Por: Txema Mañeru
Iguana Death Cult ya nos sorprendieron con su punk-funk psicodélico en su anterior y recomendable trabajo, de hace ya 4 años, “Nude Casino” (Innovative Leisure / Popstock!). No era el debut de los holandeses ya que dos años antes habían firmado un prometedor, pero todavía algo verde, “The First Strings Of Hideous Insect Life”.
Es normal que con semejante reválida les fichara el prestigioso sello Innovative Leisure tras verles en un fascinante directo en el SXSW de Texas. También es normal que se hable de referentes como Iggy Pop & The Stooges (su nombre viene de ahí), Parquet Courts, Idles, Super Furry Animals, Fontaines DC, Fat White Family, Thee Oh Sees o los más alocados King Gizzard & The Lizard Wizard. Yo, tras oír repetidas veces ese trabajo, nombraría a su vez a Talking Heads, Ty Segall, Cage The Elephant o Rolling Blackouts CF. De hecho, ellos mismos han reconocido abiertamente la gran influencia de los Talking Heads y de su disco y película “Stop Making Sense”,
Ahora, tras caer rendido en repetidas ocasiones a este “Echo Palace” (Innovative Leisure / Popstock!), tengo un nombre más esencial a sumar a la rica ecuación. Te estamos hablando de la No Wave de James Chance & The Contortions. Algo a lo que ayuda mucho la presencia de un saxo desquiciado en algunos temas. Un disco que ha venido precedido hasta por 4 rotundos singles. No es el caso de la buena apertura con el jazz-funk marciano de "Paper Straws", al que sigue el buen tema titular, todavía más funk y combinando a esos citados Talking Heads con propuestas más actuales como los Parquet Courts o incluso los mejores Vampire Weekend. A continuación sí llega uno de esos adelantos, con buen videoclip, con el título de "Pushermen", donde Tobias Opschoor canta genialmente y nos traen hasta un guapo punto a los Devo más orgánicos. Grita, pero nos cautiva, y en varias letras nos hablan del aislamiento y la soledad a la que les llevó la dichosa pandemia.
El poderoso bajo en "Sunny Side Up", acompañado de guapos teclados de Jimmy de Kok, nos anticipa otro single como es "Sensory Overload", en el que ya se acercan a saco, y para bien, a los citados James Chance & The Contortions, sobre todo cuando entra ese arrebatador saxo de un legendario en Holanda como Benjamin Herman. Todavía más locos y más funkys se muestran en una "I Just Want A House" que es una poderosa combinación de percusiones, guitarras y teclados. Regresan Herman y su abrumador saxo en otro claro single como es "Oh No". Esa pelea de la que hablan en algunos medios entre Parquet Courts y Super Furry Animals se aprecia muy bien en "Rope A Dove". Se ponen más melódicos al estilo de los Talking Heads del “Little Criatures” en la preciosa "Heaven In Disorder". Voces graves en su agradable estribillo y toques a David Bowie en el saxo y uni arreglos que llevan al tema por encima de los 5 minutos y medio en uno de los mejores momentos del disco.
Cierran el álbum con guitarras inquietas y saltarinas en "Radio Brainwave", donde destaca igualmente un guapo solo al sintetizador y algunas voces cercanas al hip hop. Se nota que han improvisado y se han divertido en su grabación, bien llevada a cabo por Joo-Joo Ashworth (Dummy, Sasami) y en la que redondea su sonido, para entregar su mejor disco, la masterización de Dave Cooley (Tame Impala). .Qué ganas de que vengan a presentarlo en directo, porque esto tiene que echar chispas sobre un escenario.