón de cosas distintas –la música, el cine, los libros, los cómics, los conciertos y festivales– y aprender y conocer qué está pasando en todas esas disciplinas gracias al trabajo que hacen mis compañerxs redactorxs y fotógrafxs, con los que estoy en contacto de forma continua, lo cual también me da bastante vidilla. Precisamente por esto –por el cuidado con que se hace el trabajo para que quede fino, por el empeño que ponemos para seleccionar contenidos que pensamos que merecen la pena y por el conocimiento de las personas que escriben y fotografían– me entristece tener la sensación de que lo que ofrecemos cada vez se valora menos. 

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de nuestra revista digital? 

César: Seguramente establecí contacto gracias a Twitter, por ahí apareceríais y algo me leí. Pero recuerdo, como tal, creo que fue escribiendo a Javi cuando trabajaba como agente de prensa. Como lo que había leído en su momento me moló, le escribí para ofrecerle alguna entrevista o pedirle que publicara alguna noticia o alguna crítica del artista con quien trabajaba. No lo tengo muy claro ahora que lo decís, la verdad. 

¿Qué valoración haces de nuestra evolución como web asentada dentro de la oferta de prensa musical, nacional y gratuita? ¿Qué es lo que más te gusta de El Giradiscos? ¿Y lo que más te irrita?

César: Seguís haciendo un trabajo estupendo, con una línea editorial coherente y buenos textos. Todo eso me gusta y seguro que va a seguir mejorando. Solo me irrita –el globo ocular en este caso, la vista ya se le empieza a cansar a uno– el tamaño de las fotos y de la letra. ¡Ponedlas más grandes, por la gloria! 

Espacio libre para una felicitación, crítica o lo que venga en gana… 

César: Pues eso mismo, felicidades por el cumple y a seguir dándole por mucho tiempo. Gracias por invitarme a celebrarlo con vosotros.