Por: Lorena Suárez
“That! Feels! Good!” nos grita Jessie Ware desde el título de su quinto disco, lo cual ya
suena como toda una declaración de intenciones acerca de lo que nos vamos a
encontrar en él: una auténtica oda a los placeres, pero no solo los sexuales (que
también) sino a todos los que nos ofrece la vida porque, como se pregunta en una de las
letras: “What is life if not for fun?”.
Del homónimo tema que abre “That! Feels! Good!”, en declaraciones a Apple Music,
Jessie Ware cuenta que le propuso a James Ford, productor del disco (y también de su
anterior y aclamado “What’s your pleasure?”, además de trabajos de Arctic Monkeys,
Gorillaz, Florence + The Machine entre otros): “¿Qué te parece (incluir) a un montón de
gente diferente para que parezca que estamos en una orgía?”. Pues con semejante
pistoletazo de salida, “agarrémonos los machos” y sumerjámonos en este "discazo". La sexy disco “That! Feels Good!”, con su rollo groovy, nos pone a bailar desde el
segundo cinco mientras Jessie nos dice que “Freedom is a sound / And pleasure is a right” y
nos da una lección de cómo empezar un álbum.
Continuamos en la pista de baile, una pista de baile de los años 70, con “Free yourself”,
la cual nos da ganas de cardarnos el pelo, pegarnos unas pegatinas de estrella en las
mejillas y quemar la suela de nuestras plataformas brillantes. Un ambiente de luces de
neón que nos evoca al de Madonna en su “Confessions on a dance floor”, obra de Stuart
Price, productor de este éxito instantáneo. “Why don’t you please yourself? / If it feels
so good”. Pues Jessie tiene toda la razón y si encima nos lo canta con este ritmazo
divertido, muy Kylie Minogue, no tenemos otra que hacerle caso.
La explosiva “Pearls”, tan tan tan setenta, con ese inicio tan tan tan nostálgico, es una bomba
de pasión, de baile, de alegría de vivir. En serio, ¿cómo podíamos vivir sin estas “Pearls”?
La británica nos pone a bailar y a celebrar la vida a la vez que hace prodigios con su
portentosa voz, mezclando elegancia, sensualidad y diversión. Todo mi patrimonio a
quien pueda escuchar esta canción sin que se le vayan solos los pies.
Pero no todo es pista de baile, purpurina y confetti sino que también hay espacio para
el amor, a través de la romántica y elegante "Hello love", un oasis soul de tranquilidad
en mitad del fiestón. La voz de Jessie, cargada de emoción, canta enamorada la letra de,
en palabras de ella, “(…)probablemente, una de las mejores de este disco”.
Volvemos a enfundarnos las plataformas porque llega “Begin again”, con sus enérgicos
saxos, trompetas, violines que acompañan a la poderosa e inconfundible voz de Jessie
porque que, en medio de todo este jolgorio, de nuevo ella haciendo lo que quiere con
su alucinante voz, llegando al infinito y más allá. Así, nos lleva por un viaje nostálgico
durante el que de nuevo resulta imposible no bailar al ritmo de una melodía disco, con
toques latinos, que se pega como un chicle.
Pero “Begin again” es más que un estribillo pegadizo, es también reflexionar acerca de
si estamos viviendo la vida que realmente deseamos: “Why do my realities/ take over
all my dreams?” y, si no es así, ¿por qué no empezar de nuevo? “Is this my life? /
Beginning or end? / Can I start again? / Can we start again?”.
Continúa la Jessie existencialista haciéndose preguntas en “Beautiful people”: “What am
I doing on this planet?”, en un divertido tema muy Sister Sledge y el cual, siguiendo el
tono del disco, nos invita a disfrutar, a empezar de nuevo, a vivir la vida con alegría y
esperanza. Si a esta optimista letra (“If you ever have a lover that lets you go, blow them
a kiss and let it fly / Step into your brand new life / Cry a swimming pool, call your friends
/ Jump in / It’s the beginning, not the end”) le sumas ritmos funky, disco, latinos en
forma de explosivas trompetas, trombones, guitarras y sensuales coros, ¿qué mejor
cóctel para pensar que el mundo es tuyo y que vas a hacer de tu vida lo que quieras?
6 temas maravillosos seguidos, el bajón ha de llegar en algún momento, ¿no? Pues
parece que no. “Freak me now” es otro trallazo, en palabras de Jessie “Lo más cerca que
estoy del house francés”, que mezcla a la perfección sensualidad (tanto en la sexy voz
de Jessie como en su caldeada letra “Baby, keep heating me up / Oh, no, don't you go
cool me down”) y baile en un club de los noventa.
Raffaella Carrá y Madonna. ¿Una combinación muy loca? Podría parecerlo pero tal vez
no porque justo eso es “Shake the bottle”. Un temón adictivo, sexy y divertido, que se
abre y estalla como una botella de champán “Shake it, shake it, shake it hot
/ That's the way to make my bottle pop!” (en una no tan sutil metáfora) y que una vez
lo escuchas ya no puedes sacar de tu cabeza. “Shake the bottle”, en palabras de Jessie,
se siente como un homenaje a su público LGBTQ y viene inspirado por RuPaul y sus dragqueens: “(…) respeto mucho el drag y su creatividad y confianza. Me siento tan querida
y valorada por una comunidad preciosa y ellos siempre están en mi mente, sobre todo
porque nos divertimos mucho juntos. (…) Ellos me han hecho mejor artista”.
Recta final del disco y un poco de calma. La lenta y elegante “Lightning” no baja el listón
y nos ofrece tres minutos perfectos para disfrutar con las luces apagadas y junto a esa
persona. El amor, como en “Hello love”, pero esta vez con una profunda sensualidad
porque se puede ser muy romántico sin dejar de hablar de deseo. “Lightning” es muy
Sade, justo lo que Jessie deseaba “«Lightning» (…) me hace en cierto sentido volver a
mis días de «quiero ser Sade»”.
Cerramos la fiesta con “These lips”. Cerrar un disco con semejante temazo da una pista
de lo maravilloso que ha sido el recorrido. Una segura y sexy Jessie le dice a su amante
que a qué espera, que venga ya porque esos labios lo van a hacer sentir muy muy bien.
La búsqueda del placer, de nuevo, y la necesidad de hacerlo ya porque “Hurry up /‘cause
I’m worth it’.,,
Hacernos sentir muy, muy bien es lo que pretende Jessie con “That! Feels! Good!” no
solo porque tremendo disco nos provoca estas sensaciones a través de un camino lleno
de música y letras optimistas, explosivos ritmos y toneladas de purpurina de coloressino
porque es el mensaje que recorre cada una de las diez canciones: disfruta de todo, vive
la vida como tú realmente deseas, que tu objetivo sea darte placer y felicidad. “That!
Feels! Good!” es un maravilloso ¡canto! ¡a! ¡la! ¡vida!