El filósofo Ludwig Wittgenstein defendía que era imposible explicar el significado de un color. Nos tenemos que conformar con señalar un objeto que sea de ese color. Con la elegancia nos pasa algo semejante, para averiguar cuál es su significado es preciso escuchar cualquier tema de Richard Hawley. Por este motivo, se hace larga la espera de un nuevo proyecto original firmado por el británico. Han transcurrido cuatro años desde “Further”. El músico de Sheffield, mientras tanto, nos ofrece 32 argumentos irrefutables para concederle un poco más de tiempo. Es el número de canciones que contiene el disco recopilatorio publicado en octubre titulado “Now Then: The Very Best of Richard Hawley” (2023). A nosotros se nos ocurren algunas razones más para seguir esperando al que fuera guitarrista de Pulp. En primer lugar, porque en la época actual, pese a que el conservadurismo inglés más reaccionario ha impuesto su concepción individualista de la sociedad británica, el músico se ha mantenido leal a la clase trabajadora. En segundo lugar, Richard Hawley nos persuade verdaderamente de que la gente corriente tiene derecho a vivir hermosas historias de amor. Y por encima de todo, sus canciones demuestran que la belleza siempre se abre paso, sin importarle el obstáculo que se ponga delante. Echamos en falta algunas canciones en la recopilación discográfica. No son “the very best”, sostenemos que hay otras “better”. Aunque la más destacables sí que están. Hay tantas obras dignas de ser elegidas en el cancionero asombroso del músico, que ha ido engrosando desde 2001. Las canciones que hemos seleccionado ponen de relieve las mejores virtudes de Hawley.
“Tonight The Streets Are Ours”
El hijo y ciudadano de Sheffield siempre está transitando por sus calles mojadas y sus parques, hasta el punto de que los títulos de sus discos siempre han evocado esquinas y lugares de esta ciudad del Norte de Inglaterra, como el “Lady´s Bridge” sobre el río Don. Las calles de los lugares donde vivimos son el escenario de nuestros proyectos vitales. No deberíamos permitir que el poder económico o el político las expropie. En 2007 utilizó el nombre del puente para denominar el disco al que pertenece este corte. Este himno es uno de los mejores ejemplos de lo que el cantante y guitarrista pretendió hacer en su celebrada trilogía mágica, formada por “Coles Corner” (2005), “Lady´s Bridge” (2007) y “Truelove´s Gutter” (2009): envolver sus hermosas canciones con una orquestación suntuosa.
“Don't Get Hung up in Your Soul”
Uno de los aspectos más fascinantes de la trayectoria de Hawley es que un genuino guitarrista haya descubierto el poder invencible de su voz. De ella se vale, y de un discreto acompañamiento de cuerda, guitarra, cítara, y, sobre todo, una “sierra musical” (“saw”) para suscitar una balada cuya sencillez solo es aparente. Inexplicablemente no ha sido incluida en el elenco de mejores canciones. Tal vez porque pertenece a “Truelove´s Gutter”, y ya están en el elenco tres canciones sensacionales. Durante el aciago tiempo de la pandemia la escuché mucho y me ayudó a sobrellevar la situación. Tanto es así que le pedí al poeta, traductor y crítico literario Ángel Rupérez que la tradujera. El resultado es el siguiente:
"No seas prisionera de tu alma"
Traicionada por todos
y clausurado ya el viejo hogar,
¿adónde vas a ir?
Pero, amor, tú que eres la belleza de la ciudad,
no seas prisionera de tu alma
ni consientas que los demás marchiten tu corazón.
No seas prisionera de tu alma,
amor, no seas prisionera de tu alma.
Eres la única que has visto
los oscuros arrabales de la ciudad.
Eres tú la única que da sentido a mis brazos.
Eres tú la espina y tú eres la corona.
Amor, no seas prisionera de tu alma
ni consientan que los demás marchiten tu corazón.
No seas prisionera de tu alma,
amor, no seas prisionera de tu alma.
No consientas que los demás marchiten tu corazón,
no seas prisionera de tu alma,
amor, no seas prisionera de tu alma
¿o vas a consentir que habite el frío en tu corazón?
“The Ocean”
Hawley es un patriarca bíblico que abre las aguas, y éstas milagrosamente le hacen caso. La canción que suena mientras esto sucede es “The Ocean”. Dicen que el de Sheffield recuerda a Roy Orbison, ¿no será a Graceland donde hay que acudir para encontrar una voz semejante? El estudio de su casa se llama, de hecho, Disgraceland. No se me ocurre una canción más majestuosa compuesta en el siglo XXI, y mira que lo intentan muchos farsantes.
