Por: Javier Capapé
Hace escasos días que "El Golpe del Momento" acaba de estrenarse cuando me encuentro con Erin Memento. La zaragozana está de vuelta en casa para presentar su último EP, además de recalar en el Vive Latino y estrenarlo en su tierra. No sólo esa primera parada en vivo ha tenido este EP cuando se produce nuestro encuentro, pues apenas cuatro días antes Erin lo ha presentado también en el madrileño Café de la Palma. Sin embargo, nuestra conversación no comienza deteniéndose en estos conciertos ni en estas nuevas canciones. Inevitablemente me lanzo a darle la enhorabuena por el inesperado anuncio que Bunbury hizo en su última rueda de prensa. Erin Memento formará parte de los Santos Inocentes para la gira de once conciertos que llevará al artista aragonés a recorrer América y España en los próximos meses, terminando su periplo en vivo en el estadio de la Romareda el próximo 6 de julio. Erin se muestra emocionada y muy agradecida por esta oportunidad y confiesa que tenía además muchas ganas de que se hiciera pública, ya que no sólo es un honor inmenso sino que los Santos Inocentes son parte de su familia. Entra en "una banda excelente, en la que todo es perfecto, llena de personas excepcionales y con un talento increíble".
"Todo lo que rodea a esta oportunidad es bueno para mí"
Pero lo que más importa de esta conversación realmente es "El Golpe del Momento", así que entramos canción a canción en él. "Aquella Noche" supuso el arranque de esta aventura en mayo, después de haber estado dos años sin publicar nada, aunque no generó tanto revuelo como el esperado. Ha sido el EP al completo el que ha supuesto un cambio, un mayor impacto. Y todo coincidiendo con su vuelta por España para sus primeras presentaciones en directo a finales del verano.
Hay un detalle muy importante en el que me detengo para empezar a hablar de estas canciones. Su producción es clave, bajo la batuta de Diego Escriche y Paco Loco en un fifty-fifty que se complementa a la perfección, pero lo que verdaderamente me llama la atención es su mezcla, esa que da cohesión a todo el lote bajo el preciso toque de Ramón Gacías. Se escuchan muy equilibrados todos los instrumentos y se le da un espacio especial al bajo y a las baterías con personalidad. "Ramón es esencial para el disco al completo porque él es quien engancha las seis canciones y las unifica. Son mezclas que arriesgan y sin Ramón no hubieran sonado así". Nos detenemos en que es Gacías quien ha creado un producto homogéneo, en el que hay mucha unidad, pero también mucho juego. A veces las guitarras y los sintes parecen uno y se rompen los esquemas más claros de canción en sus estructuras. Erin puntualiza que en un primer momento, cuando estas canciones eran todavía maquetas, tenían muchas diferencias entre sí, incluso después, a la hora de grabarse y producirse, pero Ramón Gacías podría decirse que se ha convertido en un productor más dejando su personalidad totalmente plasmada en las mezclas y haciendo que no se pierda el sentido de unidad en todas ellas.
También nos detenemos en sorpresas que trae el EP como "Si se acerca el fin", que le confieso que me atrapó desde la primera escucha, con esas atmósferas que tanto remiten a los Cure. Quizá es la menos single de todas, pero es la favorita de la propia Erin, además de la más compleja y una de las que más le ha sorprendido al llevarla al directo.
En cuanto a la temática, estas seis canciones giran en torno a las relaciones. Podría decirse que es un disco circular. Incluso descubrimos que cualquier relación podría empezar en "Aquella Noche" y acabar en "El Golpe", tal y como ocurre en el álbum. Son seis estados que rodean a una relación. De la contención al estallido.
Erin también contaba entre las grabadas para esta aventura con la versión de "Flecha", de Soledad Vélez, que finalmente no entró en la selección, quizá porque se salía del contexto que comparte el resto, pero ésta es una versión a la que tiene mucho cariño y que siempre le ha funcionado en directo. Y así, volvemos a detenernos en sus directos más recientes, donde ha podido tocar al completo "El Golpe del Momento" y sentir que es justo lo que quiere ofrecer ahora, totalmente segura, pero donde también ha tenido que adaptar algunos de sus temas más emblemáticos para llevarlos a este sonido más arrastrado con el que se identifica actualmente. Comparte las impresiones que le causó su paso por el Vive Latino, en cómo intentó captar la atención del público "de paso" con su banda y cómo se sorprendió por la respuesta de aquellos que de verdad sí fueron a verles. Además, considera que en esta segunda edición, el festival se detuvo más que en su año inaugural en la escena local, algo que hay que poner en valor, porque la escena de su Zaragoza natal sigue siendo muy a tener en cuenta. Lamentablemente no podrá tocar con su proyecto en un periodo breve de tiempo por aquí, ya que la siguiente vez que vuelva a España será con la gira de Bunbury, pero quizá el verano que viene sea el momento para volver a verle sobre las tablas, algo que deseamos encarecidamente desde este medio. Ahora toca montar banda en Los Angeles e intentar mover el EP en directo allí. Es su siguiente paso durante el otoño y la primavera que vienen.
"El punto álgido de este EP creo que está ya acabándose, pero el anuncio de estar en la gira de Bunbury afortunadamente hace que el proyecto viva un poco más"
Algo que nos da para un buen debate en esta charla es lo efímero de cada lanzamiento, de cada gran concierto. Parece que en la música cuenta más el previo que el momento del lanzamiento o del show. Esa sensación de que algo está ya pasado cuando apenas tiene unos días desde que ha sido lanzado es algo que siente Erin con "El Golpe del Momento". La gracia de todo esto es que el tiempo previo se convierta en el momento de convencer, aunque como bien dice "los músicos convencemos de verdad con los conciertos". Así que, con la cantidad de proyectos nuevos que salen cada semana es normal que muchos se pasen por alto o no se les pueda dedicar todo el tiempo que merecen, por lo que nuestras conclusiones se inclinan hacia la duda de si merecería la pena parar, dejar de recibir tantos estímulos y disfrutar más aunque sea de un menor número de novedades.
"Nos obcecamos con estar tan al día, que no nos permitimos dejar las novedades para otro momento. Conviene a veces guardarlas y dedicarles más tiempo cuando realmente lo tengamos. No pasa nada por hacerlo así"
Erin se muestra inquieta por toda la música que tiene en su cabeza y asegura que volverá a Los Ángeles e inmediatamente se pondrá a dar forma a su futuro nuevo proyecto, sea single, EP o disco, lo que tenga que ser, pero como músico no puede pararse, por eso confiesa que "estar componiendo siempre es bueno, porque cuanto más compongo, mejor lo hago. Es importante intentar estar activa aunque las canciones no vayan a salir".
"A los artistas que te gustan hay que dejarles que hagan lo que quieran. No juzgar. Dejarles que creen porque es lo que quieren en ese momento"
"El Golpe del Momento" es un disco que gana al dedicarle el tiempo que merece. Necesita de cierto reposo, lo que en este escenario de vorágine musical puede ser un hándicap que le paralice, pero al ser un EP es más fácil dedicarle ese tiempo, darle esa cohesión de obra completa a la que acercarse en su globalidad. "El Golpe" es concisa y atrapa justo cuando la colección termina, por lo que es necesario captar la atencion del público para llegar a ella, para conseguir apreciar cada una de las canciones de esta obra y llegar hasta el final. Lo bueno es que al ser un EP es más fácil llegar a él y escucharlo entero, no quedarse en "Aquella Noche" y así descubrir todos sus recovecos, llegar hasta "El Golpe", con la que confiesa que le gusta abrir los conciertos, para darle una oportunidad a estas canciones más tapadas.
"Sorprende que "Vengo por ti" esté gustando y llenando playlists, ya que es una canción atípica, sin estribillo"
El disco entero es oscuro y se mueve en el medio tiempo, destacando tonalidades más pop como "Halloween" o más desprejuiciadas como "Vengo por ti", pero son estos medios tiempos los que se imponen, los que mejor le permiten explicarse a Erin y con los que más cómoda se siente. Aunque, por encima de todo, lo más importante es que cree firmemente en estas canciones, que son las que ahora quiere tocar y tocar, por encima de aquellas otras canciones suyas que le han dado tanto pero que de alguna forma ya siente del pasado. Además cree que en el cambio está la virtud. No tiene sentido para ella sacar dos discos iguales, por eso sus tres EP's tienen estilos tan marcados y diferentes, intentando encontrarse a sí misma en cada momento. Sabe que canciones como éstas, que nacen sin estribillo, pueden ponérselo difícil al oyente, pero ella se siente muy segura de lo que quiere ofrecer.
"La gracia está en no buscar siempre el estribillo. Voy montando las canciones en función de lo que van pidiendo"
La joven artista ha estado escuchando mucho en los últimos tiempos a una nueva escena británica de rock alternativo y queda bien reflejado en los mimbres de estas canciones. Es un EP muy británico, con mucho shoegazing, distorsionado en momentos y muy intenso. Algunos incluso podrían escuchar detalles de los Cranberries en el primero de sus adelantos, por lo que los noventa están muy presentes también. La mano de su amigo René Sharrocks, de la banda Dharmacide, queda plasmada en todo el minutaje. Su influencia se respira con ese ambiente entre Londres y la West Coast americana, donde ante todo destaca el nombrado shoegaze, en el que se sustentan canciones como "Lo que pasó es verdad".
"Es el primer EP en el que veo reflejadas de verdad mis influencias. Me hace muy feliz encontrarme haciendo cosas que yo escucho, desde Fontaines D.C. a Porridge Radio, Big Thief o Angel Olsen, que compositivamente me encanta como escriben y transmiten, incluso Father John Misty y su lírica aparecen entre estos surcos"
Este podría ser el más accesible de los tres EP's publicados hasta ahora por la zaragozana. No por simple, sino porque tiene un sonido muy actual que a la vez remite a los noventa. Los artistas contemporáneos que saben mirar hacia atrás parece que pongan ahora la vista en los estertores del siglo XX. Es como si las bandas emergentes gustasen de mirar treinta años atrás y Erin Memento ha sabido captar eso a la perfección. Este disco es pasado y a la vez es presente. Es más accesible porque es actual pero tiene a la par ese punto de volver la vista atrás.
El encuentro termina. No quise hacer una entrevista, más bien disfruté de una charla en la que hablamos de música, pero no sólo de la música de Erin Memento, sino de aquella que nos conmueve, que nos hace seguir adelante, en la que creemos y que nos enseña a vivir. Erin Memento sigue con los pies en la tierra, sabe cuál es su momento, precisamente éste que quiere sentir como único, como "El Golpe del Momento".