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Entrevista: Ricardo Lezón


“La música me ha enseñado a entender mi vida” 

Por: Javier González

“Lento y Salvaje” es la primera novela que nos regala Ricardo Lezón, vocalista de los siempre personales McEnroe. Un relato autobiográfico de lo más sincero, en el que el músico vizcaíno nos sumerge en las profundidades de su corazón, desgranando pasajes y capítulos vividos, sin edulcorar sensaciones ni esconder emociones, generando una empatía desde la naturalidad que aparece al recorrer unas pocas páginas, pues la franqueza con que se enfrenta a ciertas vivencias hace que el interlocutor se vea reflejado en párrafos enteros de la obra. 

Un buen puñado de vivencias donde el hilo conductor es el enorme poder de la música como herramienta, acompañamiento y sostén, tanto en los tragos más dulces como en los más amargos. 

Impactados ante la honestidad brutal de Ricardo, la misma de la que lleva haciendo gala en sus canciones más de veinte años, nos ponemos en contacto con él para que nos hable desde su habitual calma y armonía de este “Lento y Salvaje” con el que nos ha permitido meternos en su piel durante unos cuantos días.

En “Lento y Salvaje” haces un repaso a tu vida, yendo más allá de lo estrictamente musical. ¿Qué es más complicado escribir y grabar un disco, o enfrentarte a todos tus demonios vitales capítulo a capítulo? 

Ricardo: Lo más difícil ha sido escribir este libro. Toda la confianza y seguridad que tenía cuando comencé a escribirlo desparecieron en un soplido. No soy escritor, carezco de muchas de los requisitos que pienso que exige ese oficio, disciplina, orden, memoria espacial, tenacidad, etc.. la música es más benévola con los desordenados e impacientes. En el momento en el que entendí que debía escribir un libro para mi todo cambio, todo se fue aclarando y apareció más factible. Ha sido un proceso muy esclarecedor para mí, me ha servido para reconocerme y descubrirme cosas que estaban borrosas. Estoy muy orgulloso de haberlo hecho. 

Es curioso, en las primeras páginas relatas las dificultades que tuviste para arrancar, con semanas y semanas donde las hojas permanecían en blanco, para finalmente entregar una obra que parece escrita de una tacada. ¿Cómo fue el proceso de escritura del libro? 

Ricardo: Comencé con mucha ilusión, con mucho respeto, pero confiado en mis posibilidades, demasiado quizás y, como te decía antes, pronto entendí que no iba a ser así. Escribir sobre mi propia vida sin el abrigo de la música, sin su escondite, tratar de poner orden a algo que nació desordenado se convirtió en una bola muy grande. A todo esto, se unieron cosas que sucedieron durante el proceso de escritura que me afectaron mucho y que hicieron esa bola aún mayor. Como te decía antes, hasta que no acepte que debía escribir el libro de la misma manera que escribo las canciones y los poemas no pude avanzar, ni siquiera sentir que era mío. 

Hablas de tus vivencias, las crudas y la alegres, de tus certezas y heridas. ¿Hasta qué punto uno duda si autocensurar algo en una obra de estas características? 

Ricardo: El libro está escrito a base de impulsos, en él está la explicación que me ha salido de porque hago canciones, de dónde vienen y qué han significado. No he censurado nada, sí me he detenido en algunos momentos a buscar la manera más sutil de afrontar algún pasaje, por respeto a alguna persona y a mí mismo. Han sido muy pocas y eso me hace sentir bien. 

Hay una frase que me parece demoledora: “La música siempre me ha ayudado a vivir, pero nunca he vivido de ella”. ¿Eres consciente de la cantidad de gente que nos vemos reflejados dicha afirmación? 

Ricardo: Esa frase no se ciñe tanto a lo económico como a lo emocional, la música me ha ayudado a entender mi vida, a vivirla, pero no he vivido solo de ella, ni económica ni emocionalmente. Prefiero quererla que necesitarla. 

¿Qué tiene la música que si no cura casi todo, ayuda a mitigar los dolores del alma?

Ricardo: Para mí ha sido un vehículo que me ha permitido llegar a lugares a los que no llegaba de otra manera y también expresar cosas que no hubiese sabido hacer de otra forma. En ella encuentro libertad. Hagamos una pregunta de historia ficción. 

¿Cómo hubiera sido tu vida sin McEnroe de por medio? 

Ricardo: Soy pésimo para la ficción, por eso he escrito un libro sobre mi vida. No pienso en las vidas que no he vivido. 

En el libro habla de Subterfuge, vuestra discográfica, como parte indispensable de este viaje, siendo una familia en las buenas y malas. ¿Cómo de importantes han sido en el camino de McEnroe? ¿Cuánto de fundamental es una buena estructura para la viabilidad de un proyecto de largo recorrido?

Ricardo: Mi relación con Subterfuge va más allá de lo musical. Estoy muy agradecido a Carlos por muchas cosas que ha hecho por mí, cosas que nunca olvidare y que llevo en él corazón. En lo musical siempre hemos sentido respeto por lo que hacemos y por cómo lo hacemos y eso que parece simple es muy importante. Hemos recorrido juntos el camino que queríamos recorrer. 

“McEnroe es una parte luminosa y feliz de mi vida” 

A veces pienso que la salvación de la música pasa por gente como nosotros, gente que la ame, sin importarnos la repercusión mediática u económica de lo que hacemos. ¿No te hubiera gustado haber podido vivir de McEnroe en algún punto del camino? 

Ricardo: McEnroe es una parte muy importante de mi vida, una parte luminosa y feliz. Estoy muy bien donde estoy, muy contento de haber vivido todo lo que he vivido junto a ellos y no echo nada en falta. Decir otra cosa seria ser injusto. 

De tener que elegir un solo disco de McEnroe. ¿Cuál elegirías y por qué? 

Ricardo: Me gusta mucho “La Distancia”. Me resulta difícil quedarme con uno, pero a ese le tengo un cariño especial. Vamos a decir que mi favorito es el próximo, a ver si el truco funciona y lo hacemos. 

Tras veinte años de andadura en este siempre complicado mundo de la música. ¿Con qué te quedas al mirar atrás? 

Ricardo: La verdad es que me quedo con todo, con haber vivido cada cosa con la ilusión de ser la primera vez, con todo lo que nos hemos reído y emocionado y con las personas tan cojonudas que hemos tenido la suerte de conocer. Hemos vivido todo como un regalo. 

¿Ha servido el libro para que tu familia o tú mismo te entiendas más de lo que lo hacías antes de su escritura? ¿Has logrado exorcizar gran parte, casi todos o todos tus demonios tras haber escrito “Lento y Salvaje”? 

Ricardo: Me ha servido para colocar muchas cosas en su lugar correcto, para poner nitidez en algunos paisajes borrosos y desenredar algunos nudos que nunca había intentado desenredar. No hay exorcismos, ni ajustes de cuentas, ni duelos al sol conmigo mismo, solo es un tipo hablando consigo mismo. 

¿Por dónde pasa la actualidad más rabiosa de Ricardo Lezón y McEnroe? 

Ricardo: Hacer planes se nos da realmente mal así que seguir caminando hacia donde nos lleven los pasos. Tenemos en el horizonte un concierto muy apetecible en Madrid el día 13 de Enero dentro del Inverfest y tenemos que ponernos las pilas para ensayar. Por mi parte acabar el disco que tengo entre manos con Ramón de The New Raemon y terminar de grabar unas maquetas con mi amigo Riki Andrade. 

Mil gracias por tu tiempo Ricardo, ha sido un placer leerte. 

Ricardo: Muchas gracias por una entrevista tan bonita. Os mando un abrazo gigante.