“Not Lonely”
Hawley es un “hijo del metal”. Su padre además de músico aficionado estuvo empleado en las fundiciones ubicadas en la ciudad. Ahora es su nieto quien tiene dificultades para cumplir sus sueños. El liberalismo, que pregonaron Thacther y todos los políticos británicos (incluso Tony Blair) que llegaron después, no ha proporcionado a los ciudadanos la emancipación económica que prometió, y en particular a los jóvenes, que apenas pueden irse a vivir a las viviendas sometidas al albur de los especuladores. Hay jóvenes que no se rinden y se las arreglan para vivir por su cuenta. “No es lo mismo la soledad, que estar solo”, enfatiza la canción. Una guitarra desnuda y la voz pulen una superficie helada sobre la que con deleite te deslizas y de paso te olvidas, paradójicamente, de los problemas, como el del acceso a la vivienda al que alude la canción. Es uno de los temas del último LP de estudio que el músico ha realizado.
“I Still Want You”
Hawley resurgió de una fastidiosa convalecencia todavía más fuerte que antes. Lo demuestra “Hollow Meadows” (2015), que contiene un puñado de canciones susceptibles de estar en la recopilación de las mejores. Nos quedamos en primer lugar con esta elegía de las múltiples formas que el amor de pareja puede adoptar.
“Nothing like a friend”
La amistad es una de las más intensas y auténticas manifestaciones del amor. De modo que es razonable que para esta canción haya invitado a tocar el teclado a Jarvis Cocker, que además de ser el líder de Pulp, es su amigo. Después de escuchar a Hawley, no estaría de más ir a buscar sin dilación “Different Class”, el formidable disco que Pulp firmó en 1995.
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“Heart of Oak”
El vínculo de los británicos con la naturaleza es especial. Demasiada gente ignora que las islas británicas son un paraíso natural. El videoclip hace justicia a esos páramos de Yorkshire, cerca de los que creció el propio músico, que sigue la estela dejada por Blake, Wordsworth o Fowley, laureados poetas y escritores que se criaron en el bosque y salieron transformados de la floresta silvestre. Hawley es de la misma estirpe, late en su interior un “corazón de roble”. Cuando era un crío sufrió numerosas operaciones debido a su labio leporino, que, en lugar de debilitarlo, le fortalecieron interiormente. Es un homenaje a otros corazones nobles que nos han llevado de la mano (como puede verse en el vídeo) a través de la maleza y la tormenta. Además, la canción tiene el mérito añadido de recordarnos que Hawley es un guitarrista de primera.
“Precious Sight”
La voz sofocada de Hawley relata una historia desoladora, arreglada con un piano y una batería que la elevan por las nubes de la improvisación y el jazz. ¿Adivina quién es el que toca la batería? El mismo que en la portada de “Late Night Final”, aparece leyendo un diario deportivo en una cafetería. Delante de él, en primer plano, un anciano, tal vez un antiguo trabajador ya jubilado de las fundiciones, en fin, un compañero de su padre. Hawley y la fidelidad a los suyos, eso nunca cambia. Cierra los ojos e imagina que estás en un pub con una pinta de Guinness delante de ti y junto a los mejores compañeros y compañeras de vida.
“Long Black Train”
Es el tren que todos, si dependiera de nosotros, dejaríamos pasar. Esta es la canción que suena en el despertador del inspector Finch (interpretado por Stephen Rea) en la película “V de Vendetta”, basada en la novela gráfica homónima de Alan Moore y David Lloyd, justo al amanecer del día decisivo, el que está marcado en el calendario. El silbato del siniestro tren también nos trae el eco de la música norteamericana. Hace no tanto, Hawley versionó “Ballad of A Thin Man”, de Dylan, o “Long Black Veil” de Johnny Cash. Ese mundo musical también es el suyo. Aunque pensándolo bien, la razón por la que forma de esta lista personal es su indiscutible belleza. También pertenece a “Late Night Final”.
“Not The Only Road”
Hawley ha grabado de nuevo “The Only Road” con el fin de darle cabida en la compilación. Formaba parte de “Lowedges” (2003), en cuya portada aparece él mismo retratado sobre una motocicleta. El músico quiere resaltar el trayecto que ha recorrido hasta 2023, desviándose en muchas ocasiones por carreteras secundarias. Propongo al aficionado que compare las dos versiones, en la segunda ha desaparecido la voz femenina, y es más lenta en su cadencia, la moto ha reducido las revoluciones. Es la cadencia patentada por Hawley. No es una canción, se trata de una sesión de hipnosis. Es imposible decidir cuál es mejor, así que disfrutemos de las dos. Lo importante es que Hawley sigue on the road